lunes, 31 de marzo de 2014

EL REAL CONVICTORIO DE SAN CARLOS

El Real Convictorio de San Carlos de Lima fue un colegio mayor creado a finales de la Colonia y que subsistió hasta las primeras décadas del Perú Republicano (ya sin el título de “Real”), desempeñando un importante papel en las luchas ideológicas de su tiempo.
En sus inicios, fue creado para servir de residencia para los alumnos de la Universidad de San Marcos, de acuerdo a Real Cédula del 9 de julio de 1769 y el decreto del 15 de junio de 1770 del virrey Amat, que fusionaba Colegio Real de San Martín y Colegio Mayor de San Felipe y San Marcos, el primero de los cuales estaba bajo la administración de la expulsada orden jesuita.
Los requisitos necesarios para entrar en él se hacían en función de eliminar a "los que no tuviesen limpieza de Sangre, buena crianza y costumbre", además de estar en la obligación de saber latín y estar matriculado en la Universidad de San Marcos. Su primer rector fue José Lasso y Mogrovejo.
A pesar del empeño que se puso por renovar los estudios y distanciarlos de la enseñanza tradicional, desde temprano se dio en San Carlos una cercanía con el énfasis en la Teología, aplicándose ésta al tratamiento de los problemas cotidianos, lo que le valió la burla de los personajes del Diálogo satírico de los palanganas Veterano y Bisoño.
Durante el periodo colonial no fueron pocas las veces que sufrió intervención, especialmente en las materias de estudio. Los ingresos no fueron problema menor, pues en varias oportunidades se veían privados de las rentas asignadas, alterando su normal desempeño. Esto se dio de manera clara con el Informe (1816) que Toribio Rodríguez de Mendoza como rector hiciera al virrey Joaquin de la Pezuela, ocasionando el cierre del Convictorio (octubre de 1817).
Su reapertura se dio el 19 de noviembre de 1822 sin ninguna modificación en su plan de estudios mientras que el Reglamento del 26 de octubre de 1826 sólo acentuó el énfasis humanista y jurídico de los cursos, prescindiendo de las ciencias. La novedad la constituyó que el Colegio del Príncipe fue anexado al Convictorio, siendo señalados para sus rentas un fondo del Estrado para el pago de 24 becas, el producto de las fincas que le pertenecían, una asignación anual sobre la caja de amortizaciones, las rentas de los desaparecidos Colegio y Universidad de San Pedro Nolasco y Colegio San Ildefonso, así como las pensiones de los alumnos.
Sin embargo, una resolución del Congreso del 13 de noviembre de 1829 dispuso que continuara rigiendo el plan de estudios imperante en el régimen colonial, derogando el reglamento anterior. A éste siguieron otros decretos:
Nuevo reglamento (11 de agosto de 1835 de 1835).
Sobre el uso de emblemas que debían portar los colegiales (15 de junio de 1836).
Referido a becas, horario escolar y trajes (9 de diciembre de 1836).
Ordenando que sólo podían matricularse los hijos legítimos (10 de febrero de 1840).
Durante la década de 1840  tuvo un rol importante en la vida política del país, pues debido a su rector, Bartolomé Herrera, participó en los debates doctrinarios contra el Colegio Guadalupe, que tenían como eje la soberanía del pueblo y el sufragio de los indios. Este debate fue llevado al parlamento siendo Herrera diputado por Lima y Pedro Gálvez, ex-alumno de Herrera y profesor del Guadalupe, diputado por Pataz (7 de noviembre de 1849).
La orientación liberal de San Carlos se acentuaría con el rectorado de José Gálvez (hermano de Pedro y luego héroe del combate del 2 de mayo de 1866), aunque su paso fue fugaz, siendo reemplazado por Antonio Arenas. El nuevo rector provocó un incidente que culminó con la intervención de la Convención Nacional en la revisión de los textos empleados para la enseñanza.
No pasaría mucho para que San Carlos se orientara hacia un liberalismo moderado alejándose de la línea conservadora que lo había distinguido por muchos años. el convictorio funcionó hasta 1866, año en que se convirtió en la Facultad de Humanidades y en la Facultad de Humanidades y en la Facultad de Derecho de la Universidad de la Facultad de Humanidades y en la Facultad de Derecho de la Universidad de San Marcos.
Rectores Carolinos.-  Entre los rectores que rigieron el Convictorio San Carlos de Lima  desde sus orígenes hasta 1836, es posible anotar:

José Lasso y Mogrovejo, en 1771., José Francisco de Arquellada, en 1772., Toribio Rodríguez de Mendoza, en 1787, Carlos Pedemonte, en 1817, José Cavero y Salazar, en 1819, Juan de Dios Olaechea, en 1825, Manuel José Pedemonte, en 1828, Juan Manuel Nocheto, en 1830, Matías Pastor, en 1833, Jerónimo de Agüero, en 1836.

