viernes, 1 de julio de 2011

NUESTRA MUSICA CRIOLLA

"Todas mis canciones tienen un por qué. Son vivencias que han pasado, cosas verídicas que ha sucedido en la hacienda, en mi pueblo. Son cosas que yo he vivido o que mis antepasados o gente de mi pueblo me han contado…."
Caitro Soto
La cultura musical criolla y afroperuana se inicia con la llegada de los españoles y los esclavos africanos que fueron traídos por ellos. La cultura musical criolla en Lima construye de manera constante una identidad propia, transformando los géneros musicales y patrones estéticos importados.
De Malambo a Maravillas, de Monserrate a Cinco Esquinas, de Abajo el Puente a Las Carrozas. A principios del siglo XX, corría un manantial que no estaba formado por agua, si no más bien por notas musicales. Guitarras, cajones, castañuelas y hasta cucharas, acompañaban el fervor de buenas personas que sólo daban un sentido a sus vidas. Ese torrente vigoroso que hacía vibrar pies y corazones en seis puntuales días de jarana, un poco antes de la mitad del siglo XX, se hizo un estilo de vida. La jarana iba acompañada por la comida. En esos días interminables, las mujeres de los jaranistas cocinaban en sucesivas ofrendas. Y de la cocina se pasaron a la sala, donde cantaban los que sabían y dieron sus primeros trinos. Sin ser la primera, la más recordada es Jesús Vásquez, conocida bajo el epíteto de "Reina y Señora de la Canción Criolla". Tal título de abolengo callejero lo obtuvo en 1939, al ganar un concurso que promovía Aurelio Collantes por la radio. Doña Jesús se llevó limpiamente a sus contrincantes al interpretar "El Plebeyo". Con élla se popularizaron "Las cinco grandes de la canción criolla": Alicia Lizárraga, Eloísa Angulo, Esther Granados y Delia Vallejos.
En el caso de Esther Granados hizo del canto una celebrasound jubilosa y su tono, a diferencia de Jesús Vásquez, era jaranista. Inventó una muletilla que la hizo conocida "Solita me Jaraneo", y no cabía duda alguna que así lo hacía. Achinada y jacarandosa, Eloísa Angulo, debutó en el antiguo Cine Royal del Rímac, en el dúo Las Criollitas, con su prima Margarita Cerdeña. Tras su disolución, se lanzó como solista prácticamente apropiándose de temas como "Idolatría". Del apogeo del género, el desaparecido Alejandro Ayarza "Karamanduca", criollo impenitente, en 1912 ya había estrenado una revista musical en el Teatro Victoria. "Música Peruana", Allí pudieron haber ido estas damas de pequeñas, a nutrirse del cantar criollo. Pero ese ímpetu se consolidaría más tarde.
La novedad entre 1935 y 1956, fueron los radios que programaban música criolla en vivo. Familias enteras sintonizaban esas audiciones. Las disqueras IEMPSA, El Virrey y Sono Radio, imprimían enormes tiradas de placas de acetato de carbón, y los músicos comenzaron a ganar fortunas. Como el género había nacido del pueblo, muchas letras se cebaban en el tema de la pobreza y sus incomodidades. No fue raro que apareciera años más tarde: "La morena de oro del Perú", Lucha Reyes, huérfana de padre, de pobreza extrema y tras mendigar por las calles, fue internada a los ocho años en un convento franciscano. Alcanzó el éxito en el programa radial "El Sentir de los Barrios", con un tema alegórico "Abandonada" de Sixto Carrera. Contrajo tuberculosis pulmonar, dos matrimonios trágicos, enfermó de diabetes y tras una rutilante y breve carrera, en la ceguera absoluta, graba "Mi última canción". Es recordada como un ícono doliente.
Inusualmente para el medio, lleno de cantantes y autores que tuvieron como profesión de obrero como lo fue Pablo Casas, albañiles como los Hermanos Ascuez, o magníficos marmolistas de la altura de Eduardo Márquez Talledo, el criollismo también tiene a Victoria Santa Cruz. Su padre se educó en los Estados Unidos, y ella a muy corta edad dominaba el inglés a la perfección. De niña oyó a Wagner, Haydn, Beethoven, pero también ritmos negros como el Socabón o Amorfino. Luminaria de la cultura peruana, es autora de pregones fundamentales. Para la década de los cincuenta del siglo XX, la música criolla ya tenía su sitial en la televisión. Eran historia los albores en blanco y negro, esas audiciones en vivo que hacía Panamericana Televisión, con el nombre "Festival de la Canción Criolla", "Bar Cristal". La pantalla ya formaba estrellas. El primer Festival Cristal de la Canción Criolla lo ganó el trío Los Troveros Criollos con el hermoso vals Rosa Té.
