Víctor Raúl Haya de la Torre ( Trujillo, 22 de febrero de 1895 - † Lima, 2 de agosto de 1979) fue un pensador y político peruano.
Fundador de la Alianza
Popular Revolucionaria Americana y líder histórico del Partido Aprista Peruano,
el más longevo y el de mayor consistencia orgánica de la política del Perú. Es reconocido como uno de
los más importantes ideólogos políticos de Latinoamérica y
figura clave, junto a José Carlos Mariátegui, para la formación
de los partidos políticos de masas en el Perú.
Haya de la Torre es uno de los representantes más destacados del Grupo Norte que
surgiera en la primera mitad del siglo XX en la ciudad de Trujillo.
Víctor Raúl Haya de la Torre nació en Trujillo,
fue hijo de los también trujillanos Zoila
Victoria de la Torre y de Cárdenas, y Raúl Edmundo Haya y de Cárdenas, que eran
además primos. Se conmemora su nacimiento como el Día de la
Fraternidad .
Haya estudió su primaria y secundaria en el Colegio de San Carlos y San
Marcelo de Trujillo. Ingresó a la Facultad de Letras de la Universidad Nacional de Trujillo,
donde se hizo buen amigo del destacado poeta César Vallejo en
el curso de literatura; ambos, junto con otros estudiantes y bajo la
conducción de Antenor Orrego y José Eulogio Garrido, integraron la
llamada "bohemia trujillana", grupo intelectual que después fue
bautizado como el Grupo Norte. Posteriormente, prosiguió sus
estudios en la Universidad Mayor de San Marcos de Lima. En 1917 conoció al político y literato Manuel González Prada y se convirtió
en asiduo visitante de su casa desarrollando inquietudes políticas
derivadas del radicalismo de dicho intelectual. En 1918 fue uno de los
que cargó su ataúd.
En enero de 1919 participó
en la lucha por el establecimiento de las ocho horas de trabajo; y, en octubre
de ese año, fue elegido presidente de la Federación de Estudiantes del Perú,
apoyando la asunción al poder de Augusto B. Leguía; sin embargo, más tarde
emprendió numerosas protestas contra el gobierno. Estuvo vinculado con todos
los sectores de la sociedad. Encabezó movimientos a favor de la reforma
universitaria en el Perú y las organizaciones obreras. Participó en el primer
Congreso Nacional de Estudiantes, realizado en el Cusco (marzo de
1920), donde se aprobó el proyecto de creación de las “universidades
populares”, que en 1922 tomaron cuerpo con el nombre de “González Prada”.
Una de los más significativas protestas que encabezó entonces fue la
campaña de oposición a la proyectada consagración oficial del país al Corazón de Jesús; durante la protesta callejera
murieron un estudiante y un obrero (23 de mayo de 1923), lo que se convirtió
en símbolo de la unidad obrero-estudiantil. La ceremonia de consagración fue
suspendida por el arzobispo de Lima Emilio Lisson.
Luego, Haya editó la revista radical obrero-estudiantil Claridad,
en colaboración con José Carlos Mariátegui, como “órgano de la
juventud libre del Perú” y de las universidades populares. En octubre de 1923, cuando era profesor
del colegio limeño Anglo-Peruano (hoy Colegio San Andrés) fue apresado y recluido en
el penal de El Frontón, donde se declara en huelga de
hambre; a seis días de la huelga es deportado a Panamá.
Haya de la Torre, se traslada desde Panamá a México,
donde tiene cercano contacto con la Revolución mexicana y con Diego Rivera.
Es en Ciudad de México donde, el 7 de mayo de 1924, funda la Alianza Popular Revolucionaria
Americana. Como se deduce de su nombre, la opción política inicial
de Haya de la Torre buscaba consolidarse en un proyecto para toda la
llamada Indoamérica. Ese mismo año, viaja a Rusia invitado por el
ministro de Educación, donde se ve en contacto con la Revolución rusa. Desde México,
fue también a Costa Rica y Alemania.
Entre los años 1926-1927 estudió Economía en London School
of Economics and Political Science y luego Antropología en
la Universidad de Oxford, en la que luego
sería profesor en 1964.
