Jerónimo de Aliaga es
uno de los personajes ilustres vinculados con Villapalacios, que si bien no
nació en esta localidad pasó los últimos años de su vida en ella y fue
enterrado aquí. Muy joven dejó Segovia, su tierra natal, para hacer fortuna al
otro lado del Atlántico. Se estableció en Perú donde estuvo presente en los
primeros actos en este país tras la llegada de los españoles y desempeñó
diferentes e importantes cargos como: Veedor y Contador de su Majestad,
Escribano Mayor del Perú, Alférez del Estandarte Real en la defensa de la
Ciudad de los Reyes, Secretario Mayor de la Real Audiencia de la Ciudad de los
Reyes, o Teniente Gobernador (regidor) de la Ciudad de los Reyes, entre otros.
Se casó y tuvo varios hijos, y tras enviudar regresó a España donde contrajo matrimonio con Juana Manrique, hija de Rodrigo Manrique, III Conde de Paredes. Los dos se retiraron a Villapalacios donde vivieron sus últimos años de vida.
Se casó y tuvo varios hijos, y tras enviudar regresó a España donde contrajo matrimonio con Juana Manrique, hija de Rodrigo Manrique, III Conde de Paredes. Los dos se retiraron a Villapalacios donde vivieron sus últimos años de vida.
De la biografía de
este conquistador conocemos muchos de los datos de su etapa americana. Además,
sus herederos peruanos conservan la casa que el levantó sobre un oratorio
indígena hace 500 años y presumen de poseer la vivienda colonial más antigua de
toda América, además de pertenecer a la estirpe de uno de los personajes más
ilustres de la historia peruana. Tras su regreso a España su biografía se
desvanece y permanece casi olvidada. Actualmente en Villapalacios, su nombre
sólo es conocido por unos cuantos, pues apenas se conocen cuatro datos sobre
los últimos años de Jerónimo de Aliaga, por lo que son muchas las preguntas y
muy pocas las respuestas que tenemos sobre la biografía de Jerónimo Aliaga tras
su regreso a España.
Analicemos
cronológicamente los datos que disponemos de él:
1508
Jerónimo Aliaga nace
en la collación de San Llorente, Segovia. Sus padres eran Juan de Aliaga y
Francisca Ramírez. Los dos están enterrados en esta localidad natal de Segovia.
Según el primer testamento de Jerónimo, este matrimonio tuvo cinco hijos:
Lorenzo de Aliaga, Alonso Ramírez, María de Aliaga y Catalina Ramírez, además
de nuestro protagonista.
1529
A los 21 años ya se
encuentra en la actual Panamá, en concreto a las provincias y reinos de Tierra
Firme, llamada Castilla del Oro, según los datos aportados por testigos en un interrogatorio
celebrado en 1549, que afirman “podrá haber veinteaños”, o “lo conozco a el
dicho Capitán Gerónimo de Aliaga de diez y ocho años a esta parte”. Estuvo en
la conquista y pacificación de las provincias del golfo de San Miguel y del río
del Suegro con el capitán Pedro Gonzalo de los Ríos, durante los seis meses que
duró esta operación. Con el capitán Fernando de la Serna participó en la
conquista y pacificación de Totanaga, capturando en persona al cacique
principal de la provincia, punto que no coincide con el testimonio de todos los
testigos. Blas de Atienza, que en 1549 tiene unos 60 años y es alcalde
ordinario de Trujillo, afirma que estando hace 19 o 20 años en Panamá llegó
Jerónimo de Aliaga desde España. El mismo Blas de Atienza afirma que en ese año
Aliaga le preguntó qué era necesario para participar en una expedición. Atienza
le escribió una memoria de las cosas necesarias, que Aliaga compró.
Algunos de los
testigos afirman que la conquista se hacía en canoas por los ríos, y cuando
iban por tierra iban a píe con sus espadas, rodelas y ballestas, llevando casi
siempre a cuestas su comida y ropa y armas, dice el testigo Hernando de
Montenegro.
1530 - 1532 De Panamá pasó a las tierras de Nueva
Castilla en el navío de Pedro Gregorio, en el momento en que Francisco Pizarro
estaba en la provincia de Coaque. Diego Maldonado en 1549 afirma que estando
con Pizarro en esta provincia llegaron dos navíos con gente de socorro de
Tierra Firme. Lucas Martínez Begaso, en el mismo interrogatorio, que estando
con Francisco Pizarro en Coaque, “vino el Capitán Pedro Gregorio de Tierra
Firme con socorro de gente, entre la cual vino Gerónimo de Aliaga”. Según el
mismo Aliaga llegó con “mis armas e caballo y a mi costa e minción, sin socorro
ni salario alguno de su Majestad ni de otra persona alguna”. Por último Lucas
Martínez dice que “se hallaba e trabaxaba en lo susodicho, y en las entradas,
porque era mancebo e recio e traía buen caballo”.