Así nació Maritza Rodríguez. Siendo muy niña ganó "La Escalera del Triunfo", antañero programa televisivo de la década del sesenta que conducía con impar estilo Guido Monteverde. Al notar su voz aguda y sencilla, José Lázaro Tello vio en ella a la sucesora de Jesús Vásquez e inmediatamente le puso el epíteto de "La Princesita de la Canción Criolla". Con la década del sesenta aparece otro fenómeno: las peñas comerciales. Pretendían ser herederas de los viejos solares donde los criollos se reunían para exponer su arte en grande. Algunas recuerdan a las originales, como la Peña Yufra en el distrito de La Victoria, una pequeña fonda que vendía Pisco y algunos tentempiés, un refugio de los músicos. Eva Ayllón, tras un perseverante deambular por éstas, eludió la pobreza y obtuvo fama y fortuna. Es una triunfadora nata donde otros se ahogaron en la mar brava de la bohemia. Aunque pudo mantenerse en el típico estilo de interpretar el género. Algo hizo a lo que nadie se atrevió: Experimentar haciendo fusión. Luego volvió al redil, convertida en una gran señora.
Desde la presencia de valses de origen vienés, mazurcas, jotas españolas, continuando con la influencia de la música francesa e italiana, la cultura popular limeña se fue perfilando a través de la transformación y decantación de géneros, de tal manera que, aun asumiendo las modas correspondientes a cada época, se gestaron y desarrollaron algunas formas musicales que llegan hasta fines del siglo XX y que identifican lo limeño. Cada momento histórico, desde la época colonial hasta ahora, fue plasmándose de diferentes maneras la cultura musical a través de los instrumentos musicales utilizados, las formas y contenidos del canto, los bailes.
Entre los géneros más importantes, cultivados en el siglo XX se encuentran el vals peruano, la marinera limeña o canto de jarana, el tondero y el festejo.  Entre los instrumentos comunes: la Guitarra, el cajón peruano, acordeón, las castañuelas, el saxofón.
Para fines de la década, la modernidad era Eva, como también el canto elegante de Cecilia Bracamonte. Ella en una época también pretendió estilizar el género; uso en sus discos instrumentos poco usuales como el vibráfono y violoncello.
Junto al vals se desarrollaron los ritmos negros con similar popularidad. Lucila Campos es un caso emblemático de esa tradición. Se inició en grupos de folklore negro, pero es amiga de blancos con oído popular, como Piedad de la Jara, y se lució en peñas esenciales como el "Karamanduca". Se le reconoce también como "Boquita de Caramelo", por lanzar vocabularios ligeramente soeces en sus presentaciones. Pasada la era romántica, la contemporánea fama atrajo otros baluartes, Lucía de la Cruz y su tono de voz que le sale del vientre. Puede cantar valses de Juan Mosto, o José Escajadillo, u otro repertorio más agraz; landó, otro claro ejemplo. Pero también sostenidos como mensajes que salen del alma.
Nuevas empresas musicales como: FTA, de la mano con la televisión, mencionada en párrafos anteriores, y el programa televisivo "Danzas y canciones del Perú", animado por Nicomedes Santa Cruz, o como también Trampolín a la Fama del también fallecido Augusto Ferrando, le sirvió a Cecilia Barraza para surgir a inicios de la década del setenta. Barraza es una cantante temperamental y con lograda voz para interpretar especialmente el lado negro de la canción criolla.
Como estrellas fugaces en la década del setenta cantantes como Verónikha, Aurora Alcalá y Charito Alonso, dirigidas musicalmente por Freddy Roland formaron parte de la nueva generación que se estaba formando de la música criolla. En la tradición de Lucha Reyes o de Lucila Campos, figura Bartola, epíteto puesto por Augusto Polo Campos, de voz privilegiada que le permite interpretar valses y marineras, así como también tangos y boleros. Finalmente, Susana Baca. Muchos la oyeron en el 2002, cuando ganó el Grammy Latino, desagravio para una de las cantantes negras más importantes del Perú. Hace fusión, pero su canto se enraíza en la cultura negra.
Entre los cantantes podemos citar a: Rafael Matallana, Luis Abanto Morales, Panchito Jiménez, Abelardo Vásquez, Humberto Pejovés, Arturo "Zambo" Cavero,  Jorge "El Carreta" Pérez, Pepe Vásquez Montero,Roberto Tello, Manuel Donayre, Oscar Avilés, Alejandro Cortes, Raúl Matallana, Romulo Varillas, Carlos Soto, Manuel Donaire, Pepe Vázquez, Pancho Jiménez, Mario Cavagnaro,  
Como dúos, trios y agrupaciones destacaron los siguientes:
Alma Criolla, formado por: Carlos Honores Pando, Víctor Flores Sales, Jorge Ibáñez Pizarro y Emilio Newman.Montes y Manrique, dúo formado por: Eduardo Montes y César Augusto Manrique.
Costa y Monteverde, dúo formado por Jorge Costa y Ángel Monteverde.
La Limeñita y Ascoy, dúo formado por los hermanos Alejandro y Rosa Dolores Ascoy.
