domingo, 28 de agosto de 2011

EL REZAGO DE NUESTRAS ISLAS GUANERAS EN EL PERU

A mediados el siglo XIX había frente a las costas del Perú –según estimaciones de la época- 60 millones de aves guaneras que generaban casi 40 millones de toneladas de este pescado fetilizante de más de 20 islas dispuestas frente al litoral. En estas porciones de tierra firme se genero una industria que para bien y para mal, hizo cambiar el rumbo del país.

Acumulación masiva de excrementos de aves marinas en el litoral (en algunos lugares los excrementos son de murciélago). Por sus características, para su formación se requieren climas áridos o de escasa humedad.

El suelo deficiente en materia orgánica puede hacerse más productivo abonándose con guano. Éste está compuesto de amoníaco, ácido úrico, fosfórico, oxálico, y ácidos carbónicos, sales e impurezas de la tierra. Tiene color rojizo cuando proviene de los yacimientos del plioceno y el pleistoceno, y es amarillento cuando es de formación reciente.

Puede ser utilizado como un fertilizante efectivo debido a sus altos niveles de nitrógeno y fósforo. A partir de la concentración de dichos componentes también se puede elaborar el superfosfato.

El guano se recolecta de varias islas e islotes del océano Pacífico, particularmente del Perú y Nauru y en otros océanos (por ejemplo la isla Juan de Nova). Estas islas han sido el hogar de colonias de aves marinas por siglos, y el guano acumulado tiene muchos metros de profundidad.

El guano de las islas, particularmente las islas Chincha, en el Perú, fue explotado en el siglo XIX y principios del siglo XX y fue su gran producto de exportación durante mucho tiempo. A partir del año 1845 comenzó a explotarse, y por sus propiedades como fertilizante era importado por países como Inglaterra y Estados Unidos. El guano peruano sigue teniendo gran demanda por ser un fertilizante natural, por el auge de la agricultura ecológica, que sustituyen los abonos químicos por los de origen natural.

Las Islas Chincha son un grupo de tres pequeñas islas situadas a 21 kilómetros de la costa del sudoeste del Perú, país al cual pertenecen, cerca de la ciudad de Pisco en la Región Ica Su principal interés estribaba en sus extensos depósitos de guano, los cuales no obstante, fueron agotados antes de 1874. La Isla Chincha Norte, tiene 1,3 Km. de largo y 0,5 Km. de ancho, tiene una altura máxima de 34 m, con una superficie de 0,36 km², Isla Chincha Centro tiene 0,40 km² y la Chincha Sur tiene 0,16 km² Las islas se componen fundamentalmente de granito, y sus costas son acantilados, sobre los que anidan una gran cantidad de aves marinas.

Las islas fueron el hogar de la cultura  Chincha, pero solamente algunos restos pueden encontrarse hoy en día. La cultura Chincha fue una cultura preincaica peruana, perteneciente al Período Intermedio Tardío. Se extendió por los valles de Chincha, Pisco, Ica y Nazca, aunque su centro político estuvo en el valle de Chincha. La cultura chincha fue conquistada por los incas durante el reinado de Pachacútec Inca Yupanqui y anexionada definitivamente al imperio durante el gobierno de Túpac Inca Yupanqui, hacia el año 1476.

Chincha fue un señorío que mantuvo su importancia incluso durante la época inca. Es más, se cuenta incluso que el único señor que podía ir cargado tras la misma ceremonia que el sapa inca era el señor de Chincha. La población estuvo dividida entre la nobleza, encargada de los cargos administrativos, los sacerdotes y el pueblo, constituido por mercaderes, artesanos, pescadores y campesinos.

Los chinchas,  al igual que otras culturas de la costa peruana, desarrollaron una arquitectura de adobes y utilizaron la técnica del «adobón» o tapial. Las principales edificaciones se encuentran en el valle de Chincha, Tambo de Mora, Lurinchincha y San Pedro, en donde construyeron centros administrativos ceremoniales.
Uno de los más conocidos es La Centinela (en Chincha Baja), cuya área es de 400.000 m2. Dentro de esta área hay viviendas populares, monumentos residenciales, templos piramidales, patios, calles, etc.

Sus principales actividades económicas fueron la agricultura, la pesca y, principalmente, el comercio. Aún más importantes que los caminos eran sus rutas de comercio marítimo, pues su tecnología en navegación les permítia llegar hasta los más extremos puntos del norte y sur.

Se sabe que llegaron incluso hasta centroamérica, pues una de sus exportaciones claves eran las conchas Spondylus, propias de Ecuador y Perú, que fueron halladas en centroamérica.

Sus grandes habilidades comerciales fueron tales que lograron a extender su influencia por todo el territorio inca antes de que este se convirtiera en imperio. Se cree que gracias a la influencia comercial de los chinchas, el quechua se hizo tan útil en los Andes.

Tuvieron el mérito de organizar un comercio triangular en el que ellos fueron el puente comercial entre la meseta de Collao, la costa central peruana y el norte del Ecuador. Por vía marítima, comerciaron entre el Cusco y el Altiplano. Los productos más codiciados de la sierra fueron: el charqui, la lana y algunos metales.

Perú comenzó la exportación del guano en 1840 a Liverpool y a Estados Unidos en 1845. España, que no había reconocido la independencia del Perú (no lo haría hasta 1879), y por no haber Perú pagado sus deudas, ocupó las islas en abril de 1864, comenzando así la Guerra con Espana (1864-1866).

