Esta mañana al leer el periódico he leído un artículo de Francisco Sosa Wagner,
en la que habla de los hombres que no usan corbata, principalmente los políticos
que son los más aficionados desde hace algunos años al “sincorbatismo”.
En mi época de estudiante en la
Universidad Católica de Lima, había que ir a clase con traje y corbata, lo
mismo pasaba en cualquier Universidad del mundo, donde tienes que ir
decentemente vestido.
Recuerdo en la Facultad de Derecho de
Oviedo, como los alumnos teníamos que ir elegantemente vestidos, porque si no el
catedrático te invitaba a dejar el aula.
Eso me paso una vez en la facultad, por el verano, faltaban algunas clases para
terminar la asignatura de Derecho Civil, y
el catedrático quedo en dar unas clases durante las dos primeras semanas
del mes de julio. Como hacía calor, yo me presente en clase en mangas de
camisa, al verme el profesor en esas trazas, me invito a salir de clase. Como
yo no me daba cuenta porque me había echado de clase, lo esperé a la salida y
le pregunte cortésmente, porque me había expulsado. Me contesto muy
cariñosamente, que debía asistir bien vestido a las clases, y con corbata, aunque
hiciera mucho calor. Le agradecí, la explicación y al día siguiente volví a
clase elegante y con corbata. Aprendí a que siempre debemos de ir a cualquier
acto correctamente ataviados.
El nombre de corbata, viene del italiano, corvatta o cravatta,
derivado de "croata". El origen data del año 1660, cuando los
jinetes del ejército croata usaban pañuelos de colores al cuello.
Existen al menos dos tipos de corbatas,
la larga que es el tipo más usual en nuestros días y la corta o "de
moño". En la actualidad, es complemento de la camisa y el traje. La corbata consiste
en una tira, generalmente hecha de seda o de otro material que se
anuda o enlaza alrededor del cuello, dejando caer sus extremos, con fines
estéticos. Es por lo general de uso masculino. El uso de la corbata se origina
con el objetivo de cubrir los botones de la camisa.
Los egipcios y los romanos, de las
clases bajas solían anudarse al cuello una soga con un buen tejido de forma
triangular, y los legionarios romanos llevaban algo similar a la corbata,
llamada focale. En la buena sociedad según Séneca, Quintiliano y Horacio,
se podía considerar un riesgo dejar el cuello descubierto, así que el focale lo
llevaban las mujeres, las personas que tenían problemas de salud y los
oradores, para proteger sus cuerdas vocales.
La Revolución Francesa, la fecha de
nacimiento de la actual corbata se remonta a la segunda mitad del siglo XVII,
con la llegada a Francia de los mercenarios croatas. Con su traje tradicional
llevaban un pedazo de tela blanca, que llamaban 'hrvatska' (es decir: Croacia en
idioma croata). La anudaban formando una rosita y dejando colgar las
extremidades encima del pecho. La croatta les gustó mucho a
los franceses que la adoptaron y llamaron cravate y luego la
difundieron en todo el mundo.
Hacia el final del siglo XVII se
impuso la costumbre de anudar suavemente la corbata al cuello, con las dos
extremidades enhebradas en un ojal de la chaqueta o fijados con un broche.
Durante la revolución francesa, la corbata se volvió un verdadero status-symbol y
por primera vez adquirió un valor político: el revolucionario la llevaba negra,
mientras el contrarrevolucionario se la ponía blanca.
En los siglos XIX y XX Vino, luego, el
momento de los incroyables, gente elegante y extravagante cuya
corbata tenía enormes dimensiones y llegaba casi a esconder la barbilla y el
labio inferior. Fue importante en este periodo la persona de Lord Brummel que
para anudarse su corbata necesitaba la ayuda de dos mozos. Él mismo introdujo
el empleo del almidón, para que mantuviera su rigidez. En los primeros años del
siglo XIX la forma de la corbata empezó a acercarse a la actual, aunque fuera
más voluminosa y existieran sólo tres colores: gris, negro y blanco. La moda
había empezado a homologarse con algunas excepciones como el tipo lavallière,
caracterizada por dos partes iguales en ancho y largo, que se volvió el emblema
de los artistas y de los revolucionarios.]
Con la reducción de las dimensiones del
cuello de la camisa, para anudar la corbata, se hacía un sólo giro alrededor
del mismo. Fueron aquéllos los años en los cuales la corbata se difundió en
todo el mundo. Las más típicas eran el nudo (o corbata larga),
la galla (o papillón) y el plastron (ascot,
o bufanda a la inglesa).
En época de Napoleón, éste llevaba
siempre corbata negra con borde blanco, hasta que la mañana del 18 de junio de
1815 decidió cambiarse de corbata, perdiendo ese día labatalla de Waterloo,
según indica el señor Beausset, prefecto de palacio. A partir de este
momento, el arte de anudarse al cuello un pedazo de tela se ha convertido en el
signo más elegante de vestir del hombre. Ya en L'Art De Se Mettre La
Cravatte, publicado en París en 1827 y atribuido a Honorato de Balzac,
se pone de manifiesto la importancia de esa prenda.
Existen 22 diferentes tipos de nudos. Los más conocidos
son el nudo inglés y el nudo francés, diferenciándose entre ellos únicamente en
que para el francés hay que dar una vuelta adicional a la tela, generándose un
nudo más voluminoso y considerado generalmente como más elegante.
Existen distintas maneras de anudar la
corbata: nudo simple, nudo doble simple, nudo de corbata Widsor, nudo trinidad,
nudo Pratt, nudo ediety
Las precursoras de las corbatas tal y
como las conocemos hoy día, son las que se usaban en clubes y colegios, por
ejemplo, en 1880, los miembros de la Universidad de Oxford se
ataban las cintas de los sombreros, alrededor del cuello. Así, el mismo 25 de
junio de 1880, se creó la primera corbata del club, que confeccionara esta
prenda con los colores correspondientes. De esta manera, la idea se fue
propagando en los otros clubes, universidades y colegios.
La corbata moderna existe, en su forma
actual, desde 1924, ya que alguien llamado Jesse Langsdorf, encontró una
manera de cortar la corbata con el menor desperdicio posible de tela, y la
solución fue trazar un ángulo de 45 grados en la trayectoria del dibujo.
Además, la seda no la cortó en una sola pieza, sino en tres, que se cosían
luego en otro proceso. Patentó su invento y más tarde lo vendió en todo el
mundo. Hoy en día, la mayoría de las corbatas se confeccionan de esta manera.
Antaño, en determinados locales, no se
dejaba entrar si no era con corbata. Recuerdo que a la Universidad, tenías que
ir elegantemente vestido y con su correspondiente corbata. Sino el mismo
catedrático, te llamaba la atención y te hacia abandonar el aula.
Esto también sucedía en los casinos, más
elegantes de Europa “esos que tenían un ambiente intenso, con historial de crímenes,
espionaje y mujeres con cuchillos por mirada, y ello tenía su sentido porque
era una forma de asegurarse que si el jugador se arruinaba, le quedaba la
corbata como testimonio último de su orgullo perdido”. En la actualidad ya no te exigen que
lleves esta prenda, y se advierte el deterioro estético que ello ha supuesto.
Quien lleva chaqueta y camisa
convencional, si le falta la corbata, es como si a don quijote le quitamos la
lanza.
La corbata en la actualidad es utilizada
dependiendo el ámbito, por ejemplo en empresas relacionadas a tecnología o
empresas lideradas por personas jóvenes no suele utilizarse mientras que en
otros ámbitos como la justicia es la regla. Por ejemplo, un caso que llama la
atención es que en la provincia de Chubut (Argentina) el Tribunal Superior
de Justicia determinó la obligatoriedad de la utilización de corbatas en
audiencias judiciales.
Cada una de ellas identifica
personajes diferenciados: el elegante,
el opositor, el apresurado, el calmoso, el infantil, el náufrago de la vida, el
banquero, el ilusionista, el rutinario. “Es decir, que la corbata es un tratado
de psicología resumido y la prueba de su necesidad es que los modernos que
prescinden de ella recurren a los pañuelos, que fueron emblema de algunos
simbolistas del pasado y despúes han sido patrimonio de señoras finas y algunas
descuidadas.
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