miércoles, 29 de junio de 2011

ANÉCDOTA SOBRE EL PUENTE DE LANEO EN SALAS

    CARTA ABIERTA AL ALCALDE DE SALAS, SOBRE EL PUENTE DE LANEO

     Cuando vamos desde Oviedo a  Cornellana, nos encontramos en la Rodriga con un cruce que nos lleva a  Puente San Martín, Belmonte, Somiedo, a cinco kilómetros de la Rodriga,  desde la carretera, se divisa al otro lado del río Narcea un pueblo llamado  Laneo , Lanium, perteneciente a la parroquia del Concejo de Salas, se encuentra a 17 kilómetros de Salas, capital municipal, y esta situado a una altitud de 205 metros. 

   Al revisar los archivos, encontramos  los antecedentes históricos del pueblo de  Laneo,  que figura entre las donaciones del Monasterio de San Salvador de Cornellana, que en 1124 los condes Saurio y Enderquina, vinculan a la iglesia de los Santos Pedro y Pablo de Cluny. En este lugar fueron reconocidos los castros de Laneo (barrio de La Pedrosa) y el de la Cerca de Llaurico, en lo alto del pueblo, antiguamente era  refugio de las águilas, y allí existe muy buena manzanilla. Los antiguos cuentan que los días buenos desde allí  se podía ver Oviedo y Gijón. 

   Laneo, es un pueblo  por excelencia agricultor, su vega es muy rica y fértil, todo lo que se siembra da cosecha. Allí se cultivan las  “fabes” de denominación “la Granja” las que  están consideradas como las mejores de  Asturias. Su piel es mas suave, de las que se cultivan en otras zonas de la provincia. . La “faba” o alubia  se incluye dentro de la familia botánica de las leguminosas y era ya conocida y cultivada por los primeros pobladores de América, posteriormente fue traída a España por los descubridores; con el correr del tiempo esta fue expandiéndose por el resto de Europa. La judía cultivada en Asturias presenta una vaina o legumbre, cuyo color puede variar del verde al amarillo, que encierra semillas arriñonadas, se consume en verde la legumbre entera - como vainillas o judías verdes -o bien se dejan madurar éstas y se utilizan sus semillas una vez secas, que constituye la materia prima básica de un plato de tanta fama e importancia gastronómica como es la fabada   

También en alguna época se cultivaron naranjas que eran muy buenas y jugosas. No podemos olvidarnos que es  importante porque se da desde hace muchos años la mejor cosecha de tabaco, este fue traído al pueblo por Benigno, quien emigró a Cuba a principios de siglo,  y allí había trabajado en la elaboración de puros. El pueblo contó algunos años  con especialistas holandeses  para enseñar  el procedimiento de cultivo y elaboración. Hace algunos años la producción del tabaco era de 34.000 kilogramos, está cifra  es muy baja dada la calidad de las tierras y el clima ideal para la obtención de capas para cigarros, lo que constituye una riqueza potencial desaprovechada por el labrador.  Por eso en el pueblo existen dos grandes secaderos de son utilizados por los agricultores  para guardar y secar hasta el momento en que se envía a la fábrica para la elaboración de los cigarrillos. El tabaco de la vega de Laneo es el mejor que se exporta fuera de nuestra región.

   Entre los años de 1950 a 1960,   Laneo se convertía en el punto de concentración - comer y dormir - de los escoltas y guarda ríos que venían acompañando al  Generalísimo Francisco Franco Bahamonde que pasaba en el verano algunos días pescando  salmones en los muchos cotos que existen  por esa zona.
   
   Desde Requejo, al otro lado de la carretera, para pasar a Laneo, existía por aquellos años un puente de madera, que los pobladores llamaban “el cable”, este en un principio había sido de cemento armado,  pero cuando la guerra civil fue dinamitado y destruido. Es  así,  que los pobladores idearon ese puente de cables para poder subsistir, - debemos aclarar que aquellos años eran muy malos para la economía de nuestro país, porque se comenzaba  a salir de  la crisis de la guerra - por allí,  pasaba  desde la gente hasta el ganado que era vendido en los mercados de la zona.. A finales de 1954, en el frío invierno,  vino una riada muy grande y se llevó “el cable”, desde ese momento los vecinos tienen  que utilizar una lancha a remo para traslarse de una orilla a otra. Cuando el Caudillo estaba de  pesca  por aquellas zonas,  nadie se podía acercar al río, solo tenían permiso  determinadas personas como  la maestra y los alumnos pequeños , el cura  y alguna otra.

   Se cuenta que  uno de esos días, por la mañana,  Franco estaba preparándose para subir a la lancha,  y un vecino Manuel Escobal, -quien no era natural del pueblo, y se le conocía con el sobrenombre de Escobal, -  el cuál  le viene del pueblo donde había nacido, tenía un “Chigre” y estaba casado de segundas nupcias con una de allí . Ellos entre otras cosas,  servían comidas y daban hospedaje a los forasteros.

   Se dice que Escobal desde una de las orillas del río  grito: ¡ Viva Franco! ¡Estamos aislados!,  el caudillo se percato de aquel poblador y de lo que  le decía.  Franco continuo  entretenido con su ocupación de la  pesca de  los muy codiciados salmones, pero  a la hora de la comida, llamó a Eusebio Periquin,  uno de los guarda ríos,  y le pregunto,  que es lo que había querido decir aquel vecino, a lo que el Eusebio le respondió: que en ese pueblo no tenían puente y que era necesario y urgente la construcción de uno.

   Pero a Franco,  esta urgente  necesidad de ayudar al pueblo  no le cayó en saco roto, al final del verano, una vez que ya estaba en Madrid, llegaron al  pueblo, el  personal de la Diputación Provincial , quienes  empezaron a realizar las primeras mediciones de lo que sería el puente actual, se dice que al año siguiente Franco pescó un salmón desde ese puente recién construido.

   Lo que queremos decir con esta anécdota es  recordar a Manuel Escobal quien indirectamente, llamo la atención de  Franco recordándole que estaban aislados, y  pudo conseguir que el Caudillo ordenara la inmediata construcción de ese puente,  por cierto, uno de los más bonitos de la zona. 

   Pensamos que todo el pueblo debe rendirle homenaje porque con  solo un grito pudo conseguir que Franco le hiciera caso. Laneo  debe de estar orgulloso de este amigo y vecino que fue Manuel Escobal. Creemos, que desde el trayecto del puente hasta donde era su casa , debe llevar su nombre. El lo merece.


José Luis García Alvarez
Director de la Casa del Perú
en Asturias

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