domingo, 30 de marzo de 2014

LA UNIVERSIDAD MAYOR DE SAN MARCOS

La Universidad Nacional Mayor de San Marco,  es la institución educativa más antigua en el Perú y en América y fue creada en 1551. Cuatro veces centenaria, su funcionamiento ha pasado por diferentes etapas, incluyendo cierres temporales, reorganizaciones y modificaciones en el nombre y administración.
El origen de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos es también el origen de la educación superior en nuestro país, el cual se remonta a los Estudios Generales llevados en los claustros del Convento del Rosario de la Orden de Santo Domingo  cerca de la plaza de Armas hacia 1548, que tenían como objetivo principal satisfacer las necesidades de la formación y educación del clero en el nuevo territorio conquistado del Imperio español. Posteriormente, el cabildo limeño envió a la Península  a fray  Tomás de Sasn Martín y al capitán Juan Jerónimo de Aliaga, quienes —en gran parte gracias a las gestiones del primero— consiguen la orden de fundación de la universidad por parte del emperador Carlos I de España y V del Sacro Imperio Romano Germánico y la reina Juana I de Castilla, hija de los reyes católicos, mediante la Real Cédula expedida el 12 de mayo de 1551 en Vaslladolid; de ese modo se efectuó oficialmente la fundación de la Real Universidad de la Ciudad de los Reyes, también mencionada como Real Universidad de Lima.  La lectura de la Real Cédula, que autoriza oficialmente el funcionamiento de la "Universidad de Lima", indica como misión: «adoctrinar a los vecinos de estas tierras en la fe cristiana y el sometimiento al Rey». Con este principio, la universidad comenzó a funcionar oficialmente el 2 de enero de 1553,, en la Sala Capitular del "Convento de Nuestra Señora del Rosario" de la Orden de Santo Domingo, bajo la dirección de su primer rector fray Juan Bautista de la Roca; la cátedra inicial fue dictada por Andrés Cianca y Corona Cosme Carrillo, bajo la supervisión del rector.3
La orientación, en principio estrictamente 9, así como el exclusivismo y conservación de los dominicos, y la continua disminución de miembros de otras congregaciones dio lugar a que los dominicos perdieran el predominio y generó además una reacción por parte de los profesores laicos; el reclamo de mayor apertura los llevó a solicitar a la Real Audiencia el cumplimiento de la Real Cédula de 1570, que disponía una libre elección del rector por parte de los docentes del claustro. El reclamo recayó en el virrey Francisco Álvarez de Toledo quien favoreció y dio fin al reclamo con la elección del Dr. Pedro Fernández de Valenzuela el 11 de mayo de 1571, el primer rector laico, y el significativo cambio en la orientación de la universidad. La oficialidad dePio V del 25 de julio de 1571,, luego de recibir el Pase Regio del Consejo de Indias; en ella sustraía a los tribunales eclesiásticos al declarar que «absuelve a frailes, lectores, maestros, estudiantes y a cualquiera de vosotros de todas y cualesquiera censuras, sentencias y penas eclesiásticas, por cualquier razón y causa contraídas», asimismo la universidad adquiere con esta bula su grado de pontificia, por lo que pasa a denominarse Real y Pontificia Universidad de la Ciudad de los Reyes de Lima. Producida esta primera reforma, la universidad se traslada a su segundo local, cercano a los extramuros de "San Marcelo", donde antes había funcionado el Convento de la Orden de San Agustín. El6 de septiembre de 1574 se elige por sorteo el nombre oficial de la universidad, adoptando al evangelista San Marcos como patrono de la institución, y el nombre oficial de Real y Pontificia Universidad de San Marcos. En 1575,  la universidad cambia otra vez de establecimiento y se sitúa en la antigua Plaza del Estanque, después llamada Plaza de la Inquisición, donde actualmente se encuentra el edificio del Congreso del Perú, lugar donde continuaría su funcionamiento durante toda la época del Virreinato del Perú.
La oficialmente nombrada "Universidad de San Marcos", conocida entonces coloquialmente como "Universidad de Lima", inicia sus labores en la época virreinal con las facultades de Teología y de Artes,  posteriormente se crearían los cánones de Leyes y Medicina, , no obstante en lo académico se adoptaron las normas que regían en España, es decir inicia sus funciones con la enseñanza de Filosofía como base para cualquier otro estudio superior. El 27 de noviembre de 1579 los profesores solicitaron al rey Felipe II la institución de fuero que regía en la Universidad de Salamanca, figura jurídica medieval —antecedente de la actual autonomía universitaria— que facultaba al rector para que, con exclusión de los tribunales ordinarios, tuviera jurisdicción civil y criminal sobre los miembros del claustro. En 1581, y luego de la presencia absoluta de rectores laicos entre 1571 y 1581, el virrey Francisco de Toledo autorizó que clérigos y laicos puedan ser elegidos; así ambos sectores gobernaron de manera alternada la universidad de San Marcos, durante el periodo colonial, hasta 1820.
El apoyo a la secularización de la Universidad de San Marcos dado por el virrey Francisco de Toledo y a la institución del fuero que ejercía su rector, y que también ejerció el rector del Real Convictorio de San Carlos, fundado el 7 de julio de 1770, fueron los factores decisivos que condujeron a la comunidad universitaria, estudiantes y profesores, hacia la realización del ideal boloñes que concebía a la universidad como espacio de libertad. De este modo, empezó a nacer el clima intelectual que posibilitó el cuestionamiento y las críticas al sistema colonial. Así, tanto la Universidad de San Marcos como el "Colegio de Derecho y Letras de San Carlos”  y el "Colegio de Medicina de San Fernando” —incorporados a ella posteriormente— comenzaron a ser vigilados cuidadosamente por el Virrey, por el hecho de albergar a profesores y alumnos sospechosos de avizorar y gestionar el fin del régimen colonial y el surgimiento de lo que es hoy la República Peruana. Presumiblemente fueron los privilegios de los que gozaban tanto la universidad y el convictorio, lo que permitió el ingreso del pensamiento de la ilustración en sus claustros, así surgen en su seno los planteamientos doctrinarios teóricos y ideológicos de la Emancipación. En 1813, durante la administración del virrey José Fernando de Abascal,  fue establecida la Facultad de Medicina de “San Fernando” en homenaje al rey  Fernando VII de España, en la plaza de Santa Ana —hoy plaza Italia— en el local que ocupó el Ministerio de Gobierno, la facultad se formó tomando como base el Colegio de Medicina del mismo nombre que estuvo ubicado en la plaza del Estanque.7
En los tiempos de la emancipación la universidad adquiere un rol principal al ilustrar a varios de los principales líderes gestores de la independencia del Perú. Desde el punto de vista jurídico con relación a la propiedad, la Universidad de San Marcos que perteneció al Estado monárquico, pasó a pertenecer a la joven República del Perú desde su independencia en 1821. El Primer Congreso Constituyente del Perú,, que definió como realidad y como proyecto a la nueva República Peruana, fue presidido inicialmente por quien fue rector de la Universidad de San Marcos, Don Toribio Rodríguez de Mendoza; de los 64 diputados constituyentes, eran 54 los sanmarquinos y carolinos; y el local donde se reunía esta magna asamblea era la Capilla de la Universidad de San Marcos. Hoy en día, el Congreso de la República del Perú sigue funcionando en ese mismo local. En 1840 los Colegios de "San Carlos" y "San Fernando" son asumidos por la Universidad de San Marcos. Durante el gobierno del Mariscal Ramón Castilla, San Marcos fue facultada oficialmente para aprobar universidades nuevas y controlar las de reciente creación. A lo largo del siglo XIXel local de la Universidad de San Marcos fue despojándose de sus funciones universitarias, siendo su uso más frecuente las sesiones de la Cámara de Diputados y las actividades centrales del Congreso de la República del Perú. Sin embargo, la falta de cuidado y el parcial abandono de sus funciones académicas originales hicieron que sus ambientes empezaran a sufrir un significativo deterioro, pues el viejo local universitario solo recibía atención en vísperas de la instalación del Congreso o en actos especiales.

