A lo
mejor el único tema en toda la historia de la literatura es el de las familias y las reglas que
imponen en la vida de sus miembros. En la Iliada, Agamenón se pone al mando de
la flota con la que busca recuperar a la
esposa de su hermano Menelao y en la Odisea, Ulises busca regresar a Itaca,
donde están su esposa y su hijo. Edipo Rey es la historia de un personaje que
sin saberlo mata a su padre y se casa con su madre, con lo que crea la
maldición que castiga al reino. La religión griega creaba parejas y familias,
en lo que no se diferencia de la católica. Toda a tragedia griega gira en torno
a las familias reales. Entre ellas, sobresale la de los Atridas, una dinastía
maldita desde que Tántalo, hijo de Zeus, roba la ambrosia para dársela a los
hombres.
Nadie
puede librarse de su familia, para bien y para mal. Una historia del hermano de
Miguel de Unamuno cuenta que caminaba por Bilbao con un letrero enorme en el
pecho, que decía: “Yo no soy hermano de Miguel de Unamuno”. Las peleas entre
hermanos, dicho sea de paso, han alimentado gran parte de la literatura desde
Caín y Abel hasta Mario Puzo.
Otras
ciudades del Desierto, la obra de Jn Robin Baltz, que estos días se esta
dando en el Teatro Larcomar, se inicia
un día del periodo navideño, época familiar por excelencia. Brooke, la hija, ha
escrito un libro que es un retaro de sus padres y de un hermano desaparecido.
Brooke y su hermano Trip se rebelan de modos distintos contra sus padres, los
conservadores y temperamentales Lyman y
Polly. La tía Silda, con sus toques de humor, interviene a favor e su sobrina.
Los
cinco magníficos actores en escena ÍIsola, Vázquez, Figueroa, Palacios, Rocha) hacen brillar esta
historia sobre los problemas de la familia moderna. Los hijos rebeldes de los años
sesenta son los jóvenes autoritarios de hoy que esgrimen la moral de la
independencia y juzgan sin piedad a sus padres. Hoy los padres tienen miedo
e los hijos. La obra, obra dirigida por
Juan Carlos Fischer, muestra a la familia como un intento por ocultarle a mundo
el verdadero rostro de sus miembros. No en balde Alberto Moravia decía que toda
familia es una conspiración contra la buena marcha de la sociedad.
“Todas
las familias felices lo son de un mismo modo. Todas las familias infelices lo
son de modos distintos” afirma para siempre Tolstoy al inicio de una historia
de una heroína trágica, Ana Karenina. “Mis padres me engendraron para el juego arriesgado y
hermoso de la vida, para la tierra, el agua, el aire, el fuego. Los defraudé.
No fui feliz. Cumplida no fue su joven voluntad”, escribe Borges en El
Remodimiento.
La relación de los padres y de los hijos, de los hermanos
y hermanas es uno de los temas eternos
del arte porque las familias son los guardianes del misterio. Mientras
haya familias, habrá historias. En el centro
de todas ellas, hay un tesoro de secretos que no tardará en conocerse.
Los padres son los encargados de ocultar estos secretos pero basta escarbar un
poco, para conocerlos.
“Lamento
ser escritora”, dice Brooke, el personaje de la estupenda Wendy Vásquez en la
obra de Larcomar. Ella como sus padres sabe que no se puede ocultar la caja de
Pandora mucho tiempo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario