Dentro de una semana del nicio de la fase oral y publica del juiio en La Haya. El clima entre Chile y el Peru es mas o menos el mismo que a lo largo del 2012: exabruptos patrioticos y llamados a la sensatez institucional, en sectores de los dos paises. Ambas actitudes potenciadas por la indignacion de los colombians con su propio fallo.
Los dos gobiernos tienen claro que, no importa el desenlace, lo mejor es llevar la procesion con un tono bsjo. Esta discrecion entre otras cosas por el potencial del tema com agitador de las aguas politicas internas. Lo cual puede tene mucho peso en as elecciones generales chilenas del proximo ano.
La informacion acumulada hace que ya casinadie habla de un desenlace en todo o nada, avanza mas bien la nocion de que la sentencia dejara a ambas partes algo contentas y aslgo disgustadas. Es lo que se a empzado ar a solucion salomonica, en la cual supuestamente el Peru tendria todo que ganar por poco que avance su ficha.
A pesar de ser la mas tranquilizadoa, tambien a posible salida salomnica, que los juristas llaman un fallo de equiedad, tiene sus criticos. El ex presidente chileno Eduardo Frei caba de plantear que un dictamen as reactivaia el proceso de demanda de Bolivia ante el tribnal de La Haya por una salida al mar. Hay alli sombras de un argumento para cuestionarla.Peo hablar de una salida salomnia no tiene mucho explicativo, dado que las sentencias de los jueces de La Haya han demostrado tener mucho de inesperado. No solo es un fallo, sino tambien una leccion, diamos. Como que la logca de la mparcialidad juridica internacional no siempre es la logiade la defensa interesada de los paiss..
La mejor carta civica en este panorama esta en las reiteradas declaraciones del presidente y cancilleres de los dos paises . Aunque no hay como pasar por alto que se trata de buenas intenciones sin valor viculante . En realidad este tipo de palabra dada va a significar mas despues de la sentencia final , en el 2013.
Los agentes peruanos ante La Haya, y el equipo que los apoya en la Cancilleria, vienen buscando por parte del publico peruano una actitud ecuanime frente a resultados esperables. Esto tendra su primera prueba en el juicio oral que sera televisado y pondra a los pubicos en contacto directo con los argumentos de los litigantes.
Ambos paises se disponen a trasladar figuras politicas de variados calibres a la sede holandesa de la corte. Un despliegue probablemente inevitable, pero a la vez maginal al proceso mismo. Acaso se trata de poder decir manana que se hzo todo o posible para obtener una sentencia mas conveniente.
martes, 27 de noviembre de 2012
lunes, 26 de noviembre de 2012
EL LIMENO NO ES UN ANIMAL
No se porque insistimos en llamar anmal al chofer necio, bestia al taxista temerario, salvaje al peaton que siente que la razon siempre lo ampara . No existe insult mas filudo y picante en Lima ue aquel grito atavico que mamams de nuestras dulces madres apenas alguien se atrevio a rozarlas y es reflujo constante. Parece que perdimos la nocion de lo que soms: simplemente personas humanas, bipedos, hominidos que alguna vez pertenecimos al orden de los primates. A pesar de parcernos demasado a los arangutanes, los homo sapiens deamos hece rato de ser parte de la fauna para devenir limenos.
Escrio estas lneas desde mi Lima a donde he venido a pasar unos dias con el resto de mi familia y visita a mis a y a respirar otros aires.
Ser anial adquiere una dimensin portentosa, cargada de perfeccion. Ser bestia sugiere nobleza. Ser salvaje, claridad. Sin embargo, a sabia naturaleza parece no haber previsto las consecuncias de un anmal con un cerebro algo mas desarrollado, pues a la vez que aumentaban las funciones cerebrales del hmano, se iba quedando sin su instinto.
El instinto es un asunto reiteratio como la respiracin, ciclico como el verano, secuencial como el canto de un pajaro, ritual como la caceria que culmina un leopardo y un incauo mpala, o el hermoso espectaculo que sinifica el apareamiento de las jirafas. El instinto es fijo y manda sobre los actos de los seres vios extrahumanos.
Pero la inteliencia no es fija ni ciclica ni pede ayudarnos prever uando se nos viene alguien en sentido contrario, en que momento es sano pasarns la luz ambar, cuado es buena idea insultar y cuando simplemente bajas a cabeza. La inteligencia es influenciable, por eso flexble. Es peligrosa si es mucha Pensar supone tener pensamientos. Cuando el limen tiene pensamientos, no tiene solo uno. Tiene varios, muchos pensamientos que compara y que puede incluso confundirlo hasta volverlo humano. Como hay opciones, hay duda, extremismo y un bizarro fenomeno que parece ser el motor de su existencia: ganarse alguito. Un centrimetro de carril, un billetito extra, una yapa. Nada tiene de animal falsifica brevetes , vender ketes en las puertas de los colegios, escupir mnoxido de carbono a traves de los tubos de nuestros motores. Ninguna estia salvaje podria burlar los semaforos, aulterar medicamentos para el cancer, comprar la conciencia de un juez, cobrar cupos. Ya que somos tan creativos deberiamos procuranos nuevos improperios para llamar a nuestros conciudadanos por sus nombres en ves de irnos contra los propios anmales, que de pobres no tienen nada porque son mas felces que nosotros. Me los imagino en los parajes de Mozambique y Zimbabue, despatarrados en la hierba tomando el sol despues de una jrnada de autentica, tenaz y hermosa sobrevivencia.
Escrio estas lneas desde mi Lima a donde he venido a pasar unos dias con el resto de mi familia y visita a mis a y a respirar otros aires.
Ser anial adquiere una dimensin portentosa, cargada de perfeccion. Ser bestia sugiere nobleza. Ser salvaje, claridad. Sin embargo, a sabia naturaleza parece no haber previsto las consecuncias de un anmal con un cerebro algo mas desarrollado, pues a la vez que aumentaban las funciones cerebrales del hmano, se iba quedando sin su instinto.
El instinto es un asunto reiteratio como la respiracin, ciclico como el verano, secuencial como el canto de un pajaro, ritual como la caceria que culmina un leopardo y un incauo mpala, o el hermoso espectaculo que sinifica el apareamiento de las jirafas. El instinto es fijo y manda sobre los actos de los seres vios extrahumanos.
Pero la inteliencia no es fija ni ciclica ni pede ayudarnos prever uando se nos viene alguien en sentido contrario, en que momento es sano pasarns la luz ambar, cuado es buena idea insultar y cuando simplemente bajas a cabeza. La inteligencia es influenciable, por eso flexble. Es peligrosa si es mucha Pensar supone tener pensamientos. Cuando el limen tiene pensamientos, no tiene solo uno. Tiene varios, muchos pensamientos que compara y que puede incluso confundirlo hasta volverlo humano. Como hay opciones, hay duda, extremismo y un bizarro fenomeno que parece ser el motor de su existencia: ganarse alguito. Un centrimetro de carril, un billetito extra, una yapa. Nada tiene de animal falsifica brevetes , vender ketes en las puertas de los colegios, escupir mnoxido de carbono a traves de los tubos de nuestros motores. Ninguna estia salvaje podria burlar los semaforos, aulterar medicamentos para el cancer, comprar la conciencia de un juez, cobrar cupos. Ya que somos tan creativos deberiamos procuranos nuevos improperios para llamar a nuestros conciudadanos por sus nombres en ves de irnos contra los propios anmales, que de pobres no tienen nada porque son mas felces que nosotros. Me los imagino en los parajes de Mozambique y Zimbabue, despatarrados en la hierba tomando el sol despues de una jrnada de autentica, tenaz y hermosa sobrevivencia.
sábado, 24 de noviembre de 2012
LOS SUBURBIOS
El suburbio constituye una forms de ampliacion urbana impusta los varios formatos adoptados por la evolucion moderna de la ciudad histoica. Trasladado el ambito norteamericano, este fenomeno trajo consigo el odern concepto del suburbio, un modelo urbanistico que surge principalmnte a consecuencia del repudio conservador hacia el departamento.
Ipulsado igualmente por el advenimiento del automovil, el suburbio afecta a una de las mayores virtudes de la ciudad tradicional, como es la cohesion organica de sus componentes, una continuidad que abarca no solo a la diversidad de las funciones y constumbres que aportaba la integridad urbana, sino a a disponibilidad de un marco fisico que artiulba sus componentes sociologicos, funcionales y emocionales
Para subsanar esta ruptura el urbanismo contemporaneo ha adoptado, en lineas generales una de dos opciones preferenciales. En el ambito infuido por la experiencia norteamericana, los enclaves comerciales surgieron com una alternativa supletoria del rol civico que detentaban los centros tradicionales, los foros, plazas o bulevares que fueron aglutinando la actividad ocial que tocaba desarrollar a sus ciudadanias en el ambitourbano, aquelasdemandas colectivas que no podian desembolverse dentro el ambito domestico privado. En cambio, en la experiencia europea, la arquitectura viene optando por traducir las areas detentadas por los usos y servicios devenidos excedentes a causa de su declinacion funcional o utilitaria, en espacios publicos supletorios de los roles sustraidos a a calle, os bulevares por las plazas, por la eclosion residencial , administratia o comercial impuesta por a excdencia demografica.