Desde su llegada a
Coaque, siguió a Pizarro durante las diferentes fases de la conquista del Perú:
primero por la costa, la isla de Puna, donde
permanecieron varios meses hasta que los enfrentamientos con los indios
acabaron con la detención de Tumbala, cacique principal. De allí embarcó a la
provincia de Tumbes, pasando por
diferentes localidades, comarcas y provincias, como las del valle y río de
Pocchos y Tangarara, en la sierra. Una
vez conquistada, intentaron informarse de la tierra que había delante, pero una
vez los habitantes de estas tierras les decían que estaban desabitadas e
inhabitables y otras veces superpobladas, por lo que los confundían. No es
extraño pues que muchos de los españoles embarcaran hacia Nicaragua asustados,
tras dar sus armas y caballos para que les diesen licencia. Esta etapa costera
de la conquista culminó con la fundación de la villa de San
Miguel, en la provincia de Piura.
Desde San Miguel, y tras
dejar poblado el lugar, acompañó a Pizarro tierra adentro, hacia la provincia
de Cajamarca, donde fue apresado
y asesinado el líder inca Atahualpa. De allí se pasó a la provincia de Jauja y la ciudad de Cuzco. En todas estas acciones estuvo
presente “en todo lo cual yo el dicho Gerónimo de Aliaga me hallé e serví con
mi caballo y armas, sin que en ningún tiempo ni viaje que se hiciese dexase de
hacer lo que cualquier buen hidalgo debía de hacer”. Según los datos de la
conquista y los proporcionados por el propio Aliaga, aparte de los numerosos
enfrentamientos con los indios, se “pasaron diversos trabaxos de ser y hambre y
dolencias y de otras necesidades de las cuales muchos morían en el camino”. En
efecto fueron muchas las enfermedades que los españoles sufrieron como el
paludismo, las bubas, la fiebre verrugosa, eruptiva, etcétera. Aunque no pocas
las que contagiaron a los habitantes naturales de estas tierras y que diezmaron
la población enormemente.
Aliaga firma una
orden en Túmbes como escribano de su majestad por mandato del gobernador a
Hernando de Soto para abrir información sobre el proceder de Alonso Riquelme y
su negligencia en la custodia de los navíos reales.
1533 / 1534 El 15 de diciembre de 1533 comienza la fundición de todo el oro y la plata que se halló en el Cuzco y de cuanto se había reunido desde la salida de Cajamarca. Se escogió una casa en la plaza de Rimacpampa y se pregonó la fundición para que todos los que tuviesen oro y plata lo depositasen. En ese momento se nombra a Jerónimo de Aliaga con el cargo de Veedor, “como persona de confianza e toda fidelidad... e puso en su poder y guarda todo el oro e plata e piedras de valor que allí se tomaron, para que dello su Magestad hubiese sus quintos reales”, a Antonio Navarro contador, a Pedro Sancho escribano y a Pedro de Candía se le encarga hacer las marcas de las barras. La fundición acabó en marzo de 1534. El oro obtenido del Cuzco fue mas cuantioso que el de Cajamarca. Un total de "700.113.880 pesos iguales a 588.266 pesos de oro de 450 maravedíes, 164.558 marcos de plata buena y 63.752 marcos de plata mala". A Aliaga le correspondieron 339 marcos plata y 8.888 pesos de oro. Hubo problemas en el reparto por el tanto por ciento que le tocaba a la Corona.
1533 / 1534 El 15 de diciembre de 1533 comienza la fundición de todo el oro y la plata que se halló en el Cuzco y de cuanto se había reunido desde la salida de Cajamarca. Se escogió una casa en la plaza de Rimacpampa y se pregonó la fundición para que todos los que tuviesen oro y plata lo depositasen. En ese momento se nombra a Jerónimo de Aliaga con el cargo de Veedor, “como persona de confianza e toda fidelidad... e puso en su poder y guarda todo el oro e plata e piedras de valor que allí se tomaron, para que dello su Magestad hubiese sus quintos reales”, a Antonio Navarro contador, a Pedro Sancho escribano y a Pedro de Candía se le encarga hacer las marcas de las barras. La fundición acabó en marzo de 1534. El oro obtenido del Cuzco fue mas cuantioso que el de Cajamarca. Un total de "700.113.880 pesos iguales a 588.266 pesos de oro de 450 maravedíes, 164.558 marcos de plata buena y 63.752 marcos de plata mala". A Aliaga le correspondieron 339 marcos plata y 8.888 pesos de oro. Hubo problemas en el reparto por el tanto por ciento que le tocaba a la Corona.
