sábado, 9 de febrero de 2013

LOS RECORTES EN LA SANIDAD NOS AFECTAN A TODOS Y MAS A LOS INMIGRANTES


Desde la Asociación de Residentes Peruanos en Asturias, queremos mostrar nuestra indignación y preocupación con un Real Decreto que  quita el papel y la dignidad humana de ciudadanos ante la salud, que saca fuera a mayores de 26 años que no hayan trabajado, y  a los inmigrantes “sin papeles”, aduciendo que incrementa el coste de los medicamentos para la población en general y pensionistas, que introduce el copago sanitario y otras prestaciones. La verdad nos sentimos indignados.
Nosotros, hemos venido a la Madre Patria en busca de un trabajo digno,  nos damos ahora con esta sorpresa de que a muchos inmigrantes  “irregulares” se les va a denegar la tarjeta sanitaria en nuestra Comunidad,  siendo derecho universal adquirido.
El Real decreto 16/2012 en el artículo 1 apartado 3, nos explica la asistencia sanitaria en situaciones especiales
Los extranjeros  no registrados ni autorizados como residentes en España recibirán asistencia sanitaria en las siguientes modalidades: 
-          De urgencia por enfermedad grave o accidente, cualquiera que sea su causa, hasta la situación de alta médica.
-          De asistencia al embarazo, parto o posparto.
-          En todo caso los menores de 18 años recibirán asistencia sanitarías en las mismas condiciones que los españoles.
Hace algunas semanas el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la ONU se hizo eco de las demandas de las organizaciones de la sociedad civil y cuestiona los recortes sociales en respuesta a la crisis.
Tras la comparecencia del Estado español ante el Comité de Derechos Económicos Sociales y Culturales de Naciones Unidas, el Comité ha expresado su preocupación por la reducción de los niveles de protección efectiva de derechos como la vivienda, salud, educación, trabajo, entre otros, como consecuencia de las medidas de austeridad.
El Comité hace especial hincapié en la insuficiencia de las medidas adoptadas por el Estado para paliar los efectos negativos de la crisis en los sectores más desfavorecidos de la población y establece la necesidad de realizar mayores esfuerzos para que los derechos humanos guíen sus estrategias de recuperación económica. El Comité también le recomienda a España que garantice que todas las medidas de austeridad implementadas, mantengan el nivel alcanzado y más aún mejorando la protección de los derechos económicos, sociales y culturales  y no perjudiciales para estos derechos.

En sus recomendaciones finales, el Comité pide a España revisar las medidas de austeridad, por perjudicar de forma “desproporcionada” y “autoritaria”  a los colectivos más vulnerables y marginados, especialmente a las personas sin recursos, mujeres,  niños, personas con discapacidad,  adultos y jóvenes desempleados, las personas sin hogar, los migrantes y los solicitantes de asilo. Asimismo, recuerda al Estado que es precisamente en tiempos de crisis económica cuando los esfuerzos deben ser redoblados para garantizar los derechos humanos de todas las personas, sin discriminación, y en especial de las personas en mayor situación de vulnerabilidad.
El Comité recomienda “vigorosamente” que el Estado adopte un nuevo programa nacional de lucha integral contra la pobreza que incluya “medidas específicas y estrategias para mitigar los efectos adversos de la crisis”. El Comité destaca las altas tasas de pobreza infantil y la situación de las personas mayores que viven con pensiones cuya cuantía es, en muchos casos, inferior al nivel de subsistencia mínimo.
En materia laboral, muestra su preocupación por el incremento de las tasas de desempleo, que venimos arrastrando e incrementándose a la fecha, afectando especialmente a las personas jóvenes, inmigrantes, y las personas con discapacidad. Pide al Estado “evitar cualquier retroceso” en este ámbito, ¨incluyendo en materia de protección de los derechos laborales de los trabajadores”. Mostrando inquietud ante la congelación del Salario Mínimo Interprofesional a un valor que no permite un nivel de vida digna y recomienda su ajuste periódico al costo de la vida.
Refiriéndose al reciente Decreto-ley 16/2012 sobre la reforma sanitaria el Comité pide al Estado que asegure el acceso a los servicios de salud de todas las personas que residen en el Estado, cualquiera que sea su situación legal, en consonancia con el principio de universalidad de las prestaciones sanitarias.
Reconociendo la situación de las personas con hipotecas impagables, recomienda al Estado que “impulse una reforma legislativa que faculte la dación de la vivienda en pago de la deuda hipotecaria, de modo que esta opción no dependa únicamente de la discrecionalidad de las entidades bancarias”. Además, señala la necesidad de “aumentar la oferta de vivienda social”, especialmente la de alquiler y la necesidad de implementar un marco legislativo que establezca salvaguardas de derechos humanos que deben cumplirse antes de llevar a cabo un desalojo. Recuerda la obligación del Estado de adoptar una definición oficial de “persona sin hogar”, así como de recopilar datos que permitan evaluar esta realidad tras la crisis y adoptar medidas de rehabilitación adecuada.
Referente a la educación el Comité critica que la educación haya sido uno de los sectores más afectados por los recortes y afirma que las medidas adoptadas por el Estado que incrementan las tasas universitarias son “regresivas” y ponen “en riesgo el acceso de las personas y grupos desfavorecidos” a la educación universitaria. Recomienda al Estado que asegure “una inversión económica y presupuestaria sostenida y suficiente” en educación y que redoble los esfuerzos para reducir la tasa de abandono escolar temprano, y el bajo nivel de la enseñanza, que llevamos desde hace bastante tiempo y que duplica la media de la UE.
Las organizaciones sociales piden que las autoridades implementen las recomendaciones La coalición de 20 organizaciones que presentaron sus preocupaciones ante el Comité DESC, manifiesta su satisfacción porque las recomendaciones del Comité reflejan en gran parte las preocupaciones que presentaron en Ginebra. Estas recomendaciones constituyen un marco de referencia para los programas y estrategias del estado en el contexto de la crisis y al mismo tiempo una agenda para la acción ciudadana sobre la protección de los derechos económicos, sociales y culturales en España.
La coalición de organizaciones insta al gobierno español y a todas las autoridades pertinentes a implementar como prioridad las recomendaciones del Comité, que derivan de las obligaciones jurídicamente vinculantes del PIDESC, y a poner fin al retroceso de los derechos económicos, sociales y culturales señalado por Naciones Unidas. Las organizaciones velarán porque estas recomendaciones sirvan de herramienta para exigir que el Estado español cumpla con sus obligaciones internacionales y constitucionales en materia de derechos humanos aun en tiempos de crisis.

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