Chicha es el nombre que
reciben diversas variedades de bebidas alcohólicas derivadas
principalmente de la fermentación no destilada del maíz y otros
cereales originarios de América: aunque también en menor medida, se
suele preparar a partir de la fermentación de diferentes frutos.
La chicha es
una bebida muy difundida en Ameérica Central y América del Sur desde
épocas prehispánicas. Por lo general es una bebida suave, de no muchos grados
alcohólicos, y elaborada con medios artesanales. Cabe precisar que el término chicha es
también utilizado en otros países de América Latina para referirse algunas
bebidas no alcohólicas como la chicha criolla en Venezuela, la chicha
morada en el Perú o las chichas de Colombia, jugos a base
de frutas. y cualquier refresco de frutas en Panamá y en la Costa Caribe
de Colombia.
Pedro José Ramírez Sendoya la define así: Bebida
fermentada de maíz. Trae las siguientes consideraciones etimológicas. "Et.
Maya = Chiboca; de Chac = Mascar, Chicháa = Llenar de agua. Zicha,= Agua fresca
(Charencey. Vocabularire francais-maya, 28). Martius, Lenz, Henríquez y
Friderici la creen Caribe considerándola una corrupción de Yuschuchu. Ke:
Chichini = Germinar.
Por otra parte, el aztequista Luis Cabrera comenta que
desciende del náhuatl chichiatl, "agua fermentada", compuesto con el
verbo chicha (agriar una bebida) y el sufijo -atl'(agua).
Según la Real Academia Española y otros
autores, la palabra "chicha" proviene de una voz aborigen del Panamá
(kuna chichab) que significa "maíz".
Las distintas chichas que se preparan en el Perú:
La chicha es una bebida artesanal y ancestral que se
elabora en el Perú desde tiempos pre-incaicos. Los quechuas llamaban
«aqha» o «aswa» a la bebida fermentada de maíz, en lengua aymara
se conoce como «kusa» y en lengua moche, es conocida como «cutzhio»,
«cochi» o «kocho». Su uso fue ceremonial en las festividades
de las antiguas culturas asentadas en el Perú. Hasta hoy se sirve en las
picanterías, en grandes vasos de vidrio de diseño característico, que tienen
diferentes dimensiones, siendo el más grande el "caporal". Se ha
querido ver en este tipo de vaso, un derivado práctico de los antiguos keros
prehispánicos. En cambio en el norte, la chicha se sirve en "poto",
unos recipientes hechos de corteza de calabaza, frecuentemente burilados.
Desde época colonial a los establecimientos donde se
ofrecía chicha se les llamaba “chicherías”; posteriormente, ya en el siglo XIX,
sin dejar el apelativo de Chicheria, al incluir el servicio de expendio
de comidas con aderezo o acompañamiento de ají, se les fue llamando “picanterías”.
Según el tipo de espacio y el tamaño, estos ambientes podían llamarse
chinganas, ramaditas (casi al aire libre, bajo ramadas), chicherías o
picanterías (espacios más cerrados); el común denominador eran las largas mesas
con largas bancas que eran compartidas democráticamente por los comensales de
toda condición social. Varios tambos de caminos podían albergar este tipo de
establecimiento, o tener uno muy cerca para atender a los viajeros. La mujer
dedicada a la preparación y/o venta de la chicha se le conoce como «chichera».
Las «chicherías” y las “picanterías” han
sido muy numerosas en todo el sur peruano (Cusco, Apurímac, parte de Ayacucho,
Arequipa, Moquegua), así como en la costa central y norteña (Lima, Ancash, La
Libertad, Piura, Lambayeque, Cajamarca). José María Blanco, funcionario que
visitó Cusco y Arequipa en la década de 1830, hablaba de los miles de estos
establecimientos que había en cada una de estas ciudades. En el sur sigue
siendo una tradición fuerte, pero sus bastiones principales son Arequipa y Cusco.
En la costa central las viejas “chicherías” y “picanterías” de Lima han sucumbido a la expansión urbana, y
se mantienen con fuerza aún en Lambayeque, Piura, Cajamarca.
