sábado, 8 de marzo de 2014

HISTORIA DEL LOS CARNAVALES



Según historiadores, los orígenes del Carnaval, se remontan a las antiguas Egipto y Sumeria de hace unos 5.000 años. Se basaba en la veneración de alguna divinidad. Suele durar unos 3 días en que la gente se disfraza.

El carnaval es una celebración que tiene lugar inmediatamente antes de la cuaresma cristiana, con fecha variable (entre febrero y marzo según el año), y que combina algunos elementos como disfraces, desfiles, y fiestas en la calle. Por extensión se llaman así algunas fiestas similares en cualquier época del año. A pesar de las grandes diferencias que su celebración presenta en el mundo, su característica común es la de ser un período de permisividad y cierto descontrol.
En la noche del Carnaval todo vale y dice la leyenda que por eso se ponen máscaras.
El origen de su celebración parece probable de las fiestas paganas, como las que se realizaban en honor a Baco, el dios del vino, las saturnales y las lupercales romanas, o las que se realizaban en honor del toro Apis en Egipto. Según algunos historiadores, los orígenes de esta festividad se remontan a las antiguas Sumeria y Egipto, hace más de 5000 años, con celebraciones muy parecidas en la época del Imperio Romano, desde donde se expandió la costumbre por Europa, siendo llevado a América por los navegantes españoles y portugueses a partir del siglo XV.
El carnaval está asociado principalmente con los países de tradición católica, y en menor medida con los cristianos ortodoxos orientales; las culturas protestantes usualmente no celebran el carnaval o tienen tradiciones modificadas, como el carnaval danés.
Según el libro Guinness de los récords, la celebración del carnaval más grande del mundo es la de Río de Janeiro;1 y la mayor agrupación carnavalesca (comparsa), Galo da Madrugada de la ciudad de Recife, sitio de otro carnaval muy importante. Otros carnavales internacionalmente famosos son los de Santa Cruz de Tenerife y Cádiz en España, Colonia en Alemania, Oruro en Bolivia, Venecia en Italia, carnaval de Barranquilla y el Pasto en Colombia, Veracruz y Mazatlán en México. Los más largos son el Montevideo, que se extiende por 41 días y los de Gualeguay y Gualeguaychú en Entre Ríos, Argentina, ya que duran desde el primer fin de semana de enero hasta el primer fin de de semana de marzo. Los carnavales de La Habana y Santiago de Cuba en Cuba han gozado de igual reputación internacional, comparándoseles con los de Río Janeiro durante la época republicana (1902-1959).
Los etnólogos encuentran en el carnaval elementos supervivientes de antiguas fiestas y culturas, como la fiesta de invierno (Saturnalia), las celebraciones dionisíacas griegas y romanas (Bacanales), las fiestas andinas prehispánicas y las culturas afroamericanas. Algunos autores consideran que para la sociedad rural, fuertemente estructurada por el cristianismo, el tiempo de «carnestolendas» ofrecía mascaradas rituales de raíz pagana y un lapso de permisividad que se oponía a la represión de la sexualidad y a la severa formalidad litúrgica de la Cuaresma.
Etimología.- A comienzos de la Edad Media la Iglesia Católica propuso una etimología de carnaval: del latín vulgar carne-levare, que significa 'abandonar la carne' (lo cual justamente era la prescripción obligatoria para todo el pueblo durante todos los viernes de la Cuaresma).
Posteriormente surgió otra etimología que es la que actualmente se maneja en el ámbito popular: la palabra italiana carnevale, que significaba la época durante la que se podía comer.
Pero a fines del siglo XX varios autores comenzaron a sospechar el origen pagano del nombre. Carna es la diosa Celta de las habas y el tocino. También estaría conectada con fiestas indoeuropeas, dedicadas al dios Karna (que en el Mahabhárata aparece como un ser humano, hermano mayor de los Pándavas, hijo del dios del Sol y la reina Kuntí).
Actualmente el carnaval se ha convertido en una fiesta popular de carácter lúdico. El término «Carnaval» se aplica también a otros tipos de festividades que no están situadas en el tiempo de las carnestolentas (tiempo previo a la cuaresma), pero que comparten elementos similares, tales como los desfiles de las comparsas
En España el carnaval se celebra en multitud de pueblos y ciudades, en especial en Canarias y en Andalucía. Los considerados como los más famosos carnavales que se celebran en el país son: El Carnaval de Santa Cruz de Tenerife (Canarias) considerado de hecho el segundo carnaval más popular y conocido internacionalmente, después de los que se celebran en Río de Janeiro (Brasil) y otro también importante es el Carnaval de Cádiz (en Andalucía). Estos dos carnavales son los únicos carnavales españoles en tener la categoría de Fiesta de Interés Turístico Internacional.

