QUE ES LO QUE ESTA PASANDO...

Resulta extraña l insistencia del presidente Ollanta Humala en el problema del grupo La República con la asociación de El Comercio-Epensa tenga qe debatirse en el Congreso. Para comenzar, el Congreso no debate por debatir. Sus debates en comisiones y plenarios tienen que ver con su función legislativa. Y todo el mundo sabe que no hay debate parlamentario ni legislación posible con nombre propio. Se legisla en función e la naturaleza de las cosas y no en función de las personas o de las empresas. Otra cosa es que el mandatario abrigue el deseo de un proyecto de ley de regulación de la prensa, que por supuesto cuida que no sea de iniciativa propia ni de la bancada oficialista (para guardar las apariencias de no intervención gubernamental) sino a propuesta de cualquier otro grupo parlamentario. Los ministros de Justicia y de Ambiente, parecen llanos no solo seguir esta cuerda entre bambalinas, sino a preconstrir, desde las sombras del poder, cualquier adefesio legislativo contra la libertad de expresión y de prensa. Por la posición de sus mas respetables miembros sabemos que el Congreso no dejara usar para ese fin: la de embarcarse en proyectos de corte autoritario contra las libertades civiles y democráticas. Algo mas: el diferendo entre los grupos periodísticos de La República y El Comercio-Epensa se ventila actualmente en el Poder Judicial. Mayor razón para que el Congreso no tenga que avocarse a una causa pendiente en un organo jurisdiccional ni interferir en el ejercicio de sus funciones, tal como lo establece la Constitución. Es igualmente extraña la actitud presidencial al hacer suyas posiciones erróneas, como la de creer que IPYS favorece un debate parlamentario sobre la concentración de medios, cuando la mayoría de sus miembros estan, mas bien, en contra. Con una mejor y mas serena asesoría, la voz presidencial pudo haberse hecho presente en el tema de manera neutral y no verse envuelta en el doble estándar de quienes dicen no desear la intervención del poder político al mismo tiempo que lo buscan a hurtadillas, para beneficiarse de sus resortes. A estas alturas de las circunstancias, vemos al presidente Ollanta Humala cada vez mas preso de sus humores y pasiones que de sus ideas y visiones, tan necesarias para el país. No hay otra manera de entender que el exito de un grupo periodístico y la frustración de otro, en una legitima transacción empresarial, hoy ventilada en el Poder Judicial, queda modificada tan dramáticamente el humor de quien debería, arbitrar la vida nacionalcon la mayor dosis de ponderación. Algunos de los promotores de un debate sobre la concentración de medios no ha medido consecuencias, al punto que han terminado enredando al presidente Humala en un tema que no conoce ni maneja en términos democráticos, y alimentando las tentaciones de intervención del poder politice en la prensa independiente. La incapacidad de generar este debate por cuenta propia y lejos del poder politico ha llevado finalmente a sus promotores a tocar las puertas de Palacio de Gobierno en un ultimo triste recurso, convertido a la postre en el abrazo del oso para ellos mismos y para el presidente Humala