Las casas a lo largo de los caminos andinos, que se
encuentran coronadas con una bandera blanca, indican que ofrecen chicha. Si
además muestra un ají, significa que se ofrecen platos característicos del día
y el lugar. Si la casa se encuentra coronada con una bandera roja, además de la
chicha y los platos se puede oír y ver las diversas orquestas de nuestra música
vernácula, criolla y moderna. En la región Cusco, las chicherías se identifican
con una bandera verde o roja; verde cuando lo que se expende la tradicional
chicha de maíz y roja cuando además se ofrece la frutillada (especie de bebida
alcohólica hecha a base de frutillas). En Arequipa el pendón rojo de las 3 de
la tarde indica que los picantes y la chicha ya están listos, y se retira al
atardecer, cuando éstos ya se han agotado.
La chicha en el Perú se ha utilizado también,
tradicionalmente, como ingrediente principal de su gastronomía. Algunos platos
peruanos como el adobo arequipeño, el adobo cusqueño, el estofado, el seco de
cabrito norteño, etcétera, no pueden prescindir de este ingrediente.
Algunas variedades de chicha peruana
Chicha arequipeña: Elaborada con maíz negro o morado fermentado, llamado
guiñapo. Es de sabor ligeramente dulce y de color violáceo.
Chicha blanca: Conocida también como «yurakk akkha», es una bebida
fermentada elaborada. Juan de Espinoza Medrano “El Lunarejo”, hace
referencia a esta bebida en su obra El Hijo Pródigo correspondiente
a mediados del siglo XVII.
Chicha de cacao: Se elabora en la provincia de la Convención, en el
Cuzco, durante la época de cosecha del cacao.
Chicha de jora: Elaborada con maíz de jora. Tiene derivados como son los
siguientes:
Clarito: Es la chicha de jora joven y es típica del Departamento de
Piura.
Frutillada: Es elaborada en el Cusco generalmente entre los meses de
noviembre y enero mezclada con fresa local, recole: con maíz jora blanca,
quinua y una pata de vaca.
Chicha de guiñapo: es la chicha arequipeña; viene a ser un tipo de chicha
de jora.
Chicha de mani:: Se elabora en las regiones de Arequipa, Puno y Cuzco.
Chicha huarmeyana: Se elabora en la provincia de Huarmey, Ancash, y
consiste en la fermentación del maíz con jugo de caña; se tienen registros
desde el año 1863 en que Aurelio García y García hace una
crónica sobre el uso de esta bebida local.
Chicha loretana: con harina de yuca y chancaca.
Chcha de Mollepata: (Santiago de Chuco-La Libertad).- Se prepara a
base de maíz de jora, habas, cebada tostada y quinua. Se hecha en agua la
cebada, las habas y la quinua. Llevar al fuego y echar la la jora cuando está
por hervir. Cuando ha hervido convenientemente se retira y se cuela, añadiendo
más agua hervida. Se deja enfriar y fermentar. Mientras fermenta se echan las
bolas de chancaca enteras y azúcar a gusto, revolviendo.
Chicha Morada: Es nombrada así por su color que se debe al insumo principal
del que se obtiene que es el maíz de grano morado. Constituye un
refresco que no es fermentado y se consume en todo el país. Es muy común,
actualmente, encontrarlo a la venta tanto en forma de polvo para su preparación
instantánea, como en bebidas envasadas.
Chicha de siete semillas ("mellicera", de Huanta-Ayacucho):
Bebida que como la "chicha morada", no es fermentada. Luego de hacer
hervir hierbas aromáticas con manzana, cáscara de naranja y piña se le agregan
los siguientes ingredientes licuados: habas, garbanzo, trigo, quinua, cebada,
maíz de jora y maíz de jora negra. Se endulza y se cuela antes de servir. Se
mezcla con cerveza negra o ron si se quiere mejores efectos.
Hola, quisiera saber de donde obtuviste la información, estoy haciendo una monografía y necesito referencias, espero puedas ayudarme, como hago para contactarme contigo. Saludos
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