A efectos de evitar caer en un determinismo urbano comercial que trastoca el sentido gregario, ameno y formativo que proveian los ambitos urbanos de la ciudad cohesionada, un urbanismo inteligente y creativo ha introducido, n algunas ciudades felizmente orientadas hacia la recuperacion de esa integracin deshilvanada, modalidades de cohesion social que restituyen felizmente a sus ciudadanias suburbanas lugres de encuentro e intercambio en lo que la gratuidad del ocio, la reflexion o a cntemplacion de la naturaleza -o del propio entorno urbano- han sido rescatadas como valors esenciales para la cnvivencia. Es el caso del nuevo parque elevado (High Line) llevado a cab recientemente en Nueva York por los arquitectos Elizabetth Diller y Ricardo Scofidio, el reciclaje de una plataforma elevada que antano sirvio a uno de sus servcios ferroviarios y que, felizmente identificada como un eje potencialmente recreativo y cultural, ha sdo transformada en un hermoso recorrido que incita a la contemplacion gratuita, la lectura y al intercambio social y familiar. Similarmente , a amplisima reforma realizada en torno al viejo cauce del rio Manzanares, en Madrid, por un equipo de disenadores encabezado por los arquitectos Francisco Burgos y Gines Garrido integrado por el grupo holandes WS, ha generado un parque que le ha aportado un nuevo espacio centrico ajeno al trafago del comercio y el transito, un remanso pacifico que la ciudad ha rescatado para dotar a su ciudadania de un deshahogo amplio y gratuito, complementario a su restringido ambito domestico.
Similarmenteen Santiago de Chile se concluyo recientemente el parque Bicentenario, una habilitacion incorporada a la riberasur del rio Mapocho, muy habilmente disenada por el arquitecto Teodoro Fernandez, que aporta igualmente un nuevo espacio udico a una ciudad aquejada por un reciente y desorbitado crecimiento sububano.
Hay muchos otros ejemplos que felizmente corroboaran la importancia de rescatar el sentido contemplativo, cultural y ludico de los parques urbanos para contrarrestar la impronta consumista acarreada a los suburbios por esa perversion de la centralidad urbana que constituyen los centros comerciales, casos en que los que la buena arquitectura es parte conitutiva de su importancia urbana. Es otra dimension de la mdernidad ajena a Lima, una ciudad cada vez mas alienada por la proclividad de sus autoridades a relegar la provision de espacios publicos a los eclaves comerciales que alienan a convivencia vecinal en los suburbios.
Ipulsado igualmente por el advenimiento del automovil, el suburbio afecta a una de las mayores virtudes de la ciudad tradicional, como es la cohesion organica de sus componentes, una continuidad que abarca no solo a la diversidad de las funciones y constumbres que aportaba la integridad urbana, sino a a disponibilidad de un marco fisico que artiulba sus componentes sociologicos, funcionales y emocionales
Para subsanar esta ruptura el urbanismo contemporaneo ha adoptado, en lineas generales una de dos opciones preferenciales. En el ambito infuido por la experiencia norteamericana, los enclaves comerciales surgieron com una alternativa supletoria del rol civico que detentaban los centros tradicionales, los foros, plazas o bulevares que fueron aglutinando la actividad ocial que tocaba desarrollar a sus ciudadanias en el ambitourbano, aquelasdemandas colectivas que no podian desembolverse dentro el ambito domestico privado. En cambio, en la experiencia europea, la arquitectura viene optando por traducir las areas detentadas por los usos y servicios devenidos excedentes a causa de su declinacion funcional o utilitaria, en espacios publicos supletorios de los roles sustraidos a a calle, os bulevares por las plazas, por la eclosion residencial , administratia o comercial impuesta por a excdencia demografica.
A efectos de evitar caer en un determinismo urbano comercial que trastoca el sentido gregario, ameno y formativo que proveian los ambitos urbanos de la ciudad cohesionada, un urbanismo inteligente y creativo ha introducido, n algunas ciudades felizmente orientadas hacia la recuperacion de esa integracin deshilvanada, modalidades de cohesion social que restituyen felizmente a sus ciudadanias suburbanas lugres de encuentro e intercambio en lo que la gratuidad del ocio, la reflexion o a cntemplacion de la naturaleza -o del propio entorno urbano- han sido rescatadas como valors esenciales para la cnvivencia. Es el caso del nuevo parque elevado (High Line) llevado a cab recientemente en Nueva York por los arquitectos Elizabetth Diller y Ricardo Scofidio, el reciclaje de una plataforma elevada que antano sirvio a uno de sus servcios ferroviarios y que, felizmente identificada como un eje potencialmente recreativo y cultural, ha sdo transformada en un hermoso recorrido que incita a la contemplacion gratuita, la lectura y al intercambio social y familiar. Similarmente , a amplisima reforma realizada en torno al viejo cauce del rio Manzanares, en Madrid, por un equipo de disenadores encabezado por los arquitectos Francisco Burgos y Gines Garrido integrado por el grupo holandes WS, ha generado un parque que le ha aportado un nuevo espacio centrico ajeno al trafago del comercio y el transito, un remanso pacifico que la ciudad ha rescatado para dotar a su ciudadania de un deshahogo amplio y gratuito, complementario a su restringido ambito domestico.
Similarmenteen Santiago de Chile se concluyo recientemente el parque Bicentenario, una habilitacion incorporada a la riberasur del rio Mapocho, muy habilmente disenada por el arquitecto Teodoro Fernandez, que aporta igualmente un nuevo espacio udico a una ciudad aquejada por un reciente y desorbitado crecimiento sububano.
Hay muchos otros ejemplos que felizmente corroboaran la importancia de rescatar el sentido contemplativo, cultural y ludico de los parques urbanos para contrarrestar la impronta consumista acarreada a los suburbios por esa perversion de la centralidad urbana que constituyen los centros comerciales, casos en que los que la buena arquitectura es parte conitutiva de su importancia urbana. Es otra dimension de la mdernidad ajena a Lima, una ciudad cada vez mas alienada por la proclividad de sus autoridades a relegar la provision de espacios publicos a los eclaves comerciales que alienan a convivencia vecinal en los suburbios.
sábado, 3 de noviembre de 2012
EL GOBIERNO DE SÁNCHEZ CERRO
Luis Miguel Sánchez Cerro (Piura, 12 de
agosto de 1889- Lima 30 de abril de 1933) fue un militar y político
peruano, que ocupó la presidencia del Perú en dos ocasiones: la
primera, del 27 de agosto de 1930 al 1 de marzo de 1931, como
Presidente de una Junta de Gobierno instalada luego que derrocara al
presidente Augusto B. Leguia; y la segunda, como Presidente
Constitucional, luego de ganar unas reñidas elecciones en
1931, a la cabeza de su partido, la Unión Revolucionaria. No cumplió su
período constitucional pues murió a manos de un militante del partido
aprista, organización a la que había proscrito por sus actividades subversivas,
aunque no se ha determinado si fue víctima de un acto individual o de un
complot.
Una de las razones de la gran popularidad
que tuvo en vastos sectores de la población fue su marcada fisonomía de mestizo
o cholo, haciendo que la gente lo viera «como uno más de ellos», pero se dice
que en realidad era afroperuano, teniendo como base una leyenda urbana que
aseguraba que nació en La Mangachería, famoso arrabal piurano poblado de
descendientes de esclavos mangaches. Héctor López Martínez lo
describe como «un hombre de corta estatura, magro de carnes, de tez oscura, con
ojos negros y chispeantes, gestos enérgicos y don de mando.» También
contribuyó a su popularidad su nacionalismo y su pretensión de
desconocer el tratado de límites con Colombia firmado durante el gobierno de
Leguía, lo que provocó un enfrentamiento bélico con dicha nación.
De su breve mandato destaca la
promulgación de la Constitución Política de 1933 (la cual fijaba en
seis años el período presidencial, prohibía la reelección inmediata del
presidente de la República, implantaba la libertad de culto y reconocía el
divorcio); asimismo otorgó a los obreros vacaciones y el descanso remunerado
por el día del trabajo, creó los restaurantes populares, suprimió la ley de
conscripción vial, equipó las Fuerzas Armadas, continuó la construcción de
la carretera Central, etc. Debido a su actuación política en medio del
período más turbulento de la historia peruana del siglo XX, Sánchez Cerro
es sin duda una personalidad muy controvertida, y todavía tiene en el Perú
acérrimos detractores así como enconados defensores.