El crecimiento exponencial de la ciudad durante la revolución industrial del siglo XIX, además de los esfuerzos del entonces presidente del Perú Manuel Pardo por mejorar la arquitectura y la planificación urbana de la ciudad durante 1870, obligó a la universidad trasladarse a un nuevo campus adyacente al antiguo MONASTERIO Jesuita donde residía el Real Convictorio de San Carlos —actualmente este es llamado "La Casona del Parque Universitario” o simplemente "La Casona de San Marcos"—. Por esos años San Marcos ya era considerada el alma máter de las universidades del Perú y América, porque en ella se formó el núcleo tutelar de las instituciones científicas y culturales durante el Virreinato y durante la República; sus profesores, graduados y hasta alumnos formaron parte de misiones que crearon diversas universidades hispanoamericanas. En 1878, durante el gobierno de Manuel Prado, se expidió el Reglamento General de Instrucción Pública, instituyéndose el concepto de universidades mayores y menores, correspondiendo a San Marcos el primer título y a las universidades de Arequipa y del Cuzco el segundo. Durante la Guerra del Pacífico y específicamente durante la ocupación de Lima por las tropas chilenas, se toman de la universidad objetos y bienes de arte y culturales, con el fin de ser llevados a Chile, vía marítima. A fines del siglo XIX  la Facultad de Medicina “San Fernando”, que estaba ubicada en un local en la antigua plaza de Santa Ana —hoy plaza Italia—, se traslada a su ubicación actual, la del histórico local de la Avenida Grau, en el Centro Histórico de Lima. Pasada la guerra y sobrellevando los resultados, por ley de 1901 se señala que la educación universitaria peruana corresponde a la "Universidad Nacional Mayor de San Marcos" y a las menores DE Trujillo, Cuzco y Arequipa,  a las que se unió posteriormente la Universidad Católica y las escuelas técnicas.
En los inicios del siglo XX, activistas universitarios promovieron una reforma dentro de la Universidad de San Marcos; este esfuerzo trascendió los límites de la universidad y se convirtió en un reflejo de un gran movimiento social en el Perú La reforma universitaria planeaba el acceso a la educación de la clase media y popular, que hasta entonces tenía presencia minoritaria en San Marcos. Estos ideales iniciaron una larga tradición de activismo estudiantil en la universidad y alteraron el panorama político peruano. En 1909 los estudiantes de la Universidad de San Marcos tuvieron una activa participación en protestas contra los gobiernos dictatoriales peruanos. En 1916  se constituyó la Federación de Estudiantes del Perú (FEP), liderada principalmente por estudiantes de San Marcos. Las demandas del FEP incluían reformas universitarias como la actualización de los currículos, la remoción de profesorado no capacitado y la eliminación de la interferencia del gobierno peruano en la universidad. Durante el gobierno del presidente Augusto Leguía,  se reorganizó el sistema educativo universitario y se concedió la autonomía universitaria.
Desde la época virreinal hasta 1946 la universidad fue referida coloquialmente como Universidad de Lima, ése año se oficializa su denominación como Universidad Nacional Mayor de San Marcos, nombre que permanece hasta la actualidad. Entre los años de 1950 y 1960, la afluencia de mayor cantidad de alumnos de clase media en la Universidad de San Marcos llevó al gobierno a poner énfasis y crear áreas científicas y de investigación universitaria. En1951, como conmemoración de los 400 años de fundación de la Universidad de San Marcos, la universidad adquiere un nuevo terreno para construir la nueva "Ciudad Universitaria", en ella se inauguró ese mismo año el Estadio de la Universidad de San Marcos. Con motivo del cuatricentenario se realizó también una ceremonia que reunió a los rectores de las principales universidades iberoamericanas, quienes decidieron darle el título y reconocimiento de «Decana de América». A mediados de la década de 1960, por requerimiento de un espacio aún mayor, varias facultades de la universidad empezaron a trasladarse al terreno de la "Ciudad Universitaria", donde actualmente se ubican 17 de las 20 facultades de la universidad. Este nuevo campus se ubica en una zona que albergó complejos arqueológicos de la Cultura Maranga, los mismos que la universidad se esmeró en recuperar y proteger —como en el caso de la Huaca San Marcos—, luego de haber sido parcialmente destruidos durante la construcción de la Av. Venezuela en la década de 1940. En 1969 se introduce el sistema de organización por departamentos académicos —hoy escuelas académicas—. El 22 de septiembre de 1984 fue promulgado el actual estatuto de la universidad. Con cerca de 40.000 estudiantes y más de 4.000 docentes, la universidad ofrece estudios de pregrado en 62 áreas, maestrías en 77 y doctorados en 27, siendo hoy en día la mayor oferta académica del país. Cuenta actualmente con 20 facultades agrupadas en 6 bloques principales, sus departamentos académicos publican varias revistas especializadas y operan 3 importantes museos en Lima así como institutos de investigación. Según los criterios e indicadores de la UNESCO, la Universidad de San Marcos es la única universidad del Perú que cubre las diversas áreas del conocimiento tales como ciencias puras, ciencias humanas, ciencias histórico-sociales, ciencias de la salud, ciencias económico-empresariales y técnicas e ingenierías.
Actualmente, pese a las limitaciones de presupuesto en el sistema universitario peruano, la Universidad de San Marcos está considerada como la institución peruana de educación superior más importante y representativa por su «tradición, prestigio, calidad y selectividad de ingreso», siendo además calificada y reconocida como uno de los principales centros de investigación científica y social del Perú. Diferentes peruanos y latinoamericanos influyentes, pensadores, investigadores, científicos, políticos y escritores han salido de sus aulas; todos reconociendo y valorando el alto nivel de enseñanza y prestigio del que goza la universidad como principal ente educativo del país, así como destacando la activa e importante participación intelectual que tuvo la universidad y su alumnado a través de la historia del Perú. La Universidad de San Marcos ha sido referida muchas veces como un reflejo del Perú por haber manifestado y sido parte de las limitaciones y problemas que afectaron eventualmente al país, sin embargo, es reconocida la diversidad y preparación de su alumnado. Nobel a un peruano, siendo el escritor samarquino Mario Vargas Llosa el acreedor de esta distinción. Vargas Llosa es uno de los estudiantes más ilustres que ha tenido la Universidad de San Marcos, en tal sentido la universidad le otorgó el título de Doctor Premio Nobel, el 30 de marzo de 2011 en el marco de las celebraciones por el 460º aniversario de la universidad, la Universidad de San Marcos distinguió a Vargas Llosa con su máxima condecoración: la "Medalla de Honor Sanmarquina" en el grado de Gran Cruz, además creó una cátedra que lleva su nombre e inauguró una sala museo sobre el laureado escritor y sus años en su alma mater. La ceremonia se realizó en la histórica Casona de San Marcos y contó con la participación de destacados intelectuales sanmarquinos quienes también han sido compañeros, amigos y profesores de Vargas Llosa.
Sobre la importancia de la Universidad de San Marcos en la historia del Perú y América, el Libertador Simón Bolivar dijo el día que recibió el grado de Doctor Honoris Causa:
«Señores, al pisar los umbrales de este Santuario de las Ciencias yo me sentí sobrecogido de respeto y de temor y al verme ya en el seno mismo de los sabios varones de la célebre Universidad de San Marcos yo me veo humillado entre hombres envejecidos en las tareas de profundas y útiles meditaciones, y elevados con tanta justicia al alto rango que ocupan en el orbe científico. Desnudo de conocimiento y sin mérito alguno vuestra bondad me condecora gratuitamente con una distinción que es el término y la recompensa de años enteros de estudios continuos. [...] Señores: Yo marcaré para siempre este día tan hermoso de mi vida. Yo no olvidaré jamás que pertenezco a la sabia Academia de San Marcos. Yo procuraré acercarme a sus dignos miembros, y cuantos minutos me pertenezcan después de llenar los deberes a que estoy contraído por ahora, los emplearé en hacer esfuerzos para llegar si no a la cumbre de las ciencias en que vosotros os halláis, al menos en imitaros.»
Sobre la importancia de la Universidad de San Marcos, Mario Vargas Llosa, premio Nobel de Literatura 2010, dijo el día que fue condecorado por su alma mater:

