En
el año 1954, mis padres mi hermano Eloy y yo, vinimos a España de vacaciones,
llegamos a nuestra Asturias y nos fuimos directamente al pueblo de mi mamá.
Cuando veníamos a Oviedo, era una visita obligada antes de volver a nuestra
casa en el pueblo, pasar por la calle
Jovellanos y comprar una gran bandeja de pasteles y de los famosos carbayones
de la Casa Camilo de Blas.
Años más tarde cuando volví a Oviedo, cuando algún
pariente me invitaba a comer, me acercaba por aquella pastelería para comprar
esos deliciosos pasteles, que son la delicia de todos los paladares.
Recuerdo
que mi primo Pino, un gran peluquero de toda la vida en este Oviedo, que se va,
que todos los domingos al medio día, antes de ir a comer a su casa pasaba por
la histórica confitería de Camilo de Blas y compraba una docena de Carbayones, para
llevar a mi prima Gloria que tanto le gustaban a mi prima Gloria, y que se devoraban
con mucha solemnidad después de la comida.
Cuando
vuelvo de vacaciones a mi patria todos los años, siempre me acerco a comprar
una docena de esos ricos pastelitos para llevar a mi familia, los cuales son degustados
con mucho placer y nos viene a nuestra memoria de esta Asturias, que llevamos
en el corazón.
Los
cien años de vida del establecimiento ubicado en la calle
Jovellanos han otorgado a Camilo de Blas, distinción y tradición pero también un puñado de experiencias difíciles de repetir. Por ejemplo cuando se convirtió en
escenario de una película española como “lo
papá!”, y también tuvo protagonismo con la filmación de unas película dirigida
por Woody Allen, que eligió Oviedo como una de las paradas de su película agradeciendo asi el Premio “Príncipe
de Asturias de las Artes ” que se le había otorgado años antes. La confitería Camilo de Blas, se convirtió por algunas horas
en un lugar ideal para una de las escenas de la película que se remonta al verán o de 2007 y gracias a la cual la
actriz española Penélope Cruz, se hizo con el primer “Oscar” de la historia del
cine español a la mejor actriz de reparto.
Camilo de Blas, es una confitería
fundada en 1827 en León, por don Camilo de Blas Heras. Desde los inicios de su
historia tiene como actividad principal la venta de productos de confitería, y
como actividad secundaría la venta de delicatessen y productos gourmet.
En febrero de 1914 se abre la primera confitería
Camilo de Blas en Oviedo, instalado el obrador en el número 21 de la calle
Jovellanos. Al año siguiente se inaugura la confitería Camilo de Blas en
Gijón, situada en el Paseo de Begoña nº 30.
Entre 1920 y 1923, D. José de Blas indica a su maestro
obrador D. José Gutiérrez, la creación de un dulce que se identifique con los
ovetenses. Este dulce será conocido como "carbayones", que es
un pastel de almendra y yema bautizado con el gentilicio popular de los
ovetenses. Se creó en esta casa para acudir junto con los dulces conocidos como
"duquesitas" a la primera Feria de Muestras de Asturias
celebrada en Gijón en 1924.
En 1929 la confitería sufrió uno de los mayores incendios sucedidos
en un área comercial en Asturias.
La fama de la confitería puede verse por ejemplo, en
el hecho de que el escritor Luis Junceda, ganador del premio Ciudad de Murcia
de 1969, mencione tanto a la confitería como a su producto estrella, los carbayones.
Entre 1982 y 1986 la confitería Camilo de Blas dio el
salto a la gran pantalla, siendo escenario del rodaje de la película «¡Jo,
papá!». En este mismo periodo, la confitería se convierte en un improvisado
plató, donde se rueda un programa dedicado al consumo, en el que se sigue, paso
a paso, la elaboración del turrón artesano.
La actriz
estadounidense Gwyneth Paltrow ha recorrido España, en compañía del chef Mario Batali
y el crítico gastronómico Mark Bittman, para dar a conocer lo mejor de la
gastronomía y la cultura del país, en un viaje que se plasmará en la serie de
televisión "Spain on the road again", presentando la elaboración de
los carbayones en el capítulo 10.
En 1989 se cumple el 75 aniversario de la apertura del
establecimiento ovetense, celebrando la confitería sus bodas de diamante.
Una de las normas distintivas de la casa es el
escrupuloso respeto por la calidad de los ingredientes y la bondad de las tradiciones.
Conserva aun los mostradores originales de mármol de Carrara de su primera
apertura.
La Confitería Camilo de Blas es miembro fundador del
Gremio de Artesanos Confiteros.
La empresa está constituida hoy en día como Sociedad
Anónima, y su obrador de confitería, almacén y despacho de venta al público
históricos están ubicaos en la calle Jovellanos nº7.
Hoy en día, entrar en la Confiaría de la calle Jovellanos es acercarse un poco
más a los inicios de este establecimiento.
La decoración se mantiene intacta
desde hace cien años y eso le otorga un arraigado y especial
encanto. Las estanterías eran originalmente
oscuras pero se pintaron de
blanco, y original también es uno de los dos magníficos espejos que se conservan en el
establecimiento. El mostrador de mármol fue hecho por el conocido marmolistas
Gargallo, que orgulloso del trabajo realizado “La mejor propaganda que puede
hacer a mi empresa es el mostrador de Camilo de Blas”.
Los productos especialmente los carbayones de Camilo
de Blas, se conocen en todo el mundo.
Podemos decir que todas las generaciones hayan conservado la imagen de este
establecimiento sin dejarse arrastrar por la modernidad.
Camilo de Blas, es una auténtica joya de las historia
del diseño y la confitería del país.
No hay comentarios:
Publicar un comentario