lunes, 18 de julio de 2011

La ultima Panaca y la Nobleza Inca en Lima


De cómo un taxista cusqueño en Lima nos explica la Historia del Imperio de los Incas


Mi Lima, está igual que siempre, con su cielo panza de burro, y donde nunca llueve, y con sus miles de olores que hacen a Lima que sea diferente a las demás capitales del mundo. Estoy muy contento de haber llegado a mi Lima querida y reencontrarme, después de un ano; con mi familia y mis amigos, de esos amigos, del colegio y de la universidad, que ya van quedando pocos, y que a la primera sin que tu los llames, ellos se adelantan y se alegran de escuchar tu voz y de que estés en tu tierra, siquiera por unos días.

A la mañana siguiente muy temprano tomo un taxi y le digo al chofer que me lleve al Damero de Pizarro, en el centro de Lima, paso por delante de Palacio de Gobierno donde debe  de estar mi buen amigo, el presidente Alan Garcia, a quien ahora en estos momento se le debe de estar acumulando el trabajo por lo del espionaje de los chilenos y lo de la Universidad Alas Peruanas.

A mi chofer a quien al subir al taxi le he regateado para que me haga un descuento en el pago (porque así hay que hacer aquí en mi querido país), es un andino, cusqueño, grande y fuerte, enseguida me conversa y me pone al día de los últimos acontecimientos de nuestra patria, de esta patria que uno extraña y añora cuando se esta lejos. Me pregunta si soy extranjero le contesto que no, que soy bien peruano y de Lima, por el camino me cuenta algunas cosas que le han pasado en el taxi, así como la de aquel gringo que lo paro en el aeropuerto, y después de un rato de estar en silencio, lo empezó a mirar de arriba abajo, y al poco rato, el chofer ya molesto  y un poco mosqueado, le pregunto porque lo miraba tanto, el pasajero extranjero le dijo que le llamaba la atención su tez andina y su fortaleza. Mi interlocutor muy intrigado le volvió a  pregunto que es lo que venia a hacer al Perú, pero cual seria su sorpresa, que le dijo que el era profesor de quechua y que venia a seguir un curso de perfeccionamiento en esta lengua aborigen. Al instante, el chofer se pusieron  a hablar en quechua, al final de la conversación el profesor americano le dijo que lo felicitaba porque era uno de los pocos cuzquenos que hablaba bien la lengua del Imperio de los Incas, y que muchos de los paisanos tenían hasta vergüenza de hablar, este idioma. Las lenguas de la familia quechua se caracterizan con un orden variable de sujeto, objeto, verbo de raíces regulares.

Pero a lo largo del trayecto este culto caballero que me lleva en su taxi, hasta el Centro de Lima, me sigue sorprendiendo y me cuenta mas anécdotas de su estancia en su ciudad natal el Cuzco, así me narra que cierto día se encontró con unas turistas canadienses que venían en busca del Príncipe Inca, mi amigo taxista, se sorprendió de ese pregunta tan rara, porque en nuestro país ya no existen dinastías incas. Ellas les enseñaron fotos de aquellos fuertes y grandes andinos de las alturas de la zona de Pisac o Pisaq, ciudadela que esta ubicada a 33 kilómetros del Cuzco. Es un sitio arqueológico muy importante del Valle Sagrado de los Incas. Se encuentra al este de la cordillera del Vilcabamba. Como era costumbre en la arquitectura inca, las ciudades fueron construidas sobe a base de trazos figurativos  de animales. Pisac tenia la forma de una perdiz, como dice su nombre.

Ellas venían en busca de aquellos hombres andinos grandes fuertes, que pueden llevar en sus espaldas kilos y kilos de carga. Para ellas estos últimos andinos eran los  príncipes  y últimos incas del Imperio de los Incas, de ese Imperio formado por los Ayllus,. De acuerdo a la estructura de la sociedad Inca estaba asentada fundamentalmente en el Ayllu, si bien existía un nivel organizativo inferior, que era la familia. La familia  era endogámica, patrilineal y monogámica, aunque en función de la riqueza adquirida por algunos individuos esta  podía ser poliginica.

Mi interlocutor, no deja de hablar sobre el imperio de los Incas y narra que el pueblo inca, para ser propietario de la tierra, se organizo en clanes patrilineales endogámicos, ayllus, que en este sentido ran unidades de parentesco cuyos miembros  se consideraban  descendientes de un antepasado común. Este  nivel organizativo afectaba a toda la sociedad, de manera que el Inca también tena su grupo de parentesco, denominado panaca, que estaba formado por los descendientes varones del rey, salvo su heredero que habría de formar su propia panaca. Así pues era también un concepto que implicaba territorialidad.

El complicado sistema administrativo inca genero un amplio nivel de funcionarios, cuyos miembros pertenecían, en un principio, a la panaca real, pero que a medida  que se fue ampliando el imperio se complemento con la nobleza  local – los curacas- de los territorios conquistados. De esta manera, cada asentamiento tenia su propio dirigente que dependía de un curaca  encargado del gobierno de un territorio. Varios nobles locales dependían a su vez de otro de rango superior, y este de los funcionarios del Cuzco. Los incas dejaron intacta  la jerarquía local de los pueblos conquistados, aunque los hijos de sus gobernantes  fueron enviados al Cuzco donde, además de la fidelidad de su padre, sufrieron profundos cambios aculturativos.

Estos nobles reales –orejones- y locales administraron el imperio inca por medio de quipus y principios que se basan en la tripartición, el dualismo y la división decimal. El sistema se basa en una ideología compleja que dividía los espacios sagrados en torno al Cuzco, y por medio de ellos, de todo el imperio, quedando seccionado en cuatro grandes  territorios que tenían su contrapartida en las direcciones del universo: Chinchasuyo al norte, Collasuyo al sur, Antisuyo a este y Contisuyo al oeste. Estos cuatro  cuartos se organizan  a su vez en el Cuzco en dos mitades: Hurin Cuzco (Contisuyo y Collasuyo, el Bajo Cuzco (Chinchasuyo  y Antisuyo, el Alto Cuzco). Por ultimo cada barrio se divide en trs secciones, y cada sección en tres seques, cada uno con su propio nombre. La población  en su conjunto estuvo  organizada  por un sistema  decimal n grupos de 10, 500, 1000 etc, familias a cuyo cargo estaban de cada vez  mayor prestigio hasta llegar al curaca.

Entre el segmento dirigente  y el plebeyo encargado de mantener el sistema productivo, hubo multitud de oficios que, en función del prestigio, estratificaron la sociedad inca, si bien siempre pertenecían a este segundo segmento. De ellos también salían los colonos mimaquna, grupos de colonos que eran desplazados a otros a otros territorios, bien para incanizarlos, bien para mantener el sistema productivo mediante la prestación en grupos del trabajo en mita. En lo alto de la pirámide social incaica se emplazo el emperador, que se hizo descender de Inti, el Dios del Sol y tuvo un carácter divino. Sin menoscabo de casarse con la nobleza de otras regiones conquistadas. El Inca se caso con una hermana Colla, y tuvieron una herencia compartida; un rasgo que pueden haber heredado de las instituciones y organización Chimu.      

Hemos llegado al fin del trayecto y me despido orgulloso de que un cusqueño hijo del Imperio del Tahuaninsuyo me recordara por unos momentos nuestra Historia del Perú. 

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