lunes, 20 de enero de 2014
EL PATRIMONIO ALCOHOLICO DEL PERU
Ahora que acabamos de conmemorar otro aniversario mas de la fundación española de Lima, varios se han apurado variopintos tragos. Lima también tiene un patrimonio alcohólico que es preciso poner de relieve, como si fuese también cualquier otra manifestación cultural porque es producto de la historia, del tiempo y sus circunstancias. Hay marcas centenarias de cerveza en el Perú inexplicablemente ligadas a la historia y a los lugares. Uno es el Callao, lugar de llegada de marinos y mercantes, hombres recios con sed; el otro el Rimac, lugar de mano obrera y de un legendario canal de agua como materia prima. Casualmente ambas empresas nacen por el empuje industrialista de inmigrantes (alemanes y estadounidenses respectivamente), concepto no tan arraigado entre nuestros connacionales de dinero en aquel tiempo. La historia del pisco sour es motivo de grandes investigaciones y furibundas posiciones encontradas, sobre, todo, en el inventor y en el momento en que tomo su actual receta. Las evidencias apuntan a que fue en el bar Morris del Jirón de la Unión, por el mismo Morris o por sus barmans, antes de la década del 20. El hotel Maury, mientras tanto, se atribuye para si la creación de la receta tal cual la tenemos hoy. Hay quien dice que Víctor Morris la creo en Cerro de Pasco para los americanos de la Copper Corporation qu gustaban del wisky sour, del que sin duda desciende el nuestro. La historia del chilcano es mas difícil aun de precisar. Otra vez los inmigrantes están detrás de esto. Dicen que los laboriosos italianos a media manana se reconstruian con un cóctel de grappa (el aguardiente de uva en Italia), soda y limón. El nombre podría ser referencia al reconstituyente caldo de pescado, que guarda el mismo color que el trago. Otra es la influencia del gin con gin, que es cuando se le incorpora el ginger ale.! Sea como fuere, es nuestro patrimonio alcohólico.
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