Los limenos somos gente de neblina. La niebla camina cada dia con sus patas de gato sobre nuestro corazon. Nacemos y crecemos bajo la promesa incumplida del sol y de la lluvia, por eso agradecemos como nadie los rayos de luz y las gotas mas sutiles. El clima, entre nosotros, nunca es un gran tema de conversacion.
Somos gente de calle. De naturaleza ambulante. Porque hemos venido de lejos. Somos hijos, nietos, de gente extrana, en algunos casos pobre, incomoda y aventurera. Vivir para nosotros es radicalizar ese legado. Salimos del caos para recrear el caos. Ahi reside nuestra vitalidad, lo que nos hace indomables.
Sufrimos, vendemos, compramos, comemos, miramos, huimos, amamos en la calle, incendiamos el asfalto de color fluor. Nos vamos. Y a veces hasta volvemos.
Somos gente de mar. De arena y de areanal. Nuestro barco es una ballena varada sobre la que aletean los gallinazos. Aprendimos que todo se puede y todo revive al lado de las olas. Nuestros estados de animo van de una playa fria a otra desolada. Cavamos huecos profundos en la orilla de las cosas y nos gustan las botellas sin mensajes.
Los limenos somos gente de noche. De bares desaparecidos y polvos y diablos azules. De mapas secretos, desencantos y escaleras hacia ninguna parte en las que beber freneticamente algo de oscuridad y asmbro. Nuestros poetas escriben las palabras mas hermosas del mundo. Y mueren despues de comprenderlo todo.
Somos una gente cde mierda. A veces lo somos. No hay otra explicacion para tanto odio, para tanto escombro. Aqui constrimos nuestra casa. No para vivir en ella, sino para sobrevivir contra ella. Si somos lo que habitamos, entonces por que este desamor de multitudes. Esta es nuestra ciudad, quiza sea nuestra unica oportunidad sobre la tierra. Somos jovenes e inverosimiles. Todavia podemos intentarlo. Tenemos en comun la neblina, la calle, el mar, la noche. La mierda no.
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