Hijo de Antonio Sánchez y Rosa Cerro de
Sánchez, su familia era de clase media, modesta, pero bien constituida. Hizo
los estudios primarios y secundarios en el colegio de San Miguel de Piura de
su ciudad natal, siendo uno de sus amigos escolares Luis Antonio
Eguiguren.
En 1906 se trasladó a Lima para
ingresar a la Escuela Militar de Chorrillos. de la cual egresó como subteniente
de infantería en 1910, A su pedido fue inmediatamente destacado a Sullana donde
se hallaba acantonado el regimiento que guarnecía la frontera con Ecuador, en
medio de la amenaza de guerra con ese país a raíz de la rebelión ecuatoriana
contra el fallo arbitral del Rey de España sobre el diferendo
limítrofe. La guerra no estalló y Sánchez Cerro pasó a Sicuani en 1911 y
luego a Lima en 1932.
Con el grado de teniente participó
activamente en el golpe que derribó al presidente Guillermo Billinghurst en 1914,
quedando gravemente herido; de las cinco heridas de bala que sufrió, una le
originó la perdida de dos dedos de la mano derecha, lo que le valió el apodo
quechua de «el collota» y el apelativo criollo de «el mocho».
Promovido a capitán, sirvió como
adscrito al Estado Mayor, es decir fue alejado del mando de tropas, sin duda
por temores políticos. En 1915 fue nombrado adjunto militar en la
Embajada del Perú en Washington, Estados Unidos; allí permaneció pocos
meses y de vuelta en el Perú, actuó como capitán en el Servicio Geográfico del
Ejército. Ya bajo el segundo gobierno de José Pardo fue destacado a
un regimiento de Arequipa (1915); luego fue enviado como jefe provincial
a Carabaya (1916) y enseguida a la guarnición de Loreto (1918),
donde, ya como sargento mayor, tuvo una destacada actuación en la frontera
con Ecuador, deteniendo, casi sin auxiliares, el avance de 50 soldados
ecuatorianos al mando del teniente Miguel Bonilla ( 3 de marzo de 1919).
Ascendido a mayor, wen el año
1920 fue destacado nuevamente a Arequipa, y luego a Sicuani (1921). Por sus
actividades conspirativas contra el segundo gobierno de Leguía fue separado de
su regimiento y nombrado juez militar sustituto en el Cuzco, donde
el 21 de agosto de 1922 efectuó un pronunciamiento contra el
gobierno, el cual fue reprimido fácilmente luego de caer gravemente herido. Un
mes después fue confinado en la isla Taquile, en el lago Titicaca,
pasando después a la isla de San Lorenzo, frente al Callao, otro de
los centros de reclusión de la dictadura leguíista.
Separado del ejército, pasó grandes
dificultades y se dedicó al negocio de la venta de carbón de palo. No pasó sin
embargo mucho tiempo para lograr su readmisión en el ejército, ya que el
presidente Leguía solía mostrarse generoso con aquellos oficiales dispuestos a
reconciliarse con él. En 1924 se le permitió volver como ayudante en
el ministerio de Guerra; luego fue nombrado jefe del batallón de zapadores
Nº 4 que se había sublevado en Pampas (Cuzco), hacia donde marchó solo,
negándose llevar consigo tropas leales. Contra todo pronóstico, logró
disciplinar y reorganizar dicha unidad. Pero debido a suspicacias políticas fue
separado bruscamente del mando de su batallón.
Fue nombrado jefe provincial de Cajatambo pero
no aceptó el cargo y por resolución suprema del 18 de agosto de 1925 fue
enviado a Europa en misión de estudio militar. Estuvo en Italia y Francia
hasta 1929; se dice también que se alistó en el ejército español y
que participó durante 14 meses en la guerra del Rif, desarrollada en el
norte de África.
Como resultado de sus viajes, Sánchez
Cerro llegó a tener buen conocimiento del idioma francés; el inglés lo
aprendió durante su estadía en Estados Unidos en 1915, y sabía también algo de
italiano.
El 15 de enero de 1929
retornó al Perú y al parecer reinició su labor conspirativa contra el gobierno
de Leguía, que venía gobernando ya casi una década, tras sucesivas reelecciones
desde 1919. Lo cierto es que en febrero de ese año, Sánchez Cerro asumió la
Dirección de Infantería y de marzo a junio fue jefe provincial en Alto
Amazonas. Luego fue nombrado comandante del batallón de zapadores N.º 3,
acantonado en Arequipa. En febrero de 1930 fue ascendido a teniente
coronel reteniendo la jefatura de dicho batallón. En teoría, se portaba
como un oficial leal al gobierno y se le concedían puestos públicos, pero poco
después inició el levantamiento que pondría fin al Oncenio de
Leguía. La siguiente parte de su biografía corresponde ya a la historia
del Perú de 1930 a 1933.
El 22 de Agosto de 1930,
Sánchez Cerro, encabezando la guarnición de Arequipa, se sublevó contra el
gobierno de Leguía. El pronunciamiento respectivo fue redactado por el jurista
arequipeño José Luis Bustamente y Rivero (que años después se convirtió en
presidente constitucional del Perú). El movimiento revolucionario se propagó
rápidamente por el sur del país. También en Lima el ambiente era favorable para
la revolución. Para dominar la situación, Leguía pretendió formar un gabinete
militar, pero en las primeras horas de la madrugada del 25 de agosto la
guarnición de Lima solicitó su renuncia.
Leguía aceptó y renunció el mando, que
quedó en manos de una Junta Militar de Gobierno presidida por el general Manuel
María Ponce Brousset. Como medida de protección se trasladó a Leguía al
buque Almirante Grau, en donde debería ser conducido al extranjero.
Sin embargo, poco después, ante la exigencia de los revolucionarios de
Arequipa, Leguía fue tomado prisionero a bordo del buque y obligado a
desembarcar. Se decretó el receso del Congreso y la amnistía general.
El 27 de agosto llegó a Lima,
vía aérea, el comandante Sánchez Cerro, siendo recibido apoteósicamente. En el
acto constituyó una Junta Militar de Gobierno bajo su presidencia. Leguía fue
trasladado prisionero a la Penitenciaría. Se produjeron en Lima grandes
manifestaciones populares y el asalto a la casa del ex presidente y los
principales miembros de su régimen.
El levantamiento de Sánchez Cerro fue uno
de varios que se dieron en todo el país; sin embargo, fue elegido por los
insurrectos para que asumiera la dirección del país. Dado este acontecimiento ganó
popularidad en todo el país, pues el gobierno dictatorial de Leguía había visto
reducida su aprobación en un contexto de crisis económica mundial.
La Junta de Gobierno presidida por Sánchez
Cerro gobernó del 27 de agosto de 1930 al 1 de marzo de 1931. Fue un período
especialmente crítico para el país. La crisis económica mundial que estalló en
1929 repercutió durante el final del gobierno de Leguía y durante el gobierno
de la junta de Sánchez Cerro. Cayeron los precios de los productos de
exportación como algodón, lana, azúcar, minerales. La moneda disminuyó su poder
adquisitivo, se produjo la restricción en materia de créditos, el comercio de
importación disminuyó notablemente debido a la falta de capital y los ingresos
fiscales sufrieron una merma considerable. Cayeron muchas entidades financieras
y de crédito, como el Banco Perú y Londres. La desocupación fue incrementándose
mes a mes.
La crisis económica ocasionó naturalmente
el descontento social. Ocurrieron disturbios obreros en Talara, Cerro de Pasco
y La Oroya, instigados por los partidos izquierdistas recientemente aparecidos,
y que fueron severamente reprimidos. En el puente de Mal Paso, cerca de La
Oroya, murieron muchos obreros a manos de la policía. En Oyolo (departamento de
Ayacucho) hubo un choque sangriento entre la policía y los indígenas.8 Ocurrieron también
conflictos estudiantiles que culminaron con la captura de la Universidad de San
Marcos por los estudiantes, los que fueron desalojados por las fuerzas del
gobierno ocasionando la muerte de un estudiante.
Se estableció el Tribunal de Sanción Nacional para
juzgar los casos de enriquecimiento ilícito durante la dictadura leguiísta.
Se derogó la ley de conscripción vial, ley que había
sido implantada por Leguía y por la cual se obligaba a la población —sobre todo
indígena— a trabajar temporalmente en las obras viales del país. Esta
disposición reivindicativa contribuyó a la mayor popularidad a Sánchez Cerro.
Se estableció el matrimonio civil obligatorio,
que tenía precedencia al matrimonio religioso, así como el divorcio absoluto.