El 15 de diciembre de
1533 fue nombrado Veedor en Cuzco, y el 27 de junio de 1534 Escribano de
su Majestad.
El 23 de marzo de
1534 Pizarro fundó la ciudad de Cuzco (entre el 20 y el 23 de agosto de 1535
Jerónimo de Aliaga entregó al obispo Berlanga una escritura del Cabildo de la
ciudad del Cuzco hecho el 4 de agosto de 1534 (CDIA, X, 247–248).
Participa en la
batalla frente a Quizquiz, capital del líder inca Atabalipa, que en la provincia de
Tambo se resistía
a los españoles. Pizarro mandó allí al capitán Reyna con gente de su confianza,
entre ellos Jerónimo de Aliaga.
En Cuzco hubo
discordias entre Diego Almagro y Gonzalo Pizarro, hermano del líder de los
españoles, con motivo de si tenían que avanzar hacia Chile o no. Francisco
Pizarro se traslada a esta ciudad con 20 hombres a caballo y puso orden, uno de
ellos era Aliaga.
El 11 de agosto de
1534 Aliaga recibe tierras e indios en propiedad, en concreto la encomienda de
Chuquiracua, en la provincia de Andahuaylas o Huaylas. (Una parte para él y la
otra mitad para Sebastián de Torres).
1535 Por ausencia del
Contador Antonio Navarro, tras volver a España, fue nombrado por Pizarro y sus
oficiales Contador de su Majestad en la provincias de Nueva Castilla,
cargo que junto al de Veedor sigue desempeñando el 12 de febrero de 1535,
cuando en presencia de Joan Tello, alcalde ordinario de la Ciudad de los Reyes,
Lima, y en presencia de Domingo de la Casa, escribano del rey y del consejo de
la ciudad, se presenta con testigos diciendo que
“a mi me conviene
hacer cierta información para la llevar o enviar ante su Majestad, para que le
conste de los mucho que yo he servido e trabaxado en la conquista e
pacificación destos reynos en su servicio”.
Varias veces se
produce esta presencia ante las autoridades para que tomen nota de las acciones
de Jerónimo de Aliaga. Es esta una práctica normal, según nos dice el
historiador Urteaga, entre los conquistadores que querían dejar constancia de
su buen hacer en la conquista, su lealtad, disciplina, buenas costumbres, su
valor y arrojo. Mediante una serie de preguntas que contestaban testigos
presentados por el propio interesado, se narraban sus actos. Urteaga ha
estudiado las informaciones realizadas en 1535, 1539, 1549, con respecto a
Aliaga. El primero de los testigos presentados por él fue el mismo Fracisco
Pizarro, gobernador y capitán general por su Majestad en las provincias de
Nueva Castilla. Según dijo Pizarro, conoce a Jerónimo desde hacía cinco años
(1530): “de vista y habla e conversación”. La declaración la realiza el 12 de
abril de 1535.
Tras la fundación de
la Ciudad de los Reyes, actual Lima, el 18 de enero de 1535, Pizarro entrega a
Aliaga un solar para que construya su casa sobre el oratorio de Taulichusco, el
último cacique inca del valle del Rímac. En la actualidad siguen viviendo sus
descendientes, 16 generaciones después, que conservan muebles originales y
objetos, como la espada del capitán fabricada en Solingen, que estuvo en manos
de una familia chilena pero luego donó a la familia. El mismo Aliaga afirma:
“al tiempo que
el Señor Gobernador hizo el repartimiento general de los indios en estas
provincias me dio e señaló mi Repartimiento, y al tiempo que fundó esta ciudad
de los Reyes me señaló mi solar, a donde al presente yo vivo e tengo mi casa
proveida como persona de honra”.
El obispo
Berlanga hizo en 1535 una pesquisa entre algunos vecinos de la Ciudad de los
Reyes para saber si en el repartimiento de los territorios se había reservado
la parte que le correspondía a la Corona. El interrogatorio se inició el 20 de
agosto de 1535 y terminó el 25 de octubre de 1535. Las personas consultadas
para saber si se habían realizado reservas en Los Reyes, Harenuso, Trujillo y
Callao fueron: Pedro Díaz fundidor, Gregorio Sotelo, Jerónimo de Aliaga,
Antonio Téllez de Guzmán, Pedro Bueno, Hernando de Soto, Gonzalo Hernández,
clérigo, Luis de Moscoso, Juan de Salinas y Neri Franciso.