Se dedicó íntegramente a formar un gran movimiento que pudiera representar
a las masas excluidas de la "América India". Inicialmente, la Alianza
tiene comités en Buenos Aires, Ciudad de
México y La Paz. El Apra nació como una fuerza eminentemente anti oligárquica
y antiimperialista. Estuvo tempranamente ligado al marxismo pero
discrepaba claramente de José Carlos Mariátegui al plantear el
diálogo con el imperialismo capitalista.
La ruptura entre ambos políticos es definitiva en 1928, cuando Mariátegui
funda el Partido Socialista Peruano.
Luego de haber vivido en el exilio como consecuencia de su lucha en contra
del Oncenio de Leguía, Haya de la Torre volvió
al Perú.
Llegó primero a Talara, fue recibido en su ciudad natal y finalmente ingresó
a Lima.
Fue postulado como candidato presidencial en las elecciones generales de 1931 por
el entonces joven Partido Nacionalista Libertador que cambió
de nombre a Partido
Aprista Peruano. La campaña aprista introdujo medios nunca antes
vistos en las elecciones en el Perú: pintas callejeras
en todas las ciudades del país; candidatos llamados por sus nombres
-"Víctor Raúl", "Luis Alberto", etcétera-;
inclusión de los no votantes -JAP(Juventud Aprista), CHAP(Chicos Apristas)-;
himno propio, que sobreponía la letra a la música de laMarsellesa francesa -la Marsellesa
aprista-; una bandera para el partido que identificara a los partidarios;
partidarios llamados hermanadoramente "compañeros" alzando pañuelos
blancos, y el famoso "seasap" ("Sólo el APRA salvará al Perú").
Se inició dentro del partido una especie de culto a la figura de Haya, que era
a la vez "Víctor Raúl", "el jefe", "el guía" y
"el maestro".
Según el Tribunal Electoral que dirigió esta elección, Víctor Raúl ocupó el
segundo lugar por detrás de Luis Miguel Sánchez Cerro (Unión Revolucionaria); sin embargo, Haya
de la Torre y el APRA nunca
reconocieron los resultados oficiales ni al nuevo gobierno. El gobierno
de Sánchez Cerro se mostró autoritario y
represivo. Haya de la Torre fue apresado. Las protestas populares aumentaron
por todo el país, Gustavo
Jiménez se declaró presidente en Cajamarca. En
la ciudad de Trujillo se produjo un fallido
levantamiento armado aprista que desencadenó en enfrentamientos entre el pueblo
y la fuerza armada. La insurrección fue duramente reprimida, cientos de
apristas detenidos y un número indeterminado fue fusilado en las ruinas
peruanas de Chan Chan (en las afueras de Trujillo).
La llamada "revolución de Trujillo", como la conocen los apristas,
fue paralela a otros movimientos revolucionarios en diversos puntos del país.
La Constitución de 1933 proscribía
a todo partido internacional. Basándose en esto e invocando que la
nación se encontraba en peligro, el gobierno declara ilegal al Partido Aprista en 1932. Sin embargo, el
Presidente fue asesinado con varios disparos a quemarropa el 30 de abril de 1933 en el Campo de Marte de Lima, aparentemente por
el aprista Alejandro Mendoza Leyva.
En las elecciones de 1936, el entonces clandestino APRA apoyó a Luis Antonio Eguiguren quien resultó
electo; sin embargo, el Congreso invalidó la elección por el apoyo aprista -que
en realidad no podía ser comprobado-. Es en 1945 cuando el APRA vuelve a la
legalidad al participar en la coalición del Frente Democrático Nacional de
Haya de la Torre, Óscar R. Benavides y José Luis Bustamante y Rivero, encabezada
por este último quien se convirtió en Presidente Constitucional de la República.
Gracias a la mayoría, Haya y el APRA controlaban la bancada del Frente y el Legislativo en su
conjunto; desde allí, lograron aprobar diversas medidas justas para el pueblo
peruano pero también entorpecieron el reformismo del gobierno. Hicieron
vigorosa presión para lograr sus objetivos, provocando la desestabilización del
régimen y una etapa de desgobierno y anarquía que puso en jaque al régimen.
