Oviedo, fue fundada en el año 761, y es la capital de la comunidad autónoma del Principado de Asturias.
La capital del Principado es hoy una ciudad con una notable proyección internacional a través de los Premios Príncipe de Asturias, entregados anualmente en el Teatro Campoamor al que acuden personalidades de la más alta relevancia mundial.
La propia idiosincrasia de Oviedo, resumida en su talante cultural, su regio pasado, su arquitectura singular y su proyección internacional como sede de los premios Príncipe de Asturias, propician la atracción de los foráneos, ya desde un punto de vista estrictamente turístico, ya como posible lugar de encuentros de trabajo, análisis y debate.
Oviedo, como Ciudad de Congresos, ofrece unas modernas infraestructuras que permiten acoger de forma adecuada todo tipo de reuniones.
Su riqueza cultural e histórica la convierten en una de las ciudades más singulares de España. Las innumerables muestras de arquitectura prerrománica que se esparcen por toda su geografía al igual que una cultura e historia llena de hitos hacen de Oviedo y del Principado de Asturias dos lugares para la universalidad.
Junto a esto, nace un nuevo icono para la modernidad y el futuro de la región, el Palacio de Exposiciones y Congresos Ciudad de Oviedo, ubicado en el área de Buenavista, en la parte alta de la ciudad. Actualmente, Oviedo mantiene su vocación de ciudad de servicios administrativos y universitarios al tiempo que se convierte, con la entrada en funcionamiento del nuevo Palacio de Congresos, en el segunda mitad de 2009, en referente y capital del turismo de congresos y negocios en el norte de España.
El Auditorio “Príncipe Felipe” y el futuro Palacio de Congresos y Exposiciones “Princesa Letizia”, obra del prestigioso arquitecto Santiago Calatrava, refuerzan la capitalidad de Oviedo como sede de Congresos.
A estas instalaciones que facilitan el desarrollo de reuniones profesionales se añade una oferta hotelera y hostelera comprometida con la calidad; una excelente gastronomía que combina, sabiamente, tradición y modernidad; un comercio sumamente atractivo; una variada oferta complementaria de actividades; y unas gentes, amables y acogedoras, que convierten a Oviedo en una espléndida alternativa para disfrutar de un escenario urbano con todas las dotaciones de una gran capital.
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