Mientras que los robos al paso son el delito as extendido en el país, las extorsiones constituyen el mas preocupante, peligroso y violento. Hoy son la principal amenaza criminal, como en su momento lo fueron el secuestro y los asaltos a bancos, aunque a diferencia de estos las extorsiones son menos selectivas y, por tanto, afectan a un mayor numero de actores, tanto grandes como pequeños, y sectores productivos.
Un sector especialmente afectado es la construcción civil. En la que por "protección" se cobra normalmente un cupo de 3% del costo total de la obra. Los extrorsionadores, enmascarados en falsos gremios laborales, demandan para su gente un numero importante de plazas, por las que cobran a los beneficiarios. De no accederse al " servicio" , ofrecido bajo amenaza, no solo peligra la violabilidad de la obra, sino la integridad fisica y la vida de sus responsables, según la fiscaliza, solo denuncian el hecho en el 3% de los casos.
Mientras que las extorsiones en construcción civil ocurren en todo el territorio nacional, hay ciudades como Trujillo y Chiclayo donde organizaciones criminales tienen sometidas a chantaje a sectores productivos enteros, como el transporte publico y el comercio, obligando a cada microbusero, taxista, mototaxista y comerciante a contribuir con una cuota diaria por el "servicio de seguridad".
Las modalidades de extorsión son múltiples y se encuentran en permanente proceso de transformación. En la mayoría de los casos el uso de celulares es un instrumento fundamental y muchas de las llamadas provienen de los penales, desde donde se siguen dirigiendo las operaciones criminales.
La violencia es un fenómeno consustancial a este delito, porque esta presente en la amenaza, eventualmente en la represalia y casi siempre en la disputa de los grupos criminales por su clientela. También puede estarlo en la respuesta como ocurrió en Trujillo el segundo lustro de la década pasada o a fines del 2013 en el sur chico: en ambos casos fueron asesinados presuntos criminales, aparentemente por escuadrones de la muerte.
Aunque estas respuestas suelen ser populares, estan renidas con la ley y la etica y son contraproducentes, pues solo azuzan la violencia y alimentan el crimen.
El fenómeno delictivo en general y el de las extorsiones en particular prosperan por la inoperancia y corrupción del sistema de justicia penal especialmente de la policia, tanto en su labor preventiva como investigativa.
La unica forma eficaz de revertir el avance de las extorsiones e impedir que terminemos en el reino de la selva, donde se impone la voluntad del mas fuerte, es reconstruyendo la capacidad de inteligencia e investigacion criminal de la policia. Para hacerlo se requiere dar muestras de liderazgo y voluntad politica al mas alto nivel.
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