Se expidieron disposiciones de carácter moralizador
tales como la prohibición del juego de envite y aquella que obligaba a los
funcionarios públicos a declarar sus bienes.
Por decreto ley del 12 de noviembre de 1930
fue disuelta la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP),
de inspiración comunista, fundada poco tiempo atrás.
Para remediar la crisis económica se contrató en Estados
Unidos una misión de expertos financistas, bajo la dirección del profesor
Edwin Kemmerer. De la serie de medidas que aconsejó dicha misión, la Junta de
Gobierno solo acogió parcialmente unas cuantas, como la Ley de Bancos, la
reestructuración del Banco Central de Reserva (que había sido creado en 1922
como Banco de Reserva), para así lograr el reajuste monetario.
Se trasladó la capital del departamento de Junin
a Huancayo (hasta entonces había estado en Cerro de Pasco).
Hasta este momento, el país no se había
pacificado, puesto que los demás líderes que se habían levantado en contra del
gobierno de Leguía también deseaban acceder al poder. En febrero de 1931
estalló en la fortaleza del Real Felipe del Callao una sublevación
militar-policial que fue debelada. Pero la situación se agravó cuando poco
después estalló en Arequipa una nueva revolución de carácter popular. Ante tal
situación, Sánchez Cerro tuvo que dejar la presidencia de la Junta el 1 de
marzo de 1931, asumiendo interinamente el jefe de la Iglesia católica peruana,
monseñor Mariano Holguín, como presidente de una junta de notables, que
inmediatamente dio pase a una Junta Transitoria presidida por Ricardo
Leoncio Elias y luego por el teniente coronel Gustavo Jiménez. Sin
embargo, estas Juntas no gozaron de apoyo y la presión popular impuso al viejo
líder apurimeño David Samanez Ocampo como presidente de una Junta
Nacional de Gobierno, con representación de todo el país. Samanez pacificó
momentáneamente al país y convocó a elecciones para Presidente y los
representantes de la Asamblea Constituyente, cuya fecha de realización fue
fijada el 11 de octubre de 1931.
Durante las elecciones de 1931 se
presentaron como candidatos:
El comandante Luis Sánchez Cerro, lanzado por un nuevo
partido por él formado, la Unión Revolucionaria, y apoyado por elementos
conservadores.
El recordado líder estudiantil Víctor Raúl Haya
de la Torre, por el Partido Aprista, organización que emergía entonces con
gran apoyo popular, especialmente en el norte del país.
El doctor Arturo Osores, veterano político que había
combatido tenazmente la dictadura de Leguía; su candidatura fue lanzada por una
agrupación llamada Coalición Nacional.
El doctor José María de la Jara y Ureta, jurista y
diplomático, cuya candidatura fue lanzada a último momento con el objeto de
encontrar un candidato de unión nacional.
La campaña electoral fue violenta, tanto
en Lima como en el resto del país. La lucha principal se concentró entre
Sánchez Cerro y Haya de la Torre. La Junta de Gobierno cumplió con dar la más
amplia libertad durante todo el proceso, procediendo con energía para detener
los desbordes, pero actuando también con entera imparcialidad. Realizados los
escrutinios, el Jurado Nacional de Elecciones proclamó Presidente electo al
Sánchez Cerro por haber obtenido 152,062 votos. Haya obtuvo 106,007; La Jara y
Ureta, 21,921, y Osores, 19,653.
Los apristas no aceptaron el resultado y
acusaron de fraude al proceso, lo cual nunca lograron demostrar. Cabe mencionar
que Sánchez Cerro poseía un gran carisma con el cual las masas populares se
sentían identificadas. Conocía además el Perú profundo, es decir las provincias
del interior, lo que se explica por su oficio de militar. «Es cholo como
nosotros» se llegó a escuchar en uno de sus memorables mítines. Seducía también
su aureola de militar bravo y bizarro, con muchas cicatrices. Es por ello
entendible que obtuviera el triunfo, frente a un político todavía novel como
era Haya.
El 8 de diciembre de ese mismo
año se instaló el nuevo Congreso con facultades de Constituyente (es
decir, para dar una nueva Constitución), y ante esta asamblea, Samanez, en
representación de la Junta Nacional de Gobierno, hizo entrega del poder al
candidato triunfante, ese mismo día.
Sánchez Cerro inauguró su gobierno el 8 de
diciembre de 1931, contando con mayoría parlamentaria. Su grupo político era
la Unión Revolucionaria, en el que descollaba el doctor Luis A.
Flores. El Congreso lo ascendió al grado de General de Brigada y pasó
a discutir una nueva Constitución, que fue promulgada el 9 de abril
de 1933.
El nuevo gobierno se inició contando con
una intensa oposición del partido aprista, que desconoció su triunfo.
Estuvo por eso lleno de incidencias políticas que derivaron en acciones
sangrientas e hicieron vivir al país un período de profunda intranquilidad que
impidió la acción eficaz tanto del gobierno como de los particulares, al
impedir que el país se repusiera de la crisis económica que lo agobiaba.
Ante esta situación, el Congreso aprobó
leyes severas, entre ellas una llamada Ley de Emergencia, que dio
al gobierno poderes especiales para reprimir a los opositores, en especial a
los apristas, aunque también a los comunistas (después los militantes de la
Unión Revolucionaria acuñarían el término de aprocomunista para
confabular a ambos grupos políticos).
Una serie de sucesos sangrientos ocurridos
en un breve lapso de tiempo dan una idea de la terrible crisis en la que se
debatió por entonces el país:Un atentado criminal contra la vida del Presidente
de la República en la Iglesia de Miraflores, por obra de José Melgar
Márquez, un joven militante aprista (6 de marzo de 1932). Sánchez Cerro
sufrió un disparo de bala que le perforó un pulmón, pero se recuperó al
cabo de un mes.
Una rebelión de marineros en los buques de la escuadra en
el Callao (7 de mayo de 1932). Fue reprimida cruentamente, y
tras ser sometidos a una corte marcial, fueron fusilados ocho marineros, ante
la presencia del ministro de Gobierno, Luis A. Flores.
Una sublevación fomentada por los apristas en Trujillo,
el 7 de julio de 1932, la llamada revolución aprista de Trujillo.
Los sublevados asaltaron el cuartel O’Donovan y secuestraron a varios oficiales
del Ejército. Agustín Haya de la Torre, hermano del líder aprista, asumió
como prefecto del departamento. Desde Lima el gobierno envió nutridas fuerzas,
incluida la aviación, y reprimió severamente la rebelión. La ciudad fue tomada
casa por casa. Antes de huir a la sierra, un grupo de apristas descontrolados
asesinaron a los oficiales que se hallaban prisioneros en el cuartel O’Donovan,
lo que motivó la feroz represión de los militares. Según información oficial
fueron fusilados 43 apristas, aunque se sabe que un número indeterminado fueron
igualmente pasados por las armas (se mencionan cifras que van de mil a seis mil
personas). En Huari y en Huaraz (Ancash) estallaron otras
rebeliones que igualmente fueron reprimidas.
Una sublevación militar en Cajamarca encabezada
por el comandante Gustavo Jiménez, quien se proclamó Jefe Supremo de la
República, pero fue vencido en Paiján y se quitó la vida disparándose un tiro
en la cabeza (14 de marzo de 1933).
No sin razón el año 1932 ha sido
denominado como el «año de la barbarie». La violencia de la lucha política
llevó al gobierno a apresar y deportar a los principales líderes apristas y a
los 23 integrantes de la célula parlamentaria del APRA. Fue clausurada la Universidad
Mayor de San Marcos. El Perú se debatía en medio de una grave crisis política y
social.
Pese a la guerra interna en que se
debatía, el régimen de Sánchez Cerro pudo realizar algunas obras importantes:
Promulgó la Constitución Política de 1933, que se
podría calificar de moderada, de carácter mixto presidencial-parlamentario, y
que regiría hasta 1980, aunque en 1969 sería suspendida por el gobierno
revolucionario de las Fuerzas Armadas. Estableció el período presidencial en
seis años y prohibió la reelección inmediata. Otorgó a las cámaras legislativas
la facultad de derribar gabinetes e incluso de privar de su cargo al
presidente. Mantuvo el centralismo administrativo, aunque otorgó autonomía
económica y administrativa a los municipios. Declaró la libertad de cultos.
Contempló el habeas corpus, así como la pena de muerte por
delitos de traición a la patria y homicidio calificado.
Trató de frenar las migraciones a las ciudades,
atendiendo las necesidades de los pueblos.
Se iniciaron proyectos de colonización gradual de la
selva.
Se amplió la legislación a favor de los indígenas.
En el campo laboral y social, se concedió al obrero
descanso remunerado por el día del trabajo (1 de mayo); el horario de verano
para obreros y empleados; vacaciones obreras; la construcción de restaurantes
populares; la supresión del impuesto a la sal; el contrato individual de
trabajo.
