El cajón peruano,
llamado por el decimista Nicomedes Santa Cruz, “Su Majestad el Cajón”, nace y
florece como instrumento a principios del siglo XIV, en que el empleo de este
instrumento se generaliza en la forma que actualmente conocemos.
El cajón es
un instrumento musical de origen peruano que se ha popularizado en
todo el mundo gracias al jazz moderno, el nuevo flamenco y
la música afro-latina-caribeña. Se tiene datos documentados de la
existencia del cajón en el Perú desde mediados del siglo XIX. El cajón
fue reconocido oficialmente en el Perú como «Patrimonio Cultural de la
Nación» el año 2001
Es uno de los pocos
instrumentos musicales donde el artista se sienta sobre él y este transmite
el ritmo al cuerpo del cajonero.
El instrumento nació
en la costa central y norteña del Perú y la forma de tocarlo
acompasado con la guitarra, es una creación peruana.
Características del cajón.-
Actualmente se confecciona en cedro o caoba, tiene normalmente una altura de
47 cm y una base de 35 cm por 20 cm. El espesor llega hasta 15 mm. El cajón
en España suele incluir en su interior tres o cuatro cuerdas para
añadir resonancia.
El músico se
sienta a horcajadas sobre el cajón, quedando este último entre sus rodillas.
El cajón moderno tiene tres tornillos que permiten ajustar el tono.
El percusionista
puede conseguir sonidos adicionales utilizando sus palmas o las puntas de los
dedos para tocar el cajón. Muchas veces se enriquece el tono del cajón
añadiendo pequeños objetos metálicos en su interior.
Historia del cajón.-
El cajón fue creado por los negros esclavos en el Perú, a fines de
la colonización española, debido a la prohibición que pesaba sobre ellos para
ejecutar sus tambores. El uso de los tambores fue prohibido por la Iglesia por
considerarlos paganos y también prohibido por un edicto del virreinato
del Perú con el fin de evitar la comunicación a distancia entre
negros (tambores parlantes) y evitar que tocasen el panalivio, un tipo
de canción negra que mostraba en lamentos sus condiciones de esclavo:
todo tambor hallado, fue quemado.
Hacia 1813 desaparece
toda referencia del tambor en documentos virreinales y aparecen hacia 1840
las primeras referencias al cajón como instrumento musical. Los afroperuanos
son la conjunción de etnías africanas (bene, yoruba, bantú, congo, etc), que
llegaron a América en condición de esclavos. Las poblaciones
afroperuanas hasta el siglo XIX, fueron mayoritarias en toda la costa y
por ende influyeron poderosamente en ella, hasta 1890, en que la
población afroperuana comienza a decrecer.
Siendo la percusión
el factor principal y divino de toda música africana, los negros
esclavos se vieron obligados a buscar instrumentos, con los que pudieran
expresarse. Los africanos esclavos, vieron pronto, en los cajones de madera,
usados para transportar mercadería, un gran instrumento de percusión,
empleándolos así en sus ritos sagrados y en sus diferentes
manifestaciones artísticas. Ante la prohibición emitida el siglo
XVII de usar el tambor, usaron cualquier elemento para producir sonido
como las cucharas de madera, las sillas, las mesas, las cajitas de limosnas o
el checo (una calabaza hueca de unos 60 centímetros de diámetro,
con un orificio en la parte posterior)
Se cuenta con
descripciones sobre el cajón y su ejecución en el Perú desde mediados del
siglo XIX por Manuel Atanasio Fuentes, Adolphe de Botmilieau, y
Max Radiguet, entre otros. A inicios del siglo XX se impuso la forma
actual del cajón ("cajón vertical") sobre el "cajón
horizontal" en el Perú y desapareció la costumbre de algunos
ejecutores de sentarse en una silla.
Ell cajón en la
música criolla.- En su origen, el cajón se utiliza en danzas costeñas como
la zamacueca y el tondero, bailes originarios de la costa centro
y norte del Perú. Las primeras crónicas recogidas
del cajón están relacionadas con la danza limeña llamada zamacueca y
al norteño tondero. El uso de este instrumento fue
popularizado con estos bailes, no mucho después de la fiesta limeña de
la época virreinal denominada “Fiesta de Amancaes”. Esta fiesta se
caracterizaba por reunir a todos los hacendados criadores de caballos de
paso, artesanos típicos de todas las regiones del Perú y por supuesto,
músicos bohemios de la costa norte y centro.
Dicen los cronistas
de la época que en los bares o “chinganas” de la Lima del siglo XVII, se
tocaba una especie de ritmo gitano primitivo parecido a la bulerías
flamencas, golpeando los nudillos de los dedos contra las mesas; incluía
voces discordantes “ aguardientosas” (pisquerías o clarito) y
acompañados por dos guitarristas.