El Acta de Islas Guaneras  fue una legislación federal aprobada por el Congreso de los Estados Unidos el 18 de agosto de 1856, autorizando a ciudadanos de los Estados Unidos a tomar posesión de las islas con depósitos de guano.

Las islas pueden estar localizadas en cualquier parte, mientras que no estén ocupadas o estén bajo la jurisdicción de otros gobiernos. También le permite al Presidente de los Estados Unidos a hacer uso de su fuerza militar con el fin de proteger estos derechos.
Cuando cualquier ciudadano de los Estados Unidos descubra un depósito de guano sobre cualquier isla, roca, o cayo, no dentro de la jurisdicción legal de cualquier otro gobierno, y no ocupada por ciudadanos de cualquier otro gobierno, y tome posesión pacíficamente, y ocupe, ya sea, isla, roca o cayo, puede, según la discreción del Presidente, ser considerado perteneciente a los Estados Unidos.

El Acta de Islas Guaneras se encuentra en estatutos federales tales como el Código de los Estados Unidos, Título 48, Capítulo 8, Secciones 1411-1419.

A principios del siglo XIX, el guano era codiciado por ser un excelente fertilizante. En 1855, EE.UU. supo de los depósitos de guano existentes en el Océano Pacífico. El Congreso aprobó el Acta de Islas Guaneras para aprovechar tales yacimientos.
El acta permitía específicamente que las islas debieran ser consideradas como parte de los EE.UU., aunque tal posesión podía anularse si los depósitos de guano se agotaban.

Pero la fiebre del guano se contuvo por otra fiebre: la de la anchoveta. Es una de las especies pelágicas de mayor importancia debido a los grandes volúmenes de captura anual en el ámbito mundial. Viven en aguas oceánicas cuya temperatura se encuentra entre 14,5 y los 20º C. La anchoveta vive entre los 3 o 4 años de edad y en su etapa adulta, alcanza una longitud que oscila entre los 12 y 16 centímetros.
Las anchovetas se alimentan del abundante plankton existente en nuestra costa, que es producto de la Corriente Peruana, como no existe ni en abundancia ni calidad en ninguna otra parte del mundo. Durante la primavera y el verano normales, la anchoveta se encuentra dentro de una franja costera hasta las 20-30 millas (36-54 Km.) de la costa; en el otoño e invierno llega a desplazarse hasta las 80 millas (144 Km.), y en algunas ocasiones, más allá de las 100 millas (180 Km.) de la costa.
Los cardúmenes de anchovetas se desplazan en aguas superficiales de hasta 50 metros de profundidad en el día y suben en la noche. Las aguas en las que vive la anchoveta debe tener entre 15 y 21 grados de temperatura y la salinidad debe encontrarse entre los 34,5 y 35,1 UPS. Es decir para que la anchoveta viva y se reproduzca normalmente, debe tener a su disposición alimento, aguas con temperatura adecuada y salinidad moderada a la profundidad normal para ellas. Cuando las aguas superficiales se calientan, las anchovetas se profundizan hasta cierto límite, porque con la profundidad la salinidad aumenta y también escasea el plankton. Por esa razón, si ocurre algún cambio climático, los cardúmenes se desplazan buscando el hábitat adecuado.
El Perú con una población de 26,5 millones de habitantes, de los cuales el 70% habitan áreas urbanas y el 30% zonas rurales, crece a un ritmo anual de 1,6%, siendo la participación de la pesca en el abastecimiento de proteína aproximadamente el 8% del requerimiento total, lo que representa una proporción cercana al 28% del suministro de proteína animal.
 Los estudios de salud pública revelan que a nivel nacional, la situación nutricional promedio es aún deficitaria en los sectores de bajos ingresos del país.
Esta especie marina se utilizo durante el siglo XX para producir harina y aceite de pescado en cantidades industriales, sin importar que se estuviera privando a las aves guaneras de su alimento básico. Con Menos anchoveta que comer, la población de aves disminuyo dramáticamente; a esto se sumo el efecto  del fenómeno del Nino, como resultado, en las islas guaneras, la cifra de aves llego apenas a dos millones (ahora hay unos cuatro millones de ejemplares).
Al mismo tiempo, esas altísimas montanas de guano o de abono natural –que alcanzaban los 70 metros de altura- se redujeron hasta niveles  lamentables. Así termino, esta mal aprovechada época de bonanza.
Lo que queda hoy de la fiebre del guano es apenas el esfuerzo de cientos de hombres, que bajo, pésimas condiciones de trabajo se internan durante eses  en estas islas  para extraer el guano acumulado n capas de menos de dos metros de altura.
Una de estas islas es Macabi, ubicada frente a las costas de la Libertd (Trujillo), Aquí la jornada laboral empieza en la madrugada, antes del amanecer. Los trabajadores dispuestos por grupos, escarban la tierra para obtener el guano, luego lo cargan a otra zona donde este se cuela para eliminar plumas y otros despojos. El guano finalmente se convierte en polvo y es almacenado  para luego ser trasportado en barco hacia diversos puertos del país como Pisco y Salaverry.
Aquí como en el resto de islas de la costa norte, la mayoría de trabajadores proviene de la sierra de Departamento de Ancash, ellos se han hecho reconocidos por saber adecuarse a este sistema e vida que gira en torno al guano, y que incluye  dormir en rústicos campamentos instalados en medio de piedras y abono, en medio de la pegajosa humedad de la noche y el calor intolerable el mediodía.

Así es el ciclo actual de la extracción de guano: un triste reflejo de lo que alguna vez fue un producto de oro, que quito mucha hambre en el Siglo XIX.

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