En el campo de la minería, estudió la nacionalización
de las minas, promulgó la ley de protección a las brigadas para los lavaderos
de oro y suprimió los derechos de minas.
Protegió la industria, en especial la pesquera, poco
desarrollada entonces.
Recuperó la administración de los muelles en beneficio
del estado, revisando los contratos existentes con las firmas administradoras.
Suspendió el monopolio de los fósforos.
En el campo de la defensa nacional, y ante la amenaza
de un conflicto bélico con Colombia, se crearon la Jefatura Superior de Defensa
Nacional y la Junta Económica de Defensa; se ordenó la construcción de
cuarteles en La Perla, Juliaca e Iquitos; se adquirieron equipos completos
para el Ejército y la Policía; se dispuso la construcción del Hospital de
Sanidad de Las Palmas; y se intentó renovar todo el armamento bélico.
En el campo de la educación se crearon escuelas
modernas para mil alumnos cada una y se construyeron 90 centros educativos, así
como se inauguraron escuelas prácticas y especializadas, en todo el país
Se continuó la pavimentación de la carretera
Central, así como se inició la construcción de la vía de Huánuco a Pucallpa (que
se culminaría en 1943), la de Canta a Huánuco y la de la frontera
de Puno. Otros caminos se construyeron en la costa, como el de Paita
a Piura, el de Sullana a Tumbes y el de Talara a Tumbes.
En materia de irrigación recibieron mayor atención las
pampas de La Joya en Arequipa.
Guerra con la Gran Colombia
Agravando aún más la situación por la que atravesaba el país, ocurrió un
serio incidente internacional con Colombia que llevó al Perú al estado de
guerra con aquella República.
El incidente se originó el 1 de
septiembre de 1932 cuando un grupo de civiles peruanos residentes de la
población de Leticia, ubicada en el llamado Trapecio Amazónico (territorio
que el Perú había cedido a Colombia por el Tratado de Salomón-Lozano de
1922), depusieron sin mayor violencia a las autoridades colombianas de dicha
población, dominaron a la policía local y la hicieron embarcarse rumbo al
Brasil, apoderándose del poblado. El suceso sorprendió tanto al gobierno del
Perú como al de Colombia. Este último protestó por la ocupación, pero el
gobierno peruano decidió amparar a los nacionales, contando con el apoyo de la
población del departamento de Loreto, que ansiaba recuperar ese territorio
cedido tan irresponsablemente por el gobierno de Leguía. No obstante las
gestiones diplomáticas que se hicieron, ambos países se prepararon para la
guerra, llegando a ocurrir varios choques armados en la región fronteriza del Putumayo.
El gobierno peruano llamó a la
movilización y colocó al frente de la defensa nacional al general Oscar R.
Benavides, el mismo que venciera a los colombianos en el combate de La
Pedrera en 1911, y que fuera presidente provisorio en 1914-1915. Sin embargo,
un suceso trágico evitó que la guerra tomara mayores proporciones.
En la mañana del 30 de abril de 1933 Sánchez
Cerro pasó revista a las tropas que iban a combatir en el conflicto armado
con Colombia y que estaban reunidas en el Hipódromo de Santa Beatriz
(hoy Campo de Marte, en el distrito de Jesús María de la capital
peruana). Al retirarse en su vehículo descapotado y con escolta, un individuo
armado con una pistola se precipitó hacia él y subiéndose al estribo del carro
le disparó por la espalda varios tiros. Herido de gravedad, Sánchez Cerro fue
llevado de emergencia al Hospital Italiano (que quedaba en la avenida
Abancay, esquina con la Avda. Graú) y tras dos horas de agonía falleció; era la
una y diez de la tarde. Sobre su asesino (que fue victimado en el acto por la
tropa presente), se supo que se llamaba Abelardo Mendoza Leiva, que era
natural de Cerro de Pasco, que sobrevivía en la capital de empleos
eventuales, y que años atrás se había afiliado al partido aprista.
El Congreso llamó al Ejército a poner
orden y eligió ese mismo día al general Oscar R. Benavides para que terminara
el período presidencial de Sánchez Cerro (que debió culminar en 1936). Uno de
los primeros actos del nuevo gobierno fue el arreglo de la paz con Colombia.
viernes, 2 de noviembre de 2012
LA REVOLUCIÓN DE TRUJILLO
La Revolución de Trujillo fue
una revuelta popular formada por campesinos y obreros de la ciudad de Trujillo dada
en los primeros días julio de 1932, durante el gobierno de Luis Miguel
Sánchez Cerro.
Durante las décadas de los años 1920
y 1930 Trujillo vivió la gestación y crecimiento de la organización
sindical entre los campesinos de las haciendas de la región y la agitación de
la intelectualidad urbana progresista. Zonas como Casa Grande, Cartavio y
Laredo se convirtieron en bastiones del recién nacido Partido Aprista
Peruano, organización política de orientación social demócrata fundada por el
líder estudiantil Víctor Raúl Haya de la Torre.
El 8 de enero de 1932, el entonces
presidente del Perú Luis Sánchez Cerro, perpetró un “autogolpe”;
publicando una ley inconstitucional que proscribía las libertades políticas y
permitía la detención de cualquier ciudadano sin mandato judicial; este hecho,
sumado a las desigualdades sociales, al irrespeto de los derechos laborales de
los trabajadores de las haciendas azucareras ubicadas al norte de la ciudad de
Trujillo, acrecentaron el descontento social.
Desde este momento las demandas por el fin
del gobierno “sanchezcerrista” y por la liberación del líder político Víctor
Raúl Haya de la Torre, quien se encontraba preso desde el 6 de julio, se volvieron incontenibles.
En la madrugada del 7 de julio de
1932 un grupo insurgente compuesto fundamentalmente por campesinos y
obreros, comandado por Manuel Barreto (conocido como “Bufalo"),
asaltó y capturó el cuartel de artillería Ricardo O’Donovan, ubicado en la
entonces entrada de la ciudad. En esta acción, el mismo Barreto fue uno de los
primeros en caer abatido. El cuartel fue saqueado. Las armas, entre ellas seis
cañones móviles, fusiles y ametralladoras, fueron distribuidas entre los
insurgentes; durante la mañana la ciudad fue tomada por el pueblo insurrecto,
se nombró como Prefecto (máxima autoridad civil), a Agustín Haya de la Torre
(hermano de Víctor Raúl); los distritos aledaños a la ciudad también se sumaron
a la revuelta.
Ante la insurgencia trujillana, el
gobierno de Sánchez Cerro ordenó un ataque aéreo (el primer ataque a población
civil protagonizada por la nueva flota de aviones), que se llevó a cabo el día
8 de julio, mientras tanto movilizaba tropas desde el departamento vecino de
Lambayeque y el regimiento de infantería N° 7 se disponía a desembarcar en el
puerto de Salaverry; en medio del bombardeo, los líderes insurgentes pasaron a
la clandestinidad y el pueblo, alzado en armas, se preparó para resistir la
acción del ejército.
El día 9 de julio, 10 oficiales del
ejército y 15 policías capturados durante la insurrección perdieron la vida en
un confuso incidente que nunca se llegó a aclarar, entre ellos estaban dos
oficiales de apellidos Ortega y Villanueva, culpables de atentados criminales
ocurridos en diciembre de 1931 en la localidad de Paiján y en la ciudad de Trujillo contra
algunos militantes del Partido Aprista Peruano, al que pertenecían los líderes
de la insurgencia. Si bien la muerte de estos oficiales fue atribuida a los
jefes insurrectos sin ninguna prueba, estas muertes fueron en realidad causadas
por individuos de tropa sumados a la revolución, en medio del caos que imperaba
entonces.
El mismo día 9 de julio, tropas del
regimiento N° 7 fueron rechazadas por los insurgentes en la zona denominada “La
Floresta”, hasta el Lunes 11 de Julio, el pueblo armado logró contener el
ataque de las fuerzas del gobierno; hubo numerosas bajas por ambos lados.
En la madrugada del día 11 de julio, tras
un intenso bombardeo aéreo y terrestre, un gran despliegue de tropas inició la
ocupación de la ciudad. En la “Portada de Mansiche”, un grupo de
francotiradores dirigidos por Carlos Cabada contuvo el avance del ejército,
ayudando a fortalecer las defensas dentro de la ciudad, en la plazoleta “El
Recreo”, la dama de nombre María Luisa Obregón, apodada “La Laredina” condujo
la resistencia disparando ella misma una ametralladora; la lucha se libró calle
a calle; los soldados eran recibidos con disparos y en general con cualquier
objeto contundente arrojado por los pobladores rebeldes desde los techos, entre
cánticos y lemas alusivos al partido aprista peruano. Fue el profesor Alfredo
Tello Salavarria quien se mantuvo frente a las últimas trincheras, en el barrio
trujillano de “Chicago”.