1536
El líder Manco Inca
II se sublevó poniendo en peligro la dominación y conquista de los de Pizarro
en Perú. El levantamiento fue general en todo el territorio. Las crónicas
españolas hablan de 30.000 indígenas, por lo que sorprendió a los españoles en
general. El sitio de Cuzco inmovilizó a cerca de 200 españoles acantonados en
la ciudad imperial, poniendo en situación extrema a los hermanos de Pizarro.
Éste envía al capitán
Pedro de Cámera, con 18 o 20 hombres a caballo para saber las intenciones. Dos
de ellos fueron Nicolás de Rivera, testigo en 1539 y Jerónimo de Aliaga. En
este alzamiento fue Alférez Mayor del
estandarte Real de su Majestad en la batalla final celebrada el 13 de
septiembre de 1536. Según alguno de los testigos, como Rivera, en esa jornada:
“sirvió el dicho a su Majestad muy bien en el dicho reencuentro, matando muchos
indios y socorriendo a xptianos”, otro testigo afirma que “vió a el dicho
Geronimo de Aliaga pelear muy bien y matar indios”. En el interrogatorio de
1549, sin embargo, se habla de tomar de los indios lo que ellos querian dar: “a
causa de que los indios eran bien tratados e reservados de trabaxo, no tomándoles
más de lo que ellos de su voluntad querían dar de bastimentos... porque en
aquel tiempo no se cargaban ni se hacían los malos tratamientos que después han
hecho a los dichos indios, y ansí lo conquistaban e pacificaban", dice el
testigo, de forma más políticamente correcta.
Las crónicas apuntan: “El jefe incaico, que venía
acompañado de muchas banderas y vestido con vistosos atuendos de plumas y oro,
con gran estruendo, al son de pututos, tambores de guerra y antaras, después de
varias horas de lucha, es herido por arcabuz en una rodilla y luego alanceado
por Pedro Martín de Sicilia, en lo que es la actual plazuela de Santa Clara. Su
muerte produjo el desorden entre los Inca por lo que tuvieron que replegarse al
cerro San Cristobal".
Tras la derrota
Aliaga conquistó y pacificó la provincia de Mama y Guaura.
Más tarde participó
en comisiones de importancia, como la que llevó a cabo en la travesía de Lima a
Cuzco para auxiliar a los Pizarro, que llevaban sitiados durante más de un año
en Cuzco. En esta jornada fue atacado por los indios que le hicieron retroceder
sin conseguir sus propósitos. En estas batallas, los españoles perdieron 30
hombres.
El 14 de julio recibe
licencia para viajar a España.
El 19 de julio, por Real Cédula concedida por Carlos V en Valladolid se concede escudo de armas, para él y sus sucesores: Escudo partido. Primero, partido, en oro, un castillo, de gules, y segundo, en sinople, dos tigres de su color, empinados y asidos por las garras, y segundo, en azur, un navío con las velas desplegadas, sobre ondas de plata y azur, bordura general de gules, con ocho estrellas de oro, de ocho puntas. Por timbre y divisa, un yelmo cerrado con rodetes de plata y gules, y sus trascoles de los mismos esmaltes. Por cimera, un ave fénix, con sus dependencias y follajes colorado y blanco (este es el escudo que aparece representado en el cuadro que abre esta página y que reproducimos a la izquierda).
El 19 de julio, por Real Cédula concedida por Carlos V en Valladolid se concede escudo de armas, para él y sus sucesores: Escudo partido. Primero, partido, en oro, un castillo, de gules, y segundo, en sinople, dos tigres de su color, empinados y asidos por las garras, y segundo, en azur, un navío con las velas desplegadas, sobre ondas de plata y azur, bordura general de gules, con ocho estrellas de oro, de ocho puntas. Por timbre y divisa, un yelmo cerrado con rodetes de plata y gules, y sus trascoles de los mismos esmaltes. Por cimera, un ave fénix, con sus dependencias y follajes colorado y blanco (este es el escudo que aparece representado en el cuadro que abre esta página y que reproducimos a la izquierda).
