viernes, 5 de junio de 2015

CONOZCA EL PERÚ



La manera más simpática de conocer el país es viajando y, efectivamente, vivimos un 'boom' de turismo interno y de autodescubrimiento.

El escándalo del video Lan nos recuerda que el Perú tiene dos caras: una hermosa y otra fea. No queremos que los turistas vean la cara fea, de acuerdo, pero que sirva el incidente para recordar que los peruanos, por lo menos, no podemos cerrar los ojos a la realidad completa. La manera más simpática de conocer el país es viajando y, efectivamente, vivimos un 'boom' de turismo interno y de autodescubrimiento. 'Boom' de las 4x4 y bus-cama, de los viajes virtuales que conducen Rafo León y otros viajeros de la televisión y 'boom' editorial de enciclopedias, libros de fotografías y colecciones como la Enciclopedia Temática del Perú de El Comercio y el magnífico Atlas Departamental del Perú de Peisa y "La República".

Todo eso nos llena los ojos de bellas imágenes y la cabeza de historias idealizadas. Una forma de ir más allá, de ingresar con zoom a cualquier rincón del país, son las páginas web. No hay provincia peruana que no aparezca en cientos, incluso miles de páginas, y en ellas empezamos a descubrir intimidades que no están a la vista para el turista. La provincia de Tayacaja, en Huancavelica, una de las dos o tres más pobres y olvidadas del Perú, hoy irrumpe entre la comunidad humana en 625 páginas web, número que además crece cada día. Páginas que revelan por qué las madres gestantes de Tayacaja no acuden a los médicos, las diferencias gramaticales que caracterizan su quechua, la disfonía que padecen sus maestros de escuela, la fiesta anual que celebran sus emigrados a Nueva Jersey, las plazas disponibles para el servicio rural de los médicos jóvenes, los incidentes del terrorismo, la lista de biólogos, psicólogos y otros profesionales de Tayacaja que buscan trabajo, el riesgo de fiebre amarilla, un nuevo partido político local, el éxito microempresarial de un hijo de Tayacaja y los perfiles de 64 residentes que buscan compañero o compañera en cualquier lugar del mundo. Uno de los aspectos feos del Perú es la desigualdad y para conocerla debemos consultar trabajos como el Informe sobre Desarrollo Humano Perú 2005 que acaba de publicar el Programa para el Desarrollo de las Naciones Unidas. El informe sigue una tradición reciente: medir la desigualdad entre regiones. Si bien el Banco Central de Reserva publicó un mapa de pobreza en 1984, fue en los años noventa que los mapas de pobreza se constituyeron en una herramienta de gobierno para priorizar la dirección del gasto social. El trabajo del PNUD tiene la virtud de ser un análisis más detallado a nivel de distrito y de analizar no solo las diferencias económicas sino las de la salud, la educación y otros elementos del nivel de vida. En la era de la descentralización, es apropiado conocer la realidad comparativa de cada localidad, ojalá que el postergado censo nacional permita definir los éxitos y las carencias, y que este nuevo ejercicio de transparencia --de ver lo bueno y lo feo-- sea el acicate y la brújula para el que busca un mejor Perú. Mientras más abierto el ojo del peruano, más rápido llegará el día en que no será necesario esconder nada a los ojos del turista.


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