La Festividad en honor a la Virgen de la
Candelaria, patrona de la ciudad de Puno, en el Perú, se realiza en
la primera quincena del mes de febrero de cada año, y representa la más grande
e importante manifestación cultural, musical y dancística del Perú, siendo una de las fiestas religiosas más
significativas de Hispanoamérica, por la cantidad de símbolos y de
manifestaciones artístico-culturales propias de las culturas quechua,
aimara y mestiza del altiplano andino y por el volumen de
personas que participan directa e indirectamente en su realización.
La parte
medular de la festividad es la expresión dancística y musical organizada por
la Federación Regional del Folclore y Cultura de Puno, que convoca la
presencia de más de 150 conjuntos, entre "danzas nativas" que
proceden de las comunidades y parcialidades de Puno, y los conjuntos de danzas
organizados en los distintos barrios de la Ciudad de Puno, en su mayoría
denominados "danzas con trajes de luces", donde
participan directamente 40 mil danzarines y unos 5 mil músicos, sumando su
participación indirecta unas 25 mil personas más entre directivos, alferados,
bordadores, artesanos en la confección de caretas, botas y zapatos, cascabeles
y otros elementos.
Esta festividad
se presenta los siguientes momentos: los ensayos, las novenas, albas de fiesta,
entrada de cirios, entrada de k'apos, vísperas, 2 de febrero, octava,
veneración, cacharpari.
El 2 de
setiembre del 2003 el Instituto Nacional de Cultura del Perú, proclamó a la
festividad de la Virgen de la Candelaria como Patrimonio cultural del Perú.
"La
Festividad de la Virgen de la Candelaria - Puno, Perú, se origina en las
ancestrales invocaciones andinas a la Pachamama (madre tierra) al tío supay (diablo)
de los parajes mineros y a la Virgen de la Candelaria"... "y motiva
uno de los más grandes acontecimientos de expresión folklórica en
América".
En la pasada centuria, los acontecimientos
relevantes de la Festividad de la
Virgen de la Candelaria se resumen en:
La preeminencia de la danza de los Morenos
La preponderancia de otras danzas
La prohibición del vestuario
Los primeros concursos de danzas
La participación exitosa en certámenes nacionales de
danza
La presencia barrial
La iniciativa del Instituto Americano de Arte
La formación de la Federación Folclórica Departamental
de Puno
La recreación de algunas danzas y la influencia
boliviana
La visita de Jose María Arguedas
El desarrollo de dos certámenes de danza
La consolidación de importantes dispositivos legales.
La preeminencia de la danza
de los Morenos.- En la primera mitad del siglo XX, la danza de los
Morenos o Sikumorenos gozaba de predilección en la Festividad de la Virgen de
la Candelaria. Así, atestiguan las crónicas que siguen: "Tres partidas
de morenos y numerosas de indígenas, han recorrido las calles de la población
con músicas tristes y bailando al compás de ellas" (Diario El Eco de
Puno, 5/2/12); "no faltaron las comparsas de sicuris y morenos"
(Diario El Siglo de Puno, 3/2/1915); "Desde esta mañana siguen
recorriendo las calles, las comparsas de morenos, haciendo las visitas de
costumbre a domicilios" (Diario El Eco de Puno, 14/2/1916).
En 1923, César
Guillermo Corzo hacía notar que los Morenos se constituía en la danza
emblemática de la fiesta patronal y la Pandilla Puneña de los carnavales, al
escribir: "Morenos y pandillas, esas dos típicas manifestaciones de la
raza que divinizó al Sol, son entre las ruinas colosales de los monumentos, los
últimos regazos vivos del espíritu indio"
La preponderancia de otras danzas.- Desde
la tercera década de la centuria pasada, otras danzas empezaban a ganar
espacio; sin embargo, los Morenos seguían teniendo preeminencia hasta mediados
del siglo. En la fiesta patronal de 1921, danzarines de cinco danzas distintas
recorrían las calles puneñas, conforme daba cuenta un diario: "Cinco
comparsas de indios disfrazados de toreros, morenos, ángeles, diablos y
llameritos, precedían a la procesión ejecutando su música y sus bailes,
caprichosos y cargantes pero que agradan" (Diario El Siglo de Puno,
10/2/1921).
En la década
del cincuenta, la Llamerada disputaba la primacía con los Morenos o
Sikumorenos. En la siguiente década, se impuso la Llamerada; así, en 1966,
de un total de 22 conjuntos participaban 9 llameradas, 3 sikuris y las otras
danzas con menos conjuntos (Diario Los Andes de Puno, 8/2/66). En esos
decenios surgían los conjuntos de morenadas, kullahuadas y diabladas.