1537 Porras Barrenechea
explica que según Diego Trujillo en este año había en Lima 380 españoles y tan
solo 14 mujeres (Juana Hernández, la primera que llegó, Inés Muñoz, la primera
casada y Inés Bravo, la primera doncella noble). Este mismo autor menciona una instancia
y cédula a favor de Jerómino de Aliaga, entre otros, para que venga a España
“para que los casados que oviere cinco años que están en aquella tierra lleven
sus mugeres o se vengan a hazer vida con ellas” (Reales cedulas otorgando
permisos para viajar a España a aquellos que volvian con el proposito de
casarse y regresar a las Indias). No queda claro si estaba casado o venía a
casarse.
Su primera mujer fue Beatriz de Medrano, con quien tuvo un hijo: Juan, que nació cuando ella estaba casada con Hernando o Bernardino de Sosa. Aunque es un punto un poco oscuro, pues Juan afirma que en realidad no estaba casada con él. El caso es que cuando nació ya había muerto de Sosa y sus padres se casaron el día de su bautizo y fue legitimado. Otros hijos fueron Jerónimo, Alonso y Juana.
Su primera mujer fue Beatriz de Medrano, con quien tuvo un hijo: Juan, que nació cuando ella estaba casada con Hernando o Bernardino de Sosa. Aunque es un punto un poco oscuro, pues Juan afirma que en realidad no estaba casada con él. El caso es que cuando nació ya había muerto de Sosa y sus padres se casaron el día de su bautizo y fue legitimado. Otros hijos fueron Jerónimo, Alonso y Juana.
Sin embargo hay
varios autores, como Salazar y Castro y Manuel de Mendiburu, que afirman que su
mujer fue otra: Leonor de Figueroa, nacida en Jerez de los Caballeros, Badajoz,
hija mayor de Gonzalo Rodríguez de Figueroa y Maria Tinoco, que pasaron al Perú
con cuatro hijas el año 1551 y las cuatro se casaron noblemente. Está claro que
por las fechas no puede ser, pues en ese año Aliaga estaba en otros menesteres
y alguno de sus hijos ya habían nacido. Más abajo veremos en qué radica el
error de estos autores.
1539
Solicita nueva
petición sobre información de actos llevados a cabo en la conquista para
presentar ante su Majestad y ante los Señores de su Real Consejo de Indias, y
“ante quien viere que conviene a mi derecho”. En este momento afirma que hacía
“quince años poco más o menos que pasó de los reynos de España a la Tierra
Firme e llamada Castilla de el Oro”. En esa información pide que “su Majestad
le favoreciese a él y a sus hijos, e le gratificase e hiciese mercedes”.
1540 Jerónimo de Aliaga estaba el 26 de junio con otros siete u ocho vecinos de la ciudad de Lima, cuando fue asesinado Pizarro por los partidarios de Diego de Almagro. Según nos cuentan en los interrogatorios: “descuidados e parlando en otras cosas, y como se entendió que iban a matar a el dicho Marques salieron todos corriendo cada uno por su partes se armar a sus casas para lo defender como lo hizo Gerónimo de Aliaga”. Aliaga fue hecho preso y llevado ante la presencia del líder de la revuelta:
1540 Jerónimo de Aliaga estaba el 26 de junio con otros siete u ocho vecinos de la ciudad de Lima, cuando fue asesinado Pizarro por los partidarios de Diego de Almagro. Según nos cuentan en los interrogatorios: “descuidados e parlando en otras cosas, y como se entendió que iban a matar a el dicho Marques salieron todos corriendo cada uno por su partes se armar a sus casas para lo defender como lo hizo Gerónimo de Aliaga”. Aliaga fue hecho preso y llevado ante la presencia del líder de la revuelta:
“... viendo que no tenía
remedio, y que era muerto, el Capitán Aliaga se hizo fuerte en su casa y se
defendió hasta la noche y hasta que a todo el pueblo tuvieron rendidos y debaxo
de su mano, que no tuvo otro remedio sino darse y en ello corrió muy gran
riesgo, y ansí le tomaron sus armas y caballos y le llevaron preso a la posada
de el dicho don Diego”.
Vaca de Castro es
nombrado por el rey nuevo gobernador en estas tierras y consigue que Diego de
Almagro se retire hacia Cuzco. Vaca, desde la ciudad de Quito, manda una provisión
en la que nombra a Aliaga su Lugarteniente (Teniente de Gobernador) de la
ciudad de Lima, para que "tuviese esta ciudad y su tierra
en justicia en nombre de su Majestad y la defendiese de los tiranos como
Almagro". Tras el nombramiento es aceptado por el cabildo de la ciudad.