Años después,
entrando al siglo XVIII, la zamacueca se tocaba con palmas y
haciendo ritmo con los “cajones de la casa” o también con “cajas de embalaje”
o reemplazando las botijas primitivas hechas de piel de cabra.
Anteriormente existían varios tipos de cajones para acompañar las jaranas.
Hace no mucho por ejemplo, se conservaba el estilo norteño, caracterizado por
ser un cajón más largo y echado que el actual cajón peruano moderno. Los
cajones mejores del mundo se fabrican en Huelva y Alemania. En Huelva lo
fabrica PEPOTE PERCUSION y En Alemania Cajón LA PERÚ.
Durante el siglo XIX
se conocían a arpistas que tocaban la zamacueca haciendo nuevamente
como en la bulería, repiques de palma y nudillo sobre la mesa de estas arpas
o volteando las guitarras. El golpeo de las arpas es muy común en la zona
norteña hasta hoy.
El cajón en la
música afroperuana.- maya y ringo fueron los principales los que crearon el
cajón Los negros esclavos usaban los cajones en los que transportaban la
mercadería, sus descendientes ya libres, emplearon el mismo sistema, usaban
todo aquello que le diera aquel repique, con ritmo de rebeldía. Los cajoneros
obtienen diferentes sonidos de repique tocando en diferentes lados del cajón:
las puntas del cajón tienen un sonido, la parte del centro otro, el filo
superior, e inclusive desclavando una de las puntas superiores del cajón se
obtiene otro sonido. En el siglo XIX el cajón carecía de forma definida
pero Porfirio Vázquez, un negro cultor de la música afroperuana,
estandarizó su forma actual. Ritmos negros que emplean el cajón son el
festejo, el aguenieve, el panalivio y aquellos sonidos de corte dulce-alegre
netamente afroperuanos.
El festejo es
la danza afroperuana más antigua, más africana y más representativa
que tiene el pueblo negro peruano. El festejo tradicional se baila en los
hogares negros peruanos, en las calles de los pueblos costeños, sobre todo
en Cañete, Chincha, Pisco, Ica y Nazca, donde se baila sólo al ritmo de
los cajones, tal como lo bailaban las antiguas negras esclavas del antiguo
Perú.
La zamacueca es otra
de las danzas típicas afroperuanas, que nace de otra danza más antigua,
denominada "ombligada" en que se representaba la sexualidad: hombre
y mujer bailaban en clara alusión a la fertilidad, Nicomedes Santa Cruz cita
a esta danza como una de las fuentes originarias de la zamacueca, observando
similitudes con las danzas de iniciación sexual de otros países como Cuba
o Brasil, donde se practicaba el “vacunao”.
El tondero es
una danza que nació de la competencia entre los indígenas y
los negros del norte por demostrar quién practicaba y poseía la danza más
bella; los indígenas con su “pava” o los negros con su “lundero”. El tondero
viene de la voz lundero, que habría sido aplicada para nominar a los que
tocaban o practicaban el “lundu” (palabra de origen bantú, que significa
“sucesor”).
Son o fueron cajoneros
reconocidos Francisco Monserrate, Víctor Arciniegas, Carlos”Caitro” Soto (el
cajonero de Chabuca Granda), Eusebio Cirio "Pititi", Porfirío
Vázquez, Alberto Vasquez, Julio “Chocolate” Algendones, Luis
"Cotito" Medrano, Reynaldo "Canano" Barrenechea, entre
otros.
El cajón peruano
llega a Europa.- La difusión internacional del cajón se debió a su adopción
por parte de Paco de Lucia para el flamenco en 1977 tras una gira
por Latinoamérica que incluyó el Perú:
Sucedió que durante una gira de Paco de Lucía por Latinoamérica hacia
1977, llegó a manos del percusionista de la banda un cajón en una fiesta
organizada por el embajador español en Perú. Rubem Dantas lo
incorporó a la música del sexteto del guitarrista que, como marcaba (y marca)
la pauta, suponía incorporarlo directamente a la música del flamenco. Manuel
Soler estuvo presente en el momento de la adopción, pues iba en el grupo como
bailaor y hasta “tocando unos bonguitos”. Según comentó en una entrevista
concedida a Flamenco-world.com en 1999, “el cajón era más sobrio para el
flamenco” que otros instrumentos de percusión que ya se habían empleado como
las congas, los bongos o la batería.
