En una sociedad tan profundamente conservadora como la peruana y con una derecha cada vez mas activa, no llama la atención las burlas que recibe la familia Ollanta - Heredia. Hasta donde es posible saber, se trata de una familia normal, que vive en un distrito recatado, tiene tres hijos y muy probable crié un perro en casa. Pero en la batalla por recuperar el poder político, la derecha olvida esa imagen estable y solo ve en Nadine Heredia una rival de fuste. Nadine brinda encanto a un gobierno dirigido por un militar tímido, una sonrisa no impostada, un toque de intimidad y, quizá por esas razones, considera que debe devolverla a la cocina de casa, lo que acentúa, de ese modo, la visión mas tradicional de la familia.
Lo que sorprende, mas alla de su eventual candidatura en el 2016, son los argumentos que se utilizan para disminuir al presidente Humala: su conducta de saco largo, refugiado en las faldas de su mujer , ! Esas son las puyas que gastan los hombres en los bares elegantes y en las cantinas de América Latina!. Su imagen mas conservadora es la del hombre que ronca, levanta la voz e incluso grita cuando hay que poner lo que se debe poner sobre la mesa. A pesar de los cambios profundos que se presentan en las familias peruanas, la imagen que aun se vende mediaticamente es la de un presidente que mande con los pantalones bien puestos, con energiza viril, sobre todo si se trata de un militar. Pero cuidado, porque cuando rompe su silencio y habla, consideran que ladra.
La pirámide poblacional ha cambiado y muchos analistas políticos se encuentran en el poco mas alto de ella: superan fácil los 50 anos. La pareja presidencial ronda los cuarenta y son varios los peruanos entre los 18 y 35 anos que provienen de una vida cotidiana ganada por a premura y multiplicación de roles: madres que mantienen el hogar, hombres liberados del asfixiante papel de proveedor, divorcios a granel, padres que cocinan y preparan loncheras. Sin duda después de los movimientos feministas desde los anos sesenta , quienes se encuentran refiriendo su conducta son los hombres: quizá por eso haya ahora tanto crimen desesperado contra esposas y convivientes.
Mis amigos me critican que no sea nada severo con Nadie Heredia. Pero, claro, les digo: es una mujer joven, que hace política explicita, que sonrie bonito, que se cuida, que desea seguir aprendiendo y tiene legitimas ambiciones en el espacio publico. Es la heredera de Violeta Correa Miller, de quien tambien se burlaban por fumadora y tener voz ronca, la compañera de Fernando Belaunde Terry, secretaria, esposa y primera dama. Ninguna de las dos, sin duda, se dejaría maltratar.
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