«Los años sanmarquinos fueron para mí fundamentales desde el punto de vista intelectual, desde mi formación literaria y también desde mi formación cívica. Nunca me he arrepentido de haber ingresado a la Universidad de San Marcos y haber pasado aquí seis años. [...] San Marcos había sido a lo largo de su historia una institución inconforme, rebelde, donde se había soñado con un porvenir distinto para nuestro país. De esta universidad, no hay que olvidarlo, han salido las grandes figuras intelectuales del Perú, figuras que tanto en los dominios científicos como en las humanidades han representado la flor y nata de nuestro país. [...] San Marcos es una institución antigua, como decía Arguedas, la antigüedad es un valor, y pues uno de los valores peruanos es esta universidad, la más antigua de América, siempre un foco extraordinario de ciencia, de trabajo intelectual, de investigación, de creación, y también una institución que ha luchado incesantemente por la libertad, por un mundo mejor que el que tenemos, por un mundo de mayor igualdad, de mayores oportunidades, de mayor tolerancia, un mundo sin violencia, sin represión, un mundo que esté de alguna manera a la altura de las mejores cosas que ha dado a lo largo de la historia nuestro país.»

DANTE ALIGHIERI Y LA DIVINA COMEDIA

La Divina Comedia, es un poema escrito por Dante Alighieri. Se desconoce la fecha exacta en que fue escrito aunque las opiniones más reconocidas aseguran que el Infierno pudo ser compuesto entre 1304 y 1307 o 1308, el Pulgatorio de 1307 o 1308 a 1313 o 1314  y por último, el Paraíso  de 1313 o 1314 a 1321, fecha del fallecimiento del poeta. Libro más famoso de su autor, es una de las obras fundamentales de la transición del pensamiento medieval (teocentrista) al renacentista (antropocentrista). Es considerada la obra maestra de la literatura italiana y una de las cumbres de la literatura universal. Se considera por tanto que la redacción de la primera parte habría sido alternada con la redacción del Convivium y De Vulgari Eloquentia, mientras que De Monarchia pertenecería a la época de la segunda o tercera etapa, a la última de las cuales hay que atribuir sin duda la de dos obras de menor empeño: la Cuestión del agua y la tierra y las doséglogas escritas en respuesta a sendos poemas de Giovanni del Virgilio.
Dante Alighieri llamó sencillamente Commedia a su libro, pues, de acuerdo con el esquema clásico, no podía ser una tragedia, ya que su final es feliz. Fue Boccaccio quién añadió el adjetivo "divina" durante la época en la que se encargó de leerla y comentarla públicamente por diferentes ciudades italianas. El libro suele presentarse actualmente con un gran cuerpo de notas que ayudan a entender quiénes eran los personajes mencionados. Estos comentarios incluyen interpretaciones de las alegorías o significados místicos que contendría el texto, que otros prefieren leer como un relato literal. Esta tendencia se acentuó en el siglo XX entre los exégetas y críticos de la Divina comedia, muchos de los cuales sostienen que Dante narró una historia en el mundo material de ultratumba tal como se lo concebía en su tiempo. Miguel Asín Palacios, por otra parte, destacó la importancia de la escatología musulmana en la estructura del Infierno dantesco.
La Divina Comedia se considera una de las obras maestras de la literatura italiana y universal. Numerosos artistas de todos los tiempos crearon ilustraciones sobre ella; destacan entre ellas las de Botticelli, Gustave Doré, Dalí, William Adolphe Bouguereau y recientemente Miguel Barceló. Dante Alighieri la escribió en dialecto toscano matriz del italiano actual el cual se usó entre los siglos XI y XII.

Dante Alighieri  inicia la composición de La Divina Comedia, en 1307, año en que fue desterrado de Florencia por problemas políticos. Dicha composición se prolongó hasta 1319; prácticamente, doce años se dedicó Dante a escribir esta obra, de allí que Jorge Luis Borges haya considerado a esta epopeya religiosa como la obra más perfecta de la humanidad.

El primer punto que debemos destacar es el carácter alegórico de la composición. Por ejemplo la presencia del número 3, que simboliza la Santísima Trinidad (tres son los reinos que visita Dante, tres las fieras que se aparecen en la Selva oscura, tres los rostros de Lucifer, la estrofa utilizada es el terceto) Otro punto que debemos señalar es la finalidad religiosa de la obra:  Dante escribe La Divina Comedia para inducir a la humanidad a apartarse del pecado y optar por el camino de la virtud, el fin trascendental de esta epopeya es orientar a los cristianos para conducirlos por el camino del bien.

En la obra, Dante finge hacer un viaje imaginario, que se inicia la noche del viernes santo del 8 de abril de 1300 (cuando el poeta tiene 35 años), comenzando su peregrinación por el infierno, el Purgatorio y el Paraíso.

El Infierno.- Tiene el poeta 35 años cuando finge encontrarse perdido en medio de una selva oscura (pecado), llena de tupidos árboles que le hacen perder la ruta, aquella de la virtud y la fe. El primer terceto con que se inicia la obra es el siguiente:

“En medio del camino de la vida.
errante me encontré por selva oscura,
en que la recta vía  era perdida” .

