domingo, 12 de enero de 2014

LA PALABRA ENVIDIA, ME TIENEN TANTA ENVIDIA...

Los limenos tenemos una relación ambigua  con la envidia: es decir, con lo que nos estremece cuando nos damos cuenta de lo que tienen las otras personas y nosotros no.

Hoy mas que nunca, estamos expuestos a ver - en un contexto de importante crecimiento económico y de movilidad social- que muchos de nuestros vecinos o amigos adquieren nuevos bienes, viajan o hacen gastos  antes impensados, mientras constatamos  que nosotros consumimos  menos, logramos menos o viajamos menos.

Los dichosos y exitosos  consumidores pueden adoptar dos estrategias diferentes: o muestran orgullosos  y desenfadados sus nuevas adquisiciones invitándonos a casa, dándonos un paseito en sus nuevos autos o contando las maravillas e sus últimos viajes: o, de lo contrario , cierran las cortinas de la casa y nos cuentan que en realidad no tienen mucho pero que últimamente  están recibiendo remesas o que acaban de heredar a una tia lejana.

Esta ultima estrategia - la de morigerar la dimensión del gasto que se hace o de los logros conseguidos- responde al temor  de ser envidiados y de sufrir -eventualmente- debido al mal que otros nos deseen "Tu envidia es mi progreso" se lee en muchos combis o colectivos, como un modo de repeler la mala onda de los envidiosos.

Tememos que "ns ojeen" o que "nos salen" porque nuestro éxito supondría que le quitamos al otro una oportunidad. A esto se le llama la "suma cero" en un contexto de bienes limitados. Es decir, te envidio porque al tener tu me quitas la oportunidad a mi,  ya que ambos no podemos tener  la misma cantidad, ya que no hay mas que repartir: tu éxito es mi fracaso y viceversa.

Sin embargo, la primera estrategia mencionada - esa de mostrar transparente mente y sin culpa todo lo que se hace  - supone, por lo contrario, que vivimos en una sociedad meritocracia  donde todos podemos conseguir  lo que queremos con esfuerzo porque todos tenemos la misma oportunidad de lograr nuestros suenos.

De algún modo, las redes sociales nos muestran ese  desenfado gozoso y abierto. La mayor cantidad de "likes"  o aprobación  de lo que se exhibe o se dice en las redes sociales proviene de los logros  que muestra la gente: amigos, parejas o familias disfrutando de viajes por fin de ano: madres exhibiendo a sus sonrientes hijos, los amos mostrando a sus recién banadas mascotas, los sebiches que estamos a punto de comernos  o la mejor foto que pudimos tomarnos. Nadie tiene temor de mostrar por las redes quien es, que tiene o a donde fue.

? Por que a veces tememos generar envidia debido a lo que tenemos o hacemos, y otras veces nos exhibimos sin reparos? ? Y por que cantamos felices " envidia, me tienen envidia", sintiéndonos reconocidos  y otras veces nos ponemos  una cinta roja  para evitar el dano?.

Pues muchas veces, confiamos mas en unas personas  que en otras (sabemos que algunos nos quieren bien) y sospechamos  que en algunos espacios - como los de las redes sociales- podemos jugar a ser exitosos y felices, y a nadie en verdad le importa  mucho. En otras ocasiones, salimos corriendo porque tememos la mala nda de los envidiosos.


























nos "on

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