El 18 de julio, el jefe de operaciones,
Coronel Luis Bravo, informó tener pleno control territorial, luego de cometer
numerosas represalias contra la población civil en Chepen, Mansiche, Casa
Grande, Ascope y Cartavio (las tres últimas haciendas azucareras donde
laboraban algunos de los insurgentes).
Numerosos combatientes que se habían
rendido fueron fusilados sin juicio. Una “Corte Marcial” sin ninguna garantía e
independencia dictó pena de muerte contra 102 personas sindicadas como
principales responsables del alzamiento; debido a que muchos de estos se
encontraban fugitivos y otros habían muerto en el enfrentamiento, la pena solo
pudo aplicársele a 42 detenidos, quienes fueron dirigidos a la ciudadela de Chan
Chan, obligados a cavar las fosas que se convertirían en sus tumbas y sin
excepción recibieron la descarga fatal el 27 de julio de 1932; pero se
calcula que el número exacto al terminar el conflicto llegó a sumar
aproximadamente unos 5 mil civiles muy vinculados al partido aprista, que
fueron fusilados de forma extrajudicial. Aun así, enfrentaron a la muerte,
dando vivas al partido aprista y a su líder Víctor Raúl Haya de la Torre
Esta insurrección y su represión
desmedida, marcaron por mucho tiempo la identidad política de la ciudad de Trujillo y
del norte del Perú, llegando la ciudad a ser considerada como bastión
electoral del Partido Aprista Peruano. Significó también el surgimiento de una
animosidad recíproca entre el APRA y las Fuerzas Armadas, que tuvo honda
repercusión en la vida política del Perú y que solo pudo ser superada en la
década del 80 del siglo XX, poco antes de morir Víctor Raúl Haya de la Torre.
VICTOR RAÚL HAYA DE LA TORRE
Víctor Raúl Haya de la Torre ( Trujillo, 22 de febrero de 1895 - † Lima, 2 de agosto de 1979) fue un pensador y político peruano.
Fundador de la Alianza
Popular Revolucionaria Americana y líder histórico del Partido Aprista Peruano,
el más longevo y el de mayor consistencia orgánica de la política del Perú. Es reconocido como uno de
los más importantes ideólogos políticos de Latinoamérica y
figura clave, junto a José Carlos Mariátegui, para la formación
de los partidos políticos de masas en el Perú.
Haya de la Torre es uno de los representantes más destacados del Grupo Norte que
surgiera en la primera mitad del siglo XX en la ciudad de Trujillo.
Víctor Raúl Haya de la Torre nació en Trujillo,
fue hijo de los también trujillanos Zoila
Victoria de la Torre y de Cárdenas, y Raúl Edmundo Haya y de Cárdenas, que eran
además primos. Se conmemora su nacimiento como el Día de la
Fraternidad .
Haya estudió su primaria y secundaria en el Colegio de San Carlos y San
Marcelo de Trujillo. Ingresó a la Facultad de Letras de la Universidad Nacional de Trujillo,
donde se hizo buen amigo del destacado poeta César Vallejo en
el curso de literatura; ambos, junto con otros estudiantes y bajo la
conducción de Antenor Orrego y José Eulogio Garrido, integraron la
llamada "bohemia trujillana", grupo intelectual que después fue
bautizado como el Grupo Norte. Posteriormente, prosiguió sus
estudios en la Universidad Mayor de San Marcos de Lima. En 1917 conoció al político y literato Manuel González Prada y se convirtió
en asiduo visitante de su casa desarrollando inquietudes políticas
derivadas del radicalismo de dicho intelectual. En 1918 fue uno de los
que cargó su ataúd.
En enero de 1919 participó
en la lucha por el establecimiento de las ocho horas de trabajo; y, en octubre
de ese año, fue elegido presidente de la Federación de Estudiantes del Perú,
apoyando la asunción al poder de Augusto B. Leguía; sin embargo, más tarde
emprendió numerosas protestas contra el gobierno. Estuvo vinculado con todos
los sectores de la sociedad. Encabezó movimientos a favor de la reforma
universitaria en el Perú y las organizaciones obreras. Participó en el primer
Congreso Nacional de Estudiantes, realizado en el Cusco (marzo de
1920), donde se aprobó el proyecto de creación de las “universidades
populares”, que en 1922 tomaron cuerpo con el nombre de “González Prada”.
Una de los más significativas protestas que encabezó entonces fue la
campaña de oposición a la proyectada consagración oficial del país al Corazón de Jesús; durante la protesta callejera
murieron un estudiante y un obrero (23 de mayo de 1923), lo que se convirtió
en símbolo de la unidad obrero-estudiantil. La ceremonia de consagración fue
suspendida por el arzobispo de Lima Emilio Lisson.
Luego, Haya editó la revista radical obrero-estudiantil Claridad,
en colaboración con José Carlos Mariátegui, como “órgano de la
juventud libre del Perú” y de las universidades populares. En octubre de 1923, cuando era profesor
del colegio limeño Anglo-Peruano (hoy Colegio San Andrés) fue apresado y recluido en
el penal de El Frontón, donde se declara en huelga de
hambre; a seis días de la huelga es deportado a Panamá.
Haya de la Torre, se traslada desde Panamá a México,
donde tiene cercano contacto con la Revolución mexicana y con Diego Rivera.
Es en Ciudad de México donde, el 7 de mayo de 1924, funda la Alianza Popular Revolucionaria
Americana. Como se deduce de su nombre, la opción política inicial
de Haya de la Torre buscaba consolidarse en un proyecto para toda la
llamada Indoamérica. Ese mismo año, viaja a Rusia invitado por el
ministro de Educación, donde se ve en contacto con la Revolución rusa. Desde México,
fue también a Costa Rica y Alemania.
Entre los años 1926-1927 estudió Economía en London School
of Economics and Political Science y luego Antropología en
la Universidad de Oxford, en la que luego
sería profesor en 1964.
Se dedicó íntegramente a formar un gran movimiento que pudiera representar
a las masas excluidas de la "América India". Inicialmente, la Alianza
tiene comités en Buenos Aires, Ciudad de
México y La Paz. El Apra nació como una fuerza eminentemente anti oligárquica
y antiimperialista. Estuvo tempranamente ligado al marxismo pero
discrepaba claramente de José Carlos Mariátegui al plantear el
diálogo con el imperialismo capitalista.
La ruptura entre ambos políticos es definitiva en 1928, cuando Mariátegui
funda el Partido Socialista Peruano.
Luego de haber vivido en el exilio como consecuencia de su lucha en contra
del Oncenio de Leguía, Haya de la Torre volvió
al Perú.
Llegó primero a Talara, fue recibido en su ciudad natal y finalmente ingresó
a Lima.
Fue postulado como candidato presidencial en las elecciones generales de 1931 por
el entonces joven Partido Nacionalista Libertador que cambió
de nombre a Partido
Aprista Peruano. La campaña aprista introdujo medios nunca antes
vistos en las elecciones en el Perú: pintas callejeras
en todas las ciudades del país; candidatos llamados por sus nombres
-"Víctor Raúl", "Luis Alberto", etcétera-;
inclusión de los no votantes -JAP(Juventud Aprista), CHAP(Chicos Apristas)-;
himno propio, que sobreponía la letra a la música de laMarsellesa francesa -la Marsellesa
aprista-; una bandera para el partido que identificara a los partidarios;
partidarios llamados hermanadoramente "compañeros" alzando pañuelos
blancos, y el famoso "seasap" ("Sólo el APRA salvará al Perú").
Se inició dentro del partido una especie de culto a la figura de Haya, que era
a la vez "Víctor Raúl", "el jefe", "el guía" y
"el maestro".
Según el Tribunal Electoral que dirigió esta elección, Víctor Raúl ocupó el
segundo lugar por detrás de Luis Miguel Sánchez Cerro (Unión Revolucionaria); sin embargo, Haya
de la Torre y el APRA nunca
reconocieron los resultados oficiales ni al nuevo gobierno. El gobierno
de Sánchez Cerro se mostró autoritario y
represivo. Haya de la Torre fue apresado. Las protestas populares aumentaron
por todo el país, Gustavo
Jiménez se declaró presidente en Cajamarca. En
la ciudad de Trujillo se produjo un fallido
levantamiento armado aprista que desencadenó en enfrentamientos entre el pueblo
y la fuerza armada. La insurrección fue duramente reprimida, cientos de
apristas detenidos y un número indeterminado fue fusilado en las ruinas
peruanas de Chan Chan (en las afueras de Trujillo).
La llamada "revolución de Trujillo", como la conocen los apristas,
fue paralela a otros movimientos revolucionarios en diversos puntos del país.
