“El Perú es Lima, Lima es el Jirón de la Unión, el Jirón de la Unión es
el Palais
Concert y el Palais Concert soy yo”.
Abraham Valdelomar
Me recuerdo cuando en la época de vacaciones mi mamá, nos llevaba a mi hermano
Eloy y a mí, nos llevaba a pasear al Jirón de la Unión, al centro de Lima. Para
nosotros era un verdadero premio por habernos portado bien a lo largo de la
semana. Después de pasear a lo largo de sus cuadras, y ver muchas tiendas, en
aquella época elegantísimas, y donde se podía encontrar de todo, nos llevaba a
tomar lonche al Haiti de la Plaza de Armas, al costado de la puerta del Palacio
de Gobierno por donde entra la prensa. Para nosotros eran cosas nuevas, que no veíamos
todos los días.
Otras veces teníamos que ver al dentista, y al salir de la consulta, nos
invitaba a tomar lonche en un cafecito que se llamaba “La Gardenia”, en el
jirón Moquegua, donde muchas veces esa cuadra estaba rodeada de patrulleros
porque allí en frente tenía su oficina el gran intelectual, catedrático y
político, el doctor Luis Alberto Sánchez, a quien muchas veces se le podía ver
llegar en su carro y dirigirse a su despacho.
Muchos años después cundo ingrese a la Universidad Católica, siguiendo la costumbre de todos mis
compañeros, después de clase nos paseábamos por el jirón, para ver a las chicas
que también “jironeaban” o tomaban deliciosos helados, en el Cream Rica, o en
el Donofrio. Otros degustaban aquellos helados de crema que eran servidos por
una máquina, que había importado un asturiano natural de Gijón. Ese era un gran
negocio en los meses de verano, cuando el jirón era un hervidero de gente.
En los primeros años de la República, el Jirón de la Unión acogió
restaurantes, tiendas de mercaderías importadas y joyerías. Ya se hablaba de
‘jironear’ porque la gente acudía ahí a pasear y visitar establecimientos.
En la actualidad el Jirón
de la Unión, es una calle peatonal ubicado en el Centro
Histórico de Lima, Durante muchos años fue uno de los jirones más
importantes de la ciudad, a menudo descrita como la más aristocrática, donde
muchos de los ciudadanos más ricos de la ciudad se reunían. “El todo Lima se
daba cita en el Jirón de la Unión”. Con el tiempo, a partir de los años ochenta,
con el deterioro del centro de Lima, el Jirón de la Unión perdió su carácter
aristocrático y se convirtió completamente comercializado, por la invasión de provincianos
que montaron sus puestos ambulantes en pleno Jirón de la Unión.
Nos remontaremos a la historia del Jirón de la Unión, este fue construido
por Francisco Pizarro en 1535 el año de la fundación de Lima. Se encuentra en el lado este de
la Plaza de Armas. Designó las calles de la capital, y el Jirón de la Unión recibió tal
denominación el 28 de mayo de 1862, por decisión de la municipalidad de Lima.
No fue hasta principios del siglo 20 sin embargo, que se le dio su nombre
actual.
Antes de llamarse Jirón de la Unión, cada una de sus 11 cuadras
llevaba un nombre por referencia a algún negocio o dependencia que allí se
encontraba.
Durante la Colonia y hasta 1862, la cuadra 1 se llamaba Puente de Piedra
por el puente que unía Lima con el barrio de ‘Bajo el puente’ (actual Rímac).
La cuadra 2 se llamaba Palacio por el Palacio de Gobierno. Las otras eran las
cuadras 3 (Portal de Escribanos), 4 (Mercaderes), 5 (Espaderos), 6 (La Merced),
7 (Baquíjano), 8 (Boza), 9 (San Juan de Dios), 10 (Belén) y 11 (Juan Simón).
En 1535, el fundador de Lima, Francisco
Pizarro, designará como lote en esta calle para contener la Municipalidad; que
en la actualidad se encuentra en el mismo lugar.
