miércoles, 22 de enero de 2014

AGUAFIESTAS

Los chicos que frecuentan las academias de verano casi todos llevan puestas las camisetas del Barcelona, del Milan o del Bayern. Algunos ingenuospor supuesto, se atreven a ponrse la de nuestra selección peruana. Mientras los futbolistas locales prolongan sus vacaciones con la escusa de la pretemporada, la vision del mundo para los chicos es vasta y el Perú es tan solo  un pedazo de tierra donde no necesariamente deberán vivir y trabajar a futuro.. En este mundo de imágenes globalizadas los chicos escogen aquello que goza de popularidad y prestigio. El Peru en este sentido, es un accidente. Las imágenes y las propuestas están servidas en ingles: "summer sale", "flats, duplexs y hometowns". La palabra " rebaja" ha perdido sonoridad y no existe en los letreros de las tiendas .

Como afirma Alberto Vergara, solo las clases sociales mas alejadas de las bondades del consumo exigen un Estado fuerte y generoso. A las clases mas acomodadas, en cambio les incomoda  el Estado y desean articularse vía la tecnología, el mercado laboral y las exigentes competencias, a un mundo globalizado. El Perú, con frecuencia, les estorba. O lo desconocen. O lo ignoran: su geografía, sus dramas históricos. No les resulta rentable conocer tanto del Perú. La gracia consiste en saltarlo a la garrocha y llegar al mundo, a ese mundo maravilloso que reside en los países desarrollados y occidentales. O zafarse, por cierto, del torneo Descentralizado y participar en los partidos europeos que, felizmente transmiten por la televisión.

Veo a los chicos que frecuentan las academias como si fuesen habitantes de otro planeta, no solo de otro país. Me hago la siguiente pregunta ?Existirá el Perú en el ano 2060??Existirá fusionado a otros países? ?América Latina sera un territorio  de identidad cultural?.

Un adolescente, por cierto, lleva orgulloso la camiseta numero 9 de Guerrero en el Corinthians. El Perú, con todo su auge económico, no nos llena de orgullo, su clase política nos avergüenza, los referentes como Gaston Acurio no nos llenan del todo si aun hacemos nuestro el poema "Gastronomía" de Juan Gonzalo Rose: "Para comerse un hombre en el Perú/ hay que sacarle antes las espinas.../ Cortarlo en pedacitos.../ mientras se va pensando que nuestro buen gobierno nos protege.../ Y como buen final: tomarse un trago" Recordar este poema me convierte en un viejo aguafiestas, en un dinosaurio que no se asienta del todo en el siglo XXI. Cuando veo, sin embargo, los rostros cetrinos, agotados, frustrados, de los habitantes del microbus, reconozco unPeru herido. Me pregunto: ?Cual de los lotes de su urbanización, mas allá de los cerros, en el arenal, sera su " hometown"? ? El héroe discreto viaja quizá en el Metropolitano? No, no, no...pensar así corresponde a un Perú que ya se fue...

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