Ante esto, la bancada oficialista no aprista inexistió al Legislativo
provocando su receso. Se produjeron levantamientos en todo el país, incluyendo
el aprista realizado en el Callao. Bustamante se vio obligado a gobernar mediante
decretos leyes y a proscribir nuevamente al APRA. Finalmente, todo
esto desembocó en el golpe de Manuel A.
Odría, digitado por el poder económico, y la represión subyacente.
Haya de la Torre fue perseguido y Bustamante, deportado. Haya se refugió en la
embajada de Colombia en Lima en la que estuvo
cinco años asilado puesto que la dictadura odriísta se negaba a otorgar el
salvoconducto para que saliera del país.
En 1954,
Haya es autorizado a salir del Perú gracias a la presión internacional -era
amigo de diversos personajes, como Albert
Einstein -, y publica un artículo en la revista Life donde
empieza a esbozar el "antiimperialismo democrático sin imperio".
Es en ese momento, según algunos analistas, que el Apra abandona sus
banderas primigenias y tiene un viraje conservador. Recién en 1956, los tres principales
candidatos presidenciales aseguraban la vuelta a la legalidad de su partido; en
virtud de este ofrecimiento, Haya de la Torre apoyó inicialmente a Hernando de Lavalle y
más tarde al vencedor Manuel Prado y Ugarteche, símbolo del
poder económico. Fue cuando el país vivió una megacoalición que sustentó
al gobierno pradista: el mismo Manuel Prado y Ugarteche, Víctor Raúl Haya
de la Torre, Manuel A. Odría, Pedro G. Beltrán, Eudocio Ravines y Julio de la Piedra. Fue,
pues, "un régimen al cual ha sostenido con probada lealtad y decisión
el Partido Aprista Peruano "
(Haya, 1962). Con ello, Haya y su partido -en sus inicios claramente anti
oligárquicos- sustentaron así, un régimen claramente oligárquico probablemente con la esperanza de llegar al
poder por vía legal y ya en ejercicio de este, hacer las reformas convenientes.
Años más tarde, consultado por Julio Cotler sobre
el asunto, Haya respondió que "había juzgado mal la situación y que
pensó que la oligarquía tenía más fuerza de la que realmente tenía".
En las elecciones generales de 1962 se
lanzó por segunda vez como candidato presidencial, esta vez por la
"Alianza Democrática", que agrupaba al Partido Aprista -el
viejo partido de izquierda- con el Movimiento Democrático Pradista-que
representaba a los mayores sectores del poder económico. Haya obtuvo 558,237
votos frente a los 534,824 de Fernando Belaúnde Terry (Acción
Popular) y a los 48,404 del ex presidente Manuel Odría (Unión Nacional Odriísta); sin embargo, el
proceso ha sido tildado de oscuro y cuestionable. Como no obtuvo el porcentaje
necesario para ser proclamado presidente, la elección iba a ser decidida por el
Congreso a instalarse el 28 de julio, tal y como lo establecía la
Constitución de 1933.
Aparentemente, las Fuerzas Armadas del Perú temían que
Haya llegara al poder y acudieron a Palacio para
informar de su contrariedad; informado de esto por el presidente Prado, Haya habría tratado
de efectuar una alianza con Fernando Belaúnde pero llegaron a un
puerto muerto, con lo que sólo pudo consolidar una con Manuel A.
Odría por la que cedería los votos apristas al odrísmo. Las
Fuerzas Armadas denunciaron fraude en diez departamentos y se pronunciaron
también en contra del virtual presidente Odría (y no contra Haya, según posición
del historiador Percy Cayo Córdoba). Finalmente, el 18 de julio se
produjo el primer golpe institucional de las Fuerzas Armadas, encabezado por el
Gral. Ricardo Pérez Godoy, que derroca el gobierno
de Manuel Prado y Ugarteche, declara nulas
las elecciones e instala una junta militar de gobierno. El golpe fue respaldado
por Acción Popular y tardíamente por el APRA. Ya en las elecciones generales de 1963,
ganó Fernando Belaúnde Terry con 39%
frente al 34% de Haya.