Enterado Almagro del
nombramiento de Aliaga, el rebelde intentó volver a Lima para acabar con los
que no lo habían apoyado, poniendo “a mucho riesgo su persona, y de su mujer, e
hijos e hacienda”. Es de destacar entre los actos de defensa de la ciudad la
toma de uno de los galeones que venía a proveer a Diego Almagro de gente,
armas, caballos y dinero, tras atracar en el puerto de la ciudad. Aliaga mandó
detener al maestre y capitán del barco y colocó en su interior a los servidores
de su majestad, todas las mujeres casadas, y el oro y la plata que había en la
ciudad, tras pregonar que todos los que quisiesen servir a su majestad se
embarcasen.
Los de Almagro no
volvieron a la ciudad sabiendo que el galeón ya no les pertenecía. Utilizó el
cargo de Teniente de Gobernador hasta que el mismo Gobernador Vaca llegó a la
ciudad. Parece ser que el más perjudicado fue el propio Aliaga pues el ejército
de los partidarios de Almagro, al mando del capitán Pedro Álvarez Holguín,
estuvo instalado durante cuatro meses en las posesiones de Aliaga tenía en
Huaylas, en espera del ejército contrario, acabando con las ovejas, el maiz y
las fuerzas de los indios que trabajan estas tierras.
1542
En septiembre de ese
añó el gobernador Vaca de Castro acompañado de Aliaga se dirige a la provincia
de Guamanga para acabar con Almagro, donde se libró la batalla de
Chupas. Aliaga perdió su caballo, muerto de un mosquetazo.
1544.
El 14 de abril en una
provisión Vaca de Castro le confirma la dada por Almagro años atrás y le otorga
una encomienda en Chancay con 3100 personas a su servicios en
premio de su mérito y por los males que había sufrido durante los años
anteriores. El 5 de septiembre firma una petición como Escribano de Cámara de
sus Cesáreas y Católicas Majestades en la Ciudad de los Reyes.
1545
El 5 de agosto una
escritura estipula que Aliaga edificaría una capilla en el convento de Santo
Domingo de San Juan Bautista (fundado en 1540). La capilla de San Jerónimo, que
hoy es la capilla de Santa Rosa de Lima, es la primera capilla del lado de la
Epístola. La dotó con dos misas rezadas cada semana, vísperas y misa el día de
San Jerónimo y sus aniversarios. Se ha conservado la capilla original junto con
la de Diego de Agüero, la de la Virgen del Rosario. Según Manuel Mendiburu,
Aliaga dio al convento dos vacas, una casa y tienda que tenía, cuatro solares
para que se hiciera una huerta y 50 pesos de oro de a 450 maravedís. Estos
solares formaron el recinto del antiguo colegio de San Martín. El gasto total
de la obra fue 17.000 pesos.
1547
Realiza testamento en
la Ciudad de los Reyes el 14 de mayo.
El 9 de octubre recibe licencia para fundar el mayorazgo de su familia, y lo verifica en 17 de julio de 1549, disponiendo para perpetuidad el nombre de su casa y su apellido.
El 9 de octubre recibe licencia para fundar el mayorazgo de su familia, y lo verifica en 17 de julio de 1549, disponiendo para perpetuidad el nombre de su casa y su apellido.
1549
Este año pide por
tercera vez información de sus servicios a su Majestad, así “en el
descubrimiento destos reynos, como en la conquista e pacificación, y en las
tiranías e rebeliones pasadas y en todo lo que se ha ofrecido, en todo lo cual
he servido con mucha lealtad e fidelidad”. Antonio de Rivera, afirma en esa
fecha que “es público y notoro que trata bien sus indios e tiene en ellos
clérigo que los dotrina y enseña en las cosas de la fe”.
El 17 de julio se
produce la fundación de su mayorazgo (revista del Archivo Nacional del Perú,
Lima 1921)
1550
En el Cabildo de la
Ciudad de los Reyes celebrado el 23 de enero, la ciudad le nombra, junto a Fray
Tomás de San Martín, provincial de la orden de Santo Domingo, como procurador
para ir a España y les da una serie de instrucciones, aprovechando que iba con
Fray Antonio de Castro al capítulo general de Salamanca.
