lunes, 26 de noviembre de 2012

EL LIMENO NO ES UN ANIMAL

No se porque insistimos en llamar anmal al chofer necio, bestia al taxista temerario, salvaje al peaton  que siente que la razon siempre lo ampara . No existe insult mas filudo y picante  en Lima ue aquel grito atavico  que mamams de nuestras dulces madres apenas alguien se atrevio  a rozarlas  y es reflujo constante. Parece que perdimos la nocion de lo que soms: simplemente personas humanas, bipedos, hominidos que alguna vez pertenecimos al orden de los primates. A pesar de parcernos demasado a los arangutanes, los homo sapiens deamos hece rato de ser parte de la fauna para devenir limenos.
Escrio estas lneas desde mi Lima a donde he venido a pasar unos dias con el resto de mi familia y visita a mis a y a respirar otros aires.
Ser anial adquiere una dimensin portentosa, cargada de perfeccion. Ser bestia sugiere nobleza. Ser salvaje, claridad. Sin embargo, a sabia naturaleza parece no haber previsto las consecuncias de un anmal con un cerebro algo mas desarrollado, pues a la vez que aumentaban las funciones cerebrales del hmano, se iba quedando sin su instinto.
El instinto es un asunto reiteratio como la respiracin, ciclico como el verano, secuencial como el canto de un pajaro, ritual como la caceria que culmina un leopardo y un incauo mpala, o el hermoso espectaculo que sinifica el apareamiento de las jirafas. El instinto es fijo y manda sobre los actos de los seres vios extrahumanos.
Pero la inteliencia no es fija ni ciclica ni pede ayudarnos prever uando se nos viene alguien en sentido contrario, en que momento es sano pasarns la luz ambar, cuado es buena idea insultar y cuando simplemente bajas a cabeza. La inteligencia es influenciable, por eso flexble. Es peligrosa si es mucha Pensar supone tener pensamientos. Cuando el limen tiene pensamientos, no tiene solo uno. Tiene varios, muchos pensamientos que compara y que puede incluso confundirlo hasta volverlo humano. Como hay opciones, hay duda, extremismo y un bizarro fenomeno que parece ser el motor de su existencia: ganarse alguito. Un centrimetro de carril, un billetito extra, una yapa. Nada tiene de animal falsifica brevetes , vender ketes  en las puertas de los colegios, escupir  mnoxido de carbono a traves de los tubos de nuestros motores. Ninguna estia salvaje podria burlar los semaforos, aulterar medicamentos para el cancer, comprar la conciencia de un juez, cobrar cupos. Ya que somos tan creativos deberiamos procuranos nuevos improperios  para llamar a nuestros conciudadanos por sus nombres en ves de irnos contra los propios anmales, que de pobres no tienen nada porque son mas felces que nosotros. Me los imagino en los parajes de Mozambique  y Zimbabue, despatarrados en la hierba  tomando el sol despues de una jrnada  de autentica, tenaz y hermosa sobrevivencia.    

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