Durante los años del gobierno de Belaúnde, Haya y su partido se mantuvieron
en la oposición junto a Manuel Odría,
formando la coalición APRA-UNO, la que por su número controlaba el
Legislativo y se oponía fuertemente al reformismo belaundista. Se
opusieron a las medidas propuestas por el gobierno, provocando que la primera
ley reforma agraria tuviese un alcance mínimo:
el Parlamento declaró inafectables las explotaciones 'eficientes' y dedicadas a
los cultivos de exportación, decidió que las afectaciones en las áreas trazadas
fueran supervisadas por una oficina del Legislativo y recortó sistemáticamente
los recursos destinados a los bonos gubernamentales de pago por las
expropiaciones; la primera Reforma Agraria sólo expropió el 3% de las tierras
expropiables y benefició sólo a 13 500 familias.7 Asimismo,
el Congreso Nacional de mayoría APRO-odriísta, censuró seis gabinetes y casi cien ministros del
gobierno de Fernando Belaunde.
Tras la llegada del gobierno militar de Juan Velasco Alvarado, los partidos
políticos -entre ellos el APRA- son proscritos y perseguidas sus bases populares. No
obstante, en 1970,
en el Día de la Fraternidad, reclamó la paternidad intelectual de las reformas
que realizaban los militares, protestando porque estos no reconocían la deuda
intelectual que le tenían: "Debemos
estar insatisfechos porque no es manera, aceleradamente y furtivamente, de
llevar esas ideas adelante y de esconderlas, sobre todo ocultando su origen y
procedencia". Haya de la Torre encabezó la presión popular
ejercida contra el gobierno de Francisco Morales Bermúdez para que
los militares volvieran a sus cuarteles y se restituyera la democracia.
Una Asamblea Constituyente había
sido anunciada el 28 de julio de 1976 pero las
elecciones recién se realizan en 1978. El Partido Aprista tuvo
la primera mayoría, seguido del Partido Popular Cristiano. Haya de la
Torre fue elegido con la más alta votación como diputado constituyente y fue
designado unánimemente para ejercer la presidencia de la Asamblea
Constituyente. En un acto simbólico, su sueldo por el ejercicio del cargo fue
de solo 1 sol de oro. El mismo día de la instalación
de la asamblea, Haya de la Torre marcó su clara independencia con respecto al
régimen militar:
"Esta Asamblea encarna el
Poder Constituyente y el Poder Constituyente es la expresión suprema del pueblo
como tal, y el primer Poder del Estado. Este Poder no admite condicionamientos,
limitaciones ni parámetros; no reconoce poderes por encima de ella misma porque
es fruto indiscutido y legítimo de la soberanía popular. En un día como hoy,
hace 157 años, el Perú declaró su independencia fundándose en la voluntad
general de los pueblos; el 28 de julio de 1978, fundándose en esa
misma voluntad general de los pueblos claramente expresada en las elecciones de
junio, sin más limitaciones que las que ella misma quiera darse, se proclama
libre y autónoma. (...) Es obvio que la búsqueda de armonías y
coincidencias que ofrezcan al texto constitucional un amplio consenso no
significa en modo alguno el abandono de posiciones ideológicas ni de ideas ni
programas; es más, una constituyente resulta palestra natural para la
confrontación de posiciones, un planteamiento político de diversos caminos; una
constituyente no legisla no legisla para un partido ni para un sector, sino
para todo el pueblo. (...) si la defectuosa Constitución
de 1933,
con un obsoleto estilo y espíritu, es la última constitución del siglo XX;
la que se dicte ahora deberá ser la primera constitución del siglo XXI".
Haya - 28 de
julio de 1978
Recientemente, ha renacido el interés por desentrañar la vida íntima del
patriarca aprista. Distintas biografías sobre él se han publicado, al igual que
dos libros que escudriñan en su desconocida vida íntima: Las mujeres de
Haya/ Ocho historias de pasión y rebeldía de María Luz Díaz Paredes,
y Llámalo amor, si quieres de Toño Angulo Daneri.