En lo referido a la necesidad de contar con un centro de estudios se les dice expresamente. “Item, que porque estas partes están tan remotas de España y lo hijos de los vecinos y naturales, enviándolos a los estudios de España (...) hacen grandes gastos y por falta de posibilidad algunos se quedarían ignorantes, pedir y suplicar a Su Majestad tenga bien e haga merced que en el Monesterio de los dominicos desta cibdad haya Estudio General con los privilegios y exenciones y capitulaciones que tiene el Estudio General de Salamanca” (Libro IV de Cabildos de la Ciudad de los Reyes. Recogido en Historia General del Perú, Tomo II, Virreinato (1551 – 1596), de Ruben Vargas Ugarte, S. J., Lima, Perú, 1971, p. 56).
En lo referido a la necesidad de contar con un centro de estudios se les dice expresamente. “Item, que porque estas partes están tan remotas de España y lo hijos de los vecinos y naturales, enviándolos a los estudios de España (...) hacen grandes gastos y por falta de posibilidad algunos se quedarían ignorantes, pedir y suplicar a Su Majestad tenga bien e haga merced que en el Monesterio de los dominicos desta cibdad haya Estudio General con los privilegios y exenciones y capitulaciones que tiene el Estudio General de Salamanca” (Libro IV de Cabildos de la Ciudad de los Reyes. Recogido en Historia General del Perú, Tomo II, Virreinato (1551 – 1596), de Ruben Vargas Ugarte, S. J., Lima, Perú, 1971, p. 56).
Cuatro días después,
el 27 de enero, el escribano Baltasar Fernández, a petición de Jerónimo de
Aliaga, firma en el puerto de mar de la ciudad de los Reyes, Callao, varios
traslados sobre "la probanza de sus actividades en la conquista". Por
estas fechas embarca en el mismo puerto rumbo a España, nada menos que al mando
de una de las nueve naves que partieron hacia la península, el galeón de los
Albos.
Los barcos llegaron
el 1 de junio a Cartagena de Indias, tras sufrir un temporal en el golfo de
Darién. En esta ciudad las autoridades embarcaron un jaguar que llevaron para
diversión de los príncipes Maximiliano y María (muy normal en esta época).
Llegados los Procuradores a España, (el 9 de septiembre atracaron en Sanlúcar de Barrameda y el 16 a Sevilla), y no encontrando a Carlos V, determinaron pasar a Alemania, pero sólo pudo hacerlo Fray Tomás, pues Jerónimo de Aliaga, sintiéndose enfermo desistió de acompañarle. Hizo el viaje Fray Tomás en compañía del celebre pacificador del Perú Pedro de la Gasca. Antonio del Busto, no obstante, mantiene que Aliaga si viajó hasta Ausburgo y consiguió la ansiada cédula de fundación para Lima.
1551 La gestión de los procuradores culminó de manera positiva al otorgar el monarca la Real Cédula de fundación de la Universidad de San Marcos, en la ciudad de Valladolid el 12 de mayo de 1551, la primera universidad que se erigió en América.
En noviembre se celebra una junta sobre la perpetuidad de las Encomiendas. Estuvo integrada por más de 20 asistentes entre ellos varios procuradores del Perú que promovieron la Junta y estaban en la Corte, uno era el capitán Jerónimo de Aliaga.
A la hora de votar, votaron en contra de la perpetuidad, según relata Bernal Díez del Castillo, que estuvo presente: Pedro de las Casas, Fray Rodrigo de Labrada, Pedro de la Gasca y Luis Hurtado de Mendoza, presidente del Consejo de Indias y del Consejo de Castilla, dos oidores del Consejo de Indias y Fray Tomas de San Martín. Perdieron la votación. Pero no se decidió nada esperando la vuelta del emperador Carlos desde Alemania, para que tomara una decisión última.
Llegados los Procuradores a España, (el 9 de septiembre atracaron en Sanlúcar de Barrameda y el 16 a Sevilla), y no encontrando a Carlos V, determinaron pasar a Alemania, pero sólo pudo hacerlo Fray Tomás, pues Jerónimo de Aliaga, sintiéndose enfermo desistió de acompañarle. Hizo el viaje Fray Tomás en compañía del celebre pacificador del Perú Pedro de la Gasca. Antonio del Busto, no obstante, mantiene que Aliaga si viajó hasta Ausburgo y consiguió la ansiada cédula de fundación para Lima.
1551 La gestión de los procuradores culminó de manera positiva al otorgar el monarca la Real Cédula de fundación de la Universidad de San Marcos, en la ciudad de Valladolid el 12 de mayo de 1551, la primera universidad que se erigió en América.
En noviembre se celebra una junta sobre la perpetuidad de las Encomiendas. Estuvo integrada por más de 20 asistentes entre ellos varios procuradores del Perú que promovieron la Junta y estaban en la Corte, uno era el capitán Jerónimo de Aliaga.
