domingo, 26 de abril de 2015

EL JIRÓN DE LA UNIÓN Y EL PALAIS CONCERT EN NUESTRA LIMA ANTIGUA

“El Perú es Lima, Lima es el Jirón de la Unión, el Jirón de la Unión es el Palais Concert y el Palais Concert soy yo”.
Abraham Valdelomar

Me recuerdo cuando en la época de vacaciones mi mamá, nos llevaba a mi hermano Eloy y a mí, nos llevaba a pasear al Jirón de la Unión, al centro de Lima. Para nosotros era un verdadero premio por habernos portado bien a lo largo de la semana. Después de pasear a lo largo de sus cuadras, y ver muchas tiendas, en aquella época elegantísimas, y donde se podía encontrar de todo, nos llevaba a tomar lonche al Haiti de la Plaza de Armas, al costado de la puerta del Palacio de Gobierno por donde entra la prensa. Para nosotros eran cosas nuevas, que no veíamos todos los días.

Otras veces teníamos que ver al dentista, y al salir de la consulta, nos invitaba a tomar lonche en un cafecito que se llamaba “La Gardenia”, en el jirón Moquegua, donde muchas veces esa cuadra estaba rodeada de patrulleros porque allí en frente tenía su oficina el gran intelectual, catedrático y político, el doctor Luis Alberto Sánchez, a quien muchas veces se le podía ver llegar en su carro y dirigirse a su despacho.

Muchos años después cundo ingrese a la Universidad Católica,  siguiendo la costumbre de todos mis compañeros, después de clase nos paseábamos por el jirón, para ver a las chicas que también “jironeaban” o tomaban deliciosos helados, en el Cream Rica, o en el Donofrio. Otros degustaban aquellos helados de crema que eran servidos por una máquina, que había importado un asturiano natural de Gijón. Ese era un gran negocio en los meses de verano, cuando el jirón era un hervidero de gente.

En los primeros años de la República, el Jirón de la Unión acogió restaurantes, tiendas de mercaderías importadas y joyerías. Ya se hablaba de ‘jironear’ porque la gente acudía ahí a pasear y visitar establecimientos.
En la actualidad  el Jirón  de la Unión,  es una calle peatonal ubicado en el Centro Histórico de Lima, Durante muchos años fue uno de los jirones más importantes de la ciudad, a menudo descrita como la más aristocrática, donde muchos de los ciudadanos más ricos de la ciudad se reunían. “El todo Lima se daba cita en el Jirón de la Unión”. Con el tiempo, a partir de los años ochenta, con el deterioro del centro de Lima, el Jirón de la Unión perdió su carácter aristocrático y se convirtió completamente comercializado, por la invasión de provincianos que montaron sus puestos ambulantes en pleno Jirón de la Unión.
Nos remontaremos a la historia del Jirón de la Unión, este fue construido por Francisco Pizarro en 1535 el año de la fundación de  Lima. Se encuentra en el lado este de la Plaza de Armas. Designó las calles de la capital, y el Jirón de la Unión recibió tal denominación el 28 de mayo de 1862, por decisión de la municipalidad de Lima. No fue hasta principios del siglo 20 sin embargo, que se le dio su nombre actual.

