Con mucha frecuencia en las redes sociales se publican fots en blanco y negro de como era Lima en el pasado. Ese pasado suel ser un periodo muy breve: mas o menos los primeros 50 anos del siglo XX. Y es inevitable la nostalgia. A muchos nos gusta entrar esa ciudad de postal, asi como si se tratara de Alicia en su pais de las Maravillas.
Es gratificante ingresar a esa Lima de papel porque todo parece bien cuidado. Funciona. O da esa apariencia. Es com un se imagina que una ciudad deberia ser . Y no es para menos. Esas imagenes nos recuerdan un momento cuando Lima parecia responder con altura y dignidad a las exigencias de un mundo ue se iba modernizando.
Esas fotos en blanco y negro nos hablan de orden, de planificacion , de una ciudad donde sus habitantes compartian determinados codigos para vivir bien en sociedad, las normas que la hacian fluir o las nociones que se debian respetar. Tambien era una ciudad con sus vicios, desigualdades y desgracias. Pero las fotos guardan lo mejor de si.
Y, aun asi, nos cuesta dejar esa ciudad de papel para regresar a la misma ciudad hoy, donde los codigos desapaecieron , los modelos se esfumaron. El orden cayovencido ?Que hacer? Lima paso a ser un escenario con multiples voces, rostros y necesidades. Lo urgente y lo inmediato se convirtieron en lo mas importante. La impaciencia se volvio el lenguaje cmun. La intolerancia en un codig que todos compartimos. Un sector, quizas el mas benevolente de una Lima seria y formal, le dio una sincera bienvenida a los valores de una Lima emergente. No era para menos, un sector de la ciudad que historicaente habia sido excluido empezo a demostrar lo que podia hacer por si mismo. Sus magicos colores parecian inyectarle una nueva vida a la austera capital.
Para mi eso era parte de un proceso de mutuo enriquecimiento en el cual los puntos mas debiles de esta cultura mrgente, como a informalidad o una estetica urbana diferente, terminarian por integrarse en una vision de ciudad mas desarrollada. Pero no hace falta mas que ir po la avenida Arequipa para ver que eso fracado: una estetica que desconoce valores mas o menos universales sobre conservacion ha terminado por hacer de esta gran via, otrora simbolo de una ciudad que ha perdido el rumbo.
La informalidad, por su parte, siempre ha sido parte nuestra y seria injusto atriuirle su paternidad a una Lima mergente. Pero no cab duda de ue es aqui donde adquirio una dimension que ha debordado a la ciudad toda. Los gremios que representan esa informalidad (en necesidad de urgente transformacion) hoy se sienten mas fuertes. Surgieron revocadores, autoproclamados defensores de la ciudad, que se ha convertido en sus principales aliados, y al empezar este nuevo ao dodo parece indicar que seran unos meses dificiles. Es como una ciudad al reves, y no me extrana que mientras eso dure muchos prefieran seguir mirando esas postales del pasado. Es una tranquilidad momentnea. Aunque esas imagenes ya no digan nada nuevo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario