domingo, 6 de septiembre de 2015

RECONOCIMIENTO A LOS HERMANOS DE SAN JUAN DE DIOS

Jueves en Oviedo, llueve bastante. Paso por el Hotel Reconquista, y me encuentro con el cuadro de  los manifestantes de todas las semanas que con matracas y pitos, hacen su llamado de atención a los viandantes y a los distintos miembros de los Jurados que están reunidos en la sala de Juntas del hotel, para fallar los Premios Princesa de Asturias, que es otorgada por la Fundación del mismo nombre.
Este jueves en que llueve y las calles se inundan de una atmósfera agridulce propia del otoño, el jurado le han concedido el Premio a La Orden  Hospitalaria de San Juan de Dios. El acta dice que "decide conceder el Premio Princesa de Asturias de la Concordia 20125  “a la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios como reconocimiento  a una ejemplar labor asistencial desarrollada a lo largo de cinco siglos. Es una Institución que se vuelca ahora en nuevos problemas como el ébola o las migraciones” y en general, la protección de las personas más desfavorecidas y el riesgo de exclusión.
“ES una elección muy acertada, ya que los problemas migratorios están de plena actualidad”. La Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, es una organización internacional que presta cuidados sanitarios a los más necesitados, sin distinción de creencias. Es una institución sin ánimo de lucro, católica, que forma parte de la iglesia y que tiene la expresión de su filosofía en la hospitalidad y en la humanización de la asistencia a las personas necesitadas.
Nos remontamos a la historia de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios (del latín Ordo Hospitalarius Sancti Joannis de Deo), es una orden mendicante, católica, que viene del latin pedir limosna, caracterizada por vivir de la limosna de los demás.
Toda orden mendicante  está formada por hermanos (fray) y hermanas (sor), así como por terciarios, antiguamente llamados hermanos de penitencia, los frailes conforman la primera orden.
La segunda orden está conformada por las sores
La tercera orden está conformada por los terciarios.
Sus miembros frailes y sores hacen voto de pobreza por lo que renuncian a todo tipo de propiedades o vienes, ya sean personales o comunes, poniéndolos a disposición de la comunidad religiosa a la que pertenecen, viven en la pobreza, mantenidos solo por la caridad, junto con el voto de pobreza que profesan solemnemente, también profesan los votos de castidad y obediencia.

La Orden Hospitalaria de San Juan de Dios fue fundada en 1572 por discípulos de San Juan de Dios. En los países de habla italiana la Orden es conocida  como Fatebenefratelli “Hermanos de hacer bien”. Sus miembros son conocidos como “juaninos” o “juandedianos”.

Inicialmente Juan Ciudad – conocido como San Juan de Dios- fundó un hospital en Granada., dedicada a la atención financiado con donaciones. Tras su muerte en 1550 su fama de santidad se extendió  por todo el mundo. Juan de Dios fue beatificado en 1630 y canonizado en 1690, con lo que numerosos particulares decidieron seguir su ejemplo o vincular miembros de la Orden a sus propias fundaciones, adaptándolas a la regla del hospital de Granada. En 1552 Antón Martín fundó el de Madrid. El mismo personaje fundó el de Córdoba. Pedro Pescado fundó el de Sevilla y Frutos de San Pedro el de Lucena. Luego, los hospitales de San Juan de Dios se extendieron por toda España.
 En el siglo XIX se produce el máximo desarrollo en América Latina y en el siglo XX se expande por África, Asia y Oceanía. Los hospitales fueron los primeros en inaugurar un centro de cuidados paliativos en China, en Jan-Ji, en 2004.
En la actualidad, la Orden Hospitalaria está presente en 53 países de los cinco continentes, con unas 400 Obras Apostólicas, 1.250 Hermanos, más de 40.000 Colaboradores, 33.000 plazas sanitarias y sociales y más de 20 millones de beneficiarios.
En el Perú,  Los Hermanos de San Juan de Dios llegaron a Lima en 1606 e instalaron Centros de asistencia en la ciudad, extendiéndose posteriormente por todo el Virreinato. La historia consigna que en 1835 la Orden se retira del Perú, pero nuevamente regresa en 1952 inaugurándose el 11 de febrero de ese año gracias al esfuerzo de los religiosos de San Juan de Dios, el comité de Damas Voluntarias y la generosidad del pueblo peruano.

Hoy, la Clínica, que mantiene su posición de liderazgo como referente a nivel nacional en la ortopedia y rehabilitación infanto-juvenil, cuenta con más de 25 especialidades médicas, dirigidas a la atención a toda la familia.

Actualmente, afrontamos un proceso continuo de modernización, crecimiento y renovación. Nuestras salas de operaciones ya cuentan con un intensificador de imágenes para posibilitar intervenciones de alta complejidad, incluidas las de tipo multinivel. En el área de apoyo al diagnóstico y tratamiento destacan nuestro laboratorio clínico así como la adquisición de un sistema de radiología digital con la más alta tecnología, un mamógrafo de última generación y un ecógrafo doppler. Todo ello, nos permite realizar pruebas de audiometría, electroencefalografía digital, potenciales evocados y electromiografía. Además, somos la primera Institución del país que cuenta con laboratorio de análisis de marcha, al servicio de toda la población discapacitada con problemas de locomoción.

Este conjunto de cosas nos ha permitido realizar en el último año cerca de 50.000 consultas médicas y 133.000 sesiones de rehabilitación; siempre con la suma de hospitalidad y profesionalidad de nuestros Colaboradores.

La Orden cuenta con 1.100 hermanos “dedicados a personas con dolencias físicas y mentales, con discapacidades, centrados en ancianos, personas de riesgo de exclusión social o drogodependientes”. En la actualidad la Orden asiste cada año a 27 millones de personas.

En resumen, se trata de una institución especialmente admirable y ejemplar en el servicio a la sociedad de acuerdo con su misión, de origen español, con presencia internacional y misión relevante a la comunidad global de nuestro tiempo.

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