Con la adopción del
cajón peruano por parte de la comunidad de la música flamenca surgieron uno
tras otro los percusionistas que encontraron en el nuevo instrumento la
quintaesencia de la percusión dentro del flamenco contemporáneo:
Veinticinco años después de que Paco de Lucía lo importara de Perú,
el cajón ocupa ya un hueco irreemplazable en el flamenco. La clave de tan
natural integración es que “está a medio camino entre las palmas y el
taconeo”. El instrumento se hizo a la música jonda al compás que marcó Rubem
Dantas dentro del mítico sexteto. Al percusionista brasileño lo siguieron los
músicos Antonio Carmona, José Antonio Galicia, Manuel Soler, Tino di Geraldo
y Ramón Porrina. Y, poco a poco, se va afianzando una ‘segunda generación’ de
cajoneros en la que destacan nombres como Piraña, Bandolero, Chaboli, Antonio
Coronel, Cepillo, Guillermo McGill... Golpe a golpe, va limando los
criticados excesos, encontrando su equilibrio y dirigiéndose a convertirse en
la cuarta modalidad del flamenco.
La frase "cajón
flamenco" se acuñó entonces a partir de la generalización del uso del
cajón peruano dentro del flamenco, generalización que lo expuso a
experimentar variaciones en su construcción. Quienes emplean la frase
sostienen que las variaciones contemporáneas al cajón peruano introducidas
por el flamenco, como el uso de cuerdas en el interior y el modo de fijación
de la tapa acústica a la estructura de la caja, son suficiente razón para merecer
la denominación. El uso de cuerdas en el interior por los peruanos durante el
siglo XX no tuvo continuidad debido a lo innecesario de vibraciones altas en
la música criolla y la música afroperuana porque no tienen palmas ni taconeo.
La difusión de la
frase "cajón flamenco" o "cajón español" lleva a hacer
suponer erradamente un origen ibérico de ese instrumento. Conjuntos de música
afroperuana en gira por Europa y artistas peruanos como la cantautora
ganadora de Premios Grammy y Susana Baca han precisado que la
música afroperuana no usa el "cajón flamenco" si no que es
exactamente lo opuesto.
Variantes en la ejecución
del cajón.- Junto a la utilización normal, el cajón con el tiempo ha
experimentado varias influencias en la manera de tocarse. Con su expansión a
nivel mundial, no solamente los percusionistas sino también los bateristas se
han acercado al uso de este instrumento. Esto ha permitido que el cajón se
toque también con otros tipos de baquetas, sobre todo con brochas de metal y
plástico, las mismas que se utilizan con la batería.
Otra manera de
tocarlo es utilizando un simple pedal por batería, trasformando el cajón en
percusión indirecta, esto permite de utilizarlo como un verdadero bombo a
pedal, pero con la limitación de la posición tradicional. En febrero de 2008
el percusionista italiano Ovidio Venturoso inventó y patentó un sistema a
pedal para tocar el cajón con las manos y con el pedal, manteniendo
inalterada la posición tradicional.
Una de las variantes
más importantes en el cajón, fue la creada por el Artesano Luthier Antonio
Bueno, de la Marca ABueno percusión, inventó un nuevo mecanismo de afinación
al que llamó MCA® el cual patentó en el año 2013. Este mecanismo es un
novedoso y cómodo sistema que controla directamente desde la misma tapa de
toque y desde el exterior, los armónicos y afinación, sin necesidad de usar
herramientas o de acceder al interior del cajón, incluso es factible su uso
al mismo tiempo que se está tocando, con solo ejercer el movimiento deseado
con un solo dedo. Está situado en la parte inferior del cajón, de manera que
está al alcance de la mano y en un lugar donde no molesta para tocar. El MCA
puede instalarse en distintas posiciones, solo uno en el centro, dos a ambos
lados del cajón o tres, uno central y dos en los laterales. Estos mecanismos
son totalmente independientes entre sí, con lo que conlleva el ajustar del
sonido y tensión por separado, para así obtener distintos matices sonoros. Su
funcionamiento es muy sencillo, tan solo hay que presionar la rueda y girarla
a derecha, para destensar o hacia la izquierda para tensar, siempre mirando
desde arriba. Con este gesto, tensamos o destensamos las cuerdas del interior
y buscamos el equilibrio deseado. Ahora por ejemplo, es usado por Ashton, integrante
de la banda australiana 5 seconds of summer. Registro de Patente Nº 201230482
- ABueno Percusión.
El récord mundial
del mayor número de cajoneros en todo el mundo tocando juntos fue concedido al «II Festival Internacional del Cajón Peruano»
realizado en la ciudad de Lima el 11
de abril de 2009.
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