Después  de muchas horas de angustia, ve a lo lejos la primera luz del alba sobre una colina cercana que representa la vida virtuosa. Se dirige hacia ella, pero le obstruyen el camino tres bestias feroces, un león (soberbia), una loba (avaricia) y una pantera (lujuria). Estos vicios le impiden al hombre salir del pecado y tomar el camino de la virtud. Sin embargo, se le presenta la sombra de Virgilio (enviado por Beatriz), el poeta latino que simboliza la razón humana, y le comunica que le va a servir de guía, pero que para salir de esta selva oscura (pecado), primero tiene que atravesar el infierno, después el purgatorio para finalmente llegar al paraíso. Y es así como inician su viaje por los reinos de ultratumba. El primer reino que visitan es el infierno, que Dante imagina como un inmenso cono invertido, que va desde la superficie del hemisferio septentrional hasta tocar con el vértice del centro de la tierra donde se encuentra  Lucifer. Al ingresar Dante al infierno, lee sobre las puertas de este primer reino la siguiente inscripción:

“Por mí, se va a la ciudad doliente
por mí se va al eterno tormento:
por mí se va tras la pérdida gente”

El infierno consta de un ante infierno y posteriormente de 9 círculos; el primero de ellos es el limbo, en los cuatro siguientes se castigan a los incontinentes (lujuriosos, golosos; avaros y pródigos; iracundos, indolentes, soberbios y envidiosos). Al otro lado de la laguna del Estigia, se encuentra la ciudad del Dite, donde son castigados los maliciosos (herejes, violentos, fraudulentos y traidores) en los siguientes cuatro círculos del infierno y en el centro de la tierra se encuentra Lucifer, considerado el más grande traidor de la historia. 
1. Ante infierno
Llamado “el vestíbulo de los cobardes”. Aquí se encuentran los cobardes; aquellas personas que no se dignaron a hacer el bien ni tampoco el mal. Los cobardes están condenados a correr eternamente tras una bandera que no tiene ningún significado, hostigados incesantemente por tábanos y avispas. Atravesando el ante-infierno, Dante llega a orillas del Aqueronte (alimentado por las lágrimas del género humano). Para cruzar este río, solicitan los servicios de Caronte, “el barquero de la muerte”, que transporta a las almas pecadoras a la otra orilla del Aqueronte.

2. Círculo Primero: Limbo
Después de atravesar el Aqueronte, Dante se encuentra en el primer círculo del infierno, el Limbo, donde se hallan los muertos sin bautismo (uno de ellos es Virgilio). No son sometidos a ninguna pena material; pero están privados eternamente de la Beatitud.

3. Círculo Segundo: Lujuriosos
En el umbral del segundo círculo está Minos, juez infernal, que escucha la confesión de las almas pecadoras y señala el círculo a donde irán a parar, de acuerdo al pecado cometido, envolviendo la cola a su cuerpo cuantas veces sean los círculos que debe descender el alma penitente. Minos quiere impedir el ingreso a Dante, pero Virgilio le advierte que el poeta es enviado por mandato divino.
 Entre los lujuriosos que observa Dante están Cleopatra, Helena, Dido, Aquiles, Paris y Tristán. Ellos son empujados por un viento impetuoso de aquí para allá; representación magistral del instinto que domina y arrastra la voluntad del hombre, haciéndoles perder todo dominio sobre sí mismos. Este viento los empuja y revuelve; percutiéndolos unos contra otros.

4. Círculo Tercero: Golosos
El guardián del tercer círculo es Cerbero, el perro de las tres fauces siempre hambrientas. El pecado que se castiga en este tercer círculo es la gula (exceso en el comer y beber). Los golosos están condenados a engullir por toda la eternidad una mixtura repugnante, formada por la lluvia negra que ellos reciben y el fango producido por la tierra.

5. Círculo Cuarto: Avaros y Pródigos
El guardián del cuarto círculo es Plutón, quien al divisar a Dante, intenta con vano esfuerzo detenerlo. Los avaros y los pródigos durante la vida no pensaron sino en acumular dinero los unos y en gastarlo desordenadamente los otros, ahora ambos están condenados a empujarse recíprocamente enormes pesos con el pecho, gritando cada uno de ellos: “¿por qué agarras?”, “¿por qué sueltas?".

6. Círculo Quinto: Iracundos e Indolentes, Soberbios y Envidiosos
La laguna de Estigia que circunda la ciudad de Dite a modo de defensa, es el lugar de pena reservado a los iracundos, que, continuamente, se golpean a sí mismos ensangrentándose, y a los indolentes que, como en la vida fueron contrarios a todo trabajo útil, tristes y tediosos, así ahora no hacen más que suspirar bajo aguas de la laguna. Más allá, cerca de la ciudad de Dite, se encuentran los soberbios y los envidiosos, cuyos castigos son parecidos a aquellos de los iracundos. Posteriormente Dante y Virgilio cruzan la laguna Estigia gracias el barquero Flegias. Llegan a las puertas de la ciudad de Dite, las cuales son abiertas por un ángel de Dios.

7. Círculo Sexto: Herejes
Una vez en la ciudad de Dite, Dante y Virgilio contemplan el sexto círculo donde son castigados los herejes, quienes están dentro de sepulcros ardientes, con las tapas levantadas, formando una corona de fuego alrededor de las murallas internas de la ciudad.

8. Círculo Séptimo: Violentos
 El guardián del séptimo círculo es el Minotauro, monstruo con cuerpo humano y cabeza de toro. Este séptimo círculo está dividido en tres jirones. En el primer jirón, se encuentran los violentos contra el prójimo (homicidas, devastadores de países, corsarios y ladrones de caminos), quienes se hallan sumergidos en el Flegelonte, río de sangre hirviente, vigilados y flechados por los centauros. En el segundo jirón, se encuentran los violentos contra sí mismos (suicidas) quienes están convertidos en árboles que son mordidos por negras perras hambrientas, provocándoles agudos gritos de dolor. En el tercer jirón se encuentran los violentos contra Dios (blasfemadores), quienes son expuestos a una continua lluvia de fuego.

9. Círculo Octavo: Fraudulentos
El guardián del octavo círculo es Gerión, verdadera imagen del fraudulento; tiene la cara de hombre justo y honesto pero el cuerpo de serpiente. El octavo círculo está divido en diez fosas concéntricas, llamadas “Bolges” o sacos, donde son castigados los fraudulentos.

10. Círculo Noveno: Traidores
En el noveno se encuentran aquellos  que despreciaron el calor del cariño: los traidores. Este círculo está divido en cuatro fosas:
a) Fosa Caína, donde se encuentran los que traicionaron a su sangre (parientes), quienes están congelados desde los pies a la cabeza en la laguna Cocito.
b) Fosa Antenora, donde están los traidores a la patria, quienes también se hallan congelados de los pies a la cabeza.
c) Fosa Tolomea, que alberga a los traidores a la amistad, los cuales, al  igual que los anteriores pecadores, también están sumergidos en el cocito.
d) Fosa Judeca, en donde se encuentran los traidores a su amo y señor. En el centro de esta fosa se encuentra Lucifer, quien tiene la mayor parte del cuerpo congelado; en vez de brazos tiene alas de murciélago, su cabeza tiene tres rostros: uno de  color rojo, que representa el odio, en el cual mastica la cabeza de judas; el otro color amarillo, que representa la impotencia, en donde mastica el cuerpo de Bruto, y un último, color negro, que representa la ignorancia, en el cual mastica el cuerpo de Casio.

