El 5
de enero de 1892 nace en Baamonde (Lugo) Jesús Teijeiro Pérez, hijo del médico
del lugar D. Serafín Teijeiro y de su esposa doña Concepción Pérez. Muy joven
inicia sus estudios en el Seminario de Lugo; sin embargo, sintiendo más
inclinación por la carrera de las armas, ingresa como alumno-cadete de
Infantería en la Academia de Toledo el 2 de septiembre de 1912, donde, a los
tres años, recibe el despacho de segundo teniente, solicitando plaza en el
Regimiento WadRas de guarnición en Tetuán. En el mes de junio de 1917 se
incorpora al Batallón de Cazadores de Madrid n° 2, en Tetuán.
Asciende
a primer Teniente en el mes de septiembre y es destinado al Regimiento Serrallo
con base en Ceuta y dos meses después al Regimiento de Infantería de Marina en
Fernando Poo, pasando después al Regimiento Isabel la Católica de La Coruña.
Solicita, en 1921, destino nuevamente en el Regimiento Sorolla de Ceuta,
interviniendo con el mismo, en varias acciones de guerra contra los moros. En
el mes de septiembre solicita su ingreso en la Legión de Extranjeros de
reciente creación, y en su campamento de Riffién, con cuyas tropas de choque
realiza su brillante carrera militar. Interviene en el combate de Monte Mayán
donde, por haber sido herido el Capitán, toma el mando de la Compañía. En enero
de 1922 toma parte en la operación sobre Hayuna-Beni-Bara, resultando
gravemente herido. Restablecido pocos meses después, se reincorpora a la Legión
y, en noviembre de ese mismo año, es ascendido a Capitán, tomando el mando de
la Compañía del Tercio en Tafersit.
En
vanguardia de la columna Gómez Morato, toma parte en mayo de 1923 en los
combates de Tizzi Assa, recibiendo por todo ello su primera Medalla Militar.
Ese mismo año, cooperando con la columna Salcedo en el levantamiento del cerco
de Tifarauín. La Comandancia General de Melilla lo cita como distinguido en el
mando de sus legionarios «por su entusiasmo y pericia, valor, serenidad y
excelentes dotes de mando».
Durante
el año 1924 participa en hechos de guerra, incorporada su unidad en distintas
columnas de operaciones en territorio de Marruecos; columnas de Franco,
Serrano, Castro Girona, Núñez de Prado... A mediados de diciembre recibe otra
Medalla Militar. Interviene en la evacuación de Xauen, incorporado a la columna
del Teniente Coronel Franco, quien emite de Teijeiro el siguiente juicio «Es un
oficial valeroso, inteligente y de gran espíritu».
En el
año 1925 se encarga del mando de la 5á Bandera de La Legión, participando en el desembarco de Alhucemas en la columna
del ya Coronel Francisco Franco. Desembarca en las inmediaciones de la playa de
Cebadilla y toma parte de la ocupación de Yebel-Malmussi y Monte Palomas.
En
1926, con la columna del Coronel Millán Astray, interviene en acciones de
guerra y, ascendido a Comandante,
se hace cargo en propiedad de la 5ª Bandera.
En
1927 opera con la columna mandada por el Teniente Coronel Martín Alonso. De
esta circunstancia surgió muy
buena amistad entre ambos militares gallegos.
Ascendido
a Teniente Coronel, en 1928, con treinta y seis años, tiene que dejar la Legión
al no existir vacante, tomando destino en la Zona de Reclutamiento de Lugo, su
tierra natal, donde contrae matrimonio con Dña. Luisa Revilla Vidal, de cuya
unión nacen cuatro hijos.
Proclamada
la República española año 1931, promulgada la famosa «Ley de Azaña», solicita
su retiro al servicio activo y pasa a residir, con su familia a La Coruña.
Próxima
la guerra civil, Teijeiro es uno de los muchos militares retirados a los que
vigila el Frente Popular. AI inicio de la contienda se ofrece, desde el primer
instante, a su amigo el Coronel Martín Alonso, entonces mandando el Regimiento
Zapora en La Coruña y le encarga de organizar e instruir a milicias voluntarias
que denomina «Caballeros de La Coruña». A dicha Región Militar se le encomienda
la liberación de Asturias, principalmente de la cercada ciudad de Oviedo. Se
organizan tres columnas y una, al mando del Comandante en activo Ceano que
ocupa Ribadeo, Vegadeo y Navia. El Comandante resulta herido gravemente y, para
reemplazarlo, se envía a Teijeiro. Ocupa Otur y Luarca, Canero, Trevías,
Paredes, Brieves y alcanza el importante puerto de La Espina y opera sobre
Salas, ocupando las alturas que la dominan.
