El balneario de
Ancón tuvo su origen en la época de la Guerra con Chile. Cuenta la historia que
en uno de sus antiguos ranchos de madera se firmó el Tratado de Ancón. Hoy no
queda claro si fue en la estación del tren, en una calle o en un rancho, pero
dicho tratado, firmado en Ancón el 20 de octubre de 1883, terminó con la
sangrienta guerra que mantuvimos con el país del sur.
Dicen que fueron un grupo de inmigrantes italianos quienes descubrieron la bahía de Ancón. Poco a poco los pescadores fueron tomando el control de la playa. Pero principalmente quienes le dieron el contorno moderno al balneario fueron las familias burguesas como los Isola, Marsano, Nicolini y Peschiera. Gente de empresa que tomó este lugar para su residencia de verano, transformando la árida geografía en su lugar en una especie de paraíso.
Durante mucho tiempo la única manera de llegar a Ancón era vía tren. La distancia entre Lima y el balneario era considerada un viaje. Cuentan que el tren llegaba puntualmente a la seis de la tarde todos los días y que las mujeres iban a despedir y a recibir a los viajeros.
Años después, la antigua estación del tren se convirtió en el escenario para lo que fue el famoso Festival de Ancón. El primero de ellos se desarrolló en 1968. Con el paso de los años se convirtió en un importante evento musical de renombre internacional.
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