Cuando Dante observa a Lucifer no puede soportar tan horrible espectáculo y está a punto de desfallecer, Virgilio aprovecha que Lucifer extiende las alas para cruzar hacia el otro lado. A lo lejos, distinguen una montaña que emerge sobre el mar, representación alegórica del purgatorio.

Debe tenerse en cuenta que el recorrido de Dante por el infierno es en forma descendente, desde el pecado más leve hasta el pecado más grave, simbolización magistral de la degradación del hombre.
El Pulgatorio.-  Dante y Virgilio han logrado salir de las entrañas del infierno y ahora contemplan el Purgatorio, reino que Dante coloca en una isla situada en las antípodas de Jerusalén.
Una isla en forma de montaña, en la cual se pueden distinguir los círculos o colinas de los pecadores, en donde las almas penitentes purifican sus espíritus a través del arrepentimiento. Este segundo reino está también dividido como el infierno en nueve partes: Antepurgatorio, los siete círculos y el Paraíso terrenal. El guardián del Purgatorio es Marco Poncio Catón.

1. Antepurgatorio.- El primer lugar que Dante y Virgilio visitan es el antepurgatorio, donde las almas llegan en una barca impulsada por el ángel Nauta que viene desde el Tíber. Las almas del Antepurgatorio pertenecen a aquellos que se arrepintieron del pecado a última hora y su castigo consiste en tener que quedarse esperando al pie del Monte por un tiempo más o menos largo. Después de haber atravesado el Antepurgatorio, Dante y Virgilio se encuentran ante la Puerta del Purgatorio, delante de esta puerta el poeta observa tres escalones que representan los grados teologales de la penitencia, el primero de mármol blanco (arrepentimiento), el segundo, color rosa (confesión) y el tercero, color rojo vivo (el ardor de la caridad y el amor después de la confesión). Sobre el tercer escalón, está sentado el Ángel Portero delante del cual Dante, postrándose y golpeándose el pecho, pide misericordia para que le abra la puerta. Al ingresar al Purgatorio, un ángel dibuja en la frente de Dante siete letras “p” (siete pecados capitales).

2.    Círculo primero: Soberbios
3.    Círculo segundo: Envidiosos
4.    Círculo Tercero: Iracundos
5.    Círculo Cuarto: Perezosos
6.    Círculo Quinto: Avaros y Pródigos
7.    Círculo Sexto: Golosos
8.    Círculo Séptimo: Lujuriosos
9.    Paraíso Terrenal

El Paraiso.- Dante imagina el Paraíso según el sistema cósmico de Ptolomeo, con un planeta al centro y nueve planetas más girando a su alrededor.
Dante, junto a Beatriz, va a visitar estos nueve planetas o cielos, en los cuales habitan los ángeles de Dios, quienes gozan de la paz y beatitud que le otorga el Creador. Los diez planetas que visita Dante son los siguientes:

1.    Primer Planeta: Luna. 
2.    Segundo Planeta: Mercurio.
3.    Tercer Planeta: Venus.
4.    Cuarto Planeta: Sol.
5.    Quinto Planeta: Marte.
6.    Sexto Planeta: Júpiter.
7.    Séptimo Planeta: Saturno.
8.    Octavo Planeta: Cielo Estelar
9.    Noveno Planeta: Cristalino (Aquí Beatriz lo abandona y acude en su ayuda San Bernardo, quien lo guía al Empíreo).
10.    Décimo Planeta: Empíreo.

Cabe señalar que el objeto de esta obra fue el inducir a la humanidad a meditar más seriamente sobre el pecado y sobre el modo de librarse de él, a fin de poder gozar de la paz del alma en la tierra y ser digno de la beatitud en el cielo. Este epopeya fue denominada “Comedia” por su autor, porque, como en las comedias, todo llega a feliz término: el encuentro de Dante con Beatriz, y posteriormente, con Dios.


