martes, 7 de enero de 2014

LA HISTORIA QUE LE FALTA A LIMA

Visitando el Cuzco, recorriendo sus extraordinarios monumentos, volviendo a respirar su milenaria leyenda y a firme promesa  que representa para el futuro, la visión de Lima como ciudad histórica aparece - por contraste- descuidada, opaca, insignificante.

Sea que el viajero explore sitios clásicos como el imponente Templo del Coricancha, cn su tensa superposición de tiempos inca, colonial y contemporánea, o sea que se interne por nuevas rutas  como las del valle del sur, en las que se examina en apenas unas horas la impresionante  ciudad Wari de Pikillacta (siglo VII d.C), los místicos acueductos incas de Tipon (sigo XIV-XV), y el apabullante arte de las iglesias coloniales de Andahuaylas y Huaro (sglo XVI-XVII), en el Cuzco se percibe una sola narrativa integrada.

Y es que en el ombligo del mundo sus modernos ciudadanos, orgullosos, han logrado articular una historia de cuatro milenios que no por accidentada y terrible en muchos de sus pasajes deja ahora de exponer una sola cosmologia, única, multicultural y coherente, y universal al mismo tiempo.

Lima tiene tanto que aprender del Cuzco.

Para empezar, no solo debe poner en valor los promisorios sitios pre incas que configuraron una civilización antes  de la llegada de los espanoles: Garagay, El Paraiso, Maranga y Puruchuco, entre los principales.

Tiene también que, y sobre todo, escribir una historia oficial continua, un relato -"storrytelling", como se dice ahora- que deje de fechar nuestros orígenes en 1532 para irse a algunos milenios atrás, y empezar a narrar nuestros anales con el mural de felino que hay en Garagay por ejemplo, pintado 1.500 anos antes  de Cristo.

La historia de Lima empieza pues 500 anos antes, aproximadamente, que Homero escribiera  "La Iliada" . Surge al mismo tiempo  que el segundo imperio tebano de Egipto, y que los puertos en Fenicia. Es apenas siglos mas joven  que el Código de Hammurabi.

Con esa conciencia universal es que los limenos tenemos que reescribir nuestra relación con el entorno-los valles Rimac, Chillon y Lurin- y con las comunidades que nos organizaron  - culturas limenas originales, wari, inca, española y republicana - creando no solo una visión  de ciudad milenaria, sino también un circuito espacial y económicamente integrado.

Proyectos para ello hay, y tenemos que impulsarlos . en el CADE 2013, puntualmente, ya surgió la idea de desarrollar la " ruta de los orígenes" , un circuito que uniría otros sitios arqueológicos en la capital - Pachacamac y Mateo Salado entre ellos- para establecer  una nueva alternativa turística que complemente la Ruta Moche y la clásica de Cuzco Machu Picchu- Lago Titicaca.

Pero el sector privado no es el único que tiene que ponerse las pilas. El Estado, a través del Ministerio de Cultura, tendrá que garantizar la viabilidad de estos desarrollos restaurando profesionalmente  los sitios, y dando la seguridad e intangibilidad que necesitan.

Con las invasiones sufridas a El Paraíso y otros monumentos, el 2013 ha sido una vergüenza en lo que toca a patrimonio historio.

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