domingo, 9 de febrero de 2014

"ROVIRA", RAFAEL SANTA CRUZ Y CONCHITA CINTRÓN, TRES TOREROS PERUANOS

“ROVIRA”

Raúl Acha Sáenz, llamado “Rovira” nació en Buenos Aires el 3 de marzo de 1920 y murió en Cuernavaca, México el 4 de junio de 2007), fue una  primera figura del toreo mundial y considerado un caso especial de torero con triple nacionalidad peruana, argentina y española.
De origen vasco nace Raúl Acha Sáenz el 3 de marzo de 1920 en la Ciudad de Buenos Aires, donde sus padres -Esmeraldo Acha, bailador y guitarrista, e Isabel Sáenz-, tenían diversos negocios entre los cuales destacaba uno muy próspero de carnes de exportación. Tuvo dos hermanos, Ovidio y Angelines, quién se casó con el empresario taurino Federico Lafuente López. A principios de los años 30 se van a vivir a España, ahí participa en capeas de pueblos de la provincia y desarrolla su interés por la tauromaquia. La tragedia de la Guerra Civil Española lo hace regresar a América a principios de los ``Años 1940. Desde Francia, a donde él y su hermano Ovidio huyeron después de la caída de Barcelona. En ese país estuvieron recluidos en un campo de concentración casi un año, del cual se escapan para embarcarse como refugiados al Perú, donde Rovira decide renunciar a su nacionalidad argentina para adoptar la de este país y así poder torear como novillero local. Es ganador del Trofeo de la Feria de Lima antecesor del Señor de los Milagros en el año 1944.
Tauromaquia.- Tras una campaña corta en el Perú, regresa a España para la temporada de 1945 – 46, en donde por su excelente técnica como estoqueador se convierte en uno de los novilleros punteros de la temporada española. Tomó la alternativa el 24 de junio de 1946, en Barcelona siendo su padrino de Manuel Escudero junto con Julián Marín y el mexicano Luis Briones. El toro de la ceremonia se llamaba: "Mochuelo" de Arturo Sánchez. Debido al muy notable éxito obtenido repitió en siete tardes más consecutivas en dicha plaza. Ese mismo año, el 10 de octubre, , tomó la confirmación, con toros de Joaquín Buendía, siendo su padrino "Gitanillo de Triana " y testigo Agustín Parra “Parrita”
Participó, con gran éxito, durante los siguientes años en plazas de España, México y Hispanoamérica. Siendo considerado uno de los tres matadores más importantes de ese período junto a Luis Miguel Dominguín y Manuel Rodríguez Sánchez "Manolete". A la muerte de este en la Plaza de Linares la discusión de quién era la primera figura del toreo mundial había quedado establecida entre Dominguín y "Rovira", quien bajo argumentos contundentes se coloca en primer lugar, saliendo 4 veces por la Puerta Grande de la Plaza de las Ventas de Madrid en 1947,1948, y dos veces en 1949, cortando un total de 12 orejas.
Fue un torero de su época, muy atlético, luchador, decidido y arriesgado, considerado un torero de leyenda por la reciedumbre de su personalidad. Era un hombre alto, lo que le daba una presencia desgarbada pero al mismo tiempo le daba ventajas sobre el morrillo de los toros. En una entrevista realizada por Carmelo Torres a principio de los años ochenta, describió la manera de lograr su técnica depurada y única para no fallar al momento de entrar a matar, qué aprendió precisamente de su padre, quien era un experto en la morfología de los bovinos por su experiencia previa en el negocio de cortes de carnes. Explicaba
"Rovira" que entrenaba con sus estoques directamente sobre los troncos de los árboles en la Casa de Campo de Madrid utilizando el empuje de todo su cuerpo usando el pecho como palanca. Esto hacía que, lo que en otros toreros hubiera podido ser un "pinchazo en hueso", él lograra traspasar omóplatos ó vértebras en un solo intento con una efectividad superior al 90%.
Familia.- En Perú contrajo matrimonio, unión de la cual tuvo cuatro hijos: Isabel, Pilar, Esmeralda y Raúl. De su matrimonio con la artista Conchita Martínez, gran tonadillera, que interpretó la película "La morena de mi copla" nacieron 3 hijos: Raúl, Marioli y el reconocido cantante Emmanuel. Es por ende abuelo del cantante Alexander Acha..
Luego del fallecimiento de su esposa, continúa con su carrera taurina. Posteriormente contrae nuevas nupcias con Josefina Dupont, con quién tiene dos hijos: Erik y Dick.
Vida después del retiro.- Después de su retiro como torero activo, se dedicó a la labor de apoderado de toreros-el más destacado Antonio Lomelín- y empresario taurino en México y Sudamérica, desde mediados de los años 70's se dedicó completamente a manejar los intereses de su hijo Emmanuel, siendo uno de los factores administrativos más importantes para el desarrollo de esa espectacular carrera, residiendo cuando no estaban de gira, en el Sur de la Florida. En el año 2005 regresa a México donde fallece a consecuencia de un infarto el 4 de Junio del 2007 en la Ciudad de Cuernavaca.

