El asesinato de la miss Venezuela y su esposo , conmociono a todo el país, la semana pasada, lamentablemente no fue un hecho inusual, pues los asesinatos en ese país llegaron en el 2013 a la cifra record de 24.763.
En el ano de 1998 el ano anterior a la llegada de Chavez al poder, estaban en 4.500. En 15 anos, Venezuela cuadruplico su tasa, pasando de 20 de cada 100.000 homicidios a 79.
Esta es una de las tasas mas alas del mundo, superada solo por la hondurena, que esta arria de 80. Asia, Europa y Oceanía tienen tasas que no superan los 3.5.
Estados Unidos, tan propensos a los asesinatos masivos, no pasa de 5. El promedio mundial es de 6.9. Los países de América Latina y l Caribe tienen, en general, tasas altas y con los africanos son los mas violentos del mundo.
A juzgar por la cobertura mediática, nosotros estamos cada vez peor.
Podria ser el caso, porque en los últimos anos se ha instalado el sicariato, el homicidio por encargo y os ajustes de cuentas ya no son solo entre narcotraficantes, sino entre extorsionadores de todo tipo.
No obstante, as cifras policiales no dan cuenta de un deterioro y, si se comparan con otros paises de la región, no somos los peores.
En los últimos cinco anos la tasa ha sido alrededor de 10, solo por encima de Uruguay, Argentina y Chile en América del Sur.
En ningunos de estos anos superan los tres mil asesinatos: tenemos 8 veces menos que Venezuela y casi cuatro veces menos que Colombia.
No estamos mal, pero tampoco bien, justo en el limite de lo que la Organización Mundial e la Salud considera el inicio de la epidemia de violencia (10 homicidios por 100.000 habitantes).
Una vez que se desatan, as epidemias son muy difíciles de controlar, pues se extienden rápidamente. Hay, ademas, regiones del país cuyas tasas superan largamente este limite.
Segun el INEI, entre los meses de octubre del 2012 y septiembre de 2013, Madre de Dios llego a 2, Tumbes a 33, Cuzco a 28 y Arequipa casi a 20: un poco mas atrás, pero con niveles igualmente preocupantes, su ubicaron Callao (16), Tacna (15) y La Libertad (1). Nuestro principal desafió es reducir estas tasas. Hacerlo nos ayudara a impedir que se desate la epidemia.
Para ello, hay que mejorar nuestra capacidad de investigacion criminal y organizar un sistema de información que nos permita saber donde, como, cuando y por que ocurren los homicidios, y quienes son sus victimas.
Aunque no lo crea, estamos lejos de saberlo. Existen, por ejemplo, serias discrepancias entre la información policial y la fiscal sobre l total de homicidios en el ámbito nacional.
Conocemos poco sobre la epdemiologia de este fenómeno y, mucho menos, de sus causas.
La reciente creación del Comité Estadístico Internstitucional de criminalidad, presidido por el INEI y el dependiente del Consejo Nacional de Política Criminal (Conacop), debe contribuir a llenar ese vació y lo debe hacer con urgencia, para que no sea demasiado tarde.
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