martes, 14 de abril de 2015

LOS BALNEARIOS DEL SUR DE LIMA

El sur está de moda pero tiene esquizofrenia, de un lado representa territorialmente  la mejor posibilidad de ocupación ordenada  para parte de los 1.5 millones de habitantes adicionales  que tendrá Lima en 10 años. De otro, también representa un suculento botín para la especulación  formal e informal de tierras.
Los distritos de los balnearios del sur tienen más de 30 mil hectáreas. Algo asi como la mitad de la mancha urbana de Lima en un territorio con tres tipos de ocupación  en dirección norte-sur. El primero es el de las poblaciones costeras. El segundo, el de las grandes lotizaciones formales e informales al este  y a lo largo de la Panamericana sur. Y el tercero es el territorio de los pies de montaña con pampas y laderas.
Cada  territorio es como un organismo vivo que está en un sorprendente estado de actividad. El mar  ha actuado como un imán para el sur costero de la capital, que es lúdico y festivo, mientras el norte de Lima es laborioso  y emprendedor.
Los pueblos de Punta Hermosa, Punta Negra y San Bartolo viven entre el litoral y la Panamericana Sur, con menos de 7 mil habitantes cada uno, en un archipiélago urbano,  ocupando playas y lomas, con casas de playas, edificios, clubs, restaurantes, discotecas, sin ningún plan de ordenamiento.
Punta Hermosa tiene la mejor área de playa y un buen malecón como espacio público. Está consolidando edificaciones de uso permanente.
Punta negra tiene más playa, pero es la “cenicienta”. Malecón casi residual, vías solo afirmadas y una atmósfera de abandono.
San Bartolo casi no tiene malecón, pero está en mejores condiciones que Punta Negra.
Todos los distritos del Sur tienen problemas de agua. Santa María, con 1,500 habitantes, es una de las joyas de la Corona. Mientras Pucusana, el más poblado de todos (16.000 habitantes), permanece detenido en el tiempo.
El segundo territorio corresponde a la zona de la Panamericana: desde Lurin en el kilómetro 25 hasta el kilómetro 50. Tiene valle, grandes lotizaciones industriales, almacenes, granjas, proyectos agrícolas, denuncios mineros, hasta un aeródromo y un parque industrial. Todo al margen de la zonificación oficial.
Finalmente, el tercer eje de ocupación lo constituyen las laderas y quebradas, donde hay una intensa actividad de minería ilegal, reserva militar y futuros condominios. Este territorio está amenazado por la informalidad.
Son terrenos también bajo la jurisdicción de Punta Hermosa, Punta Negra y San Bartolo, pero los municipios han permitido que sean casi una tierra de nadie.

Los balnearios deberían ser parte de la propuesta integral de una ciudad auto sostenible como lo señala el Plan Regional de Desarrollo Concertado. Pero es indispensable un ordenamiento del territorio de acuerdo al interés público. Y esa es tarea de la Municipalidad de Lima. Los distritos han propuesto ser mancomunidad, pero se requiere el liderazgo irrenunciable de Lima. 

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