DESDE EL JARDIN

Algunos comentarios del presidente Ollanta Humala no solo nos confunden sino que son verdsderamente procupantes, pues lo proyectan como alguien ajeno, distante o ignorante  de las decisiones del gobierno que -hasta donde se tiene entendido- preside.
Su respuesta e hace unos dias al requerirle  su opinion, sobre la norma homofobica aprobada por su gobierno para la policia peruana, fue una nueva oportunidad para constatar esa sensacion de peligrosa distraccion.
?Que opina de la norma que dispone el retiro del policia que tenga "relaciones sexuales con personas del mismo genero, que causen escandalo o o menoscaben la imagen institucional?.
Y su insolita y criptica respuesta fue: Habria que preguntarle a la policia nacional del Peruque opina la policia ?no? , habra que escuchar tambien la opinion de ellos". Entonces, los medios de comunicacion le preguntaron "? pero cual es su opinion?, y el presidente respondio: "Mi opinion es el respeto a las instituciones".
Para ayudarle a interpretar lo que el presidente respondio- o, mejor dicho, no respondio-, propongo cuatro hipotesis: 1. No comprendio la pregunta. 2. Palacio le habia hecho un guion  que debia recitar ante cualquier pregunta sobre el tema, al margen de la interrogante  especifica. 3. Mayormente desconocia el tema, es decir, no sabe, no opina. 4. Quiere evadir la pregunta con la clasica tactica de "fingir demencia".
Al final, , sin embargo, la gente se quedo sin saber su respuesta ante unapregunta que es legitima, lo cual es un problema porque, primero, el preside el gobierno que legislo en ese tema a partir de las facultades que le otorgo el Congreso.
Segundo, el "mayormente desconozco" de Humala es un problema porque el es jefe supremo de las fuerzas armadas  y policiales y debiera tener , por tanto, al menos, alguna idea vaga sobre la pregunta de cual es la opinion de estas entidades.
Tercero, este silencio preocupa porque su respeto a los derechos de los homosexuales fue una promesa de su campana, como o hizo cuando saludo a "Tina la Tarapotina" en el tiempo en que viajaba a la selva pidiendo votos.
Cuarto, esta imagen de Humala como ajeno a su gobierno produce la impresion de que el no manda sino que las decisiones se toman en otras instancias a las que ha delegado funciones, como un entorno militar que ha ido copando su despacho.
Y quinto, el silencio de Humala tambien es frustrante porque un jefe de Estado tiene la obligacion etica y politica de explicarle al pais las decisiones de su gobierno que afectan - en cualquier sentido- al ciudadano, en lugar de  adoptar la pose "desde el jardin", con frasessimplonas y carentes de sentido que pretende pasar  como perlas de sabiduria.