domingo, 23 de febrero de 2014

CAMILO DE BLAS UNA JOYA DISEÑO Y LA PASTELERIA

En el año 1954, mis padres mi hermano Eloy y yo, vinimos a España de vacaciones, llegamos a nuestra Asturias y nos fuimos directamente al pueblo de mi mamá. Cuando veníamos a Oviedo, era una visita obligada antes de volver a nuestra casa en el pueblo,  pasar por la calle Jovellanos y comprar una gran bandeja de pasteles y de los famosos carbayones de la Casa Camilo de Blas.
Años  más tarde cuando volví a Oviedo, cuando algún pariente me invitaba a comer, me acercaba por aquella pastelería para comprar esos deliciosos pasteles, que son la delicia de todos los paladares.
Recuerdo que mi primo Pino, un gran peluquero de toda la vida en este Oviedo, que se va, que todos los domingos al medio día, antes de ir a comer a su casa pasaba por la histórica confitería de Camilo de Blas y compraba una docena de Carbayones, para llevar a mi prima Gloria que tanto le gustaban a mi prima Gloria, y que se devoraban con mucha solemnidad después de la comida.
Cuando vuelvo de vacaciones a mi patria todos los años, siempre me acerco a comprar una docena de esos ricos pastelitos para llevar a mi familia, los cuales son degustados con mucho placer y nos viene a nuestra memoria de esta Asturias, que llevamos en el corazón.
Los cien años  de vida  del establecimiento ubicado en la calle Jovellanos han otorgado a Camilo de Blas, distinción y tradición pero también  un puñado de experiencias difíciles  de repetir. Por ejemplo cuando se convirtió en escenario de una película española  como  “lo papá!”, y también tuvo protagonismo con la filmación de unas película dirigida por Woody Allen, que eligió Oviedo como una de las paradas  de su película agradeciendo asi el Premio “Príncipe de Asturias de las Artes ” que se le había otorgado años antes. La confitería  Camilo de Blas, se convirtió por algunas horas en un lugar ideal para una de las escenas de la película que se remonta  al verán o de 2007 y gracias a la cual la actriz española Penélope Cruz, se hizo con el primer “Oscar” de la historia del cine español a la mejor actriz de reparto.
Camilo de Blas, es una confitería fundada en 1827 en León, por don Camilo de Blas Heras. Desde los inicios de su historia tiene como actividad principal la venta de productos de confitería, y como actividad secundaría la venta de delicatessen y productos gourmet.
En febrero de 1914 se abre la primera confitería Camilo de Blas en Oviedo, instalado el obrador en el número 21 de la calle Jovellanos. Al año siguiente se inaugura la confitería Camilo de Blas en Gijón, situada en el Paseo de Begoña nº 30.
Entre 1920 y 1923, D. José de Blas indica a su maestro obrador D. José Gutiérrez, la creación de un dulce que se identifique con los ovetenses. Este dulce será conocido como "carbayones", que es un pastel de almendra y yema bautizado con el gentilicio popular de los ovetenses. Se creó en esta casa para acudir junto con los dulces conocidos como "duquesitas" a la primera Feria de Muestras de Asturias celebrada en Gijón en 1924.
En 1929 la confitería  sufrió uno de los mayores incendios sucedidos en un área comercial en Asturias.
La fama de la confitería puede verse por ejemplo, en el hecho de que el escritor Luis Junceda, ganador del premio Ciudad de Murcia de 1969, mencione tanto a la confitería como a su producto estrella, los carbayones.
Entre 1982 y 1986 la confitería Camilo de Blas dio el salto a la gran pantalla, siendo escenario del rodaje de la película «¡Jo, papá!». En este mismo periodo, la confitería se convierte en un improvisado plató, donde se rueda un programa dedicado al consumo, en el que se sigue, paso a paso, la elaboración del turrón artesano.
 La actriz estadounidense Gwyneth Paltrow ha recorrido España, en compañía del chef Mario Batali y el crítico gastronómico Mark Bittman, para dar a conocer lo mejor de la gastronomía y la cultura del país, en un viaje que se plasmará en la serie de televisión "Spain on the road again", presentando la elaboración de los carbayones en el capítulo 10.
En 1989 se cumple el 75 aniversario de la apertura del establecimiento ovetense, celebrando la confitería sus bodas de diamante.
Una de las normas distintivas de la casa es el escrupuloso respeto por la calidad de los ingredientes y la bondad de las tradiciones. Conserva aun los mostradores originales de mármol de Carrara de su primera apertura.
La Confitería Camilo de Blas es miembro fundador del Gremio de Artesanos Confiteros.
La empresa está constituida hoy en día como Sociedad Anónima, y su obrador de confitería, almacén y despacho de venta al público históricos están ubicaos en la calle Jovellanos nº7.
Hoy en día, entrar en la Confiaría  de la calle Jovellanos es acercarse un poco más a los inicios  de este establecimiento. La decoración se mantiene  intacta desde  hace cien  años y eso le otorga un arraigado y especial encanto. Las estanterías eran originalmente  oscuras  pero se pintaron de blanco, y original también es uno de los dos magníficos  espejos que se conservan en el establecimiento. El mostrador de mármol fue hecho por el conocido marmolistas Gargallo, que orgulloso del trabajo realizado “La mejor propaganda que puede hacer a mi empresa es el mostrador de Camilo de Blas”.
Los productos especialmente los carbayones de Camilo de Blas, se conocen en todo el mundo.
Podemos decir que todas las generaciones  hayan conservado la imagen de este establecimiento sin dejarse arrastrar por la modernidad.

Camilo de Blas, es una auténtica joya de las historia del diseño y la confitería del país. 

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