Ahora que estoy en Lima, he encontrado en la biblioteca de casa, el libro "La tierra Prometida " y después de cincuenta y cinco anos he vuelto a releer. La tierra prometida, una novela de barriada cuya lectura original me satisfizo, pero la relectura no me ha satisfecho. Y es que hoy veo errores y deficiencias que antes no podía ver por ser mas joven.
En el desarrollo narrativo de los hechos, el autor privilegia la sordidez y la violencia y descuida o ignora los avances y logros de los pobladores de los Cerros San Cosme y el Agustino, invasores de los respectivos cerros, en el ano 1946, los primeros , y en 1947, los segundos. Los triunfos de unos y otros han sido muy bien documentados por Jose Matos Mar en su libro titulado "Perú Estado Desbordado y Sociedad Nacional Emergente".
En la novela de Angell dice: Que el resplandor de Lima que se proyectaba en el cielo y se veía desde Puente de Piedra !Falso!. En la década de 1950 yo he ido varias veces a Puente Piedra y he recorrido el valle del Chillon y puedo asegurar que en las noches no se veía ningún resplandor de la gran Lima.
Segun Agell, era tan grande la insalubridad reinante en los cerros, que en una de las casas "hasta las moscas estaban llenas de tisis". Moscas tísicas, como si tuvieran pulmones las moscas !que barbaridad!
Muchos pobladores de estos cerros no solían afeitarse a causa de su miseria y por eso " dejaban que las barbas les invadieran el rostro como un cáncer de pelo" ! Que tal comparación!.
Angell nos cuenta que el protagonista Manuel Costa sufrió una tremenda paliza que lo dejo malherido, " Le dolía el cuerpo y las costras incipientes de sus heridas le estiraban la piel en una forma muy desagradable". Una hora antes, aproximadamente, lo habían herido a Costa, pero según creo, las costras no comienzan a formarse una hora después de haber sido herido !No! Para que se formen hay que esperar dos o tres días y a veces mas.
Angell seguramente creyó que truculentizando la trama resaltarían la miseria y postergacion de los pobladores de los cerros. Se equivoco. "La Tierra Prometida es una obra menor y aun prescindible. Luis Felipe Angell no tenia el don de novelar, un don que por lo demás muy pocos tienen. Finalmente nunca me lo imagine usuario (y lo es en varias veces) lo que Corominas llama " un grosero galicismo" y que consiste en decir " seno" por teta o mama. En nuestro idioma, seno equivale a concavidad o hueco, pero la teta es una prominencia glandulosa, no una oquedad.
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