miércoles, 19 de marzo de 2014

HISTORIA DEL CEMENTERIO PRESBITERO MATIAS MAESTRO

El  Cementerio Museo General "Presbítero Matías Maestro" es un monumento histórico ubicado en los  Barrios Altos (Cercado de Lima), ciudad de Lima,  capital del Perú. Inaugurado el 31 de mayo de 1808, fue el primer panteón de la ciudad ya que anteriormente los entierros se realizaban en alguna de las distintas iglesias. Fue bautizado en honor de su diseñador, el sacerdote Matías Maestro. Sus 766 mausoleos y 92 monumentos históricos de la más refinada arquitectura de los siglos XIX y XX guardan los restos de hombres y mujeres que se encargaron de escribir la historia del Perú. Más que un camposanto, el Presbítero Maestro es considerado un testimonio viviente del pasado y presente de la República Peruana.
El cementerio alberga tumbas de varios personajes históricos del Perú además del mausoleo erigido en honor de los héroes de la Guerra del Pacífico. El Cementerio General "Presbítero Matías Maestro" fue inaugurado en 1808 por el virrey José Fernando de Abascal, bajo la dirección del arquitecto, escultor y pintor vasco Matías Maestro   y constituyó el primer cementerio de carácter civil en América. Ante la oposición de la población que estaba acostumbrada a enterrar sus muertos en el atrio o bajo las iglesias y conventos en criptas o catacumbas, fue uno de los espacios más hermosos de la antigua ciudad de Lima.  En el interior se encuentran lápidas, monumentos y mausoleos de familias acomodadas y de héroes nacionales adornadas con esculturas de mármol.
Uno de los símbolos más claros de la llegada de las nuevas ideas y de la paulatina imposición del estilo neoclásico fue la construcción del Cementerio General de Lima, las intervenciones arquitectónicas de Matías Maestro no fueron muy numerosas debido a la crisis económica generalizada que atravesaba el virreinato. En este campo, la realización mayor de Maestro fue la traza del nuevo Cementerio General de Lima, que hoy lleva su nombre. Se inauguró en 1808, pese a la gran oposición que suscitó entre la población, acostumbrada a enterrar sus muertos en las criptas de las iglesias.
El cementerio se ejecutó con esmero, dentro de los lineamientos del nuevo estilo: simetría, irradiación de los nuevos cuarteles, capillas, parques, avenida trazadas ordenada y claramente. Para este cementerio fue diseñada una interesante capilla de planta octogonal, posteriormente derruida, que solo conocemos a través de grabados de época. Su interior estuvo decorado con murales de José del Pozo, pintor sevillano llegado con la expedición de Malaspina que se afincó en Lima y se convirtió en cercano colaborador del clérigo Maestro.
La inauguración de este camposanto está marcada por una anécdota. Algo macabra tal vez, pero anécdota al fin y al cabo. "El primer entierro que iba a llevarse a cabo en el Presbítero Maestro debía ser el del arzobispo español Juan Domingo Gonzales de la Reguera. Un día antes, mientras realizaba los trabajos finales para la inauguración, un pintor llamado Francisco Acosta tuvo un accidente y murió en el cementerio. Él debió ser enterrado ahí, pero las autoridades decidieron esconder el cuerpo hasta que se enterrara el del Arzobispo. Una vez realizado el primer sepelio, ya se pudo dar cristiana sepultura a Acosta" cuenta el historiador José Bocanegra, responsable de las visitas nocturnas que la Beneficencia realiza al cementerio el último jueves de cada mes.
Si hay lugares capaces de crear y alimentar leyendas y mitos urbanos, esos son los cementerios. La mezcla de miedo, fe y superstición genera historias que con el paso del tiempo llegan a enquistarse dentro del imaginario colectivo.
Ese es, por ejemplo, el origen de la devoción a María de la Cruz, una mujer que vivió en el barrio de San Juan de Dios y a quien la creencia popular convirtió en una santa. María de la Cruz fue sepultada en el Presbítero Maestro en 1810, su tumba es la más antigua de todas las que se conservan y alrededor de ella es habitual encontrar flores, velas, ofrendas o peticiones de fieles devotos que van a confesar sus pecados, expiar sus culpas o buscar la ayuda milagrosa.
Pero así como muchos acuden hasta allá buscando la ayuda divina, otros recorren sus cuarteles para sellar una alianza con el 'poder maligno'. El Presbítero Maestro es el lugar favorito de brujos y chamanes para invocar a supuestas fuerzas oscuras y practicar la magia negra en sus rincones más desolados.
Así como esas, divinas o paganas, reales o imaginarias, de jolgorios y penas, son muchas las historias que se tejen alrededor de sus intrincados pasadizos. Y todas ellas permanecen guardadas celosamente entre las cuatro paredes de este gigantesco y bicentenario camposanto.
Actualmente, con la gestión realizada por la Universidad Ricardo Palma, la Comisión de Investigación y Reorganización de la Beneficencia de Lima, el Lic. Dante Mendieta Flores Asesor de la Ministra de la Mujer Virginia Borra y el Lic. Alfonso Castrillon vienen impulsando la recuperación del cementerio, en primer lugar las jornadas de tomas de inventarios con los estudiantes de la Universidad Ricardo Palma y la Universidad Agraria y su posterior financiamiento para la conservación de las esculturas de los personajes ilustres.
En la madrugada del domingo 4 de noviembre de 1917, José Carlos Mariátegui  junto a otras personas, entre ellas la bailarina rusa Norka Rouskaya provocaron un escándalo, dado que Rouskaya bailó semidesnuda en la avenida principal entre velas y violines la Marcha fúnebre de Fréderic Chopin..
En este lugar hay obras del español Damián Campeny y de los franceses Louis Ernet Barrias, Émile Robert y Antonin Mercie (estos dos últimos trabajaron en la Cripta de los Héroes). Se puede observar, además, el talento de los italianos Ulderico Tenderini, Giovanni Battista Cevasco, Pietro Costa y Rinaldo Rinaldi, todos muy reconocidos en el medio artístico de su época. Asimismo, es posible apreciar trabajos de destacados escultores peruanos de mediados del siglo XX, como el monumento fúnebre a Sánchez Cerro, de Romano Espinoza; las esculturas de bronce del mausoleo de Óscar R. Benavides, de Luis Agurto; el mausoleo de Eloy G. Ureta, de Artemio Ocaña; el ángel del monumento fúnebre a Francisco Graña, de Aldo Rossi; y el mausoleo del Pastor Fry, de Eduardo Gastelú.
Presidentes.-  José de la Riva Agüero y Sánchez Boquete (primer presidente (mausoleo), José Bernardo de Tagle, IV marqués de Torre Tagle, José La Mar (mausoleo), Agustín Gamarra( mausoleo), Manuel Salazar y Baquijano, IV conde de Vistaflorida (mausoleo), Felipe Santiago Salaverry del Solar (mausoleo), Juan Crisostomo Torrico (mausoleo), Domingo Elias, Juan Antonio Pezet, Ramón Castilla  (mausoleo), Rufino Echenique, José Balta, Miguel de San Román, Manuel Prado y Lavalle  (mausoleo), Maruiano Ignacio Prado (mausoleo), Nicolás de Piérola (mausoleo), Manuel Candamo (mausoleo), José Pardo y Barreda, Guillermo Billinghhurst (mausoleo), Augusto B. Leguia ( mausoleo), Luis Miguel Sánchez Cerro (mausoleo), Oscar R. Benavides (mausoleo), Manuel prado y Ugarteche  (mausoleo).
Personalidades.- José de la Riva Agüero y Osma, VI marqués de Montealegre de Aulestia (Mausoleo de la Familia Riva Agüero), Baron Clemente de Althaus,  militar, Javier Díaz Canseco, que falleció en 4 de mayo de 2013 ,sus restos fueron cremados y entierro en una Capilla Familiar. Carlos Hayre Compositor/Guitarrista, Víctor Larco Herrera, Antonio Raimondi  (1824–1890) Enterrado en mausoleo (Científico), Daniel Alcides Carrión, enterrado en mausoleo (Mártir de la medicina), Manuel González Prada, Ricardo Palma, Abraham Valdelomar, Felipe Pinglo Alva, Francisco José Eguiguren Escudero, José Carlos Mariátegui, Henry Meiggs,   José Santos Chocano, único enterrado de pie, Rosa Merino, Edgardo Seoane, Matias Maestro, Manuel  Bonilla, niño héroe de la Batalla de Miraflores, Eduardo de Habich, Micaela Villegas "La Perricholi", Alfredo Rodriguez Ballón, Domingo Elias, Michele Trefogli, Enterrado en mausoleo Trefogli, Anita Fernandini de Naranjo, Francisco Lazo, Manuel Piqueras Cotoli, Pio Tristán, último virrey del Perú, Alejandro Villanueva, futbolista en ídolo de Alianza Lima, Victoria Tristán de Echenique, Eduardo Carrasco Toro, Diego Mazquiarán “Fortuna”, Luis a Flores político líder de la Unión Revolucionaria.
Cripta de los Héroes.- En el primer nivel inferior se inhumaron restos en 234 nichos repartidos en todo su contorno perteneciente a los Defensores de las diferente batallas. En su parte central aparece el Sarcófago del Mariscal Andrés Avelino Cáceres..
Asimismo se encuentran cinco osarios los cuales contienen restos de combatientes anónimos hallados en los campos de batalla de Tarapacá y Angamos, Tacna y Arica, San Juan, Chorrillos y el distrito de Miraflores, Huamachuco  y San Pablo.
 En el segundo nivel inferior se encuentran los siguientes héroes: Elias Aguirre, Gregorio Albarracin, Aurelio García y Garcia, Carlos Arrieta, Luis Germán Astete, Domingo Ayarza, Melitón Carvajal, Ladislao Espinar, Víctor Fajardo, Juan Fanning, Diuego Ferre, Alfredo Maldonado, Buenaventura Mendoza, Juan Guilleromo More, Enrique Palacios de Mendiburu, Leoncio  Prado, Isaac Recavarren, Pedro Ruiz Gallo, Francisco de Paula Secada  (Coronel Armada Peruana, Comandante en Jefe del Ejército del Centro), Pedro Silva Gil, Belisario Suárez, Alfonso Ugarte, Ramón Vargas
Machuca, Manuel Villavicencio Freyre, Ramón Zavala Suárez, Buenaventura Aguirre, Juan Bautista Zubiaga, Francisco Bolognesi (Coronel del Ejército Peruano), Ignacio Mariátegui y Tellería (Contralmirante Armada Peruana), Narciso de la Colina Rubí (Comandante en jefe del Reducto Nº3), Miguel Graú Seminario (1834–1879) (Almirante), Camilo N. Carrillo Martínez, Miguel Emilio Luna. Además 40 nichos con 31 restos inhumados..
Combates y batallas relacionadas.- Asimismo 16 Placas de Mármol de los Combates y Batallas libradas durante la Guerra entre 1879 y 1883 y en cada una de ellas los nombres de los combatientes más destacados conforme al siguiente detalle:
Campaña Naval: Combate Naval de Iquique, Combate Naval de Antofagasta, Acciones en el Callao, Combate de Angamos, Combate de Angamos Monitor Huáscar.
Campañas del Sur.- Combate de Pisagua, Combate de Pampa Germania, Batalla de Tarapacá, Batalla de Tacna (Alto de la Alianza), Batalla de Arica.
Campañas de Lima.- Batalla de San Juan, Batalla de Miraflores:
Campaña de la Breña: Combate de Sangrar, Combate de Pucará, Combate de Sierralumi, Combate de Sicaya, Combate de Sicaya, Batalla de Chupaca-Capato, Combate de Huaripampa, Combate de Antoshipampa, Combate de Marcavalle, Pucará y Concepción, Batalla de San Pablo, Combate de San Juan Cruz, Batalla de Huamachuco.
Iniciativas Ciudadanas.- Con la finalidad de dar a conocer la historia y arte del Cementerio Presbítero Matías Maestro, y de destacar la importancia de su protección y conservación como espacio de recreación histórica, artística y cultural, se han dado diversas iniciativas ciudadanas; entre ellas está la del Colectivo Cultural Amigos del Presbitero Maestro, dirigida por el historiador del arte Eduardo Vásquez Relyz, y cuya labor se ha centrado en construir una imagen del Presbítero Maestro como fuente inagotable de creación de arte y manifestaciones populares, donde historiadores, literatos, fotógrafos y demás cultores de las artes visuales, pudieran embeberse de inspiración y producir nuevos trabajos tanto materiales como audiovisuales. Como parte de su labor difusora, han elaborado un aproximado de veinte videos sobre las diversas personalidades que descansan en el Cementerio Presbítero Maestro.