La Constitución de 1933 proscribía
a todo partido internacional. Basándose en esto e invocando que la
nación se encontraba en peligro, el gobierno declara ilegal al Partido Aprista en 1932. Sin embargo, el
Presidente fue asesinado con varios disparos a quemarropa el 30 de abril de 1933 en el Campo de Marte de Lima, aparentemente por
el aprista Alejandro Mendoza Leyva.
En las elecciones de 1936, el entonces clandestino APRA apoyó a Luis Antonio Eguiguren quien resultó
electo; sin embargo, el Congreso invalidó la elección por el apoyo aprista -que
en realidad no podía ser comprobado-. Es en 1945 cuando el APRA vuelve a la
legalidad al participar en la coalición del Frente Democrático Nacional de
Haya de la Torre, Óscar R. Benavides y José Luis Bustamante y Rivero, encabezada
por este último quien se convirtió en Presidente Constitucional de la República.
Gracias a la mayoría, Haya y el APRA controlaban la bancada del Frente y el Legislativo en su
conjunto; desde allí, lograron aprobar diversas medidas justas para el pueblo
peruano pero también entorpecieron el reformismo del gobierno. Hicieron
vigorosa presión para lograr sus objetivos, provocando la desestabilización del
régimen y una etapa de desgobierno y anarquía que puso en jaque al régimen.
Ante esto, la bancada oficialista no aprista inexistió al Legislativo
provocando su receso. Se produjeron levantamientos en todo el país, incluyendo
el aprista realizado en el Callao. Bustamante se vio obligado a gobernar mediante
decretos leyes y a proscribir nuevamente al APRA. Finalmente, todo
esto desembocó en el golpe de Manuel A.
Odría, digitado por el poder económico, y la represión subyacente.
Haya de la Torre fue perseguido y Bustamante, deportado. Haya se refugió en la
embajada de Colombia en Lima en la que estuvo
cinco años asilado puesto que la dictadura odriísta se negaba a otorgar el
salvoconducto para que saliera del país.
En 1954,
Haya es autorizado a salir del Perú gracias a la presión internacional -era
amigo de diversos personajes, como Albert
Einstein -, y publica un artículo en la revista Life donde
empieza a esbozar el "antiimperialismo democrático sin imperio".
Es en ese momento, según algunos analistas, que el Apra abandona sus
banderas primigenias y tiene un viraje conservador. Recién en 1956, los tres principales
candidatos presidenciales aseguraban la vuelta a la legalidad de su partido; en
virtud de este ofrecimiento, Haya de la Torre apoyó inicialmente a Hernando de Lavalle y
más tarde al vencedor Manuel Prado y Ugarteche, símbolo del
poder económico. Fue cuando el país vivió una megacoalición que sustentó
al gobierno pradista: el mismo Manuel Prado y Ugarteche, Víctor Raúl Haya
de la Torre, Manuel A. Odría, Pedro G. Beltrán, Eudocio Ravines y Julio de la Piedra. Fue,
pues, "un régimen al cual ha sostenido con probada lealtad y decisión
el Partido Aprista Peruano "
(Haya, 1962). Con ello, Haya y su partido -en sus inicios claramente anti
oligárquicos- sustentaron así, un régimen claramente oligárquico probablemente con la esperanza de llegar al
poder por vía legal y ya en ejercicio de este, hacer las reformas convenientes.
Años más tarde, consultado por Julio Cotler sobre
el asunto, Haya respondió que "había juzgado mal la situación y que
pensó que la oligarquía tenía más fuerza de la que realmente tenía".
En las elecciones generales de 1962 se
lanzó por segunda vez como candidato presidencial, esta vez por la
"Alianza Democrática", que agrupaba al Partido Aprista -el
viejo partido de izquierda- con el Movimiento Democrático Pradista-que
representaba a los mayores sectores del poder económico. Haya obtuvo 558,237
votos frente a los 534,824 de Fernando Belaúnde Terry (Acción
Popular) y a los 48,404 del ex presidente Manuel Odría (Unión Nacional Odriísta); sin embargo, el
proceso ha sido tildado de oscuro y cuestionable. Como no obtuvo el porcentaje
necesario para ser proclamado presidente, la elección iba a ser decidida por el
Congreso a instalarse el 28 de julio, tal y como lo establecía la
Constitución de 1933.
Aparentemente, las Fuerzas Armadas del Perú temían que
Haya llegara al poder y acudieron a Palacio para
informar de su contrariedad; informado de esto por el presidente Prado, Haya habría tratado
de efectuar una alianza con Fernando Belaúnde pero llegaron a un
puerto muerto, con lo que sólo pudo consolidar una con Manuel A.
Odría por la que cedería los votos apristas al odrísmo. Las
Fuerzas Armadas denunciaron fraude en diez departamentos y se pronunciaron
también en contra del virtual presidente Odría (y no contra Haya, según posición
del historiador Percy Cayo Córdoba). Finalmente, el 18 de julio se
produjo el primer golpe institucional de las Fuerzas Armadas, encabezado por el
Gral. Ricardo Pérez Godoy, que derroca el gobierno
de Manuel Prado y Ugarteche, declara nulas
las elecciones e instala una junta militar de gobierno. El golpe fue respaldado
por Acción Popular y tardíamente por el APRA. Ya en las elecciones generales de 1963,
ganó Fernando Belaúnde Terry con 39%
frente al 34% de Haya.
Durante los años del gobierno de Belaúnde, Haya y su partido se mantuvieron
en la oposición junto a Manuel Odría,
formando la coalición APRA-UNO, la que por su número controlaba el
Legislativo y se oponía fuertemente al reformismo belaundista. Se
opusieron a las medidas propuestas por el gobierno, provocando que la primera
ley reforma agraria tuviese un alcance mínimo:
el Parlamento declaró inafectables las explotaciones 'eficientes' y dedicadas a
los cultivos de exportación, decidió que las afectaciones en las áreas trazadas
fueran supervisadas por una oficina del Legislativo y recortó sistemáticamente
los recursos destinados a los bonos gubernamentales de pago por las
expropiaciones; la primera Reforma Agraria sólo expropió el 3% de las tierras
expropiables y benefició sólo a 13 500 familias.7 Asimismo,
el Congreso Nacional de mayoría APRO-odriísta, censuró seis gabinetes y casi cien ministros del
gobierno de Fernando Belaunde.
Tras la llegada del gobierno militar de Juan Velasco Alvarado, los partidos
políticos -entre ellos el APRA- son proscritos y perseguidas sus bases populares. No
obstante, en 1970,
en el Día de la Fraternidad, reclamó la paternidad intelectual de las reformas
que realizaban los militares, protestando porque estos no reconocían la deuda
intelectual que le tenían: "Debemos
estar insatisfechos porque no es manera, aceleradamente y furtivamente, de
llevar esas ideas adelante y de esconderlas, sobre todo ocultando su origen y
procedencia". Haya de la Torre encabezó la presión popular
ejercida contra el gobierno de Francisco Morales Bermúdez para que
los militares volvieran a sus cuarteles y se restituyera la democracia.
Una Asamblea Constituyente había
sido anunciada el 28 de julio de 1976 pero las
elecciones recién se realizan en 1978. El Partido Aprista tuvo
la primera mayoría, seguido del Partido Popular Cristiano. Haya de la
Torre fue elegido con la más alta votación como diputado constituyente y fue
designado unánimemente para ejercer la presidencia de la Asamblea
Constituyente. En un acto simbólico, su sueldo por el ejercicio del cargo fue
de solo 1 sol de oro. El mismo día de la instalación
de la asamblea, Haya de la Torre marcó su clara independencia con respecto al
régimen militar:
"Esta Asamblea encarna el
Poder Constituyente y el Poder Constituyente es la expresión suprema del pueblo
como tal, y el primer Poder del Estado. Este Poder no admite condicionamientos,
limitaciones ni parámetros; no reconoce poderes por encima de ella misma porque
es fruto indiscutido y legítimo de la soberanía popular. En un día como hoy,
hace 157 años, el Perú declaró su independencia fundándose en la voluntad
general de los pueblos; el 28 de julio de 1978, fundándose en esa
misma voluntad general de los pueblos claramente expresada en las elecciones de
junio, sin más limitaciones que las que ella misma quiera darse, se proclama
libre y autónoma. (...) Es obvio que la búsqueda de armonías y
coincidencias que ofrezcan al texto constitucional un amplio consenso no
significa en modo alguno el abandono de posiciones ideológicas ni de ideas ni
programas; es más, una constituyente resulta palestra natural para la
confrontación de posiciones, un planteamiento político de diversos caminos; una
constituyente no legisla no legisla para un partido ni para un sector, sino
para todo el pueblo. (...) si la defectuosa Constitución
de 1933,
con un obsoleto estilo y espíritu, es la última constitución del siglo XX;
la que se dicte ahora deberá ser la primera constitución del siglo XXI".