Antes de llamarse Jirón de la Unión, cada una de sus 11 cuadras llevaba un nombre por referencia a algún negocio o dependencia que allí se encontraba.
Durante la Colonia y hasta 1862, la cuadra 1 se llamaba Puente de Piedra por el puente que unía Lima con el barrio de ‘Bajo el puente’ (actual Rímac). La cuadra 2 se llamaba Palacio por el Palacio de Gobierno. Las otras eran las cuadras 3 (Portal de Escribanos), 4 (Mercaderes), 5 (Espaderos), 6 (La Merced), 7 (Baquíjano), 8 (Boza), 9 (San Juan de Dios), 10 (Belén) y 11 (Juan Simón).
En 1535, el fundador de Lima, Francisco Pizarro, designará como lote en esta calle para contener la Municipalidad; que en la actualidad se encuentra en el mismo lugar. 
En 1862, con la adopción de un nuevo sistema de nomenclatura, el Jirón dejó de ser el eje sobre el que se planeó en la ciudad. Por lo tanto, las calles que se cruzan con el Jirón de la Unión tenían dos nombres distintos, uno por su lado oeste y otro para el este.
Al inicio de la época republicana, el Jirón de la Unión desarrolló varios pubs y restaurantes, así como tiendas y joyerías de bienes importados. Esto causó limeños de clase alta a frecuentar esta calzada. Hasta la década de 1950, el término fue utilizado irse un jironear al llegar a la calle en ropa de vestir. En este momento, los ciudadanos de Lima a los niveles culturales, políticas,  artísticas y sociales más distinguidos se podían encontrar en varios cafés de la calle. A medida que el escritor peruano Abraham Valdelomar dijo una vez: "El Perú es Lima, Lima es el Jirón de la Unión, el Jirón de la Unión es el Palais Concert, y yo soy el Palais Concert". Esta frase bien refleja el impacto que esta calle tenía en los aspectos económicos y sociales de la vida cotidiana de la ciudad.
En 1870 acogía al Club Literario, adonde concurrían grandes escritores como Ricardo Palma y Manuel Gonzales Prada, tanto así que el Jirón de la Unión era el centro de la cultura.
Después de la intersección con la avenida Emancipación, el séptimo bloque es la ubicación del Palais Concert ya demolido, que actualmente es un establecimiento comercial. Después de este bloque, el Jirón se compone de casinos y máquinas tragamonedas, así como restaurantes de pollo. La novena cuadra de su casa a un Cineplanet y las galerías comerciales de la Via Vento y Boza que están deteriorados y semivacant. Las primeras escaleras mecánicas que se tuvo en el Perú se construyeron en Boza en la década de 1960. En este bloque existen salones de tatuaje y perforación tiendas comienzan a aparecer con mayor frecuencia. Anteriormente, esta fue la ubicación de la sede del diario La Prensa hasta que se cerró en la década de 1980.
Al final del Jirón de la Unión al lado este de la Plaza San Martín y pasa por el Club Nacional y el Hotel Bolívar. 
Los bloques  décima y undécima cuadra son los menos atravesado de cualquiera de los otros bloques, y hay una mayor cantidad de restaurantes y agencias de viajes. El Edificio Rímac se encuentra en la última cuadra del Jirón de la Unión que marca el comienzo de la Avenida Roosevelt al este, Bolivia al oeste, y el inicio del Paseo de la República autopista y el Paseo de los Héroes Navales.
Actualmente, el Jirón de la Unión ha vuelto a ser un centro comercial sin embargo, ha perdido mucho de su carácter aristocrático. El último cambio que se ha realizado es la demolición de los bancos de hormigón colocados en la década de 1970 que se construyeron con la intención de peatonalizar la calle. Estos han sido reemplazados con nuevos bancos inscritos con el escudo de armas de cada uno de los diferentes departamentos del Perú .

El Palais Concert  fue un célebre café-cine-bar ubicado en la esquina del Jirón de la Unión yel antiguo Jirón Cuzco (hoy Emancipación). La firma de ingenieros que lo construyó fue la del célebre ingeniero y arquitecto francés Gustave Eiffel, cuya torre emblemática en París que lleva su nombre fue la edificación más importante en el mundo a finales del Siglo XIX. El Palais fue importante por reunir a la sociedad intelectual de la ciudad de Lima, representada en la persona del escritor Abroham Valdelomar quien se le adjudicaría la creación de la frase que formaría parte de la tradición oral limeña, aunque no exista una fuente escrita que señale que él la pronunciase.
El Perú es Lima, Lima es el Jirón de la Unión, el Jirón de la Unión es el Palais Concert y el Palais Concert, soy yo.