POZO SANTO

En una extensa llanura yerma, en la convergencia de los kilómetros 256 y 257, a escasos metros de la carretera panamericana sur, en el departamento de Ica, se encuentra Pozo Santo, un lugar muy visitado por los muchísimos viajeros que hacen un alto en si trajinar cotidiano para admirar el Santuario y conocer  la maravillosa obra  realizada por Fray Ramón Rojas, conocido con el seudónimo de Padre Guatemala.
En ese ardiente médano de leve inclinación, actualmente existe una capilla conteniendo algunos vestigios del santo guatemalteco.
Exteriormente estaba rodeada por palmeras, huarangos, pacaes y eucaliptos que en cierta forma engalanan el árido paisaje.
En el frontis del pequeño Templo se halla el milagroso pozo, casi a flor de tierra, protegido por unas losetas y con una cubierta de cemento, discurriendo el agua por una cañería subterránea que al final tiene una llave por donde el caminante puede obtener una refrescante agua, que según dicen es bendita.
Los conocedores de la vida y obra caritativa del Padre Guatemala dicen que fue muy afectuoso con todos sin distingo económico ni social.
En uno de esos viajes que hizo a pie entre Ica, Pisco y Chincha, es cuando realizo el milagro de encontrar agua en este ardiente desierto.
Todo sucedió después de una solemne misa ofrecida por el religioso en el templo de Jesús María en la ciudad iqueña, cuando de improviso decidió viajar a Pisco. Los entristecidos fieles pensaron que se iba para no volver. Hubo cierto descontento  y muchísimas protestas por tal decisión. Numerosas personas se ofrecieron a acompañarlo, quien lo acepto con mucha bondad.
A las tres de la mañana del día siguiente, se inició el ansiado viaje: todavía estaba oscuro el firmamento, al parecer las estrellas se habían escondido.
Hombres y mujeres de todas las edades, imbuidos de incomparable fe religiosa, se pusieron  a caminar presurosos  de Ica con dirección a Pisco.
El entusiasmo era grande, la muchedumbre, cual importante ejército sin armas avanzaba alentada por la brisa marina: la mañana se tornaba clarividente, el límpido cielo azul presagiaba que el Sol pronto irradiaría sus ardientes rayos sobre la enfervorizada multitud.
Cuando los cansados feligreses, liderados por el sacerdote, habían recorrido gran parte de la desértica vía, los niños sintieron los primeros estragos de hambre y sed, porque a sus progenitores  no les quedaban muchas provisiones; el candente desierto y los incipientes rayos solares cundían el desconcierto general.
Ante este grave problema, el Padre Guatemala los asistía con panes, galletas y bizcochos que llevaba.
Llego el momento donde los sedientos párvulos se desesperaron, las protestas se multiplicaron, caldeando los ánimos. Fue precisamente en ese instante cuando el representante de Dios hizo un alto en un lugar donde hoy está ubicada la capilla para arrodillarse, levantar  los brazos y mirar al firmamento  con el fin de  pedir al Señor solucionar el delicado problema, de inmediato se puso e escarbar con sus manos  el ardiente suelo. Ante el estupor de la muchedumbre el agua comenzó a brotar clara y fresca para alegría de todos.
Ante este sorprendente hallazgo la masa humana se postro de rodillas con profunda devoción dando gracias a Dios y al Padre Guatemala por haberlos salvado de una muerte segura.

Conseguida esa gracia divina, il infatigable fraile manifestó: A este pocito que bendigo nunca le faltara agua. Porque es un verdadero milagro concedido por Nuestro Redentor a seres necesitado”.