El carnaval en la era cristiana.- El Jueves graso (Jueves Lardero) o de carnaval se suele celebrar una semana antes del Miércoles de Ceniza (46 días antes de Pascua de Resurrección), dependiendo de dónde se celebre.

Carnaval de Cádiz.- El Carnaval de Cádiz es uno de los más famosos de España y del mundo, por lo que ha sido reconocido (conjuntamente con el Carnaval de Santa Cruz de Tenerife) como de Interés Turístico Internacional.  Respecto a los orígenes del Carnaval los estudiosos remiten hasta precedentes de distintas civilizaciones que, sin usar el mismo concepto de la fiesta, han manejado objetos y utensilios similares a los que se usan en Carnaval, y recuerdan el origen remoto que pueden suponer las bacanales (fiestas en honor de Baco), las saturnales (al Dios Saturno) y lupercales (al Dios Pan), celebraciones que se conocieron tanto en la antigua Grecia como en la Roma clásica.

Sevilla y Cádiz) como de la vecina Portugal. En la ciudad se ha creado un museo que recoge las costumbres y tradiciones del carnaval isleño.

Perú El carnaval en el Perú tiene dos connotaciones, la primera es la de «fiesta folclórica» y la otra es la de «juegos con agua y pintura». En la mayoría de los casos ambas se conjugan en una sola celebración.

Los juegos con agua y pintura inician en el mes de febrero en todo el Perú y se prolongan por todo el mes; las fiestas folclóricas en cambio se inician por lo general unos días antes del miércoles de ceniza, aunque en el caso del carnaval chico de la ciudad de Juliaca (también llamada «kashwa de San Sebastían»), ésta se celebra en enero. Lo más común es que las fiestas folclóricas del carnaval giren en torno al miércoles de ceniza, pudiendo ser días antes o días después, o ambos, según el pueblo o ciudad que los celebre. En el caso de las fiestas folclóricas, en las zonas rurales y las ciudades de influencia quechua y aymara, van acompañadas de ritos a la pachamama o a imágenes católicas.

En el Perú, por lo menos 6 celebraciones del carnaval han sido proclamadas como Patrimonio cultural de la Nación y estas son: el carnaval ayacuchano, el carnaval del pueblo de Santiago de Pupuja en el departamento de Puno, el carnaval de San Pablo en la provincia de Canchis (Cusco), el carnaval de Abancay , el carnaval de Marco en la región Junín.  

Carnavales los de antes, señalan siempre memoriosos testigos de cómo este tradicional y divertido juego se efectuaba en la Lima de antaño (con bailes de disfraces y batallas con flores y chisguetes de agua perfumada), y hoy asisten espantados a una serie de actos violentos que desdicen mucho de la cultura y la decencia de la población.  Desmanes y ataques con agua sucia y pintura a gente que lo único que hace es pasar inocente y tranquilamente por algún barrio donde se “juega” carnaval, son el pan de cada día los domingos de febrero en nuestra capital, y aunque se han anunciado sanciones, el vandalismo y la agresión continúan a vista y paciencia de serenazgos y policías.

Transitar por el centro de Lima y querer avanzar de la avenida Washington hacia Alfonso Ugarte, sea por Quilca, Ilo, Chancay o alguna otra intersección, es arriesgarse a llegar a su destino absolutamente empapado, en el mejor de los casos, o con la ropa sucia y rota, o asaltado y golpeado, en el peor de los casos.

Si tiene que salir indefectiblemente en domingo, y es por alguna zona del Callao, los Barrios Altos, el Rímac o La Victoria, verdaderamente se está jugando la vida, pues a los baldazos de agua y globos indiscriminados, se suma el consumo de alcohol y drogas, y un afán de los “jugadores” por apoderarse de cosas que no son suyas o de molestar a las damas, así estén acompañadas, en busca de un pleito que calme su sed de emociones violentas.

También en los balnearios y distritos lejanos del Cercado o el primer puerto se producen hechos que convierten manzanas enteras en “zona roja” o “tierra de nadie”. Un recorrido por algunas cuadras de Francisco Lazo y Militar en Lince, por diversas arterias de Surquillo y Chorrillos, o por las calles que se encuentran en el límite de Barranco y Surco (Alfonso Ugarte, Talana, Venegas, Pazos, Manuel de la Fuente Chávez) permite comprobar que en la mayoría de los casos, la Policía y el serenazgo municipal están “pintados”.

El tema de los carnavales como pretexto para la violencia urbana, sin embargo, no es un hecho solo de febrero. La inseguridad en las calles campea, y si se han fijado penas de hasta privación de libertad y multas que van de los 350 hasta los 3,500 nuevos soles para los que jueguen en la vía pública pudiendo causar accidentes de tránsito, sustraigan propiedad ajena, cometan actos contra el pudor u ocasionen lesiones, estas sanciones se deben cumplir como una manera de disuadir a los que creen que en febrero hay patente de corso para hacer lo que quieran.

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