Angulo ha documentado el testimonio del poeta y peruanista francés André
Coyne, estudioso de César Vallejo y César Moro,
discípulo y amigo de Haya. Este, relata que Haya siempre estaba "rodeado
de jóvenes" y solía asistir a "bares de muchachos"(sic), aunque desconocía si
es que "ejercía"(sic). Coyne en una reciente visita al país por el
centenario vallejiano confirmó sus declaraciones.
Por otro lado, Díaz examina las relaciones del líder con las principales
mujeres de su vida. Revisa así, la figura de su madre Zoila de la Torre y la de
la hermana de esta, Ana Lucía. Dice el libro: "En 1907 (Ana
Lucía) se casó con el acaudalado industrial chileno Marcial Acharán
Smith. Se dice que el sobrino predilecto (Haya) se molestó con
la noticia. El niño Raulito, ya con 12 años de edad, se había enamorado de su
tía". Más tarde, se ubica la relación con Anna Billinghurst, que
el APRA se
ha encargado de convertir en un noviazgo pero que Díaz describe como un amor
platónico que puede que haya llegado a algo más con esta señora
casada. Dice al respecto el mismo libro: "Anita parecía un trofeo por
disputar. Su belleza y su herencia la hacían codiciable y estaba en boca de
todos. Víctor Raúl ya tendría ideas alborotadas en su mente. Estaba impactado.
Para ella, él era solamente un conocido de Andrés, así que se las ingenió para
tratar de acercársele". Además, el mencionado libro revisa las
supuestas relaciones del jefe aprista con Emilia González Orbegoso, con Alice
Hochler y Marilucha Garcìa Montero.
Víctor Raúl Haya de la Torre murió el 2 de agosto de 1979 en la ciudad
de Lima.
En sus funerales, estuvieron presentes varios líderes del partido, entre ellos
Luis Alberto Sánchez, Ramiro Prialé, Andrés Townsend, Javier Valle Riestra y
Armando Villanueva, así como una amplia multitud. Fue enterrado en el
Cementerio General de Miraflores de la ciudad de Trujillo.
Su ataúd reposa debajo de una gran roca con la frase "Aquí yace la
luz".
Haya de la Torre corresponde a uno de los procesos ideológicos más
particulares, evolutivos y complejos de la historia del Perú. El conjunto de sus escritos,
pronunciamientos y posiciones hacen de él un personaje cuya visión singular de
la historia aun cuando este mismo pueda resultar, como muchas de la propuestas
políticas, polémica. En términos generales Haya aplicó el materialismo histórico a la revisión
de la historia y condiciones objetivas de Latinoamérica, deduciendo de ello una
teoría original de la acción política para conducir dichas sociedades hacia el
socialismo; en el plano teórico su pensamiento, aunque marxista,
resultará diferente y aún contrario del leninismo ortodoxo
respecto a la estrategia socialista en sociedades coloniales o periféricas.
Haya postula que el imperialismo es la máxima expresión
del capitalismo,
que es, a su vez, el modo de producción económica superior a todo lo que
el mundo conocía.
En virtud de lo cual, concluye que el capitalismo es
una fase inevitable en el proceso de civilización contemporáneo.
El capitalismo,
según Haya de la Torre, no será eterno y tiene contradicciones dentro de sí que
terminarán finalmente con él pero, para que eso suceda, debe evolucionar
completamente, esto es, existir y madurar. El proletariado de los atrasados
países latinoamericanos es demasiado joven como
para hacer la gran revolución que supere al capitalismo.
Sigue indicando que el imperialismo es
la última fase del capitalismo en los países desarrollados,
pero en los subdesarrollados, como los es el Perú,
es la primera fase. En estos países, no se trata de una etapa de industrialización avanzada sino de explotación
de materias primas, porque es el tipo de producción que le
interesa hacer allí al mundo desarrollado del que vienen los capitales
imperialistas; no a los ciudadanos de estos países. Por esta causa, dice, su
desarrollo inicial es lento e incompleto. De esta manera, el problema de
la América es
político: cómo emanciparse del yugo del imperialismo sin
retrasar su progreso. En tanto se trata de América y
no de Europa,
en tanto llegó al capitalismo por el imperialismo,
tiene que adoptar una actitud de enfrentamiento del problema que sea propia.
