miércoles, 1 de enero de 2014
UNA VISITA AL HOSPITAL DE COMAS
Hace unos días les dije a mis amigos que quería visitar Comas, pues, enseguida allí me llevaron.En un mar de basura, el sol de diciembre ilumina el hospital -que lleva el nombre de nuestro medico amigo de la familia- Marino Molina Scippa. Desde que se deja la carretera Panamericana Norte y uno se adentra en el vasto distrito de Comas, hasta llegar a la avenida de la Fuente, en la urbanización Santa Luzmila, segunda etapa, surge el lejano recuerdo de una Lima abandonada a su suerte por las autoridades municipales: calles descuidadas, una berma de tierra árida y basurales sucesivos que atentan contra la salud de sus habitantes ? Por que Comas un distrito pujante, enorme, fundado en 1960 merece tal suerte? ?Por que l alcalde tiene tanto desprecio por la gente que voto por el? . Comas no merece ese destino en medio de tantos distritos que compiten por ser cada vez mejores.
Me entero, porque me lo cuentan unos conocidos, que el día 27 de diciembre, las autoridades del hospital organizaron una sencilla ceremonia para los siete internos que practicaron en sus instalaciones durante todo el ano 2013. Eran seis varones y una mujer. El hospital luce pulcro y brilla como un foco de buena administración. Creo que la gente confía en sus médicos, pues se la nota tranquila, segura de que va a ser atendida con honestidad. En junio del ano pasado festejo su doce aniversario. El hospital pertenece a la red Sabogal y tiene el ta mano perfecto: mediano, de amplios ventanales, ventilado, con áreas verdes y, sobre todo, cuenta con un grupo de enfermeras alegres que trataban a los siete internos como si fuesen sus hijos. Uno de los mejores logros de la sociedad peruana son sus enfermeras: son amables, coquetas y graciosas. Me cuenta un enfermo que en una ocasión caí en sus manos y después de haber estado una semana en cama, al levantarme, una de ellas le dijo risueña: Creí que era mas alto, mas delgado y mas joven". Es una pena que Cesar Vallejo, que nació un día que Dios estuvo enfermo, y grave, para colmo, haya muerto en París y no las haya conocido.
Marino Molina Scippa, fue un gran medico y excepcional cardiologo. Faltaba menos, si en el Peru hay medicos de gran corazón que lo dan todo por sus pacientes a cambio de sueldos que estan por ebajo de su formacion. Durante la ceremonia , los médicos que hicieron uso de la palabra mencionaron sin pompa la nocion de vocacion de servicio. Los familiares que estuvieron allí les creyeron. En nuestro pas cada vez que se les considera notic solo en en manifestaciones y pliegos de reclamos. Pero son de hablar pausado, mirada franca, comprometidos con el Peru y hacen lo mejor por su gente. Al menos, en el hospital e Comas, rodeados de esa basura ardiente, vestidos con sus batas blancas y verdes, los doctores son los verdaderos maestros de los siete "samurais"
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Buenas, se que el blog es antiguo pero quisiera sabes si tienes información de Mariano Molina Scippa, porfavor es para un trabajo de la escuela.
ResponderEliminarSobre su vida familiar, como dices que es un amigo familiar porfavor:c
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