LA LIMA DE HOY

Hace unos días se han cumplido 22 anos desde que la UNESCO reconociera por unanimidad el Centro Histórico de Lima como Patrimonio Cultural de la Humanidad por sus excepcionales méritos artísticos y su valor histórico intrínseco. Tres anos antes, en 1988, el Convento de San Francisco había sido incorporado a la lista de monumentos decarados. Precedió a la antigua ciudad de los Reyes, capital del Virreinato y urbe mas importante de los dominios españoles de la América del Sur, que no había sido considerada a pesar de su vasto patrimonio arquitectónico. Desde la declaratoria, muchas aguas han corrido debajo del puente. El INC fue elevado a ministerio el 2010, la municipalidad ha tenido cuatro alcaldes y el Patronato de Lima, artífice de la Declaratoria, ya no existe. Finalmente, la Comisión Episcopal para los Bienes Culturales de la Iglesia fue absorbida por la Comisión de Cultura y Educación. Ha sido mucho lo que se ha conseguido, pero también lo que se ha pedido irremisiblemente, ya sea por indolencia, inoperancia, negligencia y - lo que es peor- por supuestos remedios de restauración e intentos de modernización. Los males del casco antiguo son muchos y entre ellos estan la tugurizacion , el abandono de inmuebles, la falta de regularización de los títulos de propiedad, el trafico, la delincuencia y el comercio informal . En otro plano, el desconocimiento de nuestra historia también es un mal: hemos llegado a un punto en que muchos limenos son turistas en su propia ciudad. Como plan de contingencia, la Municipalidad desarrollo el Plan Estratégico para la recuperación del Centro Histórico de Lima proyectado para loa anos 2006-2035, que a sazón no se esta ejecutando. Por el contrario las intervenciones municipales de los últimos no vienen sino restando. Basta mencionar las estrechas veredas de adoquines pintados de rojo, las plateadas farolas de pie, los deslucidos basureros, el puente Rayito de Sol y el nuevo pavimento de la plaza Italia. Todo pésimamente ejecutado. Pareciera que el mal entendido progreso que afecto la ciudad décadas atrás sigue operando, a veces incluso, legitimado por los entes reguladores. Ya en décadas pasadas se perdieron desde inmuebles hasta espacios urbanos enteros. Vale recordar las perdidas del Palacio virreinal, la Universidad de San Marcos, la Iglesia de Desamparados, y los Monasterios de la Encarnación y Santa Teresa. Otros casos mas recientes, posteriores a 1991, son la demolición del beaterio de Santa Rosa de Viterbo y de un sector del Monasterio de las Descalzas de San Jose, por sus actuales propietarios, y la alteración de la Centenaria casa de los condes de Montemar en el Mercado Central. Amen de las malas practicas en los retablos de la Iglesia de la Merced y la reciente demolición de un claustro del Convento Dominico, reemplazado por un edificio de cuatro pisos y escasa calidad. Es menester decir que las intervenciones equivocas en este convento, lejos de ponerlo en valor, lo están enrareciendo con la incorporación de elementos ajenos a su arquitectura, y el uso de materiales y colores impropios. Sin embargo, nada hecho contemporáneamente ejemplifica mejor la depredacion del patrimonio limense como las intervenciones que con escaso criterio científico se vienen haciendo en el Convento de San Francisco. En su interior se han demolido dos oratorios internos, dos claustros menores y la capilla de la enfermería. Se estropearon los azulejos del siglo XVII, cortándolos, repintandolos y reemplazándolos por nuevas piezas: se retiro el pavimento original de los jardines del claustro, lo mismo que los azulejos de las fuentes: se pintaron escenas en el techo de la sala capitular, y se intervino malamente en la fachada del convento. A poco menos de un mes de conmemorarse el 479 aniversario de la Fundación española de Lima, es valido preguntarse como estamos gestionando su conservación, y si las instituciones encargadas están en capacidad de evitar que se siga perdiendo con este tipo de "mejoras" lo que ningun terremoto, ni falta de medios habia logrado destruir. de Lima ld s