Víctor Raúl estima que serán las tres clases oprimidas por el imperialismo las
que harán avanzar esta etapa de la sociedad: el proletariado industrial joven,
el campesinado y las clases medias empobrecidas. Con la alianza de estas clases
en el poder, el Estado ya no será instrumento del imperialismo sino
defensor de las clases que represente. Así, tomarán de los países desarrollados
lo que les interese y negociarán con estos de igual a igual, no sometidos,
porque se necesitan mutuamente.
Haya de la Torre tiene una visión americanista de hacer política.
Cree que lo que el llama "Indoamérica", tiene que integrarse y
luchar en conjunto para avanzar. Por ello su partido tiene un nombre en el que
figura el concepto de alianza americana. En síntesis, dice que hay que crear la
resistencia antiimperialista en América y
darle forma de organización política. Esto es lo que Haya considera que debe
ser el Apra.
En la actualidad las reinterpretaciones y análisis del "hayismo"
desde dentro y fuera del Partido Aprista son cada vez mayores. Obviamente, la obra
reciente más destacada sobre el asunto corresponde a la autoría del actual
líder del PAP y
actual Presidente del Perú, Alan García Pérez. García ha publicado
recientemente La revolución constructiva del aprismo/ Teoría y práctica
de la modernidad (Lima, 2008); el libro esboza una historia ideológica
del APRA con
vistas a explicar la actual perspectiva del aprismo de este tiempo y su
expresión gubernamental. La obra pretende mostrar a un Haya de la Torre
concurrente con un proceso de maduración intelectual y política; explica,
además, que durante el período 1970-1990,
el Apra "resultó
más velasquista que hayista".
García dice que su partido cometió un error al interpretar la revolución
militar como la "realización de lo que había propuesto el Apra desde 1931",
lo que los habría llevado a que "adoptaran como propias las
estatizaciones, el modelo colectivista en la agricultura y el manejo estatal
del comercio de muchos servicios y bienes", lo que eran conceptos
"totalmente ajenos a la ideología de Haya y su trabajo dialéctico". La
tesis de García ha sido rebatida, o por lo menos discutida, por diversos
intelectuales peruanos como Hugo Neira, Sinesio López, Nelson Manrique y
Martín Tanaka.
§ Por la emancipación de América
Latina
§ La Defensa Continental
§ Mensaje de la Europa Nórdica
§ Ex Combatientes y Desocupados
§ Espacio Tiempo Histórico
Haya de la Torre dejó un legado en la historia de la política peruana.
Sus pensamientos que llevaron a la fundación del Partido Aprista, mantiene
una inusitada vigencia, siendo el APRA es el partido vivo más antiguo del Perú.
Y sus ideas influyeron significativamente en históricos partidos social
demócratas de otras naciones latinoamericanas como Acción Democrática de Venezuela.
Hoy es considerado como referente por muchos líderes latinoamericanos como Néstor
Kirchner, Hugo Chávez,
aunque en este caso el APRA, Alan García y Armando Villanueva han hecho todos los
deslindes posibles.
Algunas de sus frases han quedado en la cultura popular:
"¡Ni con Washington ni con
Moscú, sólo el Aprismo salvará el Perú!"
"¡Pan con Libertad!"
"Joven, prepárate para la acción y no para el placer."
"El que sabe poco, aprende, el que sabe mucho, enseña."
"Canta y haz cantar, que el canto es de hombres libres y optimistas."
"Fe, Unión, Disciplina y Acción."
"¡Pan con Libertad!"
"Joven, prepárate para la acción y no para el placer."
"El que sabe poco, aprende, el que sabe mucho, enseña."
"Canta y haz cantar, que el canto es de hombres libres y optimistas."
"Fe, Unión, Disciplina y Acción."
Cada 22 de febrero los miembros del Partido
Aprista, se reúnen, celebran y conmemoran el día del nacimiento de
su líder que es también su Día de la Fraternidad. La bandera de
los Estados Unidos de Indo américa que él creó ha servido de
inspiración para la bandera de la Unión de Naciones Sudamericanas.
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