jueves, 14 de marzo de 2013

UN PAPA VENIDO DESDE EL FIN DEL MUNDO


 Jorge Mario Bergoglio, el nuevo Papa, quien tomo el nombre de Francisco, seguramente en honor a San Francisco de Asís  dijo durante su primera aparición pública a la cabeza de la Iglesia Católica que, durante el cónclave que duró alrededor de 25 horas, que los  cardenales han ido a buscar al nuevo pontífice al fin del mundo”, en referencia a su país de origen, a Argentina.
“Hermanos y hermanas, buenas tardes. Saben que el deber de un cónclave es dar un obispo a Roma y parece que mis hermanos cardenales han ido a buscarlo al fin del mundo, pero ya estamos aquí”, fueron las primeras palabras de Jorge Mario Bergoglio desde el balcón que apunta a la Plaza de San Pedro. 
Bergoglio, de 76 años, habría recibido la mayor cantidad de votos detrás de Joseph Ratzinger en la elección papal del 2005 y se ha especializado en el tipo de trabajo pastoral que algunos consideran esencial para su nuevo cargo. En una vida de enseñanza y dirección de religiosos en Hispanoamérica, región que tiene el mayor porcentaje de católicos en el mundo, ha demostrado una aguda sensibilidad política como también una humildad que sus colegas valoran mucho, según su biógrafo oficial, Sergio Rubín.
Completamente vestido de blanco, una hora después de la fumata blanca, se presentó ante las decenas de miles de fieles que habían llegado al Vaticano con la expectativa de ver, en vivo, la conclusión del cónclave y el nombramiento del sucesor del ahora Papa emérito, Benedicto XVI.
“Comenzamos este camino de la Iglesia de Roma, obispo y pueblo, juntos, en hermandad, amor y confianza recíproca. Recemos unos por otros, por todo el mundo, para que haya una gran hermandad. El Papa pidió a todos los congregados en la Plaza de San Pedro “un favor”, “recen a Dios para bendecir a vuestro Papa. Este camino debe dar frutos para la nueva evangelización”, dijo Francisco, en su primera aparición ante los fieles tras ser elegido pontífice.
El cardenal Jorge Mario Bergoglio, es el primer Papa jesuita en ser elegido ha  pasado casi toda su carrera en Argentina, supervisando templos y curas párrocos.
El arzobispo de Buenos Aires probablemente alentaría a los 400.000 sacerdotes en el mundo a salir a las calles para conquistar más almas, dijo Rubín. Prefiere tener una presencia discreta y su estilo personal es la antítesis del esplendor de la Santa Sede. “Es una cosa muy curiosa”, afirmó Rubín. “En reuniones de obispos siempre quiere sentarse en las últimas filas. Esta sencillez cayó muy bien en Roma”.
Bergoglio es notorio por haber modernizado la Iglesia argentina que había estado entre las más conservadoras de Hispanoamérica.

Jorge Mario Bergoglo nacio el 17 de diciembre de 1936 en Buenos Aires , en el seno de una familia de emigrantes italianos.

Estudio y creció en su ciudad natal de Buenos Aires y se graduó como técnico químico, poco después sintió la llamada del Señor y eligió el sacerdocio, decisión que le hizo acceder al seminario en el barrio de Villa Devoto.

En 1958 ingreso en el noviciado en la Compañía de Jesús, por lo que se trasladó a Santiago de Chile, donde siguió estudios humanística, y en 1964 regreso a la Argentina para dedicarse a la enseñanza de Literatura y Psicología, en el colegio de El Salvador.

Entre los años de 1967 y 1970 realizó estudios de Teología en el Colegio San José, en Tucuman , al norte de la Argentina.  

El 13 de diciembre de 1969, año en que se desplazó a España , para cumplir su tercer “probatorio” -periodo que sirve para preparar intelectualmente a los jóvenes sacerdotes – en la Universidad de Alcalá de Henares de Madrid .

El Cardenal Jorge Mario Bergoglio impartió importantes conferencias en muchos colegios, seminarios y facultades de su país y del extranjero.

Después de unos años en España , regresa a la Argentina en 1972, para comenzar como maestro de novicios en Villa Barilari, en la localidad de San Miguel, al norte del país. Además, entre 1980 y 1986, fue profesor en la Facultad de Teología de San Miguel y rector del colegio máximo de la Facultad de Filosofía y Teología, cargos que compartió con el de párroco de la iglesia Patriarca San José, también en la localidad de San Miguel.

En 1986 va a Alemania  ultimar su tesis doctoral, pero fue trasladado a la ciudad de Córdoba para ejercer como director espiritual y confesor de la Compañía de Jesús.

El 20 de mayo de 1992, fue nombrado obispo,  cuando el papa Juan Pablo II le designó obispo de la Diócesis de Auca y obispo auxiliar de la diócesis de Buenos Aires.

En el año de 1997,  fue nombrado arzobispo coauditor de Buenos Aires y en 1998, tras la muerte del arzobispo y cardenal Quarracino, se convirtió en el arzobispo de Buenos Aires.

El cardenal Bergoglio ha tenido una gran presencia en la Conferencia Episcopal Argentina, institución que ha presidido durante seis años, de 2005 a 2011, y entre sus publicaciones más conocidas se encuentran "Meditaciones para religiosos" (1982), "Reflexiones sobre la vida apostólica" (1986) y "Reflexiones de esperanza" (1992)..