El Palais Concert (antes Casa Barragán) fue mandado a construir por Genaro Barragán Urrutia, acaudalado hacendado; tenía por objeto construir uno de los edificios más lujosos de Lima. En el primer piso se levantó la Confitería-Bar y en el sótano una gran sala que albergaba un teatro y uno de los primeros cines de Lima; el segundo piso era la residencia de la familia Barragán. El martes 29 de febrero de 1913, a las 6 de la tarde, en el local de la esquina de la antigua calle Baquijano, se inauguró el Palais Concert, como imitación del Café de la Paix de París
Hecho a todo lujo y gusto, esta confitería y bar tenía cine, teatro de variedades y una orquesta femenina compuesta por señoritas que tocaba valses vieneses. La decoración era extraña para los limeños de entonces: profusión de luces eléctricas, espejos en las columnas y paredes, lunas en blanco y amarillo que separaban los ambientes, puertas y ventanas con lunas vitró, escaleras de mármol y palcos bien alumbrados.
La ceremonia de inauguración estuvo presidida por el entoncesalcalde de Lima Nicanor Carmona Vilchez, quien después de pronunciar un breve discurso brindó con champán. El local, con sus modernas máquinas, fabricaba sus propios helados, pastas y confituras. Desde el día de su inauguración, el local se convirtió en el principal punto de encuentro de la sociedad limeña y su aforo era desbordado cuando se recibía el Año Nuevo. Según la revista Variedades, la pobre "vida nocturna" de entonces mejoraría notablemente con la apertura del Palais Concert, lugar de encuentro social e intelectual de Lima.
De un estilo afrancesado,, el Palais Concert sirvió como punto de reunión del Grupo Colónida, agrupación de literatos liderados por Valdelomar que editaron la Revista Literaia Colónida, que fuera calificada por el importante escritor José Carlos Mariátegui como "vagamente iconoclasta, imprecisamente renovadora". Asimismo, José Carlos Mariátegui y César Vallejo fueron otros de los escritores que frecuentaban el Palais Concert. Su ubicación, justo enfrente de la llamada "Casona Jiménez" en el Jirón de la Unión  -que fuese declarada monumento (Resolución Ministerial-0928-ED del 23 de julio de 1980)-, propició asimismo numerosos encuentros de carácter social entre los intelectuales en dicha casona, todos amigos y colaboradores del periodista y luego diplomático consular Carlos Pérez Cánepa, , quien en aquel entonces ahí vivía con su esposa, su suegra y las hermanas y tías de ambas, todas a su vez sus propietarias. Carlos Pérez Cánepa fue fundador y dueño de los semanarios de publicación nacional "Suramérica" y "Lulú", en cuyas páginas publicaron los escritos de todos los intelectuales ya mencionados, a saber, Valdelomar, Mariátegui y Vallejo, así como Leonidas Yerovi (fundador del semanario cómico Monos y Monadas), el poeta José Santos Chocano y otros escritores de la época.
En los últimos años, el Palais Concert dejó de ser un lugar cultural para pasar a ser comercial, pues en él se instalaron tiendas, pollerías, zapaterías y hasta una discoteca la cual fue clausurada en 2009.
En el año 201, una  tienda detallista chilena afirmó invertir $8 millones en el proyecto de reacondicionamiento de los ambientes del celebérrimo local y posterior compra de mercadería para convertirla en una tienda por departamentos.
Desde abril de 2011, un grupo de activistas, tras registrar en video el inicio de las obras de construcción de Ripley sin tener el proyecto aprobado, en acción de protesta creó un colectivo llamado Red de Patrimonio Cultural que a través de su iniciativa Salvemos el Palais Concert  busca concientizar a la ciudadanía sobre el valor intrínseco y el significado de este monumento para la historia del Perú. Por otro lado, proponen que el Palais Concert sea destinado como lo que fue originalmente, un centro de cultura y arte para el Centro Histórico de Lima.



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