LOS HIJOS DE LA CAPITAL

El movimiento literario modernista nace en el Peru a fines del siglo XIX y la exprsion cultivada por excelencia es la poesia, como habia ocurrido antes con el romanticismo. Sin duda, el temperamento poetico mas sobresaliente lo encana elpoeta Jose Santos Chocano. Nuestros narradores modernistas  destacados -Manuel Beingochea, Clementa Palma y Ventura Garcia Calderon- son autores de cuentos decadentes o exoticos, a ratos de un temblor espeluznante. Los casos de Valdelomar y Luis Benjamin Cisneros son singulares. Al primero le corresponde el privlegio de inaugurar el genero breve en el Peru y de dotarlo de nuevos matices de ernura y profundidad. Sin proponerselo funda nuestra literatura infantil.
El caso de Cisneros, en este sentido, es tambien significativo: su inquietante relato "Amor de nino: juguete romantico" (1864) ofrece un asunto explosivo para la epoca  y aplica una sugestiva cala psicologica en el protagonista, Ricardo un nino limeno de siete anos, de melancolico talante - " ojos azules y rostro palido"- que se enamora de una mujer mayor . En su desventurado destino, agoniza un tardio sentimentalismo. Es probable que desde entonces no encontremos un cuento valioso con criaturas  de Lima hasta " El Trompo" (1940), inolvidable relato de Jose Diez Canseco. El estilo narrativo el autor es una dificil conquista de opuestos: devocion y violencia, calidez y crudeza.
En tres capitulos , narra dos historias paralelas: la del padre del protagonsta, que desencadena traicion  y castigo:  y la de Chupitos, el protagonista, vendedor de loterias y diarios en las calles del Rimac, quien de triunfador habitual, pierde su trompo al final del juego. Las dos historias  estan unidas, en esencia por el doloroso aprendizaje de ciertas  normas de cduta. Podra reprocharse la mirada machista: no obstante, el lenguaje desenfadado, la atmosfera tristona y la pericia de la trama son indiscutibles. La ultima escena es de antologia, con Chupitos alejandose de los amigos, resignado, raspando la pared con el resto del clavo.
A mediados del siglo pasado, los narradores de la generacion del cincuenta, empenados por construir espacios urbanos y registrar una realidad con nuevos actores, nos legan diversos relatos con presencia de ninos: tal vez los clasicos sean  "Los gallinazos sin plumas" (1955), de Julio Ramon Ribeyro, y "El nino de Junto al cielo" (1954), de Enrique Congrains Martn. El primero, fue escrito, segun declaraciones del autor, despues de conmtemplar a unos chicos que urgaban  en la basura de las calles de una Lima que empezaba  a empobrecer y golpeaba a su poblacion mas vulnerable. Fue para Ribeyro una imageninsolita y desgarradora -ahora cotidiana-que dio origen a lahistoria de dos ninos que recogen desperdicios en los muladares limenos para alimentar a un cerdo, propiedad del abuelo, un hombre de mala entrana que los explota.
En el cuento de Congrains, un nino provincian migra a la capial y es enganado por un chiquillo avezado, que echa por tierra sus lusiones. Ambos cuentos nos muestran Lima cmo un espacio de riesgo y de minima esperanza: representada por Ribeyro como una bestial mandibula insaciable y por Congrains como un monstr e mil cabezas.
Poco despues Sebastian Salazar Bondy pulica "El senor Gallinazo vuelve a Lima (1961), una historiaque narra el regreso del humilde gallinazo, despues de muchos anos , a una Lima moderna que se ha expandido y pauperizado.
La "Tres veces coronada  villa" se ha conertido ahora en "Lima la Horrible" y a este escenario hipertrofiado y contradictorio desciende el mal afamado pajarraco. Lo sorprende un basural , donde algunas personas se confunen con los chanchos y los perros. Aqui conoce a bautista , un nino que le sirve de anfitrion para recorrer los alrededores. Aquella ciudad pequena y serena ue conserva  el animal en su memoria no existe mas. En este viaje descubren nino y gallinazo la otra cara de la ciudad. En un jardin palaciego se produce una confrontacion con un nino rico y se orginan serios problemas. El elato es energico y sin sutileza.
"Montacerdos"  (1981) e Cronwell Jara Jmenez estrenaba una ecada de pesadilla nacional y abria una grieta  en la exploracion artistica.
Su historia  de probeza  extrema desarrolla el tema de la invasion  de terrenos  y el abismo de las barriadas, con un lenguaje descarnado e intimista. Yococo, el protagonista, es la criatura mas conviscente  del universo del escritor y el simbolo mas desgarrador de una ninez submarginal.