Rafael Santa Cruz Gamarra.-
Nació en Lima el 3 de Julio de 1928, y falleció en la misma ciudad el 11 de marzo de 1991. Fue un torero afroperuano
Mostró rara estampa como novillero, ya que era alto, desgarbado, fornido y reidor. Pero se consagró como el último de los grandes matadores negros. En la Plaza de Toros de Acho, ganó el Escapulario de Oro de la Feria del Señor de los Milagros,  el máximo trofeo taurino del Perú. Era negro, muy negro, y gustaba de salir al ruedo de celeste y oro. Su temeridad parecía fruto de la indiferencia, pero su arte llegó a ser mayor. Tuvo una peculiaridad adversa: su estatura. A su lado, los toros parecían pequeños. Pero tenía un actuar escalofriante. Mientras ejecutaba manoletinas ceñidísimas, reía, destacándose en su piel morena los dientes blancos. Otras veces las ejecutaba riendo y mirando a los tendidos. El público deliraba y Rafael sonreía. Era La maravilla negra del toreo. Alguien lo llegó a llamar: Lima con traje de luces.
Recibió la alternativa en Barcelona, el 27 de julio de 1952, de manos de Luis Miguel Dominguín. Toreó en el Perú, Bolivia, Ecuador, Colombia, Venezuela, México, Portugal , España y Francia.
Fue el único torero afroperuano que actuó en el norte de África. Falleció el 11 de marzo de 1991, en la ciudad de Lima.
CONCHITA CINTRON

Concepción Cintrón Verrill, fue una gran rejoneadora,  más conocida en el mundo taurino con el nombre de “Conchita Cintron”, había nacido en Antofagasta (Chile), el 9 de agosto de 1922 y murió en Lisboa (Portugal), el 17 de febrero de 2009.
Conchita Cintrón que con el corree de los años  habría de convertirse en el referente mundial de la torería peruana. Estaba considerada como la mejor rejoneadora de la historia.
Biografia.- Su padre, Francisco Cintrón Ramos, puertorriqueño de ascendencia española y la nacionalidad norteamericana, y fue el segundo puertorriqueño en graduarse en la Academia Militar de West Point, en los Estados Unidos. Asignado al Regimiento 65 de Infantería destacado en Panamá, conoció allí a Loyola Verrill, con quién se casó. Conchita nació en Antofagasta, Chile, a mediados de los años 20, don Francisco (que había abandonado la carrera militar) fue enviado a Lima como representante de una firma comercial norteamericana con intereses en el Perú. Conchita tenía tres años cuando se mudaron a Lima.
La niñez de Conchita se desarrolló en la colonia extranjera radicada en Lima, con otros niños inmigrantes norteamericanos, sin contacto con el ambiente taurino de Lima. Pero pronto nació en ella la pasión por la equitación, y a los 12 años entró en la Escuela de Equitación de Ruy da Cámara, conocida como "El Picadero". Ruy da Cámara, rejoneador portugués, pronto se fijó en las dotes de la chica y concibió la idea de convertir a Conchita en figura del rejoneo y del toreo a pie. De este modo, se convertiría en su mentor.
En El Picadero, Conchita aprendió todos los secretos de la equitación. Se familiarizó con la baja escuela, el cabalgar a dos pistas, el galope indistinto sobre ambas manos del animal, el piaffé, el trote suspendido y la alta escuela, convirtiéndose en una gran caballista. Los sucesivos éxitos en exhibiciones y concursos de salto -muy en boga en Lima por aquella época- así lo demuestran.
Un día se le ocurrió al maestro incluir las prácticas de rejoneo en el repertorio de ejercicios de los alumnos, utilizando una silla. A Conchita le atrajo el nuevo juego, y pidió a su profesor que le enseñara todo lo referente al tema.
En el verano de 1936, Conchita pasaba con su familia, con unos amigos de sus padres y con Ruy y su mujer (Asunción) unos días de campo en la hacienda Santa Bárbara, en Cañete (al sur de Lima), propiedad de Manuel Barnechea, contertulio habitual de la Escuela de Equitación. Ruy tuvo que domeñar a un toro muy arisco que estaba causando serios problemas a los arrieros camino del matadero. Al cabo de media hora, Ruy invitó a montar a Conchita, lo que ella aceptó sin dudar. Mientras le ajustaban los estribos, volvieron a embolar al toro, que ya estaba agotado y no representaba un peligro

Debut.- En enero de 1936 se organizó en la plaza de Acho un festival benéfico de carácter hípico-taurino que incluía una exhibición de salto y, como colofón, la lidia y muerte de unos novillos de media casta por unos aficionados peruanos. A Conchita se le presentaba así la oportunidad de actuar en público por primera vez, poniendo en práctica todo lo aprendido hasta el momento.

