Probablemente el Congrso Peruano sea uno de los mas baratos de toda America y del mundo. Sin embargo, solo por el rango salarial de sus miembros electos, quienes tratan de compensarlo por cualquier miembro de poder a su alcance, no estamos viendo el problema de fondo.
En efecto, el costo presupuestal integral actual del Congreso peruano no solo esta a la altura de la institucion legislativa por excelencia qu quisiermos tener y en buena hora exhibir.
El entrampamiento consiste en que fue creado a imagen y semejanza de un regimen autoritario para luego insertarse en un sistema democratico con demandas de representacion y representatividad muy distintas.
Lamentablemente ese mismo sistema democratico no ha querido invertir en su reforma, porque esta implicaria, con la incorporacion de un Senado, la elevacion del numero de parlamentarios no a menos de 250.
Una plantilla emasido impopular para manejarla en terminos de opinion publica, por mas necesaria y politicamente vital que pudiera parecer.
Aquello de que lo barato cuesta caro, no deja de tener asidero perfecto dentro de la disyuntiva de seguir con un Congreso como el actual de mal en peor o de apostar por una inversion de calidad en otro moderno y eficiente.
La autoasgnacion de un envenenado bono de representacion parlamentaria que la presion publica y mediatica ha llevado, felizmente, a su autosupresion, deberia abrirnos los ojos sobre el problema de fondo.
Una vez mas el Congreso peruano ha tenido ue convencerse demasiado tarde de las bondades de una necesaria y oportuna correccion, aunque sin el paso adicional de comenzar a emprender otros cambios fundamentales.
El actual Congres esta desconectado del pais que lo eligio. Tiene l numero 130 heredado de un sistema autocratico que lo queria asi de limitado. Desde hace mchos anos sus miembros son congresistas de la Republica. Asi de general. Asi de inocuo. Todo y nada al mismo tiempo.
Una representacion nacional real, con diputados y senadores, en un umero no menor de 250, por lo menos ermitiria establecr una relacion directa entre el legido concreto y su circunscripcion concreta. Se acabaria el congresista de la Republica en abstracto, que no responde a nadie en particular, mas que asi mismo, a su psrtido (si es que lo tuiene), a su salario, y a sus victorias y miedos coyunturales.
Esto quiere decir que tenemos qu pasar de un Congreso barato, a un Congreso sin duda caro, pero con la posbilidad de esperar ce el una mejor perfomance, principalmente representativa, politica, legislativa y administativa.
?Por que, un pais como el Peru que tiene la suerte de atravesar por uno de los cclos economics mas prosperos de su historia podria negarse a invertir en un congreso moderno y eficiente?
?Por que no darle valor reditual a la inversion economica en la mejora de las reglas de juego politicas y juridicas del ais, paa que nuesro crecimiento economico no tenga que considerarse sobre los pies de barro de una institucionalidad precaria e inestable?.
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