Las Criollitas, dúo formado por las primas Eloísa Angulo y Margarita Cerdeña.
Los Trigo, dúo formado por los hermanos Carlos Alfonso y Zoila Trigo.
Las Limeñitas, dúo formado por las hermanas Graciela y Noemí Polo.
Los Chamas, trío conformado por los hermanos Rolando y Washington Gómez y Óscar Bromley.
Los Morochucos, trío conformado por: Óscar Avilés, Augusto Ego Aguirre y Alejandro Cortéz.
Los Chamacos, dúo conformado por: Augusto Ego Aguirre y Luis Sifuentes.
Los Virreyes de Lima, trío conformado por: Juan Salas, César Lassús y Aurelio Chávez.
Los Kipus, trío formado por: Genaro Ganoza, Paco Maceda y Carmen Montoro.
Los Romanceros Criollos, trío conformado por: Julio Álvarez, Lucas Borja y Guillermo Chipana.
Los Embajadores Criollos, trío conformado por: Rómulo Varillas, Alejandro Rodríguez y Carlos Correa.
Los Favoritos, dúo conformado por: Noemí Polo y Alejandro Cortéz.
Los Trovadores del Perú, trío conformado por: Javier Gonzáles, Oswaldo Campos y Miguel Paz.
Fiesta Criolla, agrupación formada por: Óscar Avilés, Panchito Jiménez, Humberto Cervantes, Pedro Torres, Arístides Ramírez.
Los Troveros Criollos, dúo formado por Jorge "Carreta" Pérez y Luis Garland.
Los Troveros Criollos, trío formado por Luis Garland, Humberto Pejovés y José Ladd.
Los Dávalos, dúo formado por los hermanos Víctor y José Dávalos.
Irma & Oswaldo, dúo conformado por Irma Céspedes y Oswaldo Campos.
Los Pallas, trío conformado por: Manuel Zambrano, Hugo Pajuelo y Fidel Córdova.
Perú Negro, agrupación conformada por los hermanos: Lucila y Ronaldo Campos, Carlos "Caitro" Soto, Línder Góngora, Isidoro Izquierdo, Guillermo Nicasio, Eusebio "Pititi" Sirio, Julio Algendones y Orlando Soto.
Los Caciques, trío conformado por: Óscar "Pajarito" Bromley, Rafael Amaranto, y Félix Cassaretto "Caraspalta".
Los Cholos, dúo conformado por: Miguel Cabrejos y Víctor Gadea.
Leturia - Velásquez, dúo destacado por: Alfredo Leturia y Gustavo "Chavo" Velásquez.
Los Dos Compadres, dúo conformado por: Rómulo Varillas y Fernando Loli.
El Trío Cristal, agrupación conformada por: Guillermo Chipana, Rufino Echenique y Samuel Altuna.
Los Trovadores del Norte.
Los Govea, dúo conformado por los hermanos: Alejandro y Ricardo Govea.
Los Ases del Perú, dúo conformado por: Eddy Martínez y Oswaldo Campos.
Los Ardiles, agrupación conformada por los hermanos: Eddie, Federico, Jaime y Carlos Ardiles.
Los Bohemios, dúo conformado por: Santiago Caballero y Víctor Mendoza.
Los Aguirre, agrupación conformada por los hermanos: Mercedes, Maritza, Enrique y Alfredo Aguirre.
Los Zañartu, agrupación conformada por los hermanos: Julissa, Elena, Luis y Antonio Zañartu.
Los Soles del Perú, dúo conformado por: Eduardo Álvarez y Javier Gonzáles.
Cuarteto Perú, agrupación conformada por los hermanos: Luis y Jesús Martínez, Jaime y Ricardo García.
Géneros musicales desarrollados en el Perú
Actualmente en Perú, gracias al revaloramiento de su cultura, se han difundido aún más las danzas típicas, inclusive se ha llegado a realizar fusión entre muchos géneros, como la música de Jean Pierre Magnet o Damaris. En la población juvenil predominan dos ritmos extranjeros, influenciando a los jóvenes por su situación económica:
Los jóvenes de las clases populares del País se encuentran marcados por el reggaeton, música caribeña que es considerada vulgar por la mayor parte de la población, de ahí su rechazo hacia este grupo.
Los jóvenes de las clases altas y medias tienen una diversificación de sus gustos, pues están influenciados por el metal, rock, punk y últimamente por el llamado latín, música generada en la combinación de merengue con letras suaves y románticas. Este género principalmente proviene de Colombia y Venezuela.
Reconocimiento de la OEA
Mediante gestiones del  Presidente del Perú, Dr. Alan García Pérez, la Organización de Estados Americanos OEA declaró el día 3 de junio de 1987 a: Augusto Polo Campos, Arturo "Zambo" Cavero , Óscar Avilés, Luis Abanto Morales y Jesús Vásquez "Patrimonios Artísticos de América"







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