lunes, 15 de agosto de 2011

EL CAMINO DEL INCA

Es el nombre que se les da al extenso sistema de caminos construido durante el Imperio Inca por los servidores del Inca. Convergen en la ciudad del Cuzco. Fue usado por los conquistadores españoles para dirigirse a Bolivia, Chile y las pampas cordilleranas argentinas.
Durante el incanato, todos los caminos de Sudamérica conducían al Cuzco (que en idioma quechua significa 'ombligo del mundo'), la metrópoli precolombina más importante de Sudamérica, heredera de una tradición cultural milenaria.
La mayoría fueron heredados de las culturas preincas del Perú, Ecuador, Chile y parte de Bolivia; teniendo como única función darle mantenimiento. Los caminos del Inca fueron utilizados con más frecuencia por los mensajeros, los "chasquis". Algunos hasta el momento siguen, otros han sido reemplazados o abandonados.
El Cuzco es uno de los acontecimientos arqueológicos más grandes de la historia mundial y hasta sus simples caminos son majestuosos. Por su condición de urbe preincaica, fue nombrada Capital Arqueológica de Sudamérica. En el Cuzco, encima de cada construcción incaica se suele sumar la arquitectura española y juntas suman siglos de civilización, del picó.
Los incas hicieron caminos que integraban todo el imperio, a lo largo y a lo ancho. Se crearon cuatro caminos principales:
Cuzco a Quito (Ecuador), con un ramal hasta Pasto (Colombia) 
Cuzco a Nazca (en el centro de Perú) y a Tumbes (en la frontera Perú-Ecuador)
Cuzco a Arica y Atacama (Chile), con ramales hasta el río Maule (Chile) y a Tucumán (Argentina).
El camino más importante era el Cápac Ñan (camino real), con una longitud de 5.200 kilómetros, que se iniciaba en Quito (Ecuador), pasaba por Cuzco y terminaba en lo que hoy es Tucumán, Argentina; atravesaba montañas y sierras, con alturas máximas de más de 5.000 metros. El Camino de la Costa (o Camino de los Llanos), tenía una extensión de 4.000 kilómetros, iba paralelo al mar y se unía con el Cápac Ñan por muchas conexiones. Tanto en el Cápac Ñan como en el Camino de la Costa existían cada cierto tramo tambos en donde se almacenaban granos y otros alimentos que eran usados por el imperialista ejército inca cuando salía en campaña de conquista o para abastecer a las muchedumbres emigrantes durante los mitimaes. El ancho máximo de ambos caminos eran de unos cuatro metros.
Las comunicaciones entre una y otra punta del imperio estaban a cargo de mensajeros llamados chasquis. Por un sistema de postas, transmitían los encargos de uno a otro relevo con suma velocidad; una noticia originada en Quito (Ecuador) podía llegar a Cuzco (a 2.000 kilómetros de distancia) en menos de 10 días.
El inca, que estaba en la sagrada Machu Picchu o en la capital Cuzco, podía comer pescado fresco que le traían en menos de 24 horas desde la costa, a 200 kilómetros de distancia. Cabe destacar que los caminos del inca se hallan ubicados en todo el tawantinsuyo y en casi todos los países andinos y que con el paso del tiempo, el avance de la civilización y la tecnología, han ido deteriorándose poco a poco.
Durante todo el año, miles de viajeros de todas partes del planeta emprenden el recorrido de los Caminos del Inca desde el Cuzco para acceder a la selvática sierra peruana, y a los milenarios misterios que aún encierran las piedras de Machu Picchu.
A lo largo del camino se encuentran varias ruinas de distintas fortificaciones en relativo buen estado, que dominan visualmente todos los valles.
El recorrido se inicia en la localidad de Cori-huayra-china (quechua: Quri Wayrachina, “venteadero de oro”), a la altura del kilómetro 88 de la vía férrea Cuzco-Quillabamba, y toma entre tres y cuatro días de caminata arribar a Machu Picchu. En la travesía, que atraviesa una impresionante pendiente altitudinal, con climas y ecosistemas tan variados como la altiplanicie alto andina y los bosques de neblina, se deben superar dos pasos a gran altura (el mayor de ellos, Huarmihuañusca, de 4.200 metros de altitud, también conocido como "Paso de la Mujer Muerta") y termina con el ingreso a Machu Picchu a través del Inti Puncu o "puerta del sol".
En la ruta el caminante se encontrará con una red de asentamientos de granito labrado que se encuentran a lo largo del camino (Huiñay Huayna, Puyupatamarca), inmersos en escenarios naturales.
Como complemento ideal, el turista igualmente se encontrará con una exuberante naturaleza, con singulares paisajes, centenares de especies de orquídeas y aves multicolores.
El clima en la zona del Camino Inca es, por lo general, templado durante todo el año. La mejor época para realizar el trekking es durante la estación seca (entre abril y octubre). Junio es el mes más frío y agosto ofrece un clima más templado y estable. De noviembre a marzo, las lluvias son frecuentes y el camino puede convertirse en un peligroso y resbaladizo lodazal.
Durante la caminata, es seco en los dos primeros días y húmedo en el tercero y cuarto. Y durante la noche los dos primeros campamentos suelen ser fríos, pero el tercer campamento es templado.

Los Incas aprovecharon la red viaria existente de culturas anteriores, mejorándolas y expandiéndolas; especialmente de la Cultura Wari (800-1200 d.c.) el cuál dominó gran parte del Perú precolombino.


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