Haya - 28 de
julio de 1978
Recientemente, ha renacido el interés por desentrañar la vida íntima del
patriarca aprista. Distintas biografías sobre él se han publicado, al igual que
dos libros que escudriñan en su desconocida vida íntima: Las mujeres de
Haya/ Ocho historias de pasión y rebeldía de María Luz Díaz Paredes,
y Llámalo amor, si quieres de Toño Angulo Daneri.
Angulo ha documentado el testimonio del poeta y peruanista francés André
Coyne, estudioso de César Vallejo y César Moro,
discípulo y amigo de Haya. Este, relata que Haya siempre estaba "rodeado
de jóvenes" y solía asistir a "bares de muchachos"(sic), aunque desconocía si
es que "ejercía"(sic). Coyne en una reciente visita al país por el
centenario vallejiano confirmó sus declaraciones.
Por otro lado, Díaz examina las relaciones del líder con las principales
mujeres de su vida. Revisa así, la figura de su madre Zoila de la Torre y la de
la hermana de esta, Ana Lucía. Dice el libro: "En 1907 (Ana
Lucía) se casó con el acaudalado industrial chileno Marcial Acharán
Smith. Se dice que el sobrino predilecto (Haya) se molestó con
la noticia. El niño Raulito, ya con 12 años de edad, se había enamorado de su
tía". Más tarde, se ubica la relación con Anna Billinghurst, que
el APRA se
ha encargado de convertir en un noviazgo pero que Díaz describe como un amor
platónico que puede que haya llegado a algo más con esta señora
casada. Dice al respecto el mismo libro: "Anita parecía un trofeo por
disputar. Su belleza y su herencia la hacían codiciable y estaba en boca de
todos. Víctor Raúl ya tendría ideas alborotadas en su mente. Estaba impactado.
Para ella, él era solamente un conocido de Andrés, así que se las ingenió para
tratar de acercársele". Además, el mencionado libro revisa las
supuestas relaciones del jefe aprista con Emilia González Orbegoso, con Alice
Hochler y Marilucha Garcìa Montero.
Víctor Raúl Haya de la Torre murió el 2 de agosto de 1979 en la ciudad
de Lima.
En sus funerales, estuvieron presentes varios líderes del partido, entre ellos
Luis Alberto Sánchez, Ramiro Prialé, Andrés Townsend, Javier Valle Riestra y
Armando Villanueva, así como una amplia multitud. Fue enterrado en el
Cementerio General de Miraflores de la ciudad de Trujillo.
Su ataúd reposa debajo de una gran roca con la frase "Aquí yace la
luz".
Haya de la Torre corresponde a uno de los procesos ideológicos más
particulares, evolutivos y complejos de la historia del Perú. El conjunto de sus escritos,
pronunciamientos y posiciones hacen de él un personaje cuya visión singular de
la historia aun cuando este mismo pueda resultar, como muchas de la propuestas
políticas, polémica. En términos generales Haya aplicó el materialismo histórico a la revisión
de la historia y condiciones objetivas de Latinoamérica, deduciendo de ello una
teoría original de la acción política para conducir dichas sociedades hacia el
socialismo; en el plano teórico su pensamiento, aunque marxista,
resultará diferente y aún contrario del leninismo ortodoxo
respecto a la estrategia socialista en sociedades coloniales o periféricas.
Haya postula que el imperialismo es la máxima expresión
del capitalismo,
que es, a su vez, el modo de producción económica superior a todo lo que
el mundo conocía.
En virtud de lo cual, concluye que el capitalismo es
una fase inevitable en el proceso de civilización contemporáneo.
El capitalismo,
según Haya de la Torre, no será eterno y tiene contradicciones dentro de sí que
terminarán finalmente con él pero, para que eso suceda, debe evolucionar
completamente, esto es, existir y madurar. El proletariado de los atrasados
países latinoamericanos es demasiado joven como
para hacer la gran revolución que supere al capitalismo.
Sigue indicando que el imperialismo es
la última fase del capitalismo en los países desarrollados,
pero en los subdesarrollados, como los es el Perú,
es la primera fase. En estos países, no se trata de una etapa de industrialización avanzada sino de explotación
de materias primas, porque es el tipo de producción que le
interesa hacer allí al mundo desarrollado del que vienen los capitales
imperialistas; no a los ciudadanos de estos países. Por esta causa, dice, su
desarrollo inicial es lento e incompleto. De esta manera, el problema de
la América es
político: cómo emanciparse del yugo del imperialismo sin
retrasar su progreso. En tanto se trata de América y
no de Europa,
en tanto llegó al capitalismo por el imperialismo,
tiene que adoptar una actitud de enfrentamiento del problema que sea propia.
Víctor Raúl estima que serán las tres clases oprimidas por el imperialismo las
que harán avanzar esta etapa de la sociedad: el proletariado industrial joven,
el campesinado y las clases medias empobrecidas. Con la alianza de estas clases
en el poder, el Estado ya no será instrumento del imperialismo sino
defensor de las clases que represente. Así, tomarán de los países desarrollados
lo que les interese y negociarán con estos de igual a igual, no sometidos,
porque se necesitan mutuamente.
Haya de la Torre tiene una visión americanista de hacer política.
Cree que lo que el llama "Indoamérica", tiene que integrarse y
luchar en conjunto para avanzar. Por ello su partido tiene un nombre en el que
figura el concepto de alianza americana. En síntesis, dice que hay que crear la
resistencia antiimperialista en América y
darle forma de organización política. Esto es lo que Haya considera que debe
ser el Apra.
En la actualidad las reinterpretaciones y análisis del "hayismo"
desde dentro y fuera del Partido Aprista son cada vez mayores. Obviamente, la obra
reciente más destacada sobre el asunto corresponde a la autoría del actual
líder del PAP y
actual Presidente del Perú, Alan García Pérez. García ha publicado
recientemente La revolución constructiva del aprismo/ Teoría y práctica
de la modernidad (Lima, 2008); el libro esboza una historia ideológica
del APRA con
vistas a explicar la actual perspectiva del aprismo de este tiempo y su
expresión gubernamental. La obra pretende mostrar a un Haya de la Torre
concurrente con un proceso de maduración intelectual y política; explica,
además, que durante el período 1970-1990,
el Apra "resultó
más velasquista que hayista".
García dice que su partido cometió un error al interpretar la revolución
militar como la "realización de lo que había propuesto el Apra desde 1931",
lo que los habría llevado a que "adoptaran como propias las
estatizaciones, el modelo colectivista en la agricultura y el manejo estatal
del comercio de muchos servicios y bienes", lo que eran conceptos
"totalmente ajenos a la ideología de Haya y su trabajo dialéctico". La
tesis de García ha sido rebatida, o por lo menos discutida, por diversos
intelectuales peruanos como Hugo Neira, Sinesio López, Nelson Manrique y
Martín Tanaka.
§ Por la emancipación de América
Latina
§ La Defensa Continental
§ Mensaje de la Europa Nórdica
§ Ex Combatientes y Desocupados
§ Espacio Tiempo Histórico
Haya de la Torre dejó un legado en la historia de la política peruana.
Sus pensamientos que llevaron a la fundación del Partido Aprista, mantiene
una inusitada vigencia, siendo el APRA es el partido vivo más antiguo del Perú.
Y sus ideas influyeron significativamente en históricos partidos social
demócratas de otras naciones latinoamericanas como Acción Democrática de Venezuela.
Hoy es considerado como referente por muchos líderes latinoamericanos como Néstor
Kirchner, Hugo Chávez,
aunque en este caso el APRA, Alan García y Armando Villanueva han hecho todos los
deslindes posibles.
Algunas de sus frases han quedado en la cultura popular:
"¡Ni con Washington ni con
Moscú, sólo el Aprismo salvará el Perú!"
"¡Pan con Libertad!"
"Joven, prepárate para la acción y no para el placer."
"El que sabe poco, aprende, el que sabe mucho, enseña."
"Canta y haz cantar, que el canto es de hombres libres y optimistas."
"Fe, Unión, Disciplina y Acción."
"¡Pan con Libertad!"
"Joven, prepárate para la acción y no para el placer."
"El que sabe poco, aprende, el que sabe mucho, enseña."
"Canta y haz cantar, que el canto es de hombres libres y optimistas."
"Fe, Unión, Disciplina y Acción."
Cada 22 de febrero los miembros del Partido
Aprista, se reúnen, celebran y conmemoran el día del nacimiento de
su líder que es también su Día de la Fraternidad. La bandera de
los Estados Unidos de Indo américa que él creó ha servido de
inspiración para la bandera de la Unión de Naciones Sudamericanas.
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