Bergoglio, recibió la púrpura de manos de Juan Pablo II el 21 de febrero de 2001, es miembro de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, del Consejo Pontificio por la Familia y de la Comisión Pontificia por América Latina.

Pese a ser el primero en la jerarquía eclesiástica argentina, nunca ha vivido en la elegante mansión eclesiástica en Buenos Aires y ha preferido una cama sencilla en un cuarto céntrico, alejando el frío de invierno con una pequeña estufa. Durante años se movilizó en transporte público por la ciudad y se preparó sus propias comidas.
El nuevo Papa ha disminuido un poco su actividad con la edad y está sintiendo los efectos de la extirpación de un pulmón debido a una infección que padeció de adolescente.

Se le considera moderado con mentalidad flexible, aunque sus posiciones doctrinales y espirituales condicen con el legado de Juan Pablo II y Benedicto XVI.
El nuevo Pontífice no pudo impedir que Argentina fuera el primer país latinoamericano en legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo, ni tampoco que la presienta Cristina Fernández promoviera anticonceptivos e inseminación artificial gratuitos. Cuando Bergoglio sostuvo que las adopciones de niños por parte de homosexuales eran discriminatorias contra los niños, la presidenta comparó su afirmación con “la época medieval y la Inquisición”. Esa caracterización es injusta, afirma Rubín, quien escribió “El jesuita”, la biografía autorizada de Bergoglio.

“¿Es Bergoglio un progresista, un teólogo de la liberación? No. No es un tercermundista. ¿Cuestiona el FMI y el neoliberalismo? Sí. ¿Pasa mucho tiempo en las barriadas de su país?  Sí”.
Conocido por clamar contra la desigualdad en su país.  Bergoglio comparó pobreza y violación de los derechos humanos y no ha dudado en reprochar al Gobierno por no impedir el aumento de la pobreza en su país, situación que considera "inmoral, injusta e ilegítima", al ocurrir en una nación que posee las condiciones económicas necesarias para evitar esos daños. "En lugar de eso, pareciera que se ha optado por agravar más las desigualdades", aseguró el primado de la Iglesia católica argentina, para quien "los derechos humanos se violan no sólo por el terrorismo, la represión y los asesinatos, sino también por estructuras económicas injustas que originan grandes desigualdades". Ante esto, reclamó una respuesta "ética, cultural y solidaria" para saldar la deuda social con millones de argentinos, en su mayoría niños y jóvenes, y aseguró que es imperativo luchar para cambiar las causas estructurales y las actitudes personales o corporativas que generan esta situación.
En 2009, Bergoglio dijo que la pobreza extrema y las "injustas estructuras económicas que dan origen a grandes desigualdades" son violaciones de los derechos humanos y que la deuda social es "inmoral, injusta e ilegítima." Durante una huelga de 48 horas de servidores públicos en la capital Argentina, Bergoglio opinó sobre las diferencias entre los "pobres perseguidos por pedir trabajo, y los ricos que son aplaudidos por huir de la justicia."  Además, ha sido crítico con un "acostumbramiento" a la pobreza.
Los críticos lo acusan de no haber enfrentado públicamente a la dictadura militar de 1976-1983, cuando las víctimas y sus familiares solían denunciar secuestros, tortura y muerte a los sacerdotes que supervisaba como líder de la orden jesuita en Argentina.
Al igual que otros intelectuales jesuitas, Bergoglio se ha concentrado en la obra social. Los católicos siguen comentando su discurso del año pasado en que acusó de hipocresía a otros religiosos por olvidar que Jesucristo bañó a leprosos y comió en compañía de prostitutas.
“En nuestra región eclesiástica hay presbíteros que no bautizan a los chicos de las madres solteras porque no fueron concebidos en la santidad del matrimonio”, dijo Bergoglio a sus sacerdotes. “Estos son los hipócritas de hoy. Los que clericalizarón a la Iglesia. Los que apartan al pueblo de Dios de la salvación. Y esa pobre chica que, pudiendo haber mandado a su hijo al remitente, tuvo la valentía de traerlo al mundo, va peregrinando de parroquia en parroquia para que se lo bauticen”.
Bergoglio comparó este concepto del catolicismo con los fariseos de la época de Cristo: los que se auto elogian a la vez que condenan al prójimo.
“Jesús nos enseña el otro camino: salir a dar testimonio, salir a interesarse por el hermano, salir a compartir, salir a preguntar, encarnarse”, dijo Bergoglio. “Clericalizar la Iglesia es hipocresía farisaica. La Iglesia del “vengan adentro que les vamos a dar las pautas acá adentro y lo que no entra no está”, es fariseísmo”.
En el Documento de Aparecida, una declaración conjunta de los obispos de América Latina, el entonces cardenal Bergoglio, comentó sobre el mérito de los individuos para recibir la eucaristía. El texto en su parágrafo 436 dice que "Debemos atenernos a la 'coherencia eucarística', es decir, ser conscientes de que no pueden recibir la sagrada comunión y al mismo tiempo actuar con hechos o palabras contra los mandamientos, en particular cuando se propician el aborto, la eutanasia y otros delitos graves contra la vida y la familia. Esta responsabilidad pesa de manera particular sobre los legisladores, gobernantes y los profesionales de la salud".

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