viernes, 29 de noviembre de 2013

LA "TIENDECITA BLANCA" DE AYER, HOY Y MANANA

Cuando estudisba en la Facultad de Letras de la Universidad Catolica, muchas tardes cuando las clases terminaban temprano, tomaba el colectivo desde la Plaza San Martin a Miraflores, donde solia ir a la "Tiendecita Blanca" donde soliamos encontrarnos con otros companeros de clase. Creo que estabamos muchas horas cnversando y tomando un cafe, y cuando teniamos hambre comiamos una riquisima empanada de carne. No puedo dejar de contar que habia un orquesta con varios musicos, que entretenian a la clentela desde las 6.00 de la tarde hasta las 9.00 de la noche. Recuerdo que muchas veces nos retirabamos a casa para comer, sin antes darnos cita para el dia siguiente en el mismo lugar. Aun todavia recuerdo a don Alberto, detras del mostrador y cooriendo para la cocina, para que todo estuviera bien. A su mujer y a su hijo pequeno y rollizo, algunas veces llegaba de el colegio y se sentaba en alguna mesa a toma su leche l termnar se iba paa la casa por una puerta adjunta la cafeteria (que todavia existe. Como anecdota contare, que algunas veces me dejaba que pasara tras de la barra para llamar a mi casa y decirles donde estaba. No tods podian hacerlo, eramos solo contadas personas a quien s hacian esa concesion. Hiciendo un poco de historia, se cuenta que el nombre del memorable "café-restaurante" miraflorino, "La Tiendecita Blanca", surgió de pura casualidad. Don Alberto Bachmann, llegó en los anos veinte,desde Suiza para encargarse de la panadería del entonces nuevo Hotel Country Club en San Isidro. Se hizo de un nombre y como buen suizo guardó su dinero hasta que vio la hora de invertir. En el apacible óvalo de Miraflores había, en este mismo lugar una serie de tienditas: bodeguita, bazar y en el medio, aquella de fachada blanca que lo inquietaba. La rondó hasta que la compró y le puso el nombre más fácil, el más simple, el más descriptivo, lo que en realidad era: La Tiendecita Blanca. Aquí nacen las tradiciones. Don Alberto Bachmann fue siempre un innovador del rubro y es el responsable de varias tradiciones limeñas. Él trajo a Lima por ejemplo… ¿no lo sabía?... ¡el Pan de Molde! También nacieron en La Tiendecita Blanca los moldes sin cortar o para cortar longitudinalmente para los sándwiches de cumpleaños y los infaltables Huevos de Pascua para Domingo de Gloria. La innovación, permitió a Don Alberto ir comprando los locales vecinos hasta tener el edificio de hoy, ya con el nombre de "La Tiendecita Blanca". Los huevos de pascua: Desde su fundación La Tiendecita Blanca introdujo esta costumbre proveniente de Europa de regalar huevos de chocolate envueltos en platinas brillantes con sorpresas para los niños, además de conejitos y gallinitas. Fue un éxito desde el inicio. Hoy no solo es una costumbre adoptada por los peruanos, sino que se repite en varios países de la región. Hay inclusive una industria del chocolate en torno a la Pascua. La diferencia está en que La Tiendecita Blanca ha preservado la costumbre intacta, los procesos intactos, la tradición original y eso lo valoran los que saben. Hoy los huevos, conejos, gallinas canastas y casitas de chocolate de La Tiendecita Blanca son exactamente como hace casi 70 años, como fue siempre en Suiza. Pero además se puede ser original con un huevo de pascua de La Tiendecita Blanca y escribir historias de compromisos, de reconciliaciones, de declaraciones de amor. Las sorpresas que han llegado en sus huevos de Pascua son múltiples; desde cartas de amor hasta brillantes de valor incalculable y efecto mágico. El milhojas de fresas: otro clásico de la Tiendecita Blanca El milhojas de fresas sobre crema pastelera es otro clásico de este entrañable rincón miraflorino y aunque ya se venden productos parecidos por todas partes, hay gente que atraviesa Lima para llevarse el original e inigualable. Hay una filosofía. “Solo lo mejor para el cliente”. Desde la carta, los vinos, la atención, pasando por el ambiente, los manteles de hilo, la cubertería alemana, cristalería fina, música perfecta, el piano, la temperatura. Los platos estrella de La Tiendecita Blanca: La fondue, típicamente suiza es insuperable. La hay de queso, de carne con vino, de carne con aceite, en caldo, de chocolate. Los risottos son espectaculares, la pasta, la canilla, la ternera en todas sus formas, el rottollo, el lomo saltado, el ceviche… ¡Los lunes de lentejas!... los jueves de sancochado, en fin. La Tiendecita Blanca, cuenta también con una acogedora barra surtida, convirtiendose en el nuevo point adulto contemporáneo. Por la "Tiendecita Blsnca" han pasado a lo largo de su existencia, muchas e ilustres persnalidades, de la intelectualidad peruana y extranjera, grandes estadistas extranjeros, y politicos de nuestra patria que en muchos casos han escrito la historia del Peru. La "Tiendecita Blanca" forma parte de la historia del Miraflores del Ayer, del hoy y del manana. Y porque no decirlo, de la historia del Peru, porque alli en muchos casos se han escrito, importantes episodios historicos, para el bien de nuestra Patria.

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