Teijeiro,
con sus tropas, marcha sobre San Martín de Luiña y toma Pravia y, bordeando, el
río Nalón penetra por La Mortera hacia Cabruñana y Grado. Los combates fueron
durísimos.
El
Coronel Martín Alonso refuerza la columna de Teijeiro con una Bandera del
Tercio y un Tabor de Regulares y la mete, en forma de punta de lanza, en
dirección a Oviedo por Peñaflor, Santullano de las Regueras y Escamplero.
El día
15 de octubre se toma completamente Escamplero, después de durísimos combates
cuerpo a cuerpo, posición clave para intentar la liberación de Oviedo, que
resiste de forma inverosímil, donde el invicto Coronel, ya General, Aranda, comunica: «Sólo nos resta
morir como españoles». Teijeiro es consciente de la gravísima situación de los
defensores y monta su estrategia. Con base en el Escamplero, en la noche del
día 16, inicia el avance una agrupación de la columna integrada por restos de
Tabores de Regulares al mando del Comandante Elías Gallego Muro, que ocupa por
sorpresa las alturas del Monte Naranjo; por otra parte refuerza la fijación del
enemigo en la zona de San Claudio, con lo que asegura los flancos del previsto
avance hacia Oviedo. Con fuerte resistencia se ocupa el poblado de Gallegos y
Loriana, Villamar y Loma de Pando, entrando en combate en las primeras casas de
La Argañosa.
Hacia
las seis y media de la tarde del día 17 de octubre, ya anochecido, la
vanguardia de la columna Teijeiro toma contacto con los defensores de Oviedo.
La emoción fue indescriptible al hacer su entrada triunfal en la capital de
ASTURIAS. Había sido roto el cerco de Oviedo.
Cuando
en la soleada mañana del día 23 de noviembre, el heroico Teniente Coronel
Teijeiro paseaba acompañado por su ayudante por la calle de Uría de Oviedo, a
la altura de la que fue Escuela Normal, una bomba de aviación hirió de muerte
al valiente soldado y el día 27 fallecía en Grado, donde había sido trasladado
para ser intervenido por el equipo quirúrgico del doctor Sierra.
Atendiendo
a sus últimos deseos, su cuerpo fue enterrado en su Baamonde natal, con otra
Medalla Militar concedida por el Generalísimo. Posteriormente fue ascendido a
Coronel, a título póstumo, con antigüedad del día de su muerte.
El 17
de octubre de 1952 fue inaugurada por el Ayuntamiento de
Oviedo la plaza de la Liberación, donde se situó una estatua en
homenaje al Teniente Coronel Jesús Teijeiro por haber roto el cerco
al que se vio sometida Oviedo durante la guerra civil.
La estatua, obra de Francisco Asorey, consiste en la figura de un soldado
ataviado con el uniforme de la época y que porta entre sus brazos una enorme
espada cuya punta está apoyada sobre la base de la escultura. Tras la estatua
se colocó un muro pétreo con la siguiente inscripción:
Oviedo a
Teijeiro - +Año MCMXXXVI - Día XVII-X - En este día de triunfo para las fuerzas
de Galicia los heroicos defensores de Oviedo recibieron aquí, con un abrazo
fraterno, la ventura de su liberación», completado en su cara opuesta con la
efigie del militar grabada en bronce y cuya leyenda decía: «Teijeiro -
5-I-MDCCCXCII- † 27-XI-MCMXXXVI».
El monumento sufrió
posteriormente diversos cambios y en la década de 1960, con la apertura al
tránsito de la calle División Azul, entonces Ronda Norte, fue desplazado
hacia las viviendas de la plaza. En 1995 la plaza fue reformada y se quitó el
muro posterior del monumento, suprimiéndose así las leyendas y la efigie del
militar.
A pesar de
que en Oviedo la corporación municipal haya eliminado el nombre de la Plaza y retire
el monumento al Teniente Coronel Teijeiro, su memoria sigue muy viva y unida
para siempre a la ciudad de Oviedo, de quien fue su libertador, al frente de
una de las columnas gallegas, el 17 de octubre de 1936..
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