martes, 21 de enero de 2014

HISTORIAS QUE UNEN LOS PUEBLOS

En un clima ansioso , en el que algunos municipios ya anunciaron el embanderamiento de sus distritos - como La Molina y Surco- y nuestras familias y amigos esperan el fallo de La Haya como quien espera un partido de la selección, los limenos vamos sopesando cuanto hay de enfrentamiento y cuan entretegidas están las dos naciones hermanas.

Cierta tensión se respira en el ambiente, cierto. En Santiago y en Lima, en Tacna y Arica, declaraciones preocupadas, titulares exaltados y uno que otro llamado patriotero marcan el animo del momento.

Sin embargo, es bueno hacer notar, como lo hace "El Mercurio" , que la nuestra no es una mera historia conjunta que " por momentos aparenta tener solo divisiones", también tiene formas  de vinculación subyacentes desde la Guerra del Pacifico.

Una primera aproximacion a estas vinculaciones esta en el excelente libro "Historias que nos unen. Episodios positivos en las relaciones peruano-chilenas, siglo XIX y XX, que acaba de aparecer.

En los 20 relatos compilados por los historiadores Sergio Gonzalez, de Chile y Daniel Parodi, del Perú, descubrimos como ambos pueblos gozamos de aficiones y devoluciones compartidas: el fútbol en equipos binacionales, Santa Rosa y el Senor de los Milagros, la sabrosa cocina mestiza en común o los boleros de Lucho Barrios.

También, como peruanos y chilenos -O'Higgins mediante- afrontamos la guerra de la independencia como una empresa colaborativa y como juntos tuvimos  una de las victorias menos documentadas  en el combate del dos de mayo, que anulo para siempre los intentos coloniales ibéricos.

El libro reinterpreta el concepto de frontera. Para los autores, esta no es una separacion o el mojón que marca un lado y otro. Por el contrario, es una referencia que señala una  relación necesaria, que puede tener querellas, pero que al fin y al cabo, son senales de convivencia.

Descubrir que Lolo Fernandez y "Manguerita" Villanueva conformaron en 1933  con pares chilenos una potente selección del Pacifico que enfrento al Barcelona, el Real Madrid  y el Bayern de Munich es tan fascinante como conocer los favores por santos peruanos en la capital chilena. Saber que el maíz y el ají se cultivaron allá y acá, y que sobre esa base se construyo una nueva cocina colonial que perdura entre todos hasta hoy, explica también porque compartimos los mismos gustos típicos.

Los argentinos pusieron de moda el termino " historias mínimas" cuando empezaron a narrar en sus películas cuentos íntimos,  parroquiales, de personas ordinarias con pequeños dramas cotidianos. Hoy no se me ocurre mejor expresión  que esta para tratar de explicar como son las "historias que nos unen" de este libro.

No son, pues, las grandes epopeyas o gestas históricas. Son actos fragmentados que suenan indistintamente como un vals o una cueca, que saben a sancochado o a cazuela: en fin, que representan el inconfundible llamado de lo familiar. Es una visión alternativa de lo "nuestro", que mas que limites nos plantea un feliz vecinazgo.

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