En 1862, con la adopción de un nuevo
sistema de nomenclatura, el Jirón dejó de ser el eje sobre el que se planeó en
la ciudad. Por lo tanto, las calles que se cruzan con el Jirón de la Unión
tenían dos nombres distintos, uno por su lado oeste y otro para el este.
Al inicio de la época republicana, el
Jirón de la Unión desarrolló varios pubs y restaurantes, así como tiendas y
joyerías de bienes importados. Esto causó limeños de clase alta a
frecuentar esta calzada. Hasta la década de 1950, el término fue
utilizado irse un jironear al llegar a la calle en ropa de
vestir. En este momento, los ciudadanos de Lima a los niveles culturales,
políticas, artísticas y sociales más
distinguidos se podían encontrar en varios cafés de la calle. A medida que
el escritor peruano Abraham Valdelomar dijo una vez: "El Perú
es Lima, Lima es el Jirón de la Unión, el Jirón de la Unión es el Palais
Concert, y yo soy el Palais Concert". Esta frase bien refleja el
impacto que esta calle tenía en los aspectos económicos y sociales de la vida
cotidiana de la ciudad.
En 1870 acogía al Club Literario, adonde concurrían grandes escritores como
Ricardo Palma y Manuel Gonzales Prada, tanto así que el Jirón de la Unión era
el centro de la cultura.
Después de la intersección con la
avenida Emancipación, el séptimo bloque es la ubicación del Palais Concert ya
demolido, que actualmente es un establecimiento comercial. Después de este
bloque, el Jirón se compone de casinos y máquinas tragamonedas, así como
restaurantes de pollo. La novena cuadra de su casa a un Cineplanet y las
galerías comerciales de la Via Vento y Boza que están deteriorados y
semivacant. Las primeras escaleras mecánicas que se tuvo en el Perú se
construyeron en Boza en la década de 1960. En este bloque existen salones
de tatuaje y perforación tiendas comienzan a aparecer con mayor
frecuencia. Anteriormente, esta fue la ubicación de la sede del diario La
Prensa hasta que se cerró en la década de 1980.
Al final del Jirón de la Unión al lado
este de la Plaza San Martín y pasa por el Club Nacional y el
Hotel Bolívar.
Los bloques décima y undécima cuadra son los menos atravesado
de cualquiera de los otros bloques, y hay una mayor cantidad de restaurantes y
agencias de viajes. El Edificio Rímac se encuentra en la última cuadra del
Jirón de la Unión que marca el comienzo de la Avenida Roosevelt al este,
Bolivia al oeste, y el inicio del Paseo de la República autopista y el Paseo de
los Héroes Navales.
Actualmente, el Jirón de la Unión ha
vuelto a ser un centro comercial sin embargo, ha perdido mucho de su carácter
aristocrático. El último cambio que se ha realizado es la demolición de
los bancos de hormigón colocados en la década de 1970 que se construyeron con
la intención de peatonalizar la calle. Estos han sido reemplazados con
nuevos bancos inscritos con el escudo de armas de cada uno de los diferentes
departamentos del Perú .
El Palais Concert fue un célebre café-cine-bar ubicado
en la esquina del Jirón de la Unión yel antiguo Jirón Cuzco (hoy
Emancipación). La firma de ingenieros que lo construyó fue la del célebre
ingeniero y arquitecto francés Gustave Eiffel, cuya torre emblemática en París
que lleva su nombre fue la edificación más importante en el mundo a finales del
Siglo XIX. El Palais fue importante por reunir a la sociedad intelectual de la
ciudad de Lima, representada en la persona del escritor Abroham Valdelomar
quien se le adjudicaría la creación de la frase que formaría parte de la
tradición oral limeña, aunque no exista una fuente escrita que señale que él la
pronunciase.
El Perú es Lima, Lima
es el Jirón de la Unión, el Jirón de la Unión es el Palais Concert y el Palais
Concert, soy yo.