En los años de
los setenta, paulatinamente, adquiría prestancia la Kullahuada. Así, en 1975,
de 25 conjuntos de la categoría "c" ("Traje de luces"),
participaban 8 kullahuadas, 6 diabladas, 3 sikuris, 3 morenadas y 3 reymorenos,
entre otros. (Diario El Siglo de Puno, 10/2/75). En esa década, ganaban terreno
la Morenada (y sus variantes: Rey Moreno y Rey Caporal) y la Diablada.
Desde el
decenio del ochenta a la fecha, disputan la supremacía los conjuntos de sikuris
(de uno y varios bombos) con las morenadas (y sus variantes), seguidos de los
"carnavales" (pujllay y anata), los caporales y las diabladas. En
1993, participaban 26 sikuris (de uno y varios bombos), 18 morenadas (incluye
variantes), 9 carnavales, 7 caporales, 7 Kajelos, 6 diabladas y 5 kullahuadas,
entre otros. En el 2004, intervinieron: 38 sikuris (de uno y varios bombos), 21
morenadas (incluye variantes), 19 carnavales, 8 caporales y 7 diabladas, entre
otros.
En la
actualidad tenemos: 30 sicuris (incluye variantes), 20 morenadas, 12 caporales,
8 diabladas, 3 kullahuadas, 3 waca wacas y casi medio centenar de carnavales
autoctonos.4
La prohibición del vestuario.- Los
grupos de danzas, no sólo en los años del siglo XIX sufrían de agresiones, sino
durante la primera mitad de la centuria pasada, cuando por orden subprefectural
y/o municipal se prohibía el uso de disfraces o se obligaba el pago de una suma
por su utilización durante la Festividad de la Virgen de la Candelaria.
Al respecto, el
maestro José Antonio Encinas rememoraba: "Todo lo auténtico estaba
olvidado. Era de mal gusto interpretar la música aborigen. Las municipalidades
prohibieron o pusieron todo género de obstáculos para que el indio no
continuara manteniendo sus danzas tradicionales, fuentes inapreciables de
historia. La policía castigaba y multaba a las indias que ingresaban a la
ciudad usando monteras" (Encinas, 1932: 86-87). Otro maestro, Julián
Palacios Ríos, advertía: "Antes las autoridades prohibían a los indios
bailar y tocar colectivamente en las ciudades y solo les permitían previo pago
de multas" (Diario Los Andes de Puno, 1/3/34).
Los primeros concursos de
danzas.- El primer concurso que se desarrolló en el marco de la
Festividad de la Virgen de la Candelaria, es el de sicuris, en 1929, organizado
por la Municipalidad Provincial de Puno, con el propósito de que el ganador
represente a Puno en el certamen nacional de Amancaes. En tal concurso, que
congrego a conjuntos de sikuris de varios distritos resultaron premiados:
Sicuris de llave, Sicuris de Chucuito, Phusires de Orkapata, Sicuris Obreros y
Sicuris de Huaraya (Diario El Eco de Puno, 21/2/1929).
En febrero de
1934, se realizó exitosamente un concurso de danzas a nivel departamental,
organizado por el artista y escritor Darío Eguren de Larrea, para que los
ganadores se presenten en el Cusco, en el certamen promovido por el
cuatricentenario de su fundación española. Participaron: Sicuris llave, Los
Chirihuanos de Yunguyo, Zampoñas de Juli, Ayarachis de Paratía, Baile de los
Uros, Conjunto Coreográfico Masías, Tucumanos de Azángaro, Chunchos de Ayapata,
Zampoñas de Yunguyo, Chunchos de Amantaní, Wifalas de Asillo, Auquipulis de
Chucuito, Llameros y Zampoñas Orkapata (EEP' 19, 20 Y 21/2/1934). Cabe
registrar a otros dos concursos de danzas, a pesar de no realizarse en el marco
de la fiesta patronal, a los de 1936 y 1947.
La participación exitosa en
certámenes nacionales de danza.- De los concursos nacionales de danza, en
las que Puno se alzó con una contundente victoria, cuentan la de 1935, en Lima,
y la de 1966, en Huancayo. En la capital de la república, con ocasión del
cuatricentenario de la fundación española de la ciudad de Lima, participaron el
Conjunto Masías (acompañado de la Estudiantina Duncker) y el Conjunto Orkapata
(con la Estudiantina Lira Puno), quienes se ubicaron en el primer y segundo
lugar, respectivamente.
En el Primer
Festival Nacional de Bailes y Danzas Folklóricas desarrollado en Huancayo,
intervinieron: Sicuris Mañazo, Morenada Orkapata, Diablada Porteño y
Bellavista, Llamerada Huajsapata y Carnaval de Huañuscuro Acora.
La presencia barrial.- En
1954, cuando la Gobernación de Puno organizó un concurso de danzas por la
Festividad de la Virgen de la Candelaria, participaron 14 conjuntos, de los
cuales sólo uno era del medio urbano, nos referimos a Sicuris Mañazo. Al año
siguiente, en la octava de la fiesta patronal, intervenían 5 conjuntos urbanos:
Sicuris Mañazo, Collawas o Kullahuada del Barrio Laykakota, Llameros o
Llamerada del Barrio Azoguini, Llamerada de Laykakota y Sicuris Obreros del
Arco.
En 1956, en el
primer concurso patrocinado por el Instituto Americano de Arte, se incrementaba
la Llamerada de Santa Rosa y Morenos de Mañazo "hoy Orkapata" (que se
desprendió de Sicuris Mañazo). De manera, que el año de 1955, marca el inicio
de la presencia barrial en la Festividad de la Virgen de la Candelaria.
Con el comienzo
de la presencia barrial, se dio el inicio de la recreación de danzas. En tal
recreación, se filtró influencia boliviana. El siku y el pinquillo daban paso a
los instrumentos de bronce. El cambio ocurrido no sólo fue en música, sino en
vestuario y coreografía. Los Llameros se convertían en Llamerada, los Morenos
en Morenada; después, las Kullawas en Kullawada y los Diablos en Diablada.
La fiesta y los Preparativos.- En las comunidades ribereñas al Lago
Titicaca y en las parcialidades agrícolas y pecuarias, al ritmo de
pinquillos, chaqallos,, lawak’umus, sicus, bombos y zampoñas, se alistan
los pobladores para participar en el "Gran Concurso de Danzas
Autóctonas" que se realiza el día 2 de febrero de cada año,
en el Estadio "Enrique Torres Belón" de la ciudad de
Puno.
Un día antes de
las albas de la "Octava", los conjuntos se alistan a recibir a la
totalidad de las bandas de músicos que los acompañarán en la festividad,
dándoles la bienvenida con mixtura, serpentinas, cohetes y bombardas,
acompañados de ponches y licores,a tal acto se le conoce como recepción, para
posteriormente participar en el pasacalle: un ensayo por las principales calles
de la ciudad.
Las novenas.- Las
novenas se realizan ocho días antes de la fiesta en honor a la Virgen de la
Candelaria, se inician cada 24 de enero y culminan el 31 del
mismo mes, éstas se llevan a cabo en el santuario de la virgen donde los
feligreses acuden al templo para agradecer a la Virgen por las bondades
recibidas.
Asimismo,
participan de estas ceremonias litúrgicas los representantes de todas las
instituciones públicas y privadas, a los que se suman el público en general,
quienes acuden al santuario para recibir la bendición de la Virgen María. Las
ceremonias que se realizan en tres horarios, ocho de la mañana, doce del medio
día y siete de la noche.
Primero de febrero.- Albas de fiesta. A partir de las dos de la
madrugada, se realiza el estallido de bombardas y camaretazos que se oyen desde
las inmediaciones del cerro Azoguini porque son los alferados del
día jubilar, quienes saludan desde muy temprano a la Virgen de la Candelaria.
Desde lo alto del cerro, las melodías de las bandas de músicos acompañan a los
invitados, a quienes agasajan con ponches calientes y licores .
Posteriormente, al salir el sol inician la caminata hacia el santuario, para
celebrar la Misa de Albas a las seis de la mañana. Terminada la eucaristía, los
alferados invitan a los presentes a su domicilio para saborear platos
regionales.
Entrada de
cirios. Por la tarde, los alferados desde su domicilio y acompañados de
autoridades e invitados se trasladan nuevamente al santuario de la Virgen
portando cirios. Los alferados necesariamente deben ser esposos, donde el
esposo lleva el guion y la esposa lleva al niño en sus brazos,
los cirios más grandes y adornados son para las autoridades y los pequeños para
los acompañantes. Van acompañados de la banda de músicos.
Entrada de
k'apos. También en la tarde, los alferados de los conjuntos ribereños al Lago
Titicaca o comunidades, realizan un pasacalle por las calles de la ciudad,
cargando en llamas y burros, la leña que posteriormente será quemada en
el Atrio del Santuario de la Virgen, quienes, al compás de bombos y
tambores pasean por las calles, siempre acompañados de targas y pinquillos.
Misa de
Vísperas. Se realiza una misa en el santuario de la Virgen, luego de esa
celebración, en el atrio del templo se queman fuegos artificiales, las
bandas de músicos invitan a la celebración, allí se sirven ponches los
invitados y amigos, toda esta labor está a cargo de los alferados de la fiesta.
Es así que se vive esta fiesta más grande de puno.
Dos de febrero. Día de
fiesta. - Es el día central de la Fiesta. Al amanecer los
conjuntos visitan los cementerios para saludar a los integrantes fallecidos.
Se realiza una
misa comunitaria a las diez de la mañana; la Misa de Fiesta está
a cargo del Párroco del Santuario, allí los devotos rinden homenaje a
la Virgen Morena.
Posteriormente
se realiza la procesión por las calles de la ciudad, terminada ésta se efectúa
el cambio de alferados. Los feligreses acompañan a la imagen de
la Virgen de la Candelaria en su recorrido, portando velas, y
acompañados de una banda de músicos.
Paralelamente a
ello, el Estadio Enrique Torres Belón de la ciudad de Puno, es escenario
del Gran Concurso de Danzas Autóctonas, donde participan unos 70
conjuntos quienes también danzan a la Patrona de Puno.
Cuando culmina
su participación en el Torres Belón, los conjuntos van saliendo rumbo al
Santuario de la Virgen para saludar a la Mamita Candelaria.
Si el día de
la Virgen no cae en domingo, entonces la fiesta se traslada al día
domingo anterior al día central de la festividad.
La Octava.- La
octava de la festividad de la Virgen de la de la Candelaria se inicia
siete días después del día central. Se realiza igualmente una misa de Albas,
entrada de cirios y misa de vísperas, posteriormente se queman castillos,
fuegos artificiales, y las bandas de los diferentes conjuntos así como las
diferentes agrupaciones de sicuris participan de esta actividad.
La octava
propiamente dicha se realiza siempre un domingo, cuyo acto principal es
la Santa Misa, acto litúrgico de reflexión cristiana. La procesión,
se inicia a las dos de la tarde recorriendo las calles de la ciudad, estas
actividades están a cargo de los alferados de la octava, acompañados por
los devotos e integrantes de los conjuntos.
Paralelamente a
este acto los conjuntos participantes del Concurso de Trajes de Luces hacen
su participación en el Estadio Enrique Torres Belón, donde se
desborda el colorido de los trajes y las espectaculares máscaras, todos los
conjuntos muestran coreografías alusivas a la Virgen de la Candelaria,
algunos de ellos forman figuras de candelabros, floreros, estrellas o siglas
alusivas. Allí también se aprecia a las bandas, que generalmente son más de
cien músicos en cada conjunto, y en algunos casos son tres y hasta cuatro bandas.
Los
espectadores aseguran sus lugares para presenciar la Gran Parada desde
el día previo.
El día lunes,
directivos de la Federación Regional de Folklore y Cultura de Puno,
autoridades eclesiásticas, civiles, militares y políticas se congregan en el
atrio del Santuario.
Por las calles
de Puno pasan los conjuntos que danzan al compás de las bandas: las Diabladas
Puneñas, Rey moreno, Reyes caporales, Morenada Puneña, Caporales, Waca Wacas,
Sicuris, Kullahuadas, Kallahuayas, Llameradas, Ayarachis, Sikumorenos,
Zampoñadas, Tinkus, Carnavales, Kajelos, Wifalas, Chacareros, Chacalladas,
entre otros.
El recorrido de
los conjuntos se inicia en la esquina de la avenida El Sol con
el Jr. Lampa, avanzando hacia el atrio del santuario, al llegar al santuario,
saludan a la Imagen Morena y reciben su bendición, que también
está presente en ese momento, donde los bailarines piden sus deseos y agradecen
por los ya recibidos, luego continúan su recorrido pasando por la Plaza de
Armas hasta llegar al Jr. Branden (Laykakota) donde finaliza el recorrido.
Cacharpari
Se realiza al día siguiente de la veneración
y consiste en realizar una misa de despedida en el Santuario de la Virgen de la
Candelaria, y luego concurrir al local institucional. Allí se danza y se
adquiere compromisos para el próximo año. En la tarde salen danzando por las
calles hacia el Arco Deustua, para luego retornar al local institucional
donde finaliza la fiesta.
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