A la hora de votar, votaron en contra de la perpetuidad, según relata Bernal Díez del Castillo, que estuvo presente: Pedro de las Casas, Fray Rodrigo de Labrada, Pedro de la Gasca y Luis Hurtado de Mendoza, presidente del Consejo de Indias y del Consejo de Castilla, dos oidores del Consejo de Indias y Fray Tomas de San Martín. Perdieron la votación. Pero no se decidió nada esperando la vuelta del emperador Carlos desde Alemania, para que tomara una decisión última.
Según del Busto,
Aliaga ya no volvió más, pues estaba imposibilitado por haberle recrudecido
cierta enfermedad antigua. La misma que otros autores afirman le impidió viajar
a Alemania.
1554 El 9 de diciembre en representación del Cabildo, logró que por
menos de 20.000 duros se construyera un puente de palo sobre el río Rímac.
1558
En este año ya está
casado con su segunda esposa, Juana Manrique de Lara, hija de Rodrigo Manrique
de Lara, III conde de Paredes y de Ana Manrique, pues fue testigo del
testamento de su suegra Ana Manrique. (también lo fue su hermano Alonso Ramírez
de Aliaga).
1559
Según consta en un
documento del Archivo de Indias, solicitan licencia para seguir teniendo sus
indios y residir tiempo en España: "El fiscal con doña Juana Manrique,
mujer del capitán Jerónimo de Aliaga, vecinos de Lima, sobre la licencia que
solicitan por tener sus indios y residir tiempo en España”.
1562
Se bautizan en la
iglesia de San Sebastián el 15 de febrero a dos de sus criadas, poniéndoles por
nombre Ana y María. Existe la creencia de que se trata de dos mujeres llegadas
de América, indias, aunque no tenemos documentos que lo prueben. Actúa como
padrino en los dos casos. Las actas lo recogen así:
"Del Señor
Capitán ...Domingo 15 dias del mes de febrero año suso
dicho el Señor Gines Rodriguez teniente cura bautizo a una criada del Señor
capitan Geronimo de Aliaga y de Doña Juana su muger tuvola al exorcismo e
catecismo Julio del Astero el viego y en la pila Pedro de Camargo fue comadre
de capita francisca de Molina.
"Del Señor
Capitán ...Ese dia el Señor Gines rodriguez teniente cura
bautizo a Ana criada del Señor capitan Geronimo de Aliaga y de doña Juana su
mujer tuvola al exorcismo e catecismo cristobal de molina y en la pila el Señor
licenciado Julio de Vallesteros fue comadre de capita Elvira Muñoz muger de
Andrés Gomez".
1565
El 29 de julio recibe
una orden real por la que puede nombrar tenientes para que desempeñasen por él
la Escribanía Mayor del virreinato.
1568
En la relación de
confirmaciones que se conservan de la iglesia de San Sebastián aparecen
mencionadas una Ana y una María, y al lado "criada, la del capitán".
También aparecen: Catalina Bautista, Isabel, criada, del capitán.
1569 El 17 de abril realiza testamento definitivo, que invalida el que había realizado con anterioridad, el 14 de mayo de 1547 en la ciudad de los Reyes, antes de regresar y fallece el 21 de abril de 1569 en Villapalacios.
1569 El 17 de abril realiza testamento definitivo, que invalida el que había realizado con anterioridad, el 14 de mayo de 1547 en la ciudad de los Reyes, antes de regresar y fallece el 21 de abril de 1569 en Villapalacios.
Fallece
el 21 de abril de 1569 en Villapalacios.
1590
El escultor sevillano
Juan Martínez Montañés entrega al dominico Cristóbal Núñez, con destino al
Perú, varias obras suyas. Entre las probables se cita: un Santo Domingo, un
Santo Tomás, una Santa Catalina de Sena y el Cristo de la familia Aliaga para
la iglesia de Santo Domingo, y en la Catedral el San Juan Evangelista que se
exhibe en la capilla de la Escuela de Cristo y la Santa Apolonia que todavía se
venera en su capilla fundada por el capitán Hernando de Santa Cruz y Padilla.
Más tarde Ana Pinelo, hermana del capitán García Barba Cabeza de Vaca, encarga
al artista un "Niño Bautista" para el monasterio de la Concepción.
1680
Se menciona una
huerta, en la ribera de Villapalacios, que linda con huerta del vínculo del
capitán Aliaga, por lo que continúa su memoria en la localidad.
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