El Palais Concert (antes Casa Barragán)
fue mandado a construir por Genaro Barragán Urrutia, acaudalado hacendado;
tenía por objeto construir uno de los edificios más lujosos de Lima. En el
primer piso se levantó la Confitería-Bar y en el sótano una gran sala que
albergaba un teatro y uno de los primeros cines de Lima; el segundo piso era la
residencia de la familia Barragán. El martes 29 de febrero de 1913, a las
6 de la tarde, en el local de la esquina de la antigua calle Baquijano, se
inauguró el Palais Concert, como imitación del Café de la Paix de París
Hecho a todo lujo y gusto, esta confitería y
bar tenía cine, teatro de variedades y una orquesta femenina compuesta por
señoritas que tocaba valses vieneses. La decoración era extraña para los
limeños de entonces: profusión de luces eléctricas, espejos en las columnas y
paredes, lunas en blanco y amarillo que separaban los ambientes, puertas y
ventanas con lunas vitró, escaleras de mármol y palcos bien alumbrados.
La ceremonia de inauguración estuvo
presidida por el entoncesalcalde de Lima Nicanor Carmona Vilchez, quien después
de pronunciar un breve discurso brindó con champán. El local, con sus
modernas máquinas, fabricaba sus propios helados, pastas y confituras. Desde el
día de su inauguración, el local se convirtió en el principal punto de
encuentro de la sociedad limeña y su aforo era desbordado cuando se recibía el Año
Nuevo. Según la revista Variedades, la pobre "vida nocturna" de
entonces mejoraría notablemente con la apertura del Palais Concert, lugar de
encuentro social e intelectual de Lima.
De un estilo afrancesado,, el Palais
Concert sirvió como punto de reunión del Grupo Colónida, agrupación de
literatos liderados por Valdelomar que editaron la Revista Literaia
Colónida, que fuera calificada por el importante escritor José Carlos
Mariátegui como "vagamente iconoclasta, imprecisamente renovadora". Asimismo, José
Carlos Mariátegui y César Vallejo fueron otros de los escritores que
frecuentaban el Palais Concert. Su ubicación, justo enfrente de la llamada
"Casona Jiménez" en el Jirón de la Unión -que fuese declarada monumento (Resolución
Ministerial-0928-ED del 23 de julio de 1980)-, propició asimismo numerosos
encuentros de carácter social entre los intelectuales en dicha casona, todos
amigos y colaboradores del periodista y luego diplomático consular Carlos
Pérez Cánepa, , quien en aquel entonces ahí vivía con su esposa, su suegra y
las hermanas y tías de ambas, todas a su vez sus propietarias. Carlos Pérez
Cánepa fue fundador y dueño de los semanarios de publicación nacional "Suramérica"
y "Lulú", en cuyas páginas publicaron los escritos de todos los
intelectuales ya mencionados, a saber, Valdelomar, Mariátegui y Vallejo, así
como Leonidas Yerovi (fundador del semanario cómico Monos y
Monadas), el poeta José Santos Chocano y otros escritores de la
época.
En los últimos años, el Palais Concert
dejó de ser un lugar cultural para pasar a ser comercial, pues en él se
instalaron tiendas, pollerías, zapaterías y hasta una discoteca la cual fue
clausurada en 2009.
En el año 201, una tienda detallista chilena afirmó invertir
$8 millones en el proyecto de reacondicionamiento de los ambientes del
celebérrimo local y posterior compra de mercadería para convertirla en una
tienda por departamentos.
Desde abril de 2011, un grupo de
activistas, tras registrar en video el inicio de las obras de construcción de
Ripley sin tener el proyecto aprobado, en acción de protesta creó un
colectivo llamado Red de Patrimonio Cultural que a través de su
iniciativa Salvemos el Palais Concert busca concientizar a la
ciudadanía sobre el valor intrínseco y el significado de este monumento para la
historia del Perú. Por otro lado, proponen que el Palais Concert sea destinado
como lo que fue originalmente, un centro de cultura y arte para el Centro
Histórico de Lima.