El anuncio de una señorita rejoneadora alborotó el corrillo taurino de Lima y la plaza se llenó. En esta oportunidad, la actuación de Conchita se limitó a colocar algunos arponcillos en el morrillo del novillo que le tocó en suerte. Luego se retiró entre las calurosas ovaciones de un público, sorprendido por el atrevimiento de la niña. De este modo, Conchita iniciaba su camino por el mundo profesional del toro.
Ruy decidió construir una placita para el entrenamiento de su pupila. Para entonces, Conchita había realizado ya diversas actuaciones públicas, pero fue en esa placita donde complementó el ejercicio de su arte con el toreo a pie (toreo de muleta y suerte de matar). Como ella reconoce, el Tentadero de La Legua (que así se llamó a la placita) y los cófrades que lo conformaron constituyen un hito en su carrera.

Consagración en México.- En una ocasión, cuando Conchita tenía 16 años, el gran matador mexicano Chucho Solórzano, entonces en la cima de su popularidad y a la sazón contratado para la feria de Lima, vio actuar a la chica en la placita, y conversó con Ruy da Cámara para que se presentará en la capital mexicana. En junio de 1939, Conchita partió en un vapor a tierras mexicanas en compañía de Ruy y Asunción. Así, si Conchita se inició en el toreo en tierras peruanas, se hizo torera en México.

Chucho Solórzano y Rafael Vallejo -apoderado de Conchita durante los años de su estancia en México- prepararon el debut en la Plaza de El Toreo para el 20 de agosto.. La corrida terminó en triunfo y la curiosidad inicial del público por ver a una mujer torero se tornó en admiración al ver la desenvoltura de la niña ante los animales de casta.1 A la semana repitió, obteniendo el mismo éxito.
De agosto de 1939 hasta fines de 1943, Conchita toreó en la capital y los estados 211 corridas, matando a estoque 401 toros. Alternó con las más importantes figuras del toreo del momento y su carrera quedó definitivamente ligada a nombres como el de Fermin Espinoza “Armillita”, Lorenzo Garza, Luis Castro “El Soldado”, Luis Procuna, Silverio Pérez, Chucho Solórzano y de todos los grandes maestros mexicanos de la época, sin dejar de mencionar tres que grabaron su corazón por siempre: Juanito Gallo, Alberto Balderas y José González “Carnicerito de Méjico” -el primero un principiante, los otros dos consagrados- ya que los tres encontraron la muerte en el ruedo en tardes fatídicas, con ella presente.
Durante esos años todas las ferias de importancia de México contaron con la actuación de quien empezaron a llamar la Diosa Rubia del Toreo.

En América.- En 1944  Conchita Cintrón volvió al Perú. Cosechó diversos éxitos y fue recibida por el presidente Manuel Prado,, que le otorgó la nacionalidad. Inauguró la Plaza Monumental de Lima y también fue a  Santa Bárbara, donde rejoneó por primera vez.

Después viajó a Quito, Caracas y Santa Fe de Bogotá,  ciudad esta última donde, entre otras cosas, ofreció una corrida sólo para niños en la plaza Santamaría.

Europa y España.- Conchita Cintrón deseaba culminar su carrera toreando a pie en España.  Para esto Ruy da Cámara nombró como representante suyo en la península al famoso matador Marcial Lalanda (influyente apoderado en aquellos tiempos, que poco después habría de apoderar a Pepe Luis, Manolo Vázquez y Antonio Ordóñez)  para que allanara las dificultades que suponía quebrar la estricta reglamentación española que no permitía la presencia femenina en el ruedo.

Tras un paréntesis en Lisboa para su presentación en la plaza de Campo Pequeño –donde sufrió un boicot de los rejoneadores varones portugueses- Conchita Cintrón logró el permiso para rejonear, y debutó en la Feria de Sevilla de 1945, en la última de abono. El éxito le acompañó en esa y en las demás oportunidades que tuvo de actuar en España -el 13 de mayo de 1945 rejoneó con singular éxito un novillo de Garcigrande en Las Ventas de Madrid - pero el permiso para torear a pie y rematar sus faenas con el estoque no fue posible. Tan sólo le permitieron hacerlo en festivales benéficos a puerta cerrada, cosa que hizo con mucha frecuencia. Sí lo consiguió en Marruecos y Melilla, no sin sortear numerosas dificultades. No obstante, en la corta pero intensa campaña española de los siguientes años, en la que toreó en la mayoría de plazas españolas, dejó la impronta de su arte, alternando con figuras principales del toreo de entonces.

Final de su carrera.-La campaña de 1950 marcó el fin de la carrera taurina de Conchita Cintrón. Se despidió en primer lugar del público francés (en Francia había actuado en sus principales ferias) en Burdeos el 1 de octubre de esa temporada, estoqueando y desorejando dos novillos de José Infante Da Cámara. De los ruedos españoles se despidió en Jaén el 18 de del mismo mes. En aquella oportunidad, desafiando la prohibición, toreó de muleta una res de Oliveira.

El 5 de septiembre de 1951,, Conchita se casó con el portugués Francisco de Castelo Branco, sobrino de Ruy, y vivía con su marido e hijos cerca de Lisboa, hasta su fallecimiento el 17 de Febrero de 